Partida Rol por web

Nadie decia nada, igual que con el resto del grupo y aun asi Clive quiso insistir.

-Ayudarme, que pensáis de la historia de Irina. Ahora que ha caído Camille me da a entender ¿Que la estaba controlando? O es una actuación mas para seguir viva, pero entonces para que hacer ese paripe, ¿Se arrepintió en el ultimo momento y aprovecho el momento? Por que sinceramente estoy muy tentado a votarla, pero como nadie dice nada ni ella responde, no se si estoy en lo correcto. -Preguntaba a todas ellas. -Por otra parte no tenemos nada mas, ¿Verdad? -Se mordió la uña del dedo indice, llevaba años sin hacerlo y si se enterara él se enfadaría mucho.

Te encontrabas en calma alistándose para la noche, cuando una suave melodía invadía tus sentidos. El suave seseo de una serpiente parecía llamarte, insinuarte algo y, por alguna razón, podías entenderlo. Seguiste aquella invitación sin siquiera chistar en la oscuridad de Pripyat y caminaste sin parar, casi como una polilla siguiendo la luz de las lámparas.

A pesar de no llevar linterna, no tropezabas con nada y sabías perfectamente a dónde ir, dónde poner un pie y cómo esquivar los obstáculos del camino. Todo eso era simplemente natural, pero no lo notabas, pues toda tu concentración era hacia el seseo de la serpiente.

Llegaste a la ciudad y te topaste con un edificio abandonado. Por un momento dudaste, pero el seseo venía de allí, así que lo seguiste y entraste.

Al llegar, pudiste ver que se trataba de un jardín de niños abandonado, el cual aún tenía rastros de los últimos que lo habían utilizado, pero todo estaba muerto en este lugar, al igual que la ciudad misma.

Y con el amanecer, parecía llegar una nueva sombra. Todos esperaron para ver de quién se trataba y era Leinad quien llegaba allí. Este parecía tan confundido como los demás y, al mirar, se topó con Alessandra, Clive, Lydia y Shahrzad, los cuales parecían haber llegado con anterioridad.

El cazador levantó la mano a modo de saludo y antes de que alguno se asustase comentó: - Yo tampoco se lo que ha sucedido. Se puso la mano sobre el corazón durante un instante, el cual duró lo que tardó en decir: - Lo prometo. Y se acercó al resto con paso cauteloso. Esperaba que el resto le tubiera miedo. Él mismo no sabría lo que pensar, pero ... era interesante lo sucedido, aunque no supiera ni como ni por qué.

Leinad habla hablado después de días, así que decidió aprovechar la oportunidad:

-Oye tío, ¿Como haces para regresar siempre? Y no eres un zombi ni nada de eso ¿No? -Lo miro de arriba abajo, un pensamiento le paso por la cabeza, de aquel cuerpo que tenia Leinad y se sintió culpable por un segundo.

Queda muy sorprendido ante la pregunta y mira en derredor. Está preocupado, pero mucho más fuerte es el sentimiento de pena que siente viendo lo que hay ante ellos.

- Me da la sensación de que este lugar ha acumulado tanta muerte, tanta pena, tanta desgracia, que los fantasmas y espíritus de aquí ya están bastante apretados y no quieren más visitas.

Le parecí una respuesta jocosa, y hasta cierto punto le alegró el apesadumbrado corazón, pero es que era lo que sentía. Una pena el haber llegado a esa conclusión. De que fuera cierto el que se acumulaban muertos en aquel espacio, dejado de la mano de todos los Dioses.

Era triste, pero era lo que había.

-Eh estado pensado sobre este sitio. ¿No creéis que deberíamos decírselo al resto? Después de todo estamos aquí contra nuestra voluntad, ¿No es mejor sincerarse con la gente? -Miro a Leinad primero y al resto después.

Si, todo lo que encontremos, para el beneficio de todos, puede ser interesante. Estoy deacuerdo contigo.

¿De todas maneras, que mal puede hacernos?

El lugar es grande, y si alguien quiere escondites, hay miles de lugares donde no lo encontraríamos en semanas.

-Había pensado en decirlo yo también, no tiene sentido ocultarlo. Y más cuando creo que es alguien quien nos trae aquí. Que no lo haga público él o ella misma, aunque sea en esta sala, me hace pensar que sus intenciones no son buenas. No sé si malas del todo como los que asesinan... pero es posible que su propósito sea secuestrarnos a todos o algo igual de sórdido.

-¿Decidido entonces?, ¿Esperamos a mañana quien aun continué aquí que diga que nos están reuniendo? -Pregunto a los únicos que parecían interesados en comunicarse.

Con el nuevo día, las figuras de Alessandra, Shahrzad y Leinad desaparecieron de ese lugar.

Te encontrabas en calma alistándose para la noche, cuando una suave melodía invadía tus sentidos. El suave seseo de una serpiente parecía llamarte, insinuarte algo y, por alguna razón, podías entenderlo. Seguiste aquella invitación sin siquiera chistar en la oscuridad de Pripyat y caminaste sin parar, casi como una polilla siguiendo la luz de las lámparas.

A pesar de no llevar linterna, no tropezabas con nada y sabías perfectamente a dónde ir, dónde poner un pie y cómo esquivar los obstáculos del camino. Todo eso era simplemente natural, pero no lo notabas, pues toda tu concentración era hacia el seseo de la serpiente.

Llegaste a la ciudad y te topaste con un edificio abandonado. Por un momento dudaste, pero el seseo venía de allí, así que lo seguiste y entraste.

Al llegar, pudiste ver que se trataba de un jardín de niños abandonado, el cual aún tenía rastros de los últimos que lo habían utilizado, pero todo estaba muerto en este lugar, al igual que la ciudad misma.

Con el nuevo día, dos figuras nuevas llegaban a ese lugar con paso firme y confundido, al igual que los demás en días anteriores. Se trataba de Alexei y Yevtsye, los cuales habían llegado para encontrarse con Lydia y Clive a ese extraño lugar.

-Y la gente sigue llegando. -Se atuso el pelo un tanto molesto. -Hola chicas. No sabemos nada de este lugar y quien nos trae aquí. Y antes de que se cargaran a Leinad por la noche decidimos que íbamos a contar sobre este lugar al resto. Como lo veis, tenéis alguna idea de que es este sitio y porque estamos aquí? -Se sincero con ellas, porque pensaba que estarían tan perdidas como ellos.

Yevtsye a pesar de sus molestias podía caminar por todo ese sitió, era un lugar realmente triste y deprimente igual que todas las áreas en el pueblo irradiado pero era particular, en este sitio se encontraban juguetes y camas abandonadas, tazones y vasos de fierro regados, rastros de mantas para dormir incluso ropa de niños
Era un sitio muy triste pues si ponias atención a los detalles podrías ver o hasta oír las risas de los niños por todo el lugar, ahora solo siendo menos que una sombra y más un recuerdo palpable.

Iba a seguir revisando el lugar cuando el atleta, un hombre llamado Clive les hablo del lugar pero ignoraba donde estaban y por que eran aislados ahí. Yevtsye cruzó los brazos y se puso a pensar en situaciones parecidas, la historia por suerte o por cruel ironía tendía a repetirse y el hombre no innovaba en cuanto a tratos crueles a sus semejantes. Esto le dio una idea.

-Es posible que una fuerza misteriosa nos aislara aquí y nos este examinando, igual que en una sala de interrogación. Todo con el fin de buscar a los asesinos y atraparlos.

No era la teoría mas cuerda pero encajaba con la situación sobrenatural que pasaban.

-¿Que piensas?

Escuchó con detenimiento las palabras de la otra mujer.

-No sé, yo llevo aquí un tiempo ya y de haberme espiado alguien ya ha tenido tiempo de sobra y cada día dos personas se ven atraídas a éste lugar. Es posible que sea lo que dices pero dadas las cosas raras que pasan tampoco descarto que sus intenciones no sean si no afines a los asesinos, tampoco buenas. Nuestro "anfitrión" nunca se ha presentado ni siquiera nos anima a hablar. Además, ignoro si podrá atraer asesinos también aquí, pero de ser así, al menos a nosotros no se nos informa de nada.

Miro a todos lados como si viera algo que me llega a la memoria desde hace mucho tiempo.

Añoro a mis hijos pese que hace muchos años murieron por la radiacción de Chernobyl. Estar ahi me recordaba a ellos y me hacia sentir mas cerca aun. Sin embargo no habia elegido llegar por mi propio pie  hasta alli, tan alejado del resto.

Y al parecer a ellos les pasaba lo mismo.

- ¿Que hacemos aquí?- Pregunte mientras paseaba lentamente por el lugar - Me temo que si nos están estudiando poco van a sacar de mi. ¿Cuanto tiempo lleváis aquí?

-Casi desde el principio- se limitó a decir- fui, junto a Shahrzad la primera en ser traída a este sitio, o eso creo, pues no había nadie más cuando vinimos ella y yo atraídas por una música. Dada la cantidad de gente que ha pasado por aquí es probable que los asesinos también puedan venir. Aunque también puede ser que haya tenido suerte al elegir, aunque un día solo uno fue traído aquí en lugar de dos. Leinad. Claro que también puede deberse a que mataran al que iban a traer aquí esa noche y por eso solo fuera él el que vino aquí.

A pesar de llevar tiempo allí seguía sin saber cual era el objetivo. Si era para vigilarles o para mantenerles de alguna forma presos en ese lugar que era o imaginario o de alguna realidad alternativa. Pero Lydia nunca había sido muy de ciencias y se le escapaba cualquier explicación racional que pudiera tener.

-Pues la verdad es que no me acuerdo, ¿Desde el tercer día? A mi todo me empieza a parecer el mismo día, laaaargo de cojones. -Miro al viejo. -Y lo peor de todo es que no sabemos para que es toda esta charada y puedo decir sin equivocarme, que este sitio esta casi tan silencioso como el campamento.

-Si alguien nos trae a estos sitios sus motivos tendrá. Afortunadamente si Lydia ha estado mas días, ¿podría tratarse de un refugio? Quizá nos estén estudiando realmente... somos conejillos de indias.