Partida Rol por web

-¿Nuestra habitación? ¡Qué habitación, ni ocho cuarto!

Histérica y a regardiente se sentó en la cama. No podía salir, no podía caminar, se le había extraviado su teléfono, tenía hambre y debía pasar la noche allí. Vamos, estaba inútil total.

-Yo llego a saber esto y no hago nada... Pero nada -suspiró aún enfadada por la situación-. Pero bueno, si todos quieren que Yunly se quede aquí quieta... ¡Lo estará!

Era inevitable que bajase el volumen.

-Por cierto, Kurusu, tienes un grave problema -comentó colocándose bien la almohada en la espalda, sin reparar en la presencia de su dulce enfermera, quien aún seguía ahí-. Pero de los gordos, ¿eh?

Su sarcasmo podía desquiciar a cualquiera. De hecho, pronto, alguno de ellos dos, acabaría por irse de la habitación como ella siguiera en ese plan.

Cuando vio su aparato aparecer entre sus manos se calmó.

-No soy ninguna princesa, por si se te ocurre decirme algo parecido -le miró seriamente-.

Después de formar aquella escena y ver su móvil entre sus manos, suspiró aliviada y susurró:

-Todos sabes quién eres, dale las gracias a que mataste al jodido niño... -se enfadó de nuevo-. Me lo podía haber cargado yo, no me importa que me descubrieran... ¡Tú eres un oficial, KURUSU! ¿Sabes que estás más expuesto en los medios de prensa, en la vida urbana que yo? ¿Y si resulta que el señor alcalde, quien tanto aparece en mis entradas, es un poseedor? O que... la décima está detrás de ti.

Su mirada transmitía miedo.

-Vas a caer y entonces... No podrás llevar a cabo la promesa que me juraste: traer a mi familia aquí... ni salvar a tu hijo.
 

La verdad es que la escena tierna había durado demasiado y era hora de dejar las cosas claras. La enfermera hasta ese momento había estado presente observando lo que allí acontecía pero no era necesario andarse con medias tintas. Estaban presentes tres usuarios. Levantándose se acercó a la enfermera y comentó para los tres.

- Soy consciente de que he sido expuesto ante todos por Deus, aunque mi rostro sea conocido y aparezca ante los medios, nadie tenía por qué saber que era un usuario, pero me ha delatado porque es su juego y son sus normas. Yo no le he revelado a nadie ser un poseedor de un diario salvo a Yunly, pero ahora ya todos lo saben...incluida usted, enfermera Shimizu. La miró fijamente a los ojos y prosiguió. Se preguntará...¿Cómo sabe que soy una portadora de un diario del futuro? Gracias al móvil de la muchacha, la verdad es que es realmente útil, mucho mejor que el mío. En una de las entradas que le llegaron ponía que Yunly estaba siendo operada por la sexta y solo estabais su marido y usted...blanco y en botella. ¿A dónde quiero llegar? Quiero que se una a nuestra alianza para derrocar al resto de usuarios... No tenía claro si la enfermera estaba asustada o si siquiera creía en sus palabras pero trató de ser claro y explicarle lo sucedido hasta el momento.

Verá, quiero dejar claras varias cosas para que no me juzgue sin saber. Después valore la situación y decida.

1. El octavo, un joven estudiante llamado Hitoshi, entró en mi comisaria y hackeó todos los ordenadores y mi diario. Durante largas horas no sabía que acontecía a mi alrededor y temí por mi vida. Iba a llevar a cabo un atentado terrorista con explosivos en el parque de atracciones y antes de que lo cometiera, nos dispusimos a arrestarlo.

2. Anteriormente había hecho una alianza con Yunly, a la que traté de proteger desde el principio, y al llegar al parque de atracciones, traté de detener al octavo para que volviese a deshacer su hackeo y no hiciese volar las bombas. En el proceso, Akise Aru, otro estudiante que le acompañaba, disparó contra Yunly hiriéndole de gravedad en la pierna y entonces, en defensa propia, le disparé. Ha salido en las noticias y es fácil verificar que es verdad.

3. El octavo deshizo el hackeo pero huyó tratando de hacer volar mi vehículo con los explosivos. No era mi propósito, pero no me quedó otra que partir por la mitad su móvil y entonces desapareció, si destruyen tu diario, mueres.

4. Antes de que operaran a esta jovencita, yo me quedé con su diario, podría haberla destruido y afirmar que usted, la sexta, la mató en el quirófano y deshacerme de ambas de un plumazo. Pero no lo he hecho porque se que si colaboramos, quién gane de los tres podrá realizar los sueños del resto. Le devolveremos la familia a Yunly, curaremos a mi pequeño y no sé cuál es su sueño, pero estaría en nuestras manos cumplirlo. Juntos somos fuertes, separados débiles y expuestos.

5. Quiero que entienda que ya sabía que era la sexta antes que Deus revelara mi identidad, gracias al diario de Yunly. Ni le he atacado a usted, ni he matado a Yunly pudiendo hacerlo...por favor, confiad en mí. La unión hace la fuerza.

Habia hablado mucho, pero si con ello ganaba más oportunidades de cumplir nuestro propósito, habría válido la pena.

Hoy 20:00 (última entrada)

El cuarto pide me que alíe con él y con la quinta. No parece que mienta, parece seguro. Estoy a salvo.

Yunly tragó saliva ante el discurso de Kurusu. Aquella mujer resultaba ser la sexta en ese juego de supervivencia. La había operado y cuidado, luego no parecía tener intenciones malignas, sin embargo... eso no le podía decir que no le atacase en un futuro próximo. Ella, más que nadie, sabía hasta qué punto podría llegar la ambición.

Expectante, y en guardia, miró a Shimizu, quien se encontraba pensativa analizando la situación, por si debía acudir en ayuda al cuarto, quien como ya había comentado, estaba expuesto a todos los demás.

-Solo puede quedar uno... -se recordó a sí misma tras los encuentros con Deus-.

Siendo dos, era muchísimo más fácil, ella moriría si haría falta y Kurusu cumpliría su promesa. Pero formando un trío...

-<<La unión hace la fuerza>> , parece el ''uno para todos y todos para uno''.

Kurusu parecía sincero. El hecho que se haya llevado su diario le recorrió un escalofrío por el cuerpo. ¡La podía haber matado, como bien ha comentado! Sin embargo, no lo ha hecho, mostrando así la lealtad.

Yunly se sentó en el borde de la camá y con voz firme comentó:

-Somos dos contra una, si decides atacarnos, tendría las de perder... ¿Qué dices? Podemos ser los tres mosqueteros... Independientemente de cuál sea su propósito. Si desea ganar con todas sus fuerzas, deberá matarnos y, aunque este final es esperado, moriré si hace falta, pero si veo que su avidez es más fuerte que su moral y con ello me refiero a que nos ataque sin previo aviso, entonces ...le mataré. Pudiendo así cumplir su sueño, sea cual sea. Espero que no se dé estas condiciones y podamos confiar  los unos en los otros. Por mi parte no le atacaré si no es justificado.

Mizuki miró a ambos, a Yunly y a Keigo, y pensó en lo que estaban diciéndole. Sabían que ella era la seis, así que en verdad, se habían comportado con honorabilidad. También había respetado el acuerdo entre los dos no atacando a Yunly ni quedándose con su diario. ¿Serían de fiar? Posiblemente, al principio. Después... eso era otra cuestión.
Pero en aquellos momentos...

-No había pensado en atacaros, en ningún momento -les dije-. Como mucho, intentar hacerme con tu diario, Yunly, pero nada más.

-Estoy de acuerdo... pero con una condición. No quiero sorpresas. Si sobrevivimos a medida que vamos enfrentándonos al resto, está claro que llegará un momento en el cual tendremos que enfrentarnos entre nosotros. Así que propongo dos reglas. No nos atacaremos hasta que solo quedemos los tres. Y a medida que vayamos acabando con los demás, si nos hacemos con sus diarios, los repartiremos aleatoriamente entre nosotros, para que cada uno tenga el mismo número de diarios que los demás. De esa forma, cuando llegue el momento, quizás los tres tengamos posibilidades similares de sobrevivir. Si aceptáis esto, estaré con vosotros hasta el final y... acabaré con quien sea necesario por protegeros.

Mizuki estaba nerviosa por lo que se había encontrado, pero también se sentía más segura.

-En cuanto a mi sueño... ya no tengo ninguno, a no ser ayudar a los demás, curar, impedir que otros sufran como... mi pequeña, que murió porque la medicina no pudo hacer nada. Así que me conformaré con que hagáis todo lo posible por mejorar la atención hacia los pequeños. Qué un niño enfermo tenga siempre los mejores médicos, las mejores máquinas y la mejor atención. Quizás es mucho, lo sé, pero es lo único que me confortaría.

Mizuki miró a los dos, esperando su respuesta.

Una sonrisa de entusiasmo apareció en el rostro de Yunly. ¡Se había unido a ellos!

-Me parece correcto -concretó levantándose de la cama. Se le empeza a dormir las piernas y necesitaba levantarse-. ¿Pensáis en a por alguien en concreto? Si lo pensamos, la única que se ha mostrado su identidad es la décima, quitando a Kurusu, los demás los conocemos como siluetas y... quien más me llama la atención es ese hombre alto. El señor alcalde suele salir mucho en mi diario. No sé si es un jugador o no, pero para mí, es sospechoso.

Está claro que podríamos ir por el alcalde, pero quizás sea mejor empezar por lo que ya conocemos. Vayamos primero por la diez. ¿Por cierto, por qué no ponemos en común nuestros diarios? Así tendremos más información.

-La décima está en el parque.

Hoy, 19:30

El cuarto destruye el diario del octavo, haciendo que este se esfume.

En el instituto, el alcalde sigue en él.

La décima se halla en el parque.

Arma: la anestesia que tengo en vena.

Hoy 19:45

La sexta me acompaña hacia la nueva habitación.

El cuarto y el alcalde están en el insituto...

La décima sigue en el parque.

Hoy 20:00

La décima se encuentra envenenada.

La décima intenta huir del parque.

No tengo armas.

 Estas son mis dos últimas entradas. No tengo actualización -comentó mostrándoles el diario-.

Hoy 20:00

Ciudadanos del parque han sido alcanzados por un gas venenoso.

Entre ellos se encuentra la décima.

La décima viene al hospital y espera ser atendida por la sexta.

Hoy 20:00

La décima se encuentra envenenada.

La décima intenta huir del parque.

No tengo armas.

Llamada entrante:

Serñor Kurusu, el alcalde exige su presencia en el parque, hay problemas... Comunica que nos vemos allí...

Una pareja de adolescentes llegan al hospital. Cuando llegan, la chica de pelos rosados grita a todo pulmón que necesitan atención médico, el Doctor Hatori Sohma, os lleva a la habitación donde se encuentra Shimizu, con el fin de que sea ella quien os atienda,  el policía y... una adolescente cuyo aspecto es similar al de Yuno. Este hecho provoca confusiones en el ambiente.

Llega Yukki al hospital a cuestas de Yuno y le deja en una camilla para poder hablar con la recepcionista y que le ingresen.

Cuando llegamos a la habitación del hospital podemos observar que está llena de gente, algo normal para todo lo que ha pasado; pero entre ellos está Kurusu, el reconocido Cuarto. Yukki sigue incosciente por el veneno.

Hoy 20:00

Una pareja me ha reconocido.

La del pelo rosa no se fía de mí.

Yunly se avalanza sobre ella.

Hoy 20:00

Yuno es agredida por la joven de rostro similar al de Yuno.

Hoy 20:00

¡...! ERROR 35621

Yuno y Yukki aparecen en escena.

Me avalanzo sobre Yuno.

Al ver aparecer a la pareja, Yunly se quedó atónica, sin saber qué hacer ni como comportarse. Llevada por sus instintos y tras depositar a Yuki en la cama, la joven de cabellos lila se avalanzó sobre Yuno, provocando que se le abriese un poco la herida de la pierna.

-¡TÚ!

Caían al suelo, donde ambas se dieron un golpe en la cabeza. Sin embargo, eso no detenía a la paciente, volvió a la carga, colocándose encima de la otra, quien intentaba detenerla.

Deja a Yukki en la camilla y comenta:

-Espero que le podáis atender, ha sido envenado por una extraña bolsa. -Comenta con una sonrisa dulce-.

Acto seguido, mira a Kurusu y tras esto, le echa un vistazo rápido a la joven que la mira de manera desafiante. La conoce y ,al parecer, la reconoce. Yuno se encuentra tensa, realmente tensa. Aquella adolescente se le ha avalanzado y han caído rotundamente al suelo, donde se han dado un golpe en la cabeza.

Rápidamente, se incorpora, tras empujar a Yunly y librarse de ella:

-¡¡NO PERMITIRÉ QUE LE HAGAS DAÑO A YUKKI!!

-Esperad, por favor. -Dice Yukiteru sorprendido y entre sollozos mientras coge de la manga a Yunly con suavidad. -No le hagas daño.. a Yuno... esto es un... hospital.