Partida Rol por web

Iba a morir, pero ha cambiado su destino. Luego ha cambiado el futuro.

Antes de seguir a la joven hacia el baño, el móvil volvió a emitir un sonido. Kurusu miró la entrada y volvió a hablar, está vez más serio.

Parece que ha logrado evitar la muerte, sabía que no iba a ser tan fácil...

Recogió ropa limpia para después de la ducha y depositando la ropa en el perchero entró junto a la joven. El momento fue realmente erótico, el oficial no podía apartar sus ojos del cuerpo escultural de la chica. Cómo levantaba su mirada hacia arriba, haciendo que el agua echase sus cabellos hacia atrás, las gotas recorrer sus contornos, aquello pechos tan turgentes, esos pezones rosados, su hermoso vello rosadito en su sexo. Dejó caer jabón en sus manos y empezó a recorrer todos y cada uno de los milímetros de aquella sedosa piel. Estaba realmente excitado pero las lascivas miradas y el característico mordisquito de su labio inferior hicieron dudar al oficial.

¿Que te pasa? ¿De veras no vas a reaccionar a mis intentos de seducirte? Estás distinta desde que viste las entradas de tu móvil...¡Mírame! le dijo Kurusu apoyándola contra la pared y apretando su cuerpo contra el de ella. Sostenía ambas muñecas de la muchacha creando entre ellos una pose realmente sexy, ambos cuerpos pegados. Dime qué ocurre, no pienso dejarte sola si necesitas ayuda, veo que aún no me conoces lo suficiente...Estamos juntos en esto ¿Entiendes?

Mientras Yunly esperaba a que aquel hombre fuera con ella o no, decidió poner la televisión.

Noticia de última hora:

Nos ha llegado una exclusiva acerca de Keigo Kurusu, Inspector de Policía de Sakuramy City, procedentes de fuentes anónimas. Al parecer, el joven oficial suministra armas a los jóvenes indocumentados... ¿Estará el oficial detrás de una red de terrorismo? ¿Contrabando? ¿Venta de Armas pagadas con el dinero del contribuyente para sacarse un sobresueldo?

En la pantalla de plasma, se muestra unas imágenes cedidas de una fuente anonima. En ellas, se ve a Kurusu mirando a la joven de forma entusiasta.

Además, varias personas han testificado que aloja a jovencitas indocumentadas en su propio hogar -realiza una breve pausa-como bien podemos ver en la pantalla. Parece que ,aparte de querer destrozar el Departamento de Policía, el Inspector también está destrozando su Matrimonio y Familia. ¿Quién es esa joven?

Queremos agradecer a este ciudadano anónimo que nos haya brindado esta información y esta exclusiva.

Gracias, "Héroe Enmascarado".

-¡Cómo puedes estar tan traquilo, sabiendo que tu plan no ha funcionado!

Kurusu la tenía contra la espada y la pared, inmovilizándola por completo. Fue en ese momento, cuando fue consciente de la fuerza que gastaba aquel hombre.

-Me haces daño -sentenció aún sin mirarle a los ojos. Estaba evitando cualquier contacto con él-.

Yunly sentia que quería escapar de aquel sitio. Tras retocerse y escapar, como buenamente pudo, salió de la bañera hacia el salón, donde encendió la televisión, mientras se secaba el cabello.

-...

Noticia de última hora...

La joven empezó a temblar. Al parecer, alguien les había seguido, logrando crear una imagen errónea del oficial y... exponiéndola a ella a los medios de comunicación y, en especial, a los jugadores.

-¡¡KURUSU!! -gritó-. ¡CORRE, VEN A VER ESTO! Tenemos problemas...

El móvil de aquel hombre no tarda en sonar... Desde el móvil del secretario, el alcalde lo llama...

-¿No había suficiente con un Asesino en Serie de Mujeres? ¿Un terrorista de Bombas? ¿Un terrorista de Gas?. No, por supuesto que no era suficiente; al parecer tu también querías contribuir con tu granito de arena y avergonzarme delante de toda la puñetera ciudad. El Inspector de Policía un corrupto, putero, ladrón y contrabandista...

-Mira, nos conocemos desde hace años, y estoy seguro que esa información es falsa; si los medios me preguntan intentaré dar la cara por ti. Pero espero que esa tal "Yunly Amano" salga de tu casa a la de ya... ¿!QUE DIABLOS HACÍA AHÍ?!. ¿!INDOCUMENTADA?! ¿!QUIÉN ES ESA MUCHACHA?!. 

-Por último, encuentra a ese "Héroe Enmascarado" que ha revelado la información. Tengo por seguro que es aquel raro que vino al Hospital, ese que parecía venir de un espectáculo sadomasoquista. El cual también estaba en el parque, casualmente... Por cierto, antes de ver las noticias, él se había ido sin dejar rastro del hospital.

-Encuentralo, y enciérralo. Aunque sea por escándalo público.

Kurusu se sintió realmente herido por la reacción de la joven. La había protegido, había cuidado de ella, le había declarado sus sentimientos, habían compartido cama y dormido juntos...y ahora...distancia. Un no me toques, no me hables. Dejó que la muchacha se liberara de su presa y la vio correr hacia el comedor salón, el oficial estaba destrozado anímicamente. Creía haber encontrado a la mujer que cambiaría su vida y esta, ahora, le hacía a un lado.

Aún a medio vestir, con la camisa por fuera y sin abrochar, escuchó la voz de la joven que le llamaba con urgencia. Los informativos de televisión estaban dando noticias de última hora y haciendo un rápido zapping apreció que salían en las principales cadena Fuji TV, NHK-G, TV TOKYO...en ellas siempre venía que la noticia había sido recibida de forma anónima por un héroe enmascarado.

- Pero que está... Dejó la frase a medio concluir. No podía dar crédito.

¿De qué va todo esto? La joven indocumentada...¿Cómo va a tener documentos si viene de otro mundo? ¿Armas? Ella la usó en defensa propia...y es cierto que es el arma reglamentaria de Nishijima pero se que ella la devolverá...yen cuanto a la relación que ambos podamos tener ¿A caso no somos adultos y con todo el derecho a convivir si queremos? Mi mujer hace años que murió y no ha habido un día que no me haya preocupado por mí pequeño en el hospital ¡Esto es un insulto!

Aún apretando los puños, triste y molesto por igual, el oficial recibió una llamada del alcalde para más inri. Esta vez sí que le respondería.

Al finalizar la llamada, aún dolido por la desconfianza y rechazo que la joven había depositado en él, simplemente le tendió la mano para que le devolviese el arma de Nishijima y se giró sin mediar palabra hacia su habitación. Allí terminaría de vestirse, recogería su placa y arma, y saldría de la casa. 

Ante la llamada del alcalde, Kurusu se mostró en todo momento calmado y sin levantar la voz. Eso no implicaba que por dentro estuviera hecho una furia y deseara pegarle un tiro entre ceja y ceja al que le había difamado con mentiras. Al hablar fue claro y conciso.

- Así es, todo son mentiras y las que no lo son, tiene una explicación aunque no fácilmente entendible. El arma de Nishijima la tengo yo, ahora mismo, entre mis manos. La joven la usó en defensa propia, después de que le disparan y ante la atenta mirada de un oficial de policía que la autorizaba. Eso no es ningún delito, debería ser un acto heróico. Ese joven abatido y su cómplice llevaban explosivos para hacer volar el parque de atracciones...

Segundo, mi matrimonio no existe...mi mujer murió hace ya cinco años, casi los mismos que tiene mi pequeño que está prácticamente en coma en el hospital. Que haga yo con mi vida y a quién quiera a mi lado es cosa mía. La joven Yunly es mayor de edad como yo, eso no es ningún delito.

Tercero, es cierto que no tiene documentación, pero tiene una explicación...sin embargo, prefiero hablar de ello en persona, nadie me asegura que no estén escuchando también por aquí. Eso es todo. Corto.

Yunly observó la televisión callada, asimilando todo lo que había en ella. De pronto el teléfono de él sonó. Tras una detallada conversación entre ambos hombres, Kurusu finalizó la llamada y le pidió el arma.

-No -sentenció-. No te la voy a dar. La necesito. Te la daré más tarde, no ahora.

Se mostraba distante, demasiado, pero había adquerido esa actitud porque no quería involucrarlo a él. Era su asunto pendiente. Sin embargo, podía entender cómo se sentía él. Dolido, engañado y usado. Carraspeó y se dirigió hacia él. Le cogió del brazo y le obligó a darse la vuelta.

-Sé cómo te sientes. Pero... -cogió una vocanada de aire y la soltó lentamete-. Tú me quieres proteger, yo... también te quiero. Posiblemente muera, no se sabe. Tal y como los asesinó... parece que tiene un buen conocimiento de armas. -dialogaba con firmeza y sinceridad. Había tomado la justicia por su mano-. Kurusu... déjame que te proteja. -pausó un momento, buscando sus ojos-.

El oficial de policía seguía profundamente herido por la actitud distante de la joven a la que amaba. ¿No confiaba todavía en él? ¿Después de lo vivido entre ambos, solo se iría dejándole atrás, y encima argumentando que es para protegerle? Y un cuerno. Se acercó hacia la puerta obstaculizando la salida y respondió con firmeza.

- Tal y como yo lo veo...tienes tres opciones. Elige la que creas conveniente, es tu decisión.

Uno. Devolverme el arma que llevas, cruzar esa puerta y olvidar que me has conocido...

Dos. Dispararme y acabar con mi vida e irte a saldar tus cuentas pendientes...

O tres. Confianza mutua, me devuelves el arma de Nishijima y te proporciono mi secundaria, la que tengo guardada en mi estudio, ir juntos a por esa mujer y...¿un beso apasionado para firmar el trato? 

En verdad deseaba una cuarta opción. Olvidar todo aquello y permanecer juntos en aquella casa, formar una familia y ser felices. Pero era consciente de que de momento, aquello era una utopía. Buscaban la muerte, de ambos. No les daría el gusto.

Aquel hombre se había interpuesto entre ella y la puerta. Lo miró desafiante, tragando saliva, pues bien sabía el grado de dificultad de la situación.

-Pero... No lo entiendes. Puedo ir y vernos en el hospital. Deberías hablar con la sexta. Si ambos morimos, se encontrará sola y ... entonces no podrá combatir contra los demás.

Cerró el puño y tras vacilar unos minutos le devolvió el arma del oficial.

-No puedo matarte. No después de todo. Iría contra mis principios... sería mezquino. Sin embargo, me gustaría ir sola, sin involuncrarte -sonrió con tristeza, pues bien sabía como podía acabar todo aquello-. Quiero que vayas al hospital y ayudes a la enfermera con la décima. Posiblemente se encuentre sola y rodeada de portadores de diarios... No es el fin, no te voy a matar, ni te voy a olvidar. Solamente pido que me dejes a cargo de esta situación. Confío en ti, pero... no quiero que mueras. No cumplirías nuestras promesas, Kurusu -le sonrió dulcemente, ladeando un poco la cabeza-.

Nuevamente su diario había emitidio un sonido. Ante la atenta mirada de él, miró su diario y confirmó su sospechas. En aquella pantalla, en rojo, aparecieron las palabras que su subsconciente había intuído. Se sorbió la nariz y se lo mostró.

-Yo me ocuparé de Yuno, ve a por la décima y ten muchísimo cuidado. Si te niegas... -tragó saliva- morirás conmigo. Espero el arma. La batalla ha comenzado.

Kurusu tomó el arma de Nishijima y se la guardó, después se acercó al estudio para recoger su arma secundaria, una Smith and wesson de 9mm. Cuando se acercó nuevamente a la joven solo le replicó.

 Creo que no me has entendido antes pese a hablar claro. La opción que planteas no está entre las posibilidades. No voy a dejarte a tu suerte si de veras me amas. Si sales de ahí sin mí, entenderé que quieres olvidarte de mí...esta arma se quedará conmigo. Si salimos ambos, pelearemos mano a mano, cambiaremos esa entrada o en su defecto...ambos compartiremos el mismo destino. No hay más opciones.

La sexta está en su elemento, en su hospital,...ha salvado vidas y el asesinato lo estaba cometiendo yo. Su vida no corre peligro, la tuya sí. No hay discusión que valga. ¿Estamos juntos en esto o no? Se agota nuestro tiempo, no quiero una vida sin ti ¿Te queda claro jovencita?

Después de eso la besó, aún a sabiendas de que quizá la joven quería salir de allí y dejarle atrás. Aún así, no se se despediria de la joven sin un último beso si eso había decidido. Si no era el caso, esperaba que fuera uno de tantos que compartiría con aquella joven que amaba.

''La opción que planteas no está entre las posibilidades''.

Bajó la mirada, mientras el oficial se dirigía al estudio. Apoyada en la pared se quedó reflexionando en el discurso de este. Para cuando volvió, alzó la mirada y se lo encontró. Su rostro... su jodido rostro estaba sereno, con pequeños matices de dureza. Le dolía verlo así. Si le hubiesen auscultado en ese momento, hubieran escuchado un 'crush'.

''Se agota nuestro tiempo, no quiero una vida sin ti ¿Te queda claro jovencita?''

Era una sentencia. No podía elegir por mucho que no quisiese que lo acompañase. Él estaba dispuesto de correr riesgos y ella intentaba que él no saliese herido. Un tira y afloja.

-Espero que no sea el beso de las Valkirias -sonrió sin poderlo evitar tras soltar una risa nerviosa-.

Tras ser besada, le depositó un beso en la mejilla, le susurró un ''lo siento'' y decidió que era mejor combatir juntos.

- No lo sientas, saldremos de esta y viviremos juntos. Quiero hacerte feliz...las noticias que has visto, son pura basura. Dijo mostrándose más animado después de la reacción de la joven. Había apostado por él, no le defraudaría. Kurusu era un hombre de palabra.

- Vale, centrémonos. Quiero que me enseñes las entradas y trazar un plan en consecuencia. En el coche tenemos los explosivos que quería usar el octavo...podrían servirnos. ¿Sabes dónde puede estar Yuno? El chico al que decía querer proteger...es probablemente un usuario, ¿Cierto? Seguro que están juntos.

Necesitaban un plan de acción. Tomó las llaves del coche y tras entregarle el arma prometida, ambos bajaron al garaje...

Hoy 07:00

La décima se halla en el hospital, acompañada del alcalde y la niña.

Yuno y Yukki se ubican en el instituto.

Arma cedida por el cuarto.

¡...! ERROR 35621

DEAD DEND.

 Es lo único que me muestra -comentó tras leer la entrada-. Yuno siempre permanece con Yukki, por lo que sé de mi padre y por lo que hemos podido ver en el hospital y en la comisaría. No quiero dañar a Yukki bajo ningún concepto -confesó-, no es mi objetivo. Pero sé que no dudará en atacar si ve que Yuno es herida. Por cierto -abrió la puerta del copiloto, una vez que el vehículo se lo permitió y entro en él-, Yukki es muy bueno con los dados. Mantén tu diario lejos de él.

Acto seguido, se abrochó el cinturón y se guardó el teléfono móvil en alguna parte de sus prendas.

-Debemos separarlos. Sobre los explosivos... ¿Vas a 'echar por los aires' el instituto? Lo podemos hacer. Moriran personas, pero en su mundo paralelo seguro que viven...

Al llegar al vehículo comprobó los explosivos y su forma de hacerlos detonar. Sabía que el octavo los había configurado para hacerlos volar mediante el uso de su móvil, pero no tenía la configuración ni las herramientas informáticas que este tenía para usarlos de la misma forma...

¿Un temporizador? No, ellos verán su Dead End en su diario y simplemente huirán. Necesitamos un detonador de la armería de la comisaría...colocar las bombas en un lugar sin intención de hacerlo volar...y cuando coincida que estén allí, hacerles la encerrona no permitiéndoles salir...no va a ser fácil pero no veo otro modo.

- Yunly, estoy pensando...el hecho de que te aparezca el DEAD END en el diario es porque has tomado una decisión que te llevará a enfrentarte a Yuno y perderás. Sabemos que yo no estoy en peligro por mi diario por lo que no hay nada que nos amenace como explosivos, algún gas o similar. Eso implica que en el plan que tenías en mente ejecutar las cosas iban a salir mal o que alguien te ha puesto en el punto de mira. 

Vayamos por puntos, si es el primer caso...que ibas a tomar una decisión errónea, hagamos algo distinto primero...ir a la comisaría de policía. Allí le devolveremos el arma a Nishijima, conseguiré un detonador de la armería e incluso con suerte, un par de chalecos antibalas. También podría hacerte una documentación provisional como si fueses una agente secreto de un país vecino. Hasta que comprobaran si es cierto o no tardarían bastante, y si logramos que el alcalde alargue los cauces burocráticos, aún más. El resto por lo que se me acusa no tiene pies ni cabeza.

En caso de que algún usuario haya puesto su mira en ti para eliminarte y tenga trazado un plan...eso también nos confiere una ventaja. Sabemos que van a tener que ir a por tí. Les dificultaremos eso y lo usaremos en nuestro favor...comentó con una sonrisa pícara mirando los explosivos. Lo que pretendo decirte es que no vayamos como ciegos a por ellos, tracemos un plan...y pillemosles sin capacidad de reacción. ¿Estás conmigo?

Creo que es más porque yo he tomado la decisión, que otra cosa -comentó mirando hacia la misma dirección que Kurusu-. Me parece correcto. Pongámosno en marcha hacia la comisaría.

Yunly sintió una electricidad de adrenalina recorrerle todo el cuerpo. Sabía que aquel punto muerto seguía latente ahí, no le importaba en absoluto.

El oficial arrancó su vehículo y se puso rumbo a la comisaría, no sin antes acariciar el sedoso pelo de la joven recién duchada, y dedicarle una sonrisa sincera. El pelo de la muchacha olía a aromas frutales, sus ojos azules eran expresivos y encantadores, a Kurusu...todo en esa mujer le gustaba.

- Pongámonos en marcha, veamos si podemos suavizar la situación. Si en algún momento nos rodea la prensa, déjame e hablar a mí, por favor. 

Después de eso le dio un beso fugaz en los labios y salió por a puerta del garaje rumbo a la comisaría.

Y el coche parte rumbo a la comisaría...