Partida Rol por web

[HLdCN] Alien

Confesiones

Cargando editor
12/09/2013, 19:58
Narrador

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribundo... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión.

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
12/09/2013, 20:07
Viktor Hasarov

Notas de juego

No tengo nada que decir puesto que acababa de empezar así que lo siento padre.

Cargando editor
12/09/2013, 20:20
Director

Notas de juego

Como consideres, pero tienes máximo un mensaje interpretativo hasta que se acabe el tiempo por si cambias de opinión.

Cargando editor
12/09/2013, 20:39
Viktor Hasarov

-Solo le digo, padre, que desconfíe de la doctora y su ayudante. No tengo ninguna base para sospechar pero continuamente están intentado separar al grupo ¡Desconfíe!

Cargando editor
12/09/2013, 20:44
Narrador

Esas últimas palabras resuenan en ese extraño lugar, una conexión entre mentes producidas en un momento de muerte... Después, la conexión se pierde.

Cargando editor
15/09/2013, 00:56
Narrador
Cargando pj

Intentas contactar con el alma de Julian, no encuentras nada ahí, es como si ni siquiera tuviese alma.

Cargando editor
17/09/2013, 00:33
Narrador

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribunda... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión.

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
17/09/2013, 00:46
Claude Faure

Claude cierra los ojos, sintiendo al horrible monstruo sobre ella. Los ecos de sus propios gritos resuenan en su mente mientras siente cómo su consciencia se desvanece y abandona su cuerpo. Es en ese momento en el que, de alguna extraña manera, sabe que el sacerdote puede escucharla. Ella nunca ha sido creyente aunque respeta a los hombres de fe y de repente esta situación la descoloca.

- ¿H-hola? ¿Padre, está usted ahí? - Pregunta, con la voz temblorosa y dubitativa. - ¿Padre? Soy Claude... Mi consciencia está a salvo, en Valhalla, junto a la de Samantha. Padre, no confío en Julian, durante la noche descubrí que es un cyborg, creo que el que buscábamos. Sé que su consciencia ha vuelto a su cuerpo, pero no confío en él. - La joven suspira, dudando de cuánto debe contarle al hombre que no deja de ser un desconocido. ¿Hasta qué punto debe confiar en él? - Padre, soy la encargada del mantenimiento de Valhalla, el sistema de conservación de consciencias. Voy a tratar de llevarme de vuelta restaurando mi propia consciencia, pero no estoy segura de que funcione. Por favor, no diga nada de todo esto, el protocolo... El protocolo indica que debo mantener mi identidad en secreto, pero usted tiene que mantener el secreto de confesión, ¿no es así? Siempre lo he visto en las películas... - Su voz se quiebra, mientras intenta asumir que está muerta. - William estaba empezando a recordar, la terapia estaba funcionando, pero una sesión no era suficiente, necesitaría más... Y nadie más en la nave puede ayudarlo con eso. Las consciencias de los que han muerto están ahora incomunicadas, si no vuelvo se perderá la comunicación con ellas. Voy a intentarlo, pero no sé si seré capaz, nunca había estado en Valhalla desde dentro y todo es muy confuso... - Claude ni siquiera es consciente de lo inconexo de su discurso, demasiado abrumada por todo lo sucedido. - Voy a... Yo... Por favor, Padre, si no lo consigo, cuando lleguen a puerto busque un experto en Valhalla para que restaure las consciencias. Nadie más en la nave sabe hacerlo. Y no se fíe de Julian, creo que tiene malas intenciones. 

Poco a poco la voz de la muchacha se va perdiendo en un sollozo ahogado.

Cargando editor
17/09/2013, 22:30
Director

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribunda... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión.

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
18/09/2013, 21:24
Samantha Meyer

Tienen a mi hijo... Yo... ellos tienen a mi hijo.

Manfred Vaessen e Isabella Payne. Ellos... ellos se ocultan tras las máscaras.

Perdoneme padre. He pecado. Pero lo he hecho por mi hijo.

Cargando editor
24/09/2013, 00:58
Narrador

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribundo... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
24/09/2013, 01:01
Akira Yamazaki

Siento la vida dejando mi cuerpo pero de pronto siento una paz interior que envuelve mi cuerpo. Tengo que contarlo antes de que sea demasiado tarde.

-Tenéis que saber que Julian no es malo. Yo le he traído de vuelta. Las dos veces. Le he programado para que tuviese el mismo objetivo, el mismo objetivo que la mayoría de nosotros... Matar al Alien. No perdáis el tiempo acusando a Julian, no merece la pena, no es él a quien buscáis.

Cargando editor
27/09/2013, 01:28
Narrador

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribundo... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
27/09/2013, 08:55
Manfred Vaessen

-Perfecto...Una ultima confesión, entonces voy a repetirte lo que ya e confesado a todo el mundo. Soy un protector no un asesino. Mi objetivo principal era eliminar al Alien, no dejarlo escapar. Como parte de mi habilidad, la primera noche protegí a William y en esta segunda a Enmanuel. Y dicho esto padre. Le diré que a mi parecer de quien debe cuidarse. También decir que Samantha nunca debe regresar a la vida no se si esta mintiendo con sus acusados o no, pero respecto a mi, mintió y me condeno. Yo no tengo capacidad para reparar a Julian como se insinuó. Simplemente me dedicaba a proteger a quien yo creía conveniente, para evitar que muriese por el alíen.

-Desconfió de la doctora Maria Alonso. No tardo ni un segundo en acusarme y pedir que fuera atado nada mas escuchar el cuento de Samantha, no solo eso si no que advertía al resto que quien quisiera protegerme o defenderme, también debería ser atado o vigilado de cerca. Creo que ella es uno de los infiltrados, se dio demasiada prisa en acusarme, como si tuviera prisa por encontrar un culpable y quedarse ella como inocente. También sospecho de la propia Katarina, quien parece obsesionada conmigo. Pero de ella aun tengo dudas, puede que solo sea una histérica mas.

Y sobre dos personas mas: No se deje embaucar por el niño. Es mordaz como un viejo de 40. Dudo que sea un infiltrado, por su clara situación pero es un sujeto que pone en riesgo al resto.

En cuanto a usted cura, confió en sus palabras, y le pedí a Viktor que le protegiera esta noche. Espero que lo cumpla.

-Dicho esto creo que es todo lo que tenia que decir. Adiós.

Cargando editor
28/09/2013, 14:29
Narrador

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribundo... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
30/09/2013, 23:47
Narrador
Cargando pj

En el momento de tu muerte, escuchas una voz.

 

El Señor es mi pastor, nada me falta.

En prados de hierba fresca me hace reposar,

me conduce junto a fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas.

Me guía por el camino justo,

haciendo honor a su Nombre.

Aunque pase por un valle tenebroso,

ningún mal temeré,

porque Tú estás conmigo.

Tu vara y tu cayado me dan seguridad.

Me preparas un banquete

en frente de mis enemigos,

perfumas con ungüento mi cabeza

y mi copa rebosa.

Tu amor y tu bondad me acompañan

todos los días de mi vida;

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término.

Cargando editor
01/10/2013, 17:14
Narrador

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribundo... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
01/10/2013, 19:12
Katarina Poyry

Padre, no sé si realmente podrá escuchar esto, pero voy a contarle los últimos acontecimientos antes de morir, ya que realmente no tengo nada oculto que contar. Lo que habéis visto de mí es lo que ha sido la Katarina verdadera... Hasta anoche... Me empecé a sentir mal, notaba a ese ser dentro de mí, y recibí una nota que me lo confirmó... No sé quién me la dio, ni sé quién me citó en otra sala para que habláramos sin que nadie más se enteraba. Llevaba una máscara como la que nos dijo Claude y me dijo que sólo ellos serían capaces de sacarme ese bicho de dentro, que si colaboraba con ellos, no me pasaría nada y me lo sacarían. Afirmaban ser los únicos que podían. Al principio llegué a pensármelo... Les hice jurar que no harían daño a George, ya que me llevo encargando de protegerle desde hace ya varios días. A eso me respondieron que había tres personas a quienes debía proteger... Una era Bailey, evidentemente, el cual me alegro enormemente de que haya muerto. La segunda era Evelyn, que está muerta como yo y que ya he advertido que no la revivieran... La tercera... Es usted, padre... No sospecho de usted, en absoluto, pero quieren utilizarle, así que ándese con ojo, no vaya a ser que acabe como William o como yo. No creo que ahora mismo tenga un bicho dentro... Supongo que al volver a la vida, su nuevo cuerpo no lo tendrá... O quiero pensar que eso funciona así... Por cierto, ¿no le parece sospechoso que Iris no haya hablado en días y que lo único que dijera ayer fueran mi nombre y el de William? Justo los dos que teníamos un bicho dentro... En fin... Lo que tengo claro es que están reclutando a gente, y hay personas informadas ya de lo mismo que usted sabe, así que, ya ve... Realmente no tengo secretos que nadie sepa... Espero verle pronto en ese lado...

Cargando editor
04/10/2013, 22:40
Narrador

Acabas de morir... eso está claro, pero... ¿qué es esto? ¿Sientes paz?

Las últimas palabras del sacerdote llegan a tu mente cuando aún estabas moribundo... pero tienes la oportunidad de confesarle algo, solo a él de forma que nadie más pueda escucharte... un secreto de confesión

Notas de juego

Puedes poner un único mensaje aquí, solo lo podrá leer Francesco Cacioppo.

Cargando editor
22/10/2013, 01:40
William Vaugan

Durante largos segundos permanezco callado, sin terminar de creer que algo así sea posible. Sin embargo, si las consciencias pueden viajar la Valhalla... ¿por qué no podría ser esto posible?

Suspiro, sin saber muy bien por dónde empezar. La certeza de que podría ser la última vez que alguien escuchara mis últimas palabras me pesa como una losa sobre el pecho, dificultándome la respiración. Y más aún sabiendo que, en mi caso, es especialmente cierto. Que en cualquier momento todo puede terminar.

- Padre... - comienzo, llamándole así sin ningún tipo de duda. Nada de Fran, o algo parecido. En esta ocasión está claro cuál es su posición, y cuál la mía, por muy desesperada que resulte.

- No sé por dónde empezar, padre. - digo entonces, con un nuevo suspiro - Aunque creo que comenzaré por el final: mi final.

- Supongo que usted sabe mucho más que yo sobre la vida y la muerte... no por sus creencias, sino por la cantidad de veces que habrá visto cada una de ellas. Pues padre, ha de saber que yo voy a morir. A morir de verdad.

- Algo falló en la última descarga al Valhalla, y yo... - digo, repitiéndolo una vez más, aún sin asumirlo del todo - Desapareceré pronto de aquí.

- Sé que usted duda sobre si esto es ya estar muerto o no, pero créame... ahora mismo tengo a Claude en mis brazos, y nunca me he sentido más vivo.

- No sé cuánto tiempo me queda. - explico, con voz grave y afectada - Pero desde luego no debe ser mucho, de modo que trataré de ser breve.

Entonces me tomo unos segundos para respirar, tratando de recomponerme por completo antes de hablar de nuevo. Tengo miedo. Mucho. En el otro lugar, en el Valhalla, el tiempo parece haberse detenido entre los brazos de Claude, pero hablar de esto lo hace de nuevo real.

- Lo hice lo mejor que pude. - digo con un susurro, tratando de tomar fuerzas. De repente toda la fortaleza que creí que había conseguido se va derrumbando dentro de mí, y me cuesta continuar.

Tomo aire antes de lanzarme, sabiendo que esto será difícil. - La última vez que me desmayé, usted aún estaba aquí... - continúo, marcando más las distancias - Fue como una hora antes de morir y que usted volviese. Entonces... no sé qué pasó. - digo dubitativo, deteniéndome un instante para tragar saliva - De repente, el alien que había salido de mí y yo estábamos unidos... enlazados, más bien. - puntualizo tras una pausa - Yo podía sentir lo que él sentía, y él lo que sentía yo...

Entonces me quedo callado. Ni yo mismo he asimilado aún todo eso, y el recuerdo de esas sensaciones, del ansia, del miedo animal... un escalofrío me recorre de repente, y tardo en continuar.

- Sabía... sabía que iban a tener que matarme para salir adelante. - explico después - Conseguí... conseguí quedarme a solas con Claude, padre. Iba a pedirle que lo hiciera. - digo sin preocuparme por nada. Probablemente sea uno de los peores pecados posibles, pero no es algo que me preocupe a estas alturas - Estábamos en la enfermería. La herida de mi pecho se había curado, y yo ya me encontraba mejor... - continúo, pero al darme cuenta de que me estoy yendo por las ramas decido centrarme de nuevo - Iba a pedirle que me inyectara algo que me matara en la enfermería y me desfibrilara después, o algo así. Si moría... - suspiro, recordando el momento en que tomé la que probablemente sería la decisión más difícil de mi vida - Si moría no pasaba nada. Era algo necesario para intentar separarnos.

Me doy cuenta en ese momento de que todo esto tiene que estar sonando como si fueran los delirios de un loco. El golpe en la cabeza, los desmayos... probablemente el sacerdote creerá que la situación me ha superado y todo se me ha ido de las manos, de modo que busco algo que pueda dejar claro que es cierto.

- Después de mi desmayo Claude me estuvo cuidando. - explico - George... George se acercó a hablar con ella. Puede preguntárselo si quiere, padre. Yo... Comencé a oírlos desde los oídos del alien, pero decidí dejar de escuchar. - me apresuro a aclarar - No... no quería invadir su intimidad. No me parecía bien. Le hice marcharse. Y me di cuenta de que podía controlarlo. Un poco al menos.

Entonces hago una pausa para tomar fuerzas. Esto está resultando difícil, y tengo cierto temor a dejarme algo importante, o a que no se me comprenda. Además, es cierto que hablar de todo esto me está aliviando en cierta manera.

- Cuando se fueron de la enfermería... el alien quería cazar. Quería a George. - sigo después, más afectado - Pero conseguí que sólo atacase a la doctora Sosa. - explico, recordando el esfuerzo de contención que el depredador tuvo que hacer - Entonces llegó el otro bicho, e intentó atacar a George... yo traté de impedirlo: intenté protegerlo, atacar al otro alien... Pero Julian me agarró. - continúo, pasando inconscientemente a la primera persona. Me siento dolorido al recordar la sensación. El puñetazo del cyborg, la pelea... Y me siento estúpido por lo que vino después. - Antes de que el enlace se produjera, yo... Yo pedí a Julian que se autodestruyera en cuanto viera un alien, si eso pudiera matarlo. - explico afectado, sintiéndome idiota - Yo podría haber escapado, pero no podía irme... no con George en peligro. Julian aprovechó para matarme. Bueno, al alien. Y a mí con él. Pero no... no pasa nada. - digo encogiéndome mentalmente de hombros, intentando aparentar que no me afecta, a pesar de que mi voz se quiebra al hacerlo - Él no lo sabía. Y es lo mejor para todos. - termino, mirando al suelo y sin saber qué podría esperar por parte de nadie ahora. No tengo miedo de que me juzguen. Claude lo ha comprendido y aceptado, y con ella es suficiente.

- No supe hacer más. Sé que el que fue alcanzado por el lanzallamas murió, porque el alien lo sabía... y ahora sólo queda uno. Deberíais matarlo cuanto antes. - añado luego, intentando contener todas mis emociones.

Me quedo entonces un par de minutos completamente callado, simplemente respirando. Al otro lado, el calor del abrazo de Claude me ayuda a recuperar fuerzas, pero aún así mi voz suena rota y descompuesta.

- Cuando coincidimos en el Valhalla... - sigo, reteniendo las ganas de llorar - Le dije que yo era un hombre... - recuerdo, parándome entonces unos segundos, a punto de comenzar a sollozar - sin pasado... ni futuro. Pronto... Pronto ni siquiera tendré presen... - digo al final, mientras mi voz comienza a mezclarse con golpes de respiración, y se hace imposible ya detener las emociones - Presente. - Ira, rabia, dolor y, sobre todo, frustración... Frustración por todas las cosas que ahora sé que voy a perderme con alguien como ella, por no haber sido capaz de hacerlo mejor, de salvar sus vidas... y una egoísta envidia al saber que soy el único que morirá realmente. Que los demás al menos tendrán una oportunidad en un cuerpo artificial, mientras yo simplemente desaparezco. Me siento furioso hacia los supuestos infiltrados, y ahora mismo los mataría a todos con mis propias manos sólo para aliviar el tornado que tengo por dentro. Sin embargo, un nuevo beso de ella apacigua mis ánimos al otro lado. Largo y tierno, capaz de apartar de mi mente todas las emociones negativas.

- Me gustaría creer en un dios. - le digo entonces - Pensar que ahora iré a algún otro lugar... pero ni siquiera recuerdo si creía antes de venir aquí. - explico, aunque casi puedo oírle respondiendo que aún estoy a tiempo de elegir - Si rezase ahora - continúo un poco más reflexivo - sólo podría maldecir a quien quiera que me escuchase. ¿Por qué nos hace esto su Dios, padre? - pregunto sin pensar, y el final de la frase se tiñe de enfado - ¿Por qué su Dios me haría desaparecer a mí, pudiendo hacérselo a cualquier otro? ¿Es que no me ha torturado suficiente? ¿Es que no he hecho ya suficiente yo? ¡Tres veces he muerto! ¡Tres veces que recuerde! ¡Joder, ¿es que no ha sido suficiente?! - termino, realmente cabreado, pero entonces todo va convirtiéndose poco a poco en mudos sollozos.

- Padre... yo... no quiero morir. - balbuceo al final de una forma casi incomprensible - Ni siquiera... ni siquiera recuerdo... mi vida... Y... ahora... ahora que empiezo a tener una... Que encuentro a alguien... Joder, padre... Yo... no quiero que Claude... no quiero que esté muerta... - explico al final, ya llorando sin remedio.

- Se... se ha... se ha... - sigo, pero me detengo unos cuantos segundos, incapaz de continuar - Se ha matado... por mí. - Y al escucharlo de mi propia boca una parte del pecho de mi peso se libera - Se ha matado por mí, padre... Pero, joder... Yo sólo quiero que ella... Que ella esté bien... Que sea feliz...

- Y cuando yo desaparezca... Nadie aquí... Nadie va a cuidarla.

Entonces vuelvo a quedarme callado, incapaz de pensar en lo muy poco que debe respetarme ahora el sacerdote. Probablemente ahora crea que soy débil, pusilánime, loco y estúpido. Pero aún así siento la necesidad de seguir hablando. Parece que será el único que me escuche.

- Yo la quiero, padre. - digo luego, más calmado - Al principio creí que sería una tontería, que sólo me fijaba en ella porque me daba algo de atención, y podía ayudarme... Pero tengo claro que la quiero.

- Yo... sé que le clavó un bisturí. Quizá eso no estuvo bien. Pero espero que sepa comprender y perdonar, porque necesito pedirle algo: Haga lo que tenga que hacer, pero no deje que ella se quede aquí cuando yo desaparezca. Sólo quiero que pueda seguir con su vida. No puedo evitar pensar de forma egoísta que ojalá se acuerde a menudo de mí, y me siento como si fuese una persona horrible por ello... pero es que tengo demasiado miedo, padre. No sé si tengo familia, o amigos. No sé nada de mí. Y aunque suene como si fuera un egocéntrico, yo...

- ... quiero que alguien me recuerde. Y que ella esté bien.

- George no me preocupa tanto: le tiene a usted. Sabrá cuidarlo hasta que vuelva con su padre. Pero ella... por favor, padre: yo no voy a volver. Mi consciencia está rota. Pero ella puede salvarse.

Dicho esto vuelvo a tomar aire. De repente me siento mucho más ligero, tras confesar la parte egoísta de mis sentimientos, como si no fueran algo tan malo. Respiro durante unos segundos, aún sintiendo un remolino de sensaciones dentro de mí.

- Cuando ella vuelva... Ya sea ahora, o en un cuerpo artificial, en la tierra... - comienzo de nuevo con voz más grave - Dígale que siento haberle dado tantos sustos. Que habría hecho cualquier cosa por esos cinco minutos, y habría matado a quien fuera por los cinco años. Y dele las gracias por todo. Por ser la persona más fuerte que conoceré jamás. Por haberse matado para no dejarme solo mientras desaparecía. Y por haberme enseñado a sentir tantas cosas en el poco tiempo que hemos... que he tenido.

- Yo... se lo diría. - afirmo al final, con voz triste - Pero no quiero llenar de despedidas el rato que pueda quedarnos.

- Es usted un buen hombre. Cuide de ellos dos, por favor. - pido con un nudo en la garganta, despidiéndome.

- Ojalá podamos vernos en otra vida. - añado por último, decidiendo permanecer llorando en silencio durante largos minutos.