Partida Rol por web

Normandía, día 186 de misión.

Los canales de comunicación de la nave se encienden y el grupo que había salido, notifica que va a regresar al puesto de mando, y los que permanecéis allí activáis las cámaras para seguir la llegada.

Evelyn, Isabela, Katarina, María y Nikolai abren la puerta del almacén de comida y echan a correr portando bolsas con comida, probáblemente.

Tan pronto como abandonan la estancia, la luz comienza a parpadear impidiéndoles ver su avance y al mismo tiempo las cámaras no dejan ver nada, aun así la sensación de agobio es evidente y todos corren como alma que lleva el diablo.

William y Claude aprovechan entonces para alejarse en otra dirección, también van a la carrera, pero al ser menos, la dificultad de la carrera es bastante menor.

Pasados un par de minutos en que el grupo principal trata de alcanzar el puesto de mando, al parecer sin incidentes... pero eso es imposible... Los que van corriendo empiezan a escuchar pasos por los conductos de ventilación, y el pánico va aumentando, las miradas son de pura desesperación y se vuelven de terror en el momento en que el conducto se rompe y el Alien cae al suelo, quedando a cuatro patas durante un par de segundos antes de emitir un chillido agudo y empezar a correr tras los "valientes".

No queda demasiada distancia hasta llegar al puesto de mando, pero todos saben que no podrán abrir la puerta, no les van a dejar abrir con la criatura siguiéndoles, todos van a acabar muriendo...

Unos segundos después, el encuentro se da, los tripulantes del interior se miran los unos a los otros, esperando a ver si alguien tiene el valor de abrir, pero todos dudan... o al menos lo hacen el tiempo necesario para escuchar los golpes contra la puerta por parte de los que acaban de llegar, pidiendo desesperados que les dejen pasar.

Francesco es el único que actúa y sale corriendo hacia la puerta para abrirla, el grupo entero entra casi en masa, pero no hay rastro del Alien... No sabéis dónde se ha metido... no tenéis ni idea...

Escucháis un grito y os giráis para verlo, el Alien está frente a Akira, y este está en el suelo sangrando.

-¡No! - Exclama Julian corriendo hacia él, en ese momento ni siquiera os planteáis que acabase de morir.

El Alien ni siquiera se para a miraros, simplemente salta y se cuela por un conducto de ventilación dejando ante vosotros el cuerpo sanguinoliento del piloto auxiliar.

El sacerdote había intentado salvar a aquellos que volvían al puente de mando, pero no se había planteado que la criatura del Maligno podía acatar a quienes se encontraban allí desde antes.

Tembloroso tras su repentino arrebato, se acercó al cuerpo de Akira, y se agachó junto a él- No... No... -dijo, lamentándose, con los ojos humedecidos. Llevó una mano a sus ojos, y los cerró, con delicadeza. Era tan joven. Acababa de salir de la facultad... Por Dios Bendito, aquello tenía que terminarse en algún momento.

Cruzando las manos sobre su pecho, y haciendo caso omiso a las lágrimas que rodaban por sus mejillas, reflejando el miedo interno que sentía como hombre, oró, en voz baja, rogándole a Dios que acogiese al piloto auxiliar en su seno, en sus jardines celestiales.

La vida de los justos está en manos de Dios
y no los tocará el tormento.
La gente insensata pensaba que morían,
consideraba su tránsito como una desgracia,
su partida de entre nosotros, como una destrucción;
pero ellos están en paz.

La gente pensaba que eran castigados,
pero ellos esperaban seguros la inmortalidad.
Sufrieron un poco, recibirán grandes favores,
porque Dios los puso a prueba,
y los halló dignos de sí;
los probó como oro en crisol,
los recibió como sacrificio de holocausto.

Acoge, Señor, nuestros miedos,
y transfórmalos en confianza;
recibe, Señor, nuestros sufrimientos,
y transfórmalos en oración sencilla;
recoge nuestras lágrimas y llantos,
y transfórmalos en plegaria confiada;
ten en cuenta nuestra pena y tristeza,
y transfórmala en esperanza;
acepta la muerte de nuestro hermano
y transfórmala en vida y resurrección.
Te lo ofrecemos por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

Mi corazón volvió a pararse durante varios segundos. Vivir así era horrible. A cada paso que dábamos, el Alien estaba más cerca. 

Cuando el grupo de afuera se dispone a entrar en el puente de mando, tengo muchas dudas de si abrir o no, pero el cura se adelanta a toda decisión cuando avanza para abrir la puerta, y el equipo entra sano y salvo en el puente de mando. Pero entonces un grito suena en la sala.

Me giro, lentamente, temeroso de tener al Alien justo detrás mío, pero no es así, sino que el que ha caido es Akira. Corro hacia el cuerpo, y recojo su cabeza, una vez el padre ha terminado sus oraciones.

No debieron asignarle a una misión tan peligrosa. - digo, con la voz forzada, compungida, con una nota de rabia - No debías estar aquí, ninguno de nosotros debería estar aquí. - golpeo el suelo con el puño, y me quedo allí, sujetando el cuerpo.

Que el grupo volviera en aquella ocasión, no quería decir que no se encontraran con una tragedia. En éste caso, fue Akira el que vio su fin a manos del alien, que no entendía muy bien como, había aparecido de pronto en la sala.

-¡Maldita sea, no! ¿Por dónde ha entrado? ¿Por dónde demonios ha entrado?-preguntó, bastante cerca de perder los nervios, mientras apuntaba con el arma para todos lados. Poco le importaba que Julian hubiera vuelto, al menos hasta que estuvieran seguros de que el monstruo se había alejado. No había lugar seguro en la nave, estaban encerrados en una trampa mortal. 

-¿Alguien ha visto de dónde vino?

-¡No puede ser, pero que hacen!- grito al ver al sacerdote abriendo la puerta cuando la criatura está cerca, con eso solo logro hacer que nosotros también seamos posibles víctimas. Muy nervioso doy algunos pasos atrás cuando escucho un fuerte grito, al girar observo como Akira es asesinado por el monstruo, -Akira, resiste, ya te va ver la doctora.- agarro el brazo del piloto tratando de hacer que reaccione aunque parece ya ser tarde.

Entre todo el griterío y el caos, me siento asustado, de modo que abandono la sala tras maullar.

Me mantengo al margen después de que Akira me quitara del comunicador. Aunque no entiendo por qué primero me echan la bronca para luego hacer exactamente lo que estaba yo haciendo, he decidido no discutir más. No cuando hay un alien y asesino matando gente y además nadie me hará caso, diga lo que diga. Pero entonces vuelve a aparecer el monstruo y me quedo paralizado mientras daña a Akira. Ya no grito, solo lloro. Y entonces se le acerca Harper.

- Mentiroso... - Digo entre dientes. Pediría ayuda, pero nadie lo va a ayudar. Solo gritarán y discutirán, y dejarán que los infiltrados sigan matando a gente, y habrá alguien matando con cuchillo a los demás. Me voy a un rincón y me siento a deshacerme y volver a hacerme los lazos de los zapatos mientras lloro. A ratos miro hacia el piloto con odio. - Mentiroso... Tú lo mataste.

Habia corrido tan rapido junto al resto, pero por un momento pense que habia sido todo para nada. "No abriran la puerta..." pense nerviosa casi en lagrimas, mientras voltaba a ver a nuestro asesino cada vez mas cerca. Pero un milagro permitio que nos salvaramos y abrieran la puerta. Corri desesperada hasta caer al suelo del puente de mando mirando a atras esperando tener al alien ensima pero este habia desaparecido.

El grito de dolor de Akira me hizo ver donde habia terminado el alien, varios fueron a verlo aunque yame habia dado cuenta que era muy tarde al escuchar las oraciones del sacerdote. Mire alrededor y vi a George correr a otro lado llorando. Fui tras él inmediatamente, lo abrace por detras mientras le acariciaba la mano para que dejara de atarse y desatarse. Tranquilo George, por favor calmate un poco. Me alegra mucho que estes bien. dijo con una voz contenedora, queria demasiado a George y esperaba que el pequeño lo sepuria aun cuando habiamos peleado antes. Te trataron bien? pregunto en un susurro preocupada.

Lo habían cortado..... tendré autoreparación y no lo sabia?....pero... mas importante.... quien.... quien habrá sido?

Me empiezo a levantar como buenamente puedo ya que mis manos están atadas a mi espalda y miro el panorama, veo como Akira ha caído, supongo, que a manos del alíen viendo el tipo de heridas, y sin moverme de mi sitio, solamente puedo decir un

Lo siento....

Entonces recuerdo algo, y abro los ojos rápidamente, buscando a alguien con la mirada

Busco a Victor con la mirada

Su Consciencia se desvaneció a la vez que la mía... habrá resucitado?

-Le dije que saliéramos de aquí... se lo dije y no me quiso escuchar...- me vuelvo al niño- ves? ves lo que lograste al meterte en el trabajo de los adultos... atrajiste al alien nuevamente y mató al Señor Akira!... quiero que estés lejos de mi... no quiero que te me acerques!- me giro hacia Harper.

- Señor Harper... entiéndame, creo que debemos ir al Nostromo y tratar allá de hacer nuestro trabajo para volver lo antes posible a casa; quizás... quizás en la otra nave encontremos un arma o algo que nos ayude a destruir a esa criatura o al menos la encerraremos en esta nave para que no nos alcan...- no termino de decir la palabra cuando veo a Julian vivo nuevamente.

- Pero como?...- me parece increíble lo que veo- Julian?... como... si te vimos que te habías muerto?... es algún tipo de maniobra para que no te ataque el alien o puedes repararte y no nos lo había dicho?... tienes algun otro truco?- le digo mientras lo miro de arriba a abajo.

Sentí el filo del cuchillo en el cuello, pero no vi a mi agresor, lo de reparar-me... lo desconozco, no conozco todas mis funciones, pero es algo probable viendo lo visto.

Sobre lo de ir a la Nostromo... por si no lo recuerdas, Rodrik, William dijo que alli había mas de una criatura

Miro a Isabella con los ojos aún llorosos y niego con la cabeza, pero no digo nada más y me abrazo a ella. Pero cuando oigo al tal Rodrik no puedo evitarlo. Me suelto de Isabela y me levanto.

- ¿Quién te crees que eres, idiota? ¡Te has pegado dos días callado mientras todos mueren y luego lo único que se te ocurre es decir que me tome drogas para dormir y que yo he matado a Akira! ¡Seguro que tú también estás de parte de los infiltrados! ¿Es que eres tonto? - Me doy golpes en la frente con la palma de la mano. - ¿No has visto que el último que tocó a Akira fue tu querido capitán Harper? Le dio golpecitos en la espalda y a los minutos, ¡PUM! ¡EL ALIEN SE LO CARGA! Si los infiltrados están de parte de él, seguro que lo tienen domesticado y ésa es la señal para que se lo coma. Si no lo veis, es que sois tontos. ¡TONTOS!

Me vuelvo al sitio en el que estaba, sin ninguna gana de escuchar sus respuestas.

¿Por qué se ha tenido que morir Akira? Él era bueno conmigo, me prestó su consola. Y no me insultaba... Seguro que lo ha matado él. Sé que es malo, solo hay que mirarle la cara. Y estoy seguro de que los golpecitos han sido una señal para el alien. Le ha dicho: "Aquí es.", "Ven aquí". Como cuando llaman a los perros dándose golpes en las piernas y ellos vienen corriendo.

Corro con todas mis fuerzas para llegar a la sala y, en cuanto veo la puerta cerrada y ese bicho persiguiéndonos, pienso que es el fin. Entonces alguien abre la puerta. El sacerdote nos ha salvado de una muerte segura.

entro a toda prisa y ayudo al resto a entrar. En cuanto la puerta se cierra, me apoyo con las manos sobre mis rodillas, flexionándome para recuperar el aliento. -Gracias, padre.

Es entonces cuando escucho un grito desgarrador y veo como Akira es atacado por ese ser. -¡Me cago en la puta! ¡¡Pero si estaba detrás de nosotros!!

Escucho lo que Rodrik le suelta al niño y me dirijo a él. - Hay que tenerlos cuadrados para acusar de algo así a un niño que está hecho un ovillo en el suelo llorando. No sé qué cojones ha pasado aquí desde nuestra ausencia, pero creo que antes de irnos nosotros quedó bastante claro que hay personas que tienen mucho más que explicar que él, señor... ¿Qué decías que hacías en esta nave? Porque aún no me ha quedado claro qué nos aportas.

Me dirijo al resto del grupo ahora. - Claude está viva... Nos la hemos encontrado en la enfermería mientras recogíamos utensilios. No llegamos a entender muy bien por qué, pero ha mencionado el mismo sitio del que habló Julian. No es una cyborg, antes de que vayáis a empezar con ese discurso de nuevo.

Escucho lo que me dice Katarina y le replico:

- Antes de intentar estar en contra de lo que dije, deberías preguntar al mocoso éste, que fue lo que hizo justo antes  que Akira muriera  y que fue motivo para que el pobre Amarillo lo regañara y  sorpresa!... luego termina muerto...- hago un pausa y continuo- O que tienes con el crío este?... Acaso lo conocías de antes?... Tal vez tu lo metiste en la nave y por eso pudo escabullirse saltandose los protocolos de seguridad? A lo mejor por eso te las dabas de simpática cuando despertamos y tratabas de ganarte la confianza de los demás... Si crees que vas a tratar de inculparme, solo por decir lo que pienso, me deja claro que hay algunos que protegen al niño, porque algo tienen que ver con lo que nos está pasando- le termino de decir mientras la miro a los ojos.

Ante las palabras de Rodrik, me limito a reírme de ese sin sentido. - JAJAJAJAJA. Piensa lo que quieras. Me suda el coño tu opinión. Yo no sé tú, pero en la tierra normalmente suelo salir con gente de mi edad. No me van los críos que viven a miles de kilómetros de donde vivo. - Le guiño un ojo de forma sarcástica y me giro, dándole la espalda para consolar a George. -¡Ah, por cierto! Perdona la confusión, en ningún momento he pretendido ser simpática con nadie, JAJAJAJA.

Me escondo aún más con las acusaciones de Rodrik, llorando ahora con auténtica desolación.

- Yo... yo... yo solo... estaba... jugando... Yo solo... est- estaba... jugando... en el trabajo... d- d- d- de mi padre... - Me agarro a mi propio cuerpo. - Akira... era bueno... conmigo... - Me limpio la cara, pero no sirve de nada porque sigo llorando.

- Me va a disculpar por lo que voy a decir, señor Hayes, pero es usted un estúpido.-dijo, con expresión seria, situándose junto a George- El hecho de que intente culpar a un niño de semejantes cosas parece más bien un intento desesperado de exculpación, y que haya acusado a la señorita Poyry de romper con todos los protocolos de seguridad empleados en su labor cuando desde que ha subido a esta nave no ha dejado de demostrar su profesionalidad, me parece totalmente descabellado. 

Funció el ceño- Antes de volver a hablar, practique la templanza, sea paciente y medite. Lo que está ocurriendo es exclusivamente culpa de ese engendro de Satanás que se pasea por los conductos de ventilación, y de esos infiltrados de los que habló el capitán antes de morir.

Miró entonces al piloto de la nave- Sospecho que el señor Yamazaki era aquel que, desde el anonimato, había reprogramado a Julian para devolverlo a su funcionamiento. Y quizás había ayudado a devolvernos a Claude. Gracias al cielo. Ahora Dios lo tendrá en su gloria, y sin embargo, su pérdida nos deja anclados en medio de un valle tenebroso-suspiró, antes de proseguir-no sé cuáles son sus intenciones, ni tampoco sé qué clase de pecados ha podido cometer durante este viaje. Sin embargo, de ahora en adelante, es usted el responsable de llevarnos de vuelta a casa, sanos y a salvo. Y es por ello, que por la voluntad y el poder que me otorga nuestro Señor, Dios, le concedo el perdón de todo mal que hayáis podido provocar.