Partida Rol por web

Claude escucha al señor Harper elevando una ceja ante sus preguntas. - ¿Y en serio usted cree que yo no he pensado en todo eso y he tomado mis medidas antes de hablar, señor? Para empezar, se le olvida que yo pedí que detuvieran preventivamente a esos sujetos, no que los matasen. Creo que debería bajarse de esa nube de soberbia y dejar de creerse más listo que nadie. No tiene ni puta idea de cómo ha sido mi conversación con Samantha y está dando muchas cosas por hecho. Le aseguro que voy a dormir muy tranquila y desde luego, puede contar con mi voto, téngalo claro.

Viendo el desastre que ha montado, y desde la certeza del que sabe de lo que habla de primera mano, diría que no, que no ha tomado ninguna medida preventiva. Tiene dos cadáveres en el suelo por sus palabras. Da igual que usted pidiera arresto. Usted debería haber contado con la histeria y las armas, si tan buen psicóloga es. Tengo un esbozo de idea de lo que ha sido esa conversación con Samantha y puedo imaginármela. "Yo no soy mala, me obligaron los de Sarkler, ellos tenían a mi hijo..." bla, bla, bla.

Me acerco a John con gesto frio

Deshaz los cambios del sistema de navegación, ahora. Acabas de confirmar las palabras de Claudie, haciendo que la Nave vuelva a la tierra con esa criatura. Cámbialo, o lo cambiare yo mismo

Digo mientras estiro de las cuerdas que me sujetan las muñecas, rompiéndolas con lo que parece bastante facilidad

Miro a Harper con rostro cabreado ante el reproche que le hace a Claude - Qué conveniente... ¿verdad? Antes estabas de acuerdo con que algunas bajas... como la del señor Benth... podían ser necesarias para la seguridad y te mostraste indiferente de forma abierta ante la muerte de Viktor... Ahora todo apunta a ti y te preocupan los muertos... De forma que Claude parezca culpable de esto... ¿A qué se debe este cambio de parecer? Acojonamiento agudo, ¿quizás?

Claude esboza una sonrisa irónica al escuchar a John y carraspea antes de volver a hablar.- Lo que yo le decía. No tiene ni puta idea. Tampoco parece que le esté yendo muy bien creyéndose que lo sabe todo y es mejor que los demás, quizá debería replantearse su actitud. Aunque me parece interesante que me eche en cara que comparta la información que he conseguido. Yo en ningún momento la he presentado como algo seguro, simplemente he contado las cosas tal y cómo las he descubierto y he puntualizado siempre de dónde venía esa información. Pero usted parece abogar por la desinformación. ¿Cree que habría sido mejor que no dijese nada? Supongo que para usted sí, eso seguro. ¿Pero para el resto de tripulantes y en general para la humanidad? ¿Cómo piensa que descubriremos antes a los infiltrados: compartiendo lo que descubrimos o callándonos como putas? Ah, disculpe, se me olvidaba que usted no quería que los descubriésemos... 

Hace una pausa mientras sacude la cabeza lentamente. - Yo no creo en los secretitos en los rincones, señor Harper. No intente responsabilizarme a mí. Aquí todos somos adultos capaces, menos George, que ha demostrado ser más capaz que algunos adultos. Yo no he sido juez ni verdugo. Aunque, sinceramente, no culpo para nada a los que han tomado esos papeles. La situación es desesperada y pienso que ha llegado el momento de tomar medidas drásticas.

Sonrío. Primero a Julian. Luego a Claude. Luego a Katarina. Luego niego con la cabeza.

La ruta del sistema de navegación se queda ahí. Si quieres modificarla, hazlo tú. Yo no lo haré. Tenéis la oportunidad de escapar. Si matáis a los asesinos.

Luego, miro a Claude. - Tienes razón, parcialmente. Yo no sé como se callan las putas, eso sí, pero bueno, quizás de eso sabes tu más. De cualquier manera, hasta ayer, no quería que nos descubrieran, pero gracias al padre Cacioppo, ahora tengo la conciencia limpia. Tus asesinos ahora mismo son otros: la señorita Isabella Payne, el señor Rodrik Hayes y el señor Peter Bailey. A parte, el objetivo nunca fue el señor Vaugan, señorita Faure, el objetivo era usted, y Samantha se prestó voluntaria a marcarla. Y tus medidas drásticas lo único que harán es traer desgracias aleatorias. - luego, miro al suelo - Yo ya abandoné esa misión, para vuestra suerte. Haced lo que queráis conmigo. No cambiará mi futuro. 

Por último, miro a Katarina. - Sigo pensando lo mismo del principio, Katarina. De haber muerto Benth antes, el Alien no habría puesto los huevos. Si quieres negármelo, hazlo. Si quieres pegarme un tiro, pégamelo. Como ya he dicho, yo ya estoy muerto, y mi cambio de parecer no es "acojonamiento agudo" por la muerte, sino las palabras de perdón del padre Cacioppo.

-"Están todos locos!, matandose entre si de esa forma!"- La Dra. Evelyn estaba descompuesta, no podía creer que se disparasen de esa forma sin miramientos y delante de un niño. -"Si tenemos claramente una gran posibilidad de desarmar los planes de los infiltrados, no deberíamos rebajarnos a asesinos como lo están haciendo, hay métodos mucho mas civilizados de contenerlos y aplicar justicia"- Agregó. 

Se enciende el intercomunicador.

- ¿Hola? Aquí Willian Vaugan desde la enfermería. He vuelto. Espero respuesta de Claude, Katarina, Viktor o George. Cambio.

Claude ignora el insulto absurdamente infantil de John, provocado con total seguridad por la tensión a la que se ve sometido, y le devuelve la sonrisa tranquilamente. - Pensaba que había dicho antes que Samantha me había mentido mucho. Pero de su lista a la suya hay sólo un nombre de diferencia. Puede que Samantha confundiera al señor Vaessen con el señor Bailey, puede que usted mienta ahora, o que lo hiciera ella antes. - La joven se encoge de hombros. - En todo caso tomaremos medidas también contra el señor Bailey. Y sinceramente, si al haber hablado he ayudado a capturarles a todos, que haya caído un inocente por el camino no me preocupará demasiado. Es toda la humanidad lo que está en juego y su consciencia puede ser recuperada. Yo ya he muerto y vuelto del otro lado, señor Harper, le aseguro que eso cambia bastante mi percepción de la vida.

- Si el objetivo era William o yo, la verdad, me parece bastante irrelevante. Todos hemos visto cómo Samantha perseguía a William como una perra en celo, así que supongo que eso lo dijo para intentar parecer su salvadora y atraerlo. En todo caso,  - añade, haciendo un gesto hacia el hombre - su cambio de actitud es de agradecer, aunque el final vaya a ser el mismo.

Al escuchar la voz del comunicador Claude parpadea sorprendida y antes de responder comprueba el estado de los miembros de la tripulación desde el terminal más cercano al comunicador para asegurarse de que es William. Una vez lo ha comprobado, pulsa el botón para hablar. 

- William, soy Claude. George, Katarina y Viktor están bien. Estamos todos en el puente de mando, intenta llegar hasta aquí.  Pero ten mucho cuidado.

Me encojo de hombros ante la actitud de esa niña.

Ya ha perdido bastante, si su humanidad se ha visto tan mermada en sólo cuatro días. Y el hecho del nombre no es la mentira, la mentira es que ha intentado hacerse ella la inocente, cuando era tan culpable como todos los demás.

Pero, como digo, el final, gracias al señor Cacioppo, ha cambiado. Morirme me iba a morir igual, la diferencia es que ahora puedo hacerlo más tranquilo.

Miro a Harper - ¿Las palabras de un cura ahora hacen que tengamos que fiarnos de ti? No lo entiendo y no sé si creerte... - Miro a Francesco - ¿a qué se refiere, padre? Si está inventándose una excusa usándole para librarse, le aseguro que le haré pagarlo caro...

- Dios le ha perdonado, a través de mí. Ahora el señor Harper está libre de pecado. Nos ayudará a salir bien parados de esta misión- suspiró, y miró alrededor- Sé que muchos querréis señalarle, y sé que desconfiaréis de mis palabras. Pero sé lo que digo. Y algunos habéis podido comprobar ya que no soy un simple charlatán. Por alguna razón, Dios ha querido que me encuentre aquí con vosotros. Mi oficio me permite aliviar las cargas de la consciencia y del alma para empezar de nuevo, para enmendar los errores.  Y eso he hecho con el señor Harper, que ha aceptado el perdón del Señor. 

Recorrió el puesto de mando, con mirada implorante- Es cierto que ha pecado, pero, sé que no volverá a hacerlo. Este hombre ha renunciado a la mentira y al asesinato. Y espero de vosotros que no malgasteis vuestros derechos señalando a alguien que ahora no representará un peligro para nosotros. 

Si de verdad se ha reformado, padre Francesco, porque ha puesto la nave rumbo a la tierra pese a que el alíen sigue aquí y no quiere cambiarlo?

Es lo único que digo

-Todo mi grupo de seguridad tiene que ir armado -dice Viktor tendiéndole una de las pistolas a Claude-. Aquí tienes.

- No ha puesto la nave rumbo a la tierra. ¿Es que no le habéis escuchado? No estamos dirigiéndonos ya a la Tierra. Sólo ha programado una ruta, para que, en caso de que derrotemos a ese engendro de Satanás y el señor Harper haya muerto, podamos volver a casa. Nos ha dado una oportunidad- suspiró, hastiado- Yo sólo soy un sacerdote, y en cambio he sabido entenderlo perfectamente. Esa ruta no está activada, más bien hay que activarla.

Cuando todo eso pasa ante mis ojos, me quedo cada vez más petrificado. Mi mirada está desenfocada, mis ojos tiemblan aún más que mi cuerpo, sin saber dónde tienen que mirar. Cuando la doctora me mira y me pide perdón simplemente la miro con la mente casi en blanco, los ojos muy abiertos y como si no la hubiera escuchado. Sé lo que ha dicho, pero...

- Ha... ha... disparado a... Isabela... Isa... la ha matado... ¿está muerta? - Pregunto, un poco perdido y desatento a lo que están diciendo. Todos se insultan y se amenazan y yo estoy tras la silla donde estaba Claude sentada. 

Cuando se oye la voz de William en el comunicador y dice mi nombre, miro hacia allá como un animalillo.

- ¿William? ¿Ése es William? - Camino hacia el comunicador. - Will... están matando gente. - Sonrío de forma algo paradójica. - Pero tú estás vivo. ¿Tú eres bueno de verdad? Ten cuidado por los pasillos. 

Me doy la vuelta y miro a los demás, en especial a Francesco.

- No entiendo nada... - Susurro, y me voy de nuevo a la silla, esta vez para sentarme, agarrado a mis propias piernas. - Querían matarme. - Hundo mi cabeza entre mis rodillas.

Vamos a morir todos igualmente. Hay un alien que puede con todos. 

Y Fran me ha traicionado... ¿Por qué perdona a Harper? ¿Por qué si intentó matarme? Pensaba que era mi amigo. Y Katarina. ¿Es buena? Sí...

Quiero matar a Harper. Y a Hayes. Y a Bailey. Sí, hay que matarlos sin más, porque son malos. Y están mejor muertos.

Escucho todas las declaraciones, pero la confesión de Harper no me la esperaba.

- Harper... tu eres uno de ellos?... pero como?... yo también creí que eras un hombre correcto...- me vuelvo a Hasarov- yo me ofrecí a acompañar a Julian a desacoplar la nave para que podamos volver... lo que dice Harper no es cierto, yo no tengo nada que ver con los infiltrados... debe estar tratando de Proteger a los que quedan y no sé como usted Francesco puede estar tan ciego y dejarse engañar... yo no he hecho nada malo... solo he tratado de hacer lo correcto.- agacho mi cabeza...y digo- yo no he hecho nada... sé que no soy el ser mas popular, pero eso no me convierte en un asesino y traidor- termino diciendo.

- Voy para allá. Si no llego en unos minutos, no salgáis a buscarme. - dice alguien por el intercomunicador.

Miro a Hayes perpleja:

-¿De veras espera que creamos en su inocencia? Samantha y Harper coinciden en acusarle, y no ha dado más que muestras de poca humanidad hasta el momento. Creo que le interesa más la vida extraterrestre que la nuestra, por ello es tan bueno en su trabajo y se le contrató en esta misión. No estoy a favor de la pena de muerte, pero dado que pueden volver del Valhalla, no creo que deba usted continuar con nosotros por el momento.

En cuanto a Harper...creo que podemos confiar en el sacerdote, aunque será mejor que no toque a nadie por si acaso.