Partida Rol por web

En las afueras de la Amalgama, torcida por ilusiones, se encuentra Lumière.

Un lugar particular, a mitad de camino entre lo magnífico y la más pura locura, donde la luz se tuerce a capricho de algún viejo príncipe ya muerto, donde el oro y el blanco adorna cualquier lugar donde mires, donde el sol parece ser el soberano caprichoso que te invita a perderte en tan ostentoso lugar. De pocos se sabe que hayan mantenido la cordura en el reino, aunque quienes lo han hecho han aprendido el secreto que el reflejo oculta.

Señora y siervo, sus almas unidas más allá de lo terrenal.

Llamados a un lugar donde nada es real y los pensamientos pueden herir.

El pacto ha sido sellado, y nadie deberá de romperlo... jamás.

Desde hoy, Krasor ha encontrado a quién servir.

Desde hoy, Lianne ha encontrado en quién confiar.

Miré con expectación aquel lugar en el que me encontraba. Era un lugar con mucha luz y de color. Iba caminando con paso pausado mirando todo de arriba a abajo.

Llegué a una explanada que había en aquel lugar, y vi una silueta de un esqueleto. Entonces me puse enfrente suya y saludé.

- Bienvenido seas a mi hogar Krasor. Espero que te guste a ti también, tanto como a mi, estoy anonadada de este bello lugar. Pregunta cuanto deses saber o dudas que tengas...porque luego te volveré a decir y yo quiero saber algunas cosas sobre ti. -

La belleza de los objetos, al igual que la de los mortales, solo es temporal, deberíais de evitar caer en la burda tentación de la belleza, puesto que os debilitará.... Señora

- Acaso crees que caigo siempre a la belleza...hay cosas más importan que me interesan. Y para una vez que no ando ante la oscuridad tenía que expresarlo. - dije mirándole.

- Me gustaría saber en que me puedes ser tú útil...me entiendes lo que te quiero decir...porque lo quiero saber para tenerlo en cuenta. -

Pues me temo que no os puedo ser útil, a menos de que me maten de cualquier forma, entonces les enseñaré la oscuridad de una muerte fría y dolorosa

- Me gusta...pero espero que sigas vivo por mucho tiempo... Conmigo estas o haré que estés a salvo no voy a dejar que nadie te haga nada y mucho menos que te maten. Eres mi protegido, y todo saldrá bien. Si quieres saber algo o consultar...lo que sea no dudes en decirme.

No necesito vuestra protección, os recuerdo lo que soy, he combatido miles y miles de veces, y he caído y he vuelto para volver a combatir, es mi destino... y cada vez que caiga.. volveré

- Conmigo no te las des de gran caballeroso esqueleto, estas bajo mi protección y te protegeré en lo que haga falta. Ahora te pido que no llames mucho la atención, no me gustaría que fueras aniquilado tan pronto. Te queda claro. - 

No estoy siendo caballeroso, te estoy diciendo mis poderes, si me matan, volveré a la vida a los 3 días, así que si descubres a algun asesino con total seguridad, dimelo y yo le acusaré publicamente para que vengan a por mi y podre llevarme al menos a uno de ellos conmigo y a otro, con suerte

- Descuida que cuando llegue la hora, te daré esos nombres, no lo dudes de lo que haré... por ahora les voy a dejar. -

Por cierto señora... gran parte de mis poderes.. vienen del Don de Rakedus

- Ya somos dos...tranquilo...-

Laberinto: puedes entrar en él en cualquier momento. Desde entonces nada puede destruirte, pero nada puede beneficiarte o afectarte, desapareces de todos los sitios que no sean Lumière y el general. No puedes votar ni afectar a nada. Al comienzo de cada amanecer debes de lanzar 1d20, si sacas 3 o menos (tienes un -1 por cada amanecer que pases allí) puedes volver con los vivos.

¿Cómo? explicame...