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[HLdCn] Asesinato en el Orient Express

El Cenicero

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20/11/2014, 00:56
Eleanor Bow

Hace un gesto con la cabeza a la señora Elga y luego mira al compositor.

-Gracias señor Friedman -esboza una alegre y amplia sonrisa- es un honor viniendo de usted. Con su injusta muerte el mundo se pierde un gran artista. ¿Tendrá la bondad en algún momento de cantarme la ópera que iba a estrenar? Tengo mucha curiosidad y sería todo un privilegio.

El señor Poirot se disculpa por su muerte. Era de agradecer en cierto modo, pero por otra parte, lamentarlo no arreglaba nada. ¡La habían asesinado, nada menos!

-Acepto sus disculpas, señor Poirot. Pero parece por sus palabras que usted también me creía culpable -dice muy confusa. "¿Por qué? ¿Porque me comunico mejor con la música que con las palabras? ¿Porque expresé una opinión distinta a la suya? Sencillamente, porque no soy como ellos." No se le pasa por la cabeza que pudieran verle como alguien fría y menos una persona que precisamente a sangre fría decidió entrar en la noche para asesinarla despiadadamente mientras dormía. Suspira. -Sin duda, de haber hecho caso a Ada, algunos seguiríamos con vida. En realidad no hay diferencia entre unos asesinos y otros, el resultado ha sido el mismo. Nos han robado el futuro, los sueños, la esperanza y las promesas, nuestras y de nuestra familia. 

Iba a añadir algo más pero no lo hace. Sabía que cuando se conociese esta tragedia aparecerían. Y no sólo uno. Seguramente habría varios con el mismo don que ella. Algunos ansiosos de conocer, otros ansiosos de dinero. Podría contar a su padre lo sucedido, incluso darle el nombre de su asesina. Pensó en su abuela, en su horrible y retorcido carácter y en cómo odiaría a quien había matado a su única heredera. Podía hacerse una nítida idea del fin que daría a su indecente cantidad de dinero, que ya no tenía sentido guardar. A Eleanor, sin embargo, lo que ocurriese al respecto le daba igual. El peor castigo de la doctora muerte era ser como era, y por más lejos que huyera, no podría escapar jamás de sí misma. Lo que realmente deseaba era poder comunicarse con su padre.

Mira agradecida a Ada por distraerla de esos pensamientos al mencionar lo del ejército de fantasmas. Sonríe dándole a entender que sí. La pregunta que le hizo luego era más complicada de responder. Mientras medita un segundo cómo explicarlo, el señor Poirot se adelanta y contesta agitado al señor Stiltoon. Lorens estaba satisfecho de ver a su asesino entre la bruma, y eso era algo totalmente comprensible.

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20/11/2014, 06:50
Ferdinand Friedman Götze

- ¿Y todo esto, por unos simples papeles? -me asombro ante la declaración de Elga. La política nunca me ha despertado el menor interés, aunque he de darle la razón en que la verdadera masacre la hemos organizado nosotros mismos. Unos más que otros.

Hablando de papeles, rebusco entre los grandes bolsillos de mi gabán hasta dar con un pequeño ejemplar.

- ¿Cantar? -me río ante la ocurrencia de la joven Eleanor Bow- No, créame. Mejor será que no lo haga. Pero, a cambio, aquí tiene un libreto de la ópera. Estoy seguro de que sabrá escucharla sin necesidad de que yo la destroce con mi voz. -le sonrío.

¿Y ahora, qué? Creo que no me voy a poder quejar de no tener todo el tiempo del mundo para componer mi próxima obra, aunque veo difícil que nunca se vaya a estrenar.

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20/11/2014, 14:00
Lorens Stiltoon III

La explicación de Poirot no era mas que una retahíla de justificaciones vacías e insultos, por supuesto, al parecer sus argumentos están llenos de ataques, ninguna disculpa sincera por supuesto, como hacerlo su ego no le permite darse cuenta de sus errores y menos si es un hombre mas joven quien se lo muestra.

Por todo ello, Stiltoon simplemente sonrió y repitió una frase.
-Me alegra verle aquí Sr.Poirot, con suerte mientras estemos, nos entretendrá con sus escusas de niño bueno.-Y por supuesto también tuvo ojos para el resto de los asesinos, los 4 por fin presentes.
-El que elige ser ciego nunca vera mas allá de su propia nariz, que triste.

-Les saludo señores, al fin el Orient podrá seguir su camino y con suerte nosotros el nuestro.-El tono neutral que usaba para hablar evidenciaba que no albergaba sentimiento alguno, aunque sus palabras quisieran sonar diferentes

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21/11/2014, 19:26
Antoine

En cierto momento del viaje, en incierto paraje, el carbonero decide liberar el cajón de las cenizas sobre las vías.

Aquellos restos livianos de lo que un día fueron personas y ahora no son más que almas en pena, son arrojados sobre las vías, mezclados con las escorias resultantes de la intensa combustión de la caldera.

Un fin no por previsible más esperado. El frío de la noche acoge esos restos con el abrazo de una madre. Pero, poco a poco, cada una de las almas que se descubren revueltas con inesperados restos orgánicos, ven algo que no puede describirse de otra forma que con "una luz al final del túnel".

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22/11/2014, 00:11
Eleanor Bow

Ríe espontáneamente asintiendo con la cabeza ante sus palabras. Seguro que no cantaría tan mal como auguraba. Agradece con una amplia y cordial sonrisa a Friedman la entrega del libreto de su ópera. Desde luego sabría darle forma llenando su ser de aquella obra que prometía ser magnífica.

-Usted será recordado como el gran compositor que es y esta como su ópera póstuma. Ha sido un placer compartir este horrible viaje con usted, aunque hubiese preferido que ninguno de los dos hubiese comprado un billete en este tren.

Luego se acerca a Lorens con una mirada nostálgica.

-Compartimos una cena, aunque fuese en otra mesa. Es el único recuerdo de este tren que no está teñido de sangre. De haberlo sabido, le hubiese ofrecido la silla de enfrente y por lo menos habríamos disfrutado de una amena conversación.

Una luz blanca aparece rompiendo la nebulosa atmósfera.

-Ahí tienes la respuesta, Ada. No sé qué alberga esa luz, pero creo que allí aguardarán tus antepasados, familia y amigos, y podrás descansar en paz arrullada por ellos. Yo me despido aquí de ti –sonríe y le da un cálido y largo abrazo- sólo puedo acompañarte con mi música, pero cuando cruces, no tengas miedo. Todo irá bien.

Eleanor comienza a tocar mientras los espíritus van avanzando hacia la suave invitación al sosiego.

"Mis antepasados también me esperan. Esperan que recorra esos pasos entre sombras y dolor. Pero yo me quedaré ligada a este maldito tren, custodiando el tenue halo de aquellos que ardieron trágicamente en las entrañas del Orient Express. Pasearé entre su recuerdo, esperando la llegada de mi padre para reflejarme en su lánguida mirada. Ansío comunicarme con él, infundirle ánimo y decirle todo lo que le quedaba pendiente por decir. Tengo miedo de que se deje morir, y por ello le propondré viajar en este tren cada año para celebrar mi cumpleaños, el de mi vida y no mi muerte, y así sabré que él está bien. Y tal vez... tal vez se haga realidad mi esperanza, la de ver a mi madre, acariciar con la mirada su rostro desdibujado en mi recuerdo y poder grabarlo en mi corazón."

Ese era su deseo. Permanecer allí, en el embrujado Orient Express, acompañando con su música a los pasajeros del compartimento número 8, hasta que llegase el día en que cumpliese años y nadie acudiese a escucharla tocar.