Partida Rol por web

Eres de las pocas que en esta primera noche ya podrá utilizar su poder. ¡Que haya puntería!

Ada había estado fijándose en todos los viajeros, posando sus ojos sobre ellos con la franca curiosidad propia de su edad, escrutándolos sin molestarse en ocultarlo. Pero entre todos ellos había alguien en especial que había llamado su atención y de quién quería saber más: Abbey Lansbury. La niña se fijó especialmente en ella, tratando de averiguar cuál era su secreto para resultar tan encantadora.

Tras la reunión con los dos amigos de su padre, Ada se sentía más tranquila y con un objetivo claro para esa noche: averiguar qué escondía Frank Heath y por qué había intentado llevársela a su compartimento. Lo cierto era que la pequeña, sabiendo ya de la existencia de asesinos entre ellos, no estaba segura de qué prefería descubrir sobre ese hombre, si su inocencia o pruebas de su culpabilidad. 

Te ocultas entre las sombras del pasillo, cerca del compartimento número once, al lado del que ahora ocupas. Espías por las rendijas y observas a los hombres que allí descansan. Conversan antes de ir a dormir y observas detenidamente. Nada revela comportamientos extraños. Cuando ambos señores duermen, tu osadía infantil te lleva a entrar en el compartimento y registrar las pertenencias del señor Heath. Nada extraño encuentras. No lleva armas de ningún tipo y toda la documentación que encuentras se refiere a sus hoteles y negocios.

Por tu parte, Frank Heath es lo que dice que es y no tienes motivos para sospechar de él como asesino.

Vuelves a tu compartimento donde acabas por dormir como sólo una niña es capaz de hacer.

Cuando Richard se fue del compartimento, Ada se metió en la cama con un objetivo claro. Esperaría a que todos estuviesen durmiendo y entonces se levantaría para ir a espiar al señor Andrew Lowell. Le daba un poco de miedo, pues ese señor le daba muy mala espina. En cierta forma habría preferido hacerlo al revés y que Abbey se encargase de él y ella espiar a la señorita Bow, que no le parecía culpable. Pero si debía ser al revés, ella sería valiente y espiaría a ese señor.

Tras no poder espiar a Andrew Lowell de primeras, no podías conciliar el sueño, así que te escabulliste fuera de tu compartimento cuando todos dormían, por si entonces la ocasión resultase más propicia.

Lo que sucedió después se narra en el compartimento 04.