Unidos estáis en otro plano, más allá de donde se hayan el resto de vuestros compañeros... Bueno, enemigos estaría mejor dicho. Una causa común: controlar el poder de la máquina. Un enemigo común: todos los demás. Su esencia ha llegado hasta vosotros y su magia os permite comunicaros y manejar el Caos de un modo que ni todos los demás podrían. Juntos, al caer la noche, decidiréis una víctima, la cual morirá al amanecer.
Pero no estáis sólos... Alguna mente inquieta puede colarse por este plano, pues vuestros enemigos son expertos en ello, de modo que uno de vosotros hará guardia, para lo cual debe de lanzar 1d20 desde que cae la noche hasta que amanece, y si saca 10 o menos podrá llegar a descubrir a la mente inquieta... Si ha sido lo suficientemente incauta de acercarse, claro está.
Suerte.
Llamas para apoyarte en la tarea a Phi Kelek, quien entregó un mensaje al viejo Rakedus de un antiguo aliado y a través del cual se compromete a ayudar en su causa... Por un motivo que no comprendes bien, pero ahora que tú eres la Mente de Rakedus, puedes usar ese compromiso para que se una a tu causa...
También llamas para tu causa a Neryastra Quiebraplanos, quien sabes invocadora experta, a través de un compañero, y hermano, dragón del kaos que tuviste, hace tanto tiempo que prácticamente tu mente no te permite recordar su nombre, no obstante, por un pacto con el dragón, ella te ayudará en tu deber...
Tu mensaje, destinado al tecnomago Rakedus, ha sido entregado, y tras ello comenzó la batalla, una batalla en la cual trataste de terminar con él, y aunque aseguras que tenías algún disparo realmente apropiado... Tus flechas fallaron. Sin comprender por qué, caíste al vacío tras la muerte de Cell.
Aunque ahora sí lo entiendes, al entregarle el mensaje has cumplido un viejo pacto con aquel que te enseñó cuanto sabes, un pacto en el cual tú serías su voz y su puño en su tarea. Y sabes que era un antiguo aliado de Rakedus, y ahora su mente reclama el pacto sobre tu maestro, y sobre tí en consecuencia, de modo que le ayudarás a cumplir su propósito.
Durante la caída una voz resuena en tu mente, una imagen, el gran dragón del kaos, en apariencia igual a los demás, pero a tus ojos sencillamente sublime, una criatura mítica, divina, una de las entidades más poderosas, sino la que más, de las que tienes constancia, y te ofrece un pacto con él. O ella.
Su Nombre, con el cual podrías obtener un fragmento de su poder, y más importante, su apoyo en tu destino, a cambio de tu apoyo en la tarea de apoyar a Rakedus en su última voluntad. No comprendes por qué, pero cuando de matar se trata nunca has tenido reparos... Y menos si la recompensa es tan suculenta.
Giro la cabeza hacia el lado crugiendome el cuello y miro a mi alrededor
vaya.... dos lugares a la vez..... sera cosa del caos....
comienzo a andar a ver si veo a alguien mas por los alrededores
Bienvenidos.
A ambos.
Tenemos mucho trabajo por delante, amigos.
Vaya... Demódinus, se me hace raro verte sin Alana.....
le miro con rostro frio e impasible
que haces tu por aquí?
-Lo mismo que nosotros dos supongo- dice mirando la elfo y sonriendo ampliamente. -Yo me ofrezco a vigilar-
Acaso sabes que es lo que yo pretendo, Neryastra?
pd: le pregunte al master y la regla del maximo 3 post diarios aqui no se aplica, podemos poner 500 diarios si hace falta XD
Oh, aquí nadie pretende nada... y pretendemos todo.
Demonidus se sonreía, al mismo tiempo que su rostro reflejaba tranquilidad, y respeto.
Alana está de nuestra parte, como era de esperar. Es mi protegida, mi hechicera, mi confidente, y vosotros estáis aquí para ayudarme, para ayudarnos a que todo esto termine bien... para nosotros. No puedo decir que seais mis sirvientes, no me gusta esa palabra, mejor personas con un objetivo en común.
Máster, ¿sé puede preguntar sobre las habilidades de los personajes en esta escena? Para saber con que fuerzas contamos :D
Se puede preguntar, y dejar intuir, pero no explicarlo en detalle. Se puede o no responder, si lo desean o no.
Y cual es ese objetivo? Ademas.... como dije con los demás, no me detengo ante nada para conseguir mis objetivos, ya tenga que pasar por encima de mil cadáveres, o del mio propio
por primera vez, esbozo una ligera sonrisa ante mis palabras
ademas... esa chica no esta aquí ahora, como podemos confiar en ella?
Puso una mueca como de asco -Bien bien elfo, empecemos a desconfiar desde ya de nosotros, os guste o no nuestro fin es el mismo, así que hagamos en favor de confiar un poquito más los unos en los otros- se cruzó de brazos -No nos quedan muchas opciones y hay mucha gente con la que acabar-
Querida Neryastra no fiarse de alguien no implica no trabajar con el, simplemente, te mantiene alerta ante una posible traición
me acerco a ella, hasta ponerme a escasos centímetros suyos, mirando directamente a sus ojos
y mas dada nuestra situación, tal vez queramos lo mismo, no lo se, pero lo que estoy casi seguro es que sera por diferentes motivos, y no me extrañaría, que llegado el momento, alguno de los dos me diera una puñalada trapera
de repente, ya no estoy frente a Neryastra sino a varios metros de distancia, a sido mas un visto y no visto, pero mirando el suelo pueden verse las huellas de sus pies, cubiertas no solo de la nieve del entorno sino de un leve rastro de escarcha, dando a entender que no ha sido un tele transporte, sino, su velocidad
hombre prevenido, vale por dos
le guiño un ojo a Neryastra
Sonrió por aquella demostración ¿de verdad creía que podía impresionarla con ese truco? ella podía llegar con la misma facilidad y desaparecer más rápido aun, manejando los planos.
-¿y cuantos elfos precavidos valen por dos?- dijo riéndose y le saco la lengua infantilmente, pero no lo hizo a malas, era ya para caldear el ambiente, estaban los tres en el mismo barco.
Solo diré, que conmigo, tenéis casi asegurada la victoria, y la supervivencia de todos nosotros
sonrió jurídicamente, mientras mis manos se iluminan con una tenue luz purpura, casi negra
-Estas demasiado seguro de ti mismo ¿no crees?- sonrió al elfo, realmente le gustaba ese orejas picudas, una bolita como de fuego revoloteaba a su alrededor y ella le respondía con sonrisas y caricias.
Como dije al grupo cuando me presente, el apellido Khelek me lo gane porque siempre cumplo mis objetivos, siempre
digo mientras me apoyo sobre un árbol, el cual comienza a marchitarse
Master, estos dos personajes, ¿hacen mi voluntad?
-Eres un elfo muuy raro- dice al ver que el árbol se marchita, suelen ser siervos de la naturaleza, amantes de la misma, en cambio este pudre la naturaleza, elfo más raro.