-Que demonios ha sido eso que me ha matado?- el gremlin pregunta con toda extrañeza, no lo vio venir. -grrr... Y tu sabelotodo, como es que afirmas como es que afirmas tantas estupideses?- dice mirando con ira al Oni.
-Qué viles mentiras las tuyas Yamata, no hay quien se crea las sandeces que sueltas o mejor dicho que escupes, no se ni como aún no te has atragantado con tanta porquería que sale de esa boca- Le digo mientras me alejo temiendo que me contagie - Tu poder según decías era la videncia, pero ahora fíjate que casualidad, ahora eres el dios del cementerio y ves nuestras almas, algo que claramente es imposible, así que por favor ahorranos tener que escucharte más y callate, porque para decir lo que dices mejor estarse calladito.
Yo morí por qué vosssotrosss como imbecilessss le creísteissssss, ossss esssta bien por idiotassss
- ¿Yo? ¿Callado? ¿Aquí? -
La carcajada resonó aún más en todos los sitios del cementerio.
- No me he callado allí fuera, ¿y me voy a callar aquí? ¿En mis dominios? Venga, muchachos, aceptad que habéis perdido. ¿Qué buscáis? ¿Que alguien os resucite? Vamos, intentaré que eso no pase, por lo menos en mi guardia... Ja... jajajaaaaaa... - Lanzó una risa enloquecida. - ¿Qué no puedo ver vuestra verdadera naturaleza aquí mismo? Vaaaaaaaaaaaale... lo que vosotros digáis. Yo estoy muy contento de estar aquí, y por lo que a mi respecta, os podéis matar. Igualmente, decidme que no acierto en lo que he dicho... ah, claro, es lo que diréis... Disfrutad la estancia en el Cementerio, como hago yo. -
Después miró a Lucifer con una sonrisa algo más tranquila.
- Hey, Lucifer, tu eres el enlace, ¿no es así? ¿Qué tal va todo por allí arriba? -
Esssta viendo sssimplemente como mientesss, dejalo tranquilo.
Tus dominiossss dicesss? lo demostraríasss?, ssssi ssson tusss dominiossss podríassss obligarnossss a hacer cosssassss o podríassss sssalir de aquí, pero eresss igual que nosssotrossss, con la diferencia de que tu eressss mássss mentirosssso.
- Serpiente con piel de Lobo. -
El Oni sonrió.
- ¿O me equivoco? -
Miró a Lucifer con una extraña sonrisa.
- ¿Qué dicen del Mago Rojo por allí arriba, señor Lucifer? ¿O espera que yo sea también el que desvele su verdadera identidad? Explique por allí arriba, que Cenobite tampoco es de fiar, ya que es compinche del Mago. -
Jajajajaja me das risssa, tán pronto eresss un vidente como un diossss de losss muertossss, pero essstasss tan muerto y encerrado como nosssotrossss, no me hace falta decir que te equivocasss por qué cada vez que hablasss sssse demuessstra que sssolo eresss un mentirossso.
Eressss realmente patético, pero también lo ssson los imbecilesss que te creyeron, no me dan ninguna pena...
Ssseguirasss acusssando a todossss losss que te caigan mal? También esss un lobo el Mago? No ibas a demossstrar tusss habilidadesss con Dulcina?.
Nadie te cree ya, no te molessstesss, ya sssaben que el lobo traidor erasss tu, aunque yo másss que un lobo creo que eressss el hijo de una cerda y una cucaracha
Y vuestro pasos fueron seguidos por el alma de Serbal...
- Hola Serbal, ¿tu por aquí? -
El Oni no sabía si reirse a carcajadas o ponerse serio.
Eran sentimientos encontrados.
- Mira, Serpiente, tu compañero. Ja, ja, ja. Ay, que me parto la caja... -
Orochi, dices muchas cosas obvias, al fin y al cabo, muy certeras, me he dado cuenta desde las votaciones de todo eso, por ahora de quien desconfio es pascual y cenobite, ¡hahaha!
Ah, y bienvenido viejo tronco, que aquí la han jugado mal muchos, diciendo ser videntes, reduciendo la lista de mis sospechosos, tienen la lengua muy larga, hahaha
Disculpen si tengo mala ortografía o no acomodo texto, pero estoy desde mi phone.
- Ya ves, amigo demonio occidental. Supongo que entre demonios nos entendemos. Mi muerte no ha sido en vano, ya que por lo visto, he logrado mi objetivo... ¡y antes de lo esperado! Por los Mil Infiernos del Yomi Wan... creo que están haciendo muy bien el trabajo por allí arriba. Es bueno tenerte por aquí, Lucifer. -
Oroshi sonrió.
- ¡BWUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA! -
Lo cierto es que estabas condenado desde que señalaste al primero, hiciste bien tu trabajo, yo me contuve, pues sabia que correría la misma suerte, ahora es mi turno para desvelar a los que aun siguen entre los vivos.
Y lo olvidaba, al parecer serbal fue envenenado, aun no usaba su don y comenzó a morir frente a todos.
Esss obvio que esss un diosss de losss muertosss tal vez??? Jajajajaja
En fin, ya no hablaré más, matad a quien queráisss, sssolo vosssotrosss pagareisss por vuestrosss erroresss
Venga ya. ¿De qué poderes hablas, Yamata? Aquí el único poder que has revelado es el de soltar un artefacto que mató al gremlin y de paso a su amante. ¿Aún tienes la desfachatez de seguir haciéndote pasar por vidente?
Yo lo que quiero es que alguien me aclare de qué hemos muerto el golem, el mago rojo y yo.
- Me encanta que los lobos intenten ponerse una piel de cordero, señor Rey. - Dijo Yamata. - A mi dejadme en paz, vosotros mataos, yo soy muy feliz aquí, junto a mi amigo Lucifer. -
Cuando veaisss que sssolo mueren inocentesss osss daréisss cuenta de vuessstro error, pero ya ssserá demasssiado tarde para volver atrássss
-grrr... Así que fuiste tu engendro!- dice el gremlin tensionando sus dedos para mostrar sus filosas garras -Como me gustaría devolverte el favor, pero ya no tienen ningún caso, no creo que tenga sentido matar a alguien que ya esta muerto aunque si que me tienta la idea de intentarlo- dice acercandose hacia él con toda la intención de averiguar si podía causarle algún sufrimiento, pero de repente la imagen de Bargas desvía su atención -Que haces aquí? acaso crees que a valido la pena seguirme hasta acá!- el gremlin sentía una emoción fuera de él, no la entendía bien, era compasión? tal vez decepción? Nooo... se sentía conmovido por aquello que impulsó a Bargas hasta las puertas de la muerte. -Maldita sabandija, no alcanzaras a pagar jamas por el daño que has causado- el rostro del Mogwai lucía perturbado quería ver eliminado al Oni sin importar lo que hubiese que hacer para conseguirlo -Lucifer!!!- grita con desespero -Te daré mi alma si es necesario, pero priva de toda existencia a este desagradable ser-
El hombre árbol pestañeó ruidosamente, aturdido por su brutal transición: hacía apenas unos instantes se encontraba bajo la cálida luz del sol, y ahora las almas de los muertos le rodeaban- Maldito demonio... -le espetó a Orochi- Tus negras mentiras han envenenado las mentes de todas las criaturas... mi muerte no les ayudará a salvar el árbol, y ahora ya no podré usar mi don para descubrir quiénes eran los auténticos traidores -lo que empezó con furia acabó con cierta tristeza, y la voz de Serbal mostró claramente lo mucho que sentía no poder seguir protegiendo su amado árbol.