Partida Rol por web

- No, no logramos acceder a la pasarela del invernadero... - piensa durante unos segundos - Si quiere podríamos ir a la partida de ajedrez esa... y luego a la sala de calderas. Con suerte nadie la verá o, al menos, a nadie enloquecerá con su "escapada".

Cualquier opción vale. Pero la segunda planta de invernadero y patio es importante. Más importante oorque nos dará acceso a salas que ahora están inaccesibles. La sala de calderas seguramente también, pero tengo menos esperanzas en el sótano porque está más explorado.

Usted decide

La mujer seguía sentada a los pies de su cama con la misma ropa del día anterior y aspecto de no haber dormido, pero estaba extrañamente fresca. Con las pilas cargadas.

- Para ir a la segunda planta del patio necesitamos algo para cortar los grandes hierbajos que hay... ¿sabe donde podemos encontrar una desbrozadora o algo por el estilo? ¿Quizás en el taller? - luego el doctor piensa durante otros pocos instantes - La cuerda que lleva a la parte superior del invernadero no se puede alcanzar fácilmente y la escalera no se puede mantener correctamente levantada, ni si quiera con ayuda, parece pesar mucho... - se rasca la barba - No sé... ¿sabe si en alguno sitio podríamos emplear el mapa en binario que me cedió? Y... ¿acaso ha probado la receta que me ha cedido? ¿Había una muestra a su lado? - dice mostrándole el papel que el decía que era un mapa de Karnaugh y a continuación el del tónico reconstituyente.

Desbrozadora aún no he encontrado como tal, pero quizás podamos encontrar algo así en el sótano. La cuerda del invernadero no se alcanza solo, pero sí con ayuda. Seguro que entre dos uno puede subir. El mapa en binario ni idea. ¿Para qué decía que se usaban? La receta efectivamente, venía con una muestra que probé yo mismo y funciona a las mil maravillas.

¿Y bien? ¿Donde vamos?

- Vayamos mismamente al invernadero, a ver si logramos resolver algo. Si no... iremos a donde el ajedrez a probar suerte. ¿Le hace? - pregunta esperando respuesta de Alice y dejando unas hierbas que lleva encima en el escritorio de la habitación

Vamos. No se olvide sus recetas. Es posible que accedamos a alguna sala donde destilarlas.

Ambos salen de la estancia hacia el Invernadero, de camino veis a Luis Montoya en el Gran Salón mirando el libro con especial interés el ya famoso libro "Titties Titties TITTIES TITTIES", el cual William Smith conoce bastante bien.

William vuelve a su habitación.

William se sienta en su cama con el hacha recién obtenida y se queda pensando si serviría para librar la escalera de caracol del patio de cristal de la minijungla que había o si en verdad se necesitaría una brozadora o algo por el estilo. Mientras que trata de vislumbrar si funcionaría dicho plan, con una mano en el mango, comienza a juguetear con ella, posando la cabeza de metal en el suelo y haciendo que de vueltas el hacha sobre sí misma con una seriedad que daría a entender a cualquiera que o bien tiene una mente muy fría o que quizás su rostro público no era igual al que tenía con un arma en la mano.

Sus ideas no habían cambiado, debía morir Gustavo Montoya. Y debía sacar a Alice Backwell de este agujero. No en vano en e pasado había acabado con la vida de su hermano gemelo cuando este trató de tratarle en el psiquiátrico de Manchester. Nunca más sería tratado como un loco. Nunca más volverían a encerrarle. Ahora era su hermano. Ahora era William Smith, no Michael Smith. Y ahora que estaba en aquel lugar alejado de la mano de cualquier dios ficticio... solo le quedaba salir de allí y proteger a la esposa del aún más demente barón.

William al final se dirige a la cocina, portando el hacha consigo.

William sale del lugar

William vuelve al lugar, consigo lleva un cilindro de cera que le había quitado al cadáver de Brett.

Se quita los zapatos y los pantalones y los guarda en la bolsa que llevaba. Luego guarda la bolsa con su camisa ensangrentada en la parte más profunda y oscura del armario.

Tras ello, William se toma una ducha y se pone ropa nueva, para luego dirigirse con su querida hacha al gran salón, pues juraría que había un reproductor  de cilindros de cera.

William sale de la estancia.

William llega a su habitación.

William sigue en su habitación...