Partida Rol por web

Gustavo fue detrás.

Gerard llega a la estancia.

En cuanto Gérard llegó a la sala de calderas, observó por los alrededores por si estuviese allí tirada la pistola de Luis, aunque dudaba mucho que así fuese. No perdió el tiempo y se puso manos a la obra, vertiendo en las calderas ingentes cantidades de carbón para poner en marcha la enorme maquinaria. Sin embargo, su objetivo está vez era averiarla completamente y crear la verdadera olla en la misma sala. Una vez a toda máquina, avería una de las tuberías con el cuchillo obstruyéndola y dejaría que la sala fuese concentrando el calor y aumentando la presión hasta estallar. Saldría de allí hacia el pasillo urgentemente, antes de que fuese tarde y acabase lesionándose el mismo, y esperaría a ver si alguien de los que habían avanzado hasta el invernadero o patio de cristal decidiese volver. De abrir la puerta, la ola de calor sería desproporcionada y no dudaba que las quemaduras de Renfri serían una tontería en comparación. 

Sabía que probablemente el ruido que ocasionaría aquello volvería a centrar la atención, por lo que nada más preparar esa bomba de relojería, se apresuró a ir hasta el gran recibidor.

Gerard salió de la estancia hacia el Gran Recibidor.