Partida Rol por web

En cuanto Yannick se sintió consciente comenzó a moverse poco a poco. Primero los dedos, luego las rodillas... sí, estaba vivo.

Se puso entonces en pie y recorrió el lugar con la mirada, sintiendo algo que le faltaba. Caminó entonces hacia Eko con una sonrisa en los labios. Se sentía diferente. Mucho más de lo que le habían dicho. Sin embargo, sabía que ahora de nuevo estaba toda su vida por delante, y tenía claro a qué la dedicaría.

Antes de llegar a la posición del negro vio el guiño de Nybras, y le dedicó un breve gesto con la cabeza, recordando la despedida que habían tenido sólo un momento atrás.

Tras tomar su hoz mira a los ojos a Eko. Aquel que había tomado su lugar en las últimas votaciones. Su sonrisa se va ampliando poco a poco, hasta hacerse enorme. Está de vuelta al fin.

- Gracias, Eko. - le responde con voz tranquila - Te lo dije una vez y te lo repito ahora. No estarás solo mientras yo viva. - dice, antes de poner primero las manos en sus hombros, y luego darle un sólido abrazo - Espero que Bheka esté bien. - añade antes de separarse.

Entonces se da la vuelta despacio, mirándolos a todos, tratando de recordar todas las noticias que le llegaron mientras estaba muerto.

Posa sus ojos en los de cada uno de los presentes, evaluándolos. No sabe cuántas cosas habrán cambiado desde que se fue, pero no va a dejar que eso sea un problema. No bajará la guardia.

Se detiene entonces en Verona, con ganas de acercarse a ella. Sin embargo, hay algo que debe hacer antes.

Comienza a caminar hacia Nekhbet, a paso tranquilo. Se siente completamente eufórico por dentro, y siente el impulso de correr y saltar, pero la gravedad de la situación se hace superior a él.

Cuando llega a la altura de la rubia la mira a los ojos, esperando que su mirada no resulte desafiante, ni nada parecido. ¿Habrán cambiado también sus ojos de color?

- Me han dicho lo que hiciste. - le dice con voz calmada - Los motivos no son los que me habría gustado, pero te lo agradezco. Espero que dejases abierta la puerta que te pedí. No espero una disculpa, ni nada parecido. Sólo hazme saber si estamos bien o si necesitamos un nuevo principio. - termina. Durante un instante se plantea poner una mano en su hombro, pero prefiere no forzar las cosas.

Luego se gira una vez más. Diría mil cosas a cada uno, pero la verdad es que sólo tiene ganas de algo. Fija entonces su mirada en Verona y le dedica una cálida sonrisa. Avanza entonces hacia ella, a paso ligero primero, y a la carrera después, para aferrarse a ella en un fuerte abrazo.

- Todo está bien. - le dice al oído - Me han cuidado bien. Nybras es una cocinera increíble. - susurra, y entonces busca con la mirada, sin soltar a Verona, a la chica y a su pantera, para guiñar un ojo a las dos.

Verona miraba el cuerpo de Yannick, cuando vio que este volvia a la vida, una enorme sonrisa se dibujo en su rostro, espero a que reincorporara, queria abrazarle, lo extrañaba...pero la algo debia hacer antes, paciente Verona espero en un segundo plano, el chico se veia diferente, pero sus mirada era la misma...

Despues de abrazar a Eko y decirle unas palabras a la rubia que lo habia enviado al otro mundo y entre miradas complices con mi querida piel de porcelana, corrio hacia mi, su abrazo fue reconfortante, su cuerpo volvia a estas calido y se veia mucho mas guapo...Ahora que has vuelto, todo esta de maravillas...Te asienta bien la piel de mi legado...Te extrañe!!!...sin pensarlo mucho Verona le da un beso, sin importar lo que opinen los demas ni los comentarios que pueda provocar, no sabria si saldria viva de este lugar, pero aprovecharia al maximo a quienes apreciaba...No vuelvas a marcharte sin mi...

Cuando Verona corresponde a su abrazo Yannick escucha sus palabras sin soltarla en ningún momento.

Entonces, cuando ella le besa, él la corresponde sin ningún tipo de dudas. Deposita en ese beso toda la emoción, toda el ansia y toda la desesperación que sentía cuando estaba muerto, y se aferra a los labios de Verona para reencontrarse con la vida. Es un beso cálido e intenso y, cuando se separan, la mira fijamente a los ojos.

- Fuiste tú quien empezó con eso. - dice, en referencia a la muerte de ella. Después toma las dos manos de ella con las suyas, a ambos lados del cuerpo. El contacto piel con piel es reconfortante y le hace alegrarse una vez más de haber vuelto.

- Saldremos de aquí. - le dice serio.

Entonces le da un nuevo beso, más lento que el anterior, tomándose un cierto tiempo. Puede que los demás tengan que esperar para cualquier cosa que les quieran decir, o que les estén mirando, pero acaba de volver a la vida. Un minuto así es lo menos que puede pedir.

Después se separa de ella lentamente, sin dejar de mirarla a los ojos, haciendo un gesto para que quede claro que va a hablar a los demás.

- Os lo dije después de la primera noche una y mil veces. - anuncia - No había ese gran sueño mágico del que todos hablabais. Al menos no para mí. Os di todo lo que tuve, y ahora he perdido parte de lo que soy. - dice, y entonces se toma unos segundos para pensar en sus siguientes palabras - Nybras me ha dicho que estáis al corriente, así que no voy a ocultarme.

- De ahora en adelante la noche cerrará mis ojos. Cedí eso a Azhariel por un bien mayor, y tanto él como yo estábamos equivocados.

- Sólo espero que todo lo que hemos perdido haya servido para algo. - termina, mirándolos a todos uno por uno con gesto serio. Sin embargo, al llegar a Nybras su expresión se relaja.

- Creo que todos tenéis claro a quién votaré yo. - anuncia, dirigiendo su mirada a Domino - Te di varias oportunidades, chica. Tanto en este mundo como en el otro. Y todas tus respuestas tenían el mismo significado. Siento lástima por aquel que te ha traído de vuelta. Vaya una pérdida de tiempo y energía.

Al ver como Yannick vuelve a la vida... me sonrío me levanto del suelo, donde estaba sentado y me acerco a el, que se encontraba junto con Verona... escucho sus palabras hacia Domino...

-espera yannick... quiero disculparme... me equivoqué contigo... espero que puedas perdonarme por haber votado en tu contra... espero que cuando salgamos de aquí... podamos celebrarlo con una cerveza...- le digo mirándolo a los ojos- bueno... ahí veremos...- miro a Verona y le cierro un ojo y miro nuevamente a Yannick, me vuelvo y me siento en el suelo... saco mi botella de agua de mi mochila y vuelvo a beber un sorbo.

Yannick escucha las palabras de Jared y asiente tranquilo, de buen humor.

- No te preocupes. - le dice - Como le dije a Verona hace unos días no hay rencor, pues no ha llegado a haber ataque. Aunque sí te cobraré esa cerveza. - añade sonriendo.

Entonces relaja su postura, sin apartarse de Verona. Estar vivo es refrescante.

- Bueno, ¿y cómo han estado las cosas por aquí? ¿Me habéis echado de menos?

  Diarmuid sonríe al hecho de que Yannick ha vuelto a la vida, como complice o perplejo. Luego se queda analizando la situación, es claro al hecho por su cien frunsida. ¿El amor puro y sincero traerá la esperanza?

  Sonríe nuevamente, pero esta vez con gesto de aceptación y le dice -¿Y tu qué tienes que decirnos sobre ese extraño mundo que habla Nybras?- ese mundo de los muertos que ella puede hablar.

- Que sería un coñazo si no estuviera Nyb ahí. - responde Yannick directamente - Aunque supongo que no es eso por lo que preguntas.

- Veamos... - dice mientras hace un repaso, comenzando a andar - Jacob reconoció tras un duro interrogatorio por mi parte - explica señalándose - haber atacado a Valfar, Mark cambia según el viento que sople, y Domino es la persona más inestable que he visto nunca. Gael lleva callado desde que llegó, y con Azhariel y Valfar sólo he coincidido el tiempo necesario para aclarar algunas cosas.

- Por lo demás, el tiempo pasa despacio allí. Nybras da palizas a Mark al ajedrez y nos consigue lo que le pedimos, que en mi caso fue una pizza sin anchoas, una cerveza, un plato de pasta y el mejor lambrusco que he probado.

-Nos ha ido contando las cosas que pasaban aquí, y alguna vez nos ha pedido consejo, aunque las decisiones siempre han sido suyas, claro. Creo que eso es más o menos todo. - termina, buscando la mirada de su amiga, por si se deja algo.

Escuché confusa y con atención a unos y a otros tras ver los cadáveres de la pareja. - Bienvenido de nuevo Yannick - dije sin ocultar una gran sonrisa. No me gustaba la muerte y saber que los inocentes tenían oportunidad de volver dejaba un pequeño atisbo de esperanza en mi corazón. Espero que todos tengáis razón en lo de la "pareja" como Escoria la llama, que realmente sean inocentes y que vuelvan a la vida como Yannick lo hizo, pero, y a pesar de que todos tenéis muy claro que Domino es mala, dejaré esa decisión en vuestras manos. Me ha quedado claro que todos la votaréis a ella y yo no tengo nada claro la inocencia o culpabilidad de aquellos que no han demostrado su don más allá de las palabras, es decir, a día de hoy sólo confío en Nybras y Nekbeth, espero que nadie se lo tome como algo personal. Dicho lo cual, yo daré otro nombre al azar sólo para desvincularme del resto y a sabiendas de que a esa persona no le pasará nada, símplemente porque, por si no os habéis dado cuenta, odio la muerte.

Nybras se encoge de hombros cuando Yannick posa su mirada en ella. Todo lo que ha dicho ya lo había comentado ella antes. Bueno, excepto lo de la pizza y todo eso, pero no lo había considerado muy relevante. 

Después habla sin dirigirse a nadie en concreto. - Mi voto será para Domino, por motivos evidentes. Me pregunto a quién le controlarán la mente para cambiar su voto ahora que ya no están Azhariel y Valfar.

No dice nada más, manteniéndose en un silencio expectante. Tiene la sensación de que algunas cosas están a punto de pasar. Se siente como una cazadora, atenta a cualquier cambio en el aire que indique que el momento ha llegado. Su postura de nuevo parece totalmente relajada, incluso indolente, al igual que la de Nyx, pero la tensión de sus músculos bajo la piel revela que en cualquier momento ambas podrían saltar.

Verona sonreia, continuaba de la mano con Yannick, jamas espero que ocurriera algo asi, ella buscaba a alguien que aparecia en sus sueños...quizas sea a él a quien intentaba guiarme...Asenti cuando Yannick dijo que saldriamos de aqui...cuando comenzaron a mencionar los votos, miro a Eva...

Eva, entiendo tu posición y es respetable, pero si votas por alguien al azar estas ayudando indirectamente a los traidores, ¿quieres eso?...sabes que te expones a que tu cambien caigas tarde o temprano bajo sus garras...las pruebas contra Dominó  son claras, es un asesina...y el hecho de que regresara, solo retrasa que tu, los demas y yo salgamos con vida de aqui, te pido que medites tu desición y analises lo que ocurre con Dominó y tomes la mejor desición, unidos es la unca forma en que los traidores no nos venceran...

Miro a Nybras, asiento con la cabeza ante su elección...Digo publicamente que votare por Dominó, es una traidora y debe ser juzgada como tal...espero que quien cambie los votos no se atreva a ir en nuestra contra, ya que de enterarnos quien es, claramente lo entederemos como un aliado de los traidores...

Domino no respondió cuando todos comenzaron a acusarle públicamente.
Estaba más que claro que con la vuelta del traidor de Yannick pronto otros se juntarían tras su sombra.
No le sorprendió que este dijese que iba a votarla, tampoco espero otra cosa de Nybras por supuesto ya que la misma Domino estuvo en el lugar donde Nybras se llevaba a las almas de los caídos y había escuchado de primera mano las conspiraciones que allí se debatían.
De Verona le extraño realmente lo escuchado, la acusaba de traidora pero en verdad ¿Qué pruebas tenia?, ¿en qué basaba sus palabras?, eso le dio risa, la mayoría de los que la acusaban se valían solo de sus decisiones propias, sin respaldarse de ninguna prueba REAL y aun mas, la mayoría de ellos se había ensuciado las manos con sangre con algunos de los caídos.
¿Y ella era la asesina?
Patéticos.
¿Acaso no se daban cuenta de todas las falencias que sus supuestas pruebas tenían?, al parecer no, aquí mas valía el tener una lengua de oro que pensar con la cabeza.
Antes de que todo esto termine verán cuan equivocados estaban, dijo a nadie en particular con tranquilidad.
No le temía a la muerte.
Estaba segura que solo sería un tránsito.

Mira a Domino con cierta lastima, y niega con la cabeza. Pobre chica.

- Yo también votare por ti, Domino. - Miro a Yannick tras decir aquello, como agradeciendo al gesto que había tenido antes el sujeto con él.

- Entonces... Según lo que dijo Sandor, aún quedan 2 o 3 traidores. Y si Valfar y Azhariel eran intocables por las noches, sería correcto asumir que hay otro asesino tras las sombras, ¿no? - Busco la mirada de Yannick y Nybras, en quienes veía a personas racionales que pudiesen confirmar o desmentir sus sospechas. - Y además tenemos el problema de aquel que esta llevando a las personas a aquel lugar triste. Nybras, ¿podrías decirme cuantos hay ahí en estos momentos? Solo números, no te voy a pedir nombres  - Luego miro a Sandor- Quizás sea prudente que tomes el poder de Valfar, eso nos sería de gran ayuda. 

Domino sonríe a Eko cuando este le habla.
Nota su mirada hacia Yannick y eso lo vuelve interesante.
No es una sorpresa Eko en verdad que no, pero yo que tu cuidaría tus propias espaldas, aquel al que miras como amigo planea tu próxima muerte galán hay tantas cosas que podría contarte de mi tiempo en la habitación de Nybras…, concluye la chica con un guiño de ojo pícaro.

Sin esperar la respuesta de Nybras, vuelve una mirada cansada a Domino.

- ¿Y qué esperas para mencionarlas? ¿Crees que no te votaremos porque podrías decirnos algo más adelante? Estas mal, si tienes algo que decir, dilo ahora.

Yannick asiente ante las primeras palabras de Eko, contento de que su compañero comience a tomar partido. Le preocupaba que desconfiasen de él por no hacerlo. Era algo que pasaría tarde o temprano, por eso saber que esa noche podrían luchar juntos le agradaba.

En cuanto continúa y plantea sus preguntas, responde de manera directa.

- Azhariel dejó de ser intocable en cuanto adquirió mi poder. - explica - Era algo que ni él ni yo sabíamos, pero supongo que mientras estaba despierto, vigilando, Valfar no podía sentir su peligro. Teniendo en cuenta que ha sido el único ataque de esta noche, yo creo que hablamos de los mismos asesinos de siempre.

Después, cuando Domino habla, Yannick levanta una ceja, entre sorprendido y divertido.

- Claro. Nybras y yo nos dedicamos a conspirar contra los que nos apoyan entre trozo y trozo de pizza. Y tú no lo has dicho hasta ahora, con todo el tiempo que llevas viva porque... - dice, y entonces hace un gesto con la palma de la mano hacia adelante - espera, espera, ya sé. No lo has dicho hasta ahora porque tu timidez no te lo permitía. No tiene nada que ver con que Eko, Nybras y yo hayamos dicho justo ahora que vamos a votarte, no.

Oh vamos Yannick, responde Domino, mientras estuve allí tuve que soportar tus llantos aniñados, tus pensamientos en cuanto a los que ahora abrazas, y tus planes para cuando volvieras.
Sinceramente…prefiero tu “yo” llorón.
Es más divertido.

Yannick se encoge de hombros entonces, con una sonrisa gélida en el rostro, sin apartar la mirada de Domino.

- Algunos al morir tenemos cosas por las que llorar. - dice en tono serio y duro - No me avergüenzo de ello en absoluto.

Había escuchado a Escoria y asintió con un gesto para hacerle ver que así era. De todo lo que dijo, dos frases se grabaron en su memoria: “así podrás pensar porque te la he dado...” “pues yo no seré tan benévola contigo y esto tómalo como quieras.” No acababa de comprender por qué le decía esto, pero algo en su interior le hizo sentir que llegado el momento lo averiguaría.

Está claro que Nybras ha suavizado los comentarios de Valfar. Por un momento se lo imaginó vivo echando sapos y culebras por la boca y despotricando contra ella. En el fondo le hacía cierta gracia imaginarlo cabreado de esta manera, pero no la situación real.

El graznido de un cuervo cortaba el viento cuando dos nuevos sellos se iluminaron. No pudo evitar pensar que todos los que estaban allí eran tan sólo números. Números para un macabro plan. Un número de víctimas a sacrificar. Se preguntó cuál sería el suyo.

Estaba a punto de responder a Nybras sobre la duda de Valfar cuando, una vez más, un cuerpo se abría camino hacia la vida. Pensó que se trataría de Valfar o Azhariel, pero pronto vio que no era ninguno de ellos. Por qué no han esperado?  Podrían ser dos los que hubieran pisado esta sala de nuevo.

De pie, observándolo, vio como Yannick recuperó su hoz y avanzaba hacia ella. Su corazón latía más rápido de lo habitual mientras sentía como incrementaba la tensión a cada paso que él daba acortando la distancia entre los dos. Cuando le tuvo enfrente sostuvo la mirada sin apartarla de sus ojos. Al igual que otros antes que él, había cambiado: su piel era pálida, sus ojos más azules y parecía controlar una especie de substancia con aspecto lodoso. 

Tras escuchar sus palabras, con mirada serena y voz apacible respondió:

-Por mi parte estamos bien… mientras estemos con vida… –añadió estirando el brazo con la mano hacia arriba en la dirección donde yacían Azhariel y Valfar.- No te preocupes -sonrió-. Te veo distinto… Bienvenido.

Había pensado que no volvería a verle, que era muy probable que durante la siguiente luna, ella atravesara el portal de la muerte a la vez que él atravesara el de la vida.

Cuando se alejó, de nuevo el murmullo del llanto de Azhariel irrumpió en su mente. Se llevó las manos a la cabeza unos instantes intentando mitigarlo.

Escucho con atención las palabras de su hermana y parecía sereno y tranquilo era un punto a su favor y ahora que Yannick había vuelto como ella misma vaticino ya no le quedaban dudas de su inocencia, al menos ello no era una asesina.
-Enhorabuena Nekhbet, has mostrado tus cartas y ganado mi confianza, eres una de las pocas inocentes que reconozco.-Agacho ligeramente la cabeza de manera solemne, no de forma burlesca como la primera vez que se presento al resto.

En cuanto a las conversaciones, todo era un tanto raro, sobretodo las palabras de Domino, el simple echo de que ella negara y avisara del error que iban a tomar, le hacia suspicaz, y mas cuando parecía saber algo, aun no comprendía porque no delataba a sus aliados, pues claramente de ser traidoras aun, no le estaban ayudando lo mas mínimo. Es mas seguramente votarían por ella en la noche de hoy.

Helmuth protector estaba pensativo y eso le llevo hasta Yannick.
-Hermano.-Esperaba NO ofenderle.-Si aun tienes ese poder de visión por la noche, ¿Aceptas peticiones? Aquel del que tanto confías, podrías mirarle por la noche y sacarnos de dudas, hacer saber al resto porque confías tanto en Eko. ¿Podrías mirarlo y confirmar su inocencia?-Volvió la mirada a Eko.

Yannick escucha las palabras de Nekhbet y una sonrisa sincera sincera se dibuja en su rostro.

- Vaya. - le dice - Eso me deja sin soltarte la frase que había preparado por si me decías lo contrario, pero me alegro. Gracias por la bienvenida. - añade - Y creo que ahora mismo Nybras, tú y yo deberíamos ser los que menos tendríamos que temer. Nuestras capacidades están claras, y no suponen una amenaza. Sólo podemos dañarlos en las votaciones, y hay una larga lista de gente que haría lo mismo. Aunque mirándolo por el lado bueno, quizá al final sí te vea usar esa ballesta.

Después, cuando Helmuth se dirige a él, Yannick le dedica una mirada con cierta confusión.

- Creí que estaba claro que ya no poseía esa habilidad. Azhariel se la llevó, y eso causó su asesinato y el de Valfar. - le explica - De todas maneras, yo sólo me mantenía despierto, tal y como dije desde después de la primera noche, esperando ver a los atacantes.

- Sobre Eko ya lo he explicado varias veces, y estoy seguro de que Nybras os lo ha transmitido. Sentí afinidad por él desde el primer momento, pero no es nada mágico, místico, ni nada de eso, como siempre queréis pensar para todo. Hay ciertas cosas que estoy seguro de que sólo él entendería, pero eso no significa gran cosa para nadie salvo para mí. - explica, echando una mirada al negro. Espera que no le parezca mal que lo explicase en voz alta, pero no podía ser que siguieran haciendo de eso un drama - No os voy a engañar: no puedo asegurar su inocencia. Pero, sin embargo, confío en él en cierta manera. Creo que es el alma más parecida que hay aquí a la mía, y haré lo posible porque salga de aquí con vida. Aunque no dudaré en degollarle si no me quedase otra, como estoy seguro de que tampoco él dudaría conmigo. Por mi parte nos une la empatía que la situación, el lugar y los acontecimientos nos han dado. Le comprendí al principio como a ninguno, y en ningún momento ha demostrado que me haya equivocado. Para mí, por ahora, es suficiente.