Partida Rol por web

Cuando escucha las palabras de aquella mujer, observa a Yannick. Solo por un instante, despues sigue escribiendo en su libreta mientras comienza a hablar, una vez mas.

-Entonces urge utilizar el poder que aquí, en este lugar, poseo, o perderemos una excelente oportunidad de derrocar a una de las bestias que allí arriba luchan por sobrevivir. Y pronto.

Comentó, tras lo cua mira a los demás, y después a Nybras.

-Aún es posible que no esté preparado para volver a ese plano: Quizás deba mantenerme aquí hasta que tengamos una idea sobre alguien que merezca caer de entre los vivos. ¿Qué os parece?

Yannick ve interrumpida su alegría por las palabras de Gael, y trata de ponerse serio. Se gira, para verle de frente, antes de responder.

- Lo siento, viejo. No me gustaría dejarte aquí, pero si te soy sincero ella es mi prioridad. - explica - Sobre lo de ahí afuera... si tuviese que elegir a alguien, sería Kaldeadre, aunque ha amenazado con una maldición que caerá sobre todos si él cae.

Nybras sonríe a Yannick mientras niega con la cabeza. - En realidad, no creo que queden más oportunidades para ninguno de nosotros. Creo que todo terminará esta noche, así que supongo que da lo mismo. Pero muchas gracias por todo.

Después se vuelve hacia Gael con el ceño fruncido. - Arriba estábamos barajando tres nombres antes de mi muerte: Kaldreade, Elizabeth y Eva, a eso debemos sumar ahora a Escoria. Y a Helmuth, ya que ahora es él el dueño del lugar triste. Entre esos nombres debemos elegir. No sé cómo están las cosas arriba, así que no sé cuál será la mejor opción, pero confío en el criterio de Yannick. Si él cree que es Kaldreade, que lo sea. 

- Nyb... - responde Yannick cuando ella habla de que no habrá más oportunidades - No voy a dejarte muerta, eso te lo aseguro.  - le dice - Ni yo, ni Verona, ni tampoco Azhariel o tantos otros que no diré. Si mañana realmente no hubiera una oportunidad, cosa que no comprendo, buscaremos la manera. Ya has visto todos los poderes que estamos descubriendo. Tardemos lo que tardemos, te llevaremos de vuelta, ya verás. Eso, o cojo un martillo y empiezo a romper gemas hasta que consigas el poder, como otros.

- Sobre con quién acabar, nos estamos organizando. Pero yo creo que Kaldreade es uno de los candidatos seguros. Ahora uno de los otros candidatos nos está diciendo a todos que esta noche hará algo especial, y que no será matar a nadie...

Sale de la ducha, antes habiéndose secado con una toalla, y ya puestas sus ropas. Rió ante las palabras de Jacob, a quién replico.

- Hombre, estamos muertos. ¿No crees absurdo preocuparse por niñerias? - Tras ello, aprecia los nuevos cambios en el lugar sin añadir comentario alguno. 

- Será bueno tener a Kaldreade por aquí. Aquel muchacho golpea como una niña.- 

Yannick no puede reprimir una mueca de desagrado al ver a Eko. Sin embargo, decidió no apartar la mirada. Maldijo haberse centrado en hablar con Nybras, en lugar de usar las brumas para encerrarle en la ducha, o algo parecido, pero ahora ya era tarde. Se portaría como ella le había enseñado.

- Hola, Eko. - le dijo con tono neutro, mirándole a los ojos - Si deseas algo, puedes pedirlo. - y ya veremos qué pasa.

Luego, se dirige a Nybras, con rostro calmado y una sonrisa. - Azhariel te da las gracias. Dice que has hecho lo imposible por salvarles a él y a Valfar, y que parece que lo has conseguido. También dijo antes que eras la única con cabeza. Que te echa de menos y que gracias por todo. Y eso lo dijo antes de lo que hiciste con Helmuth, ¿eh? La verdad es que cuando te moriste nos hiciste una buena. Todo el mundo se puso nervioso, y Azhariel y Valfar se pusieron como locos, incontrolables. Hasta decían que se irían por su lado. Pero lo que has hecho nos ha unido a todos más que antes.

Medita un poco la situación. Comienza a repasar los números de los muertos, los sellos. Luego se dirige a Yannick, mirándole serio.

- Si no me equívoco, al amanecer deberían de haber dos muertos. Pero lo más probable es que solo haya uno.- Se cruza de brazos, mordiendo su pulgar.- En el peor de los casos, si no acaban con el resto de traidores en tres días la cosa se pondrá fea. - 

No entendía mucho de lo que hablaban Yannick y Nybras. -A ver, ¿están diciendo que todo este tiempo, además de estar con todos nosotros en el sótano ese con el sello, alguien los estuvo encerrando en algún lugar desconocido? ¿Y ahora ese alguien perdió el control sobre su propio reino? - Pregunté. -Y  deduzco que no pueden hablar de eso directamente por alguna razón, ¿no? Por eso no entiendo nada.- Inquirí.

Nybras no responde a las palabras de Yannick, pues no serviría de nada seguir intentando hacérselo ver. Sin embargo, lo mira orgullosa de él al ver que contiene su odio hacia Eko y lo trata con amabilidad. No sirve de nada maltratar a los muertos, un buen anfitrión no lo haría.

Después escucha el mensaje de Azhariel y sonríe. - Dile que me alegro mucho de que haya servido para algo, y que espero que ahora sea libre y pueda volver a ser el chico que conocí. - La joven frunce el ceño al escuchar que a él y a Valfar no les había sentado muy bien su muerte. - Diles que estoy bien, que no se preocupen por mí y que ya no soy necesaria allí. Y que no se dejen llevar por los problemas o las rencillas. Diles que está a punto de terminar todo y que sólo tienen que ser fuertes un poquito más. Que ellos pueden estar por encima de esas cosas por el objetivo común. Hazles entender que hay gente que los aprecia, que no son odiados por todos. Creo que nunca han entendido eso.

Finalmente se gira hacia Sandor y gira los ojos en sus órbitas con incredulidad. - ¿En serio? Llevamos días hablando de eso aquí y en el otro lado y en todas partes, Sandor, ¿de qué guindo te has caído? Esto ya no es un problema de cera en los oídos, parece algo más serio.

Tras este comentario respira y empieza a explicarlo con toda la amabilidad que puede, pero sin entrar en los detalles que ya ha explicado en voz alta mil veces. - Sí, desde hace días hay alguien que nos está reuniendo en otro lugar. Pero cuando morí hice una cosa... Y he intercambiado a esa persona por otra. Y no podemos hablar directamente de ello porque esto está plagadito de traidores que como ya has visto, a veces pueden volver. Y no queremos que vuelvan con más información de la necesaria.

Yannick asiente a la petición de Nybras. Transmitir sus mensajes es lo menos que puede hacer por ella después de todo lo que él le hizo transmitir.

Después, mientras ella da a Sandor toda la explicación, Yannick se dedica simplemente a observar a Trigo. El animal se ha ido acercando poco a poco a la pantera, y ahora se encuentra cerca de ella, a escasos veinte centímetros. Hace un leve sonido sonido de excitación, como si no se pudiera creer lo que está haciendo, y avanza unos centímetros más. Acto seguido, retrocede un poco, al darse cuenta de lo mucho que se ha acercado, y la sigue mirando. Su nariz se mueve, olfateando el aire. El ratón trata de mantenerse alejado de las patas de la pantera, sólo por si acaso. Sin embargo, puede verse que está muerto de curiosidad, y completamente alerta. Probablemente al menor movimiento de Nyx echase a correr como alma que lleva el diablo.

- Escoria morirá antes de que caiga la noche. - anuncia entonces Yannick - No tendrá oportunidad de matar.

- Gael, si tu pluma está lista, que sea Kaldreade, por favor. Tratemos de dormir tranquilos. - le pide entonces al anciano.

- Nybras, ¿recuerdas lo que nos contó Azhariel? Ahora será libre para utilizarlo. Esta promete ser una noche interesante.

Nybras asiente con la cabeza a las palabras sobre Escoria. Esperaba con toda su alma que alguien se vengase de su parte y desgarrase las tripas de la niña. Durante un instante piensa en lo que le gustaría saborear su sangre, pero entonces no puede evitar imaginarla llena de insectos y larvas y ese pensamiento abandona su mente.

Después sonríe al escuchar el resto. - Creo que esta noche será clave. Cuéntanos todo lo que pase, así al menos me sentiré participando desde aquí.

Finalmente posa su mirada sobre Nyx, que permanece totalmente quieta, sin moverse ni un milímetro, con la cabeza sobre el diván. Puede sentir que la impaciencia de la pantera crece y su cola se mueve levemente, pero sin embargo, sigue inmóvil, casi sin parpadear, esperando el tiempo que Trigo necesite.

Que divertido en verdad, todos esos sentimientos mezclados e intensos.
Miedo, duda, odio, esperanza, amor, etc, etc.
Ahora las cosas se ponían interesantes, que gracioso seria decirle a la estúpida momia pálida de Nybras lo mucho que estaba equivocada.
Pero Domino se contuvo, más emoción seria verle la cara mañana.

En verdad ahora comienza la diversión al parecer, dijo a nadie en particular, mientras miraba hacia las sombras esperando a quien estaba próximo – y pronto – a llegar.

Yannick echó una mirada ante al comentario de Domino, y arqueó una ceja, mirándola con impasibilidad. Esperó varios segundos así, sin dignarse a responder, esperando hacer una buena imitación de Nybras. Seguía sin entender a Domino, y creía que no lo haría nunca.

- ¿Lo he hecho bien? - pregunta entonces a su amiga, volviendo a girarse hacia ella, refiriéndose a la forma de "dirigirse" a la muchacha.

- Ahora mismo las cosas ahí fuera están... extrañas. Hay alguien que nunca ha hablado sobre su poder pero sí sobre otras cosas - dice, esperando que sepa a quién se refiere - intentando echarse un farol sobre sus capacidades para que no lo matemos, pero no es capaz de responder a las preguntas más básicas. Creo que simplemente intenta ganar tiempo. No concreta ni qué es lo que va a hacer, ni cómo, sólo que se guiará por su intuición y veremos algún resultado cuando pase la noche.

- Lo has hecho perfectamente. - Responde Nybras con una carcajada al ver la imitación de ella misma que hace Yannick. Sin embargo después lo mira sin comprender mucho. - No sé a quién te refieres, la verdad. Pero suena a una forma bastante poco elaborada de ganar tiempo.

Yannick evalúa durante un instante a los presentes. La verdad es que esta información no es realmente importante, así que encogiéndose de hombros, responde.

- Como diría Valfar, la follacabras. - aclara - Nunca ha dejado claro nada de lo que puede hacer, pero ahora todos debemos esperar expectante a que haga algo mágico que sólo veremos si su intuición ha sido correcta. Se escuda en que no lo quiere decir para que no la maten, pero ya le he aclarado que justamente morirá si no lo explica.

Mientras tanto, Trigo se ha acercado más y más a Nyx, y se encuentra mirando su cola, viendo cómo se mueve. Da unos últimos pasos, casi hasta tocar la cabeza del animal, expectante y emocionado y, finalmente toca su pelaje con la nariz, para retroceder luego varios centímetros deprisa, por si ella reaccionase.

- Ya sabes que no me fío de ella. Lleva desde que llegamos disimulando, dando largas, metiendo cizaña sin sentido y contradiciéndose. Ahora al final se ha visto sola y expuesta y trata de acercarse al bando ganador como puede. Cada vez estoy más segura de que no es trigo limpio.

Al decir la palabra trigo, Nybras se fija en el pequeño ratón, que sigue explorando a Nyx, cada vez desde más cerca. La pantera permanece impertérrita, dejándose examinar y siguiendo al roedor con la mirada. Cuando por fin Trigo se atreve a tocarla, Nyx arruga levemente el hocico, como única reacción.

Cuando escucha su nombre, el animal pierde parte de la atención que tiene sobre la pantera para mirar a Nybras. Se queda esperando unos instantes, mirándola, y finalmente vuelve a la pantera. Se acerca a su cara ya completamente y comienza a olisquear su mejilla. Al ver que esta vez tampoco reacciona apoya sus patas delanteras, para olerla más arriba, intentando llegar a su oreja.

- Sí, pero ha tardado demasiado en tomar partido. Y ni siquiera ahora parece hacerlo claramente. Lo que me pregunto es cómo ha aguantado tanto viva. Aunque si Avla y Eva también lo están... a veces me pregunto si no habría sido más seguro permanecer siendo transparentes, como el primer día.

La pantera hace evidentes esfuerzos para no moverse mientras el ratón pisa su cara y sus bigotes para seguir olisqueándola. Realmente está haciendo un gran alarde de paciencia con el animal y Nybras observa la situación con una sonrisa.

- Me pregunto lo mismo. Un comentario despistado cada día, como quien no quiere la cosa... Y nadie se fija en ti. Quizá deberíamos haberlo hecho en lugar de defender nada. 

- Suponiendo que sepan realmente lo que defienden. - Añade al comentario de Nybras, para luego mirar a Yannick. Su mirada seguía siendo seria, pero igual que de tranquila que la de los primeros días.

- Ahora que estoy muerto, puedo contarles algo que deberían de tener en cuenta. - 

Yannick desvía su mirada hacia Eko. Incluso Trigo se detiene, contagiado del interés de su compañero.

- Te escucho. - le dice, intentando dejar de lado todos los sentimientos negativos que le embargan al encontrar sus ojos. Entonces se da cuenta de cómo se ha detenido Trigo, y una sonrisa cómplice dirigida a Nybras se dibuja en sus labios. - Te escuchamos.