Partida Rol por web

- Sí que lo es. - Responde Nybras hacia Mark, agradecida al ver que el hombre deja de mentir. - Quizá te puede servir para restituir tu honor al final. De todas formas... Ahora ya puedes responder a mi pregunta, ¿no? ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué querías abrir ese sello?

Después se gira hacia Valfar. - Al otro lado les gustaría saber cómo sabes que la traidora que falta es Eva, y a mí me gustaría que me contaras lo que es capaz de hacer, si es posible.

Mi mundo. Como ya te dije. Mis compañeras. Se debilitan. El mundo las está destruyendo. La sangre sobre el sello las restauraba. No sé hasta qué punto eso es abrirlo o cerrarlo. Pero sé que es lo que hay que hacer. O eso... Creía. Vine para proteger, no para atacar. Pero he visto que podría cambiar mi pasado. Fortalecer a mi enjambre con mi sacrificio. Y llevarme a alguien con mi muerte. Quizá me equivoqué. Yo... Lo lamento.

Reconoce por primera vez.

Nybras asiente a las palabras de Mark levemente. - Ya sabes lo que dicen. Rectificar es de sabios. Espero que al salir del templo este lugar deaparezca, pero si sigo aquí cuando esto termine y todo esté más calmado, si quieres podemos jugar una partida con más tranquilidad.

-Lo sé, y punto, y la mayoría de los aquí presentes también lo saben. Si quieren pasar de mi y votar a otro, adelante. Me la suda bastante.

Si... supongo. Hice todo por ellas. Y fracasé.

El rostro continúa impermutable, no obstante, un cáliz en su voz delata culpa y pena. Pero es muy sutil.

Quiero ayudar. Creí que ayudaría con mi elección. ¿Cómo... cómo puedo ayudar?

-No puedes, Mark. Como mejor nos ayudas es quedándote aquí y muriendo con dignidad. Suficiente daño nos hiciste ya en vida.

Miro a Valfar.-El momento se acerca, Valfar.-Le sonrío. Una sonrisa triste, como muchas hasta ahora.-Hasta luego.

¿Daño? Yo... No os maté. Pude y no lo hice.

Se lleva una mano a la cabeza, aturdido.

- ¿En qué consiste esa elección exactamente? - Pregunta Nybras a Mark con curiosidad. - Es tan sólo curiosidad, la verdad es que no necesitamos ayuda ya. La única persona que falta caerá en las votaciones. Después espero que todo termine.

La muerte parecía repeler a Azhariel de nuevo dejando tan solo brumas a su paso y ni rastro de su paso, tras unos minutos en aquel lugar de la mente de Nybras.

Pero a cambio de su alma liberada, llegaba otra, que pagaría su precio... Como todas las almas restantes su cuerpo parecía estar renovado, como si las heridas nunca hubieran existido, tan solo fueran pensamientos inventados en un mundo diferente al de la verdad.

Espero que aceptes el lugar de buen grado, pues es una pago que no debías de pagar.

Bienvenido seas... Diarmuid.

Nybras y Nyx observan sorprendidas la silueta que se forma entre las brumas que cubren el lugar, a un par de metros de donde se encuentran recostadas, sobre un diván de cuero negro con remates en rojo. Frente a ellas, en un sofá a juego con el diván, se encuentra sentado Mark. Dos sofás iguales y cercanos a ese se encuentran vacíos. Y en dos sillones gemelos, a juego también con el resto de muebles, Jacob y Gael mirando cada uno en una dirección diferente. Dos mesas pequeñas e idénticas, de madera oscura y con una inscripción en rojo en el centro: ∞. Sobre una de ellas, algunas copas y un vaso de base ancha y a su lado una cubitera de talle largo con una botella de champán abierta dentro. 

De pie por el lugar, Domino, Sandor, Escoria, Helmuth y Valfar y unos metros más allá, Eko tumbado en el suelo junto a Bheka. Cerca del hombre de color, una cabina de ducha negra, con los detalles de la grifería en rojo. Y rodeando todo, la niebla le da un toque azulado y mágico al lugar.

Nybras se levanta para recibir a Diarmuid y lo mira con extrañeza, antes de posar su mirada también en Valfar. - Pensaba que lo iba a hacer con Elizabeth, ¿no es lo que dijo? - Tras la pregunta, sacude la cabeza levemente y trata de sonreír al recién llegado. - Ven, únete a nosotros. Si necesitas cualquier cosa... Sólo tienes que pedírmela. - Termina, haciendo un ademán hacia los muebles, dando a entender que dará forma al lugar de otras maneras si es preciso.

Entre proteger a los salv... A los traidores, que en efecto éramos seis. Siempre he sido, estando vivo, consciente de cuántas presencias vibraban en el lugar. -se corrige- O llevarme a alguien conmigo si muero.

Admite. Niega con la cabeza.

Pero si sólo resta uno, no tiene importancia. Podría verificar esa información desde el otro lado antes de cambiar.

Dice sin darle siquiera importancia.

Nybras no puede enarcar una ceja ante el ofrecimiento de Mark. - La verdad es que no necesitamos confirmación, estamos bastante seguros. Y aún en el caso de que pudiéramos llevar a alguien de vuelta, no serías tú, sino alguien que esté aquí injustamente, que fuese inocente y haya colaborado con nosotros desde el principio, como Gael, Diarmuid o Sandor. Agradezco tu sinceridad, pero me da la impresión de que quieres aprovecharte de tu arrepentimiento para conseguir que te llevemos de vuelta ahora que todo está a punto de terminar, y lamento decirte que eso no va a pasar. 

-Uy que pena, no has manipulado a nadie... que tristeza, ¿no? - Digo mirando a Mark y empiezo a reír antes de dirigirme a Nybras - Yannick le pidió que lo hiciese con Diarmuid.

Nybras mira confusa a Valfar, con la sensación de que algo se le escapa y la pantera mantiene la mirada en Mark, como vigilándolo. - ¿Por qué Diarmuid? Si no hubiera sido por él no habríamos descubierto la traición de Eko... ¿Ha pasado algo en el Páramo?

-Dijo que Diarmuid no había colaborado casi y que por algún motivo, no quería que la follacabras y el emo muriesen. No comparto esa opinión, deberían terminar ambos muertos, pero no soy yo quien decide.

- Supongo que lo de Kaldreade sería por miedo a esa maldición con la que nos amenazaba constantemente. Pero Elizabeth... No sé, entre ella y Diarmuid yo lo tendría más que claro, la verdad. Es cierto que Diarmuid es un poco raro y que no es dado a hablar con claridad... Incluso  dudamos bastante tiempo de su inocencia. Pero nos ha ayudado mucho, aunque casi todo fue antes de que llegase Yannick al Páramo. - Nybras se encoge de hombros, resignada. - No sé, quizá ha pasado algo entre ellos.

-Yo también hubiese preferido matar a la follacabras, la verdad.

La mirada de Nybras se pierde por las brumas unos instantes antes de que la joven vuelva a hablar. - Parece que Yannick le pidió que olvidase esa petición, a eso se refería con el mensaje que me pidió que transmitiese antes. Pero quizá ya era demasiado tarde. Yannick creía que si se cambiaba por él, Azhariel volvería a estar en el lugar triste y podrían hablar allí. Pero no ha sido así. - Entonces sus ojos se posan en Valfar. - Azhariel ya nos ha contado lo que hace Eva. Pronto la tendremos por aquí. Creo que Verona va a tratar de llevarte de vuelta, pero atándote a ella, para poder mantener tus ansias bajo control.

-Mientras Azhariel siga con vida... el resto me da igual, eso sí, temedme si le hacéis algo, porque volveré de entre los muertos para acabar con todos vosotros.

- Que sí, Valfar, que sí... - Nybras no puede evitar una sonrisa al escuchar al joven con sus amenazas una y otra vez. - A ver, ¿cuándo le he hecho yo algo malo a Azhariel? Relájate, él no va a volver a este lugar. Y con un poco de suerte tú lo abandonarás y podréis ser felices juntos y casaros y comer perdices. Y yo espero ser la madrina por lo menos.