Partida Rol por web

Nybras mira a Eko con interés. Es el primero de los traidores que ha reconocido su condición, quizá lo que diga pueda ser interesante. 

- Adelante Eko, ¿qué tienes que contarnos?

Cuando nota la puntualización de Yannick, la joven le sonríe de vuelta. Parece que su vínculo con el ratón es fuerte.

- Es sobre el sello... Lo más probable es que no me crean, pero ténganlo en cuenta. - Se acerca a ellos, cruzándose de brazos. - Tenia que asegurarme de estar muerto, o no podría hablar. - Mira a un lado, como buscando la manera correcta de hablar, sin sonar a loco como lo había hecho Domino.

- Mimi no era la única que estaba en estaba en la iglesia cuando llegamos. - Menciona Eko, manteniendo su mirada fija en ellos. - Hubo una presencia que me toco, así como imagino toco a Jacob y Domino, y que me hablo directamente. Me contó parte de la historia de cada uno, de la historia de todos, de como nuestra estirpe dio inicio. La mayoría cosas sin importancia, que la chica ciega también contó a todos.

- Me dijo que había sido elegido para un ritual para fortalecer el sello. Un ritual que pedía sangre hasta la muerte... Mimi alimentaba a día a día el sello con su sangre, pero solo era una solución a medias. El sello no solo pide la sangre, si no el alma de quienes lo protegen. Según Mimi, yo era un traidor... Pero según esta presencia, era un salvador... Tenía que asegurarme de morir para poder contar esto, creí que si lo hacia la presencia me dejaría, y así fue. Aunque parece haberse aferrado más en algunos - Dice refiriendose a Domino.

- Si lo que me dijo la presencia era verdad, entonces nadie saldrá de la iglesia con vida. Si mentía, deben de asegurarse de terminar esto lo más pronto posible. Ya tienen dos de los tres nombres. - Tras ello, les da la espalda, para alejarse hacía algún rincón alejado hacia las brumas con Bheka.

Nybras escucha las palabras de Eko con interés. Es el primero en hablar de algo así, y sin embargo algunas de las chorradas soltadas por Domino encajan con ello.

- ¿Qué pasó con esa presencia? ¿No la volviste a ver? - Pregunta, con curiosidad, al hombre mientras se aleja, sabiendo que escuchará su voz sin dificultad a través de las brumas.

Niega con la cabeza para responder a Nybras. Antes de tomar asiento en el suelo, para acariciar a Bheka, quién miraba inquieto a Yannick, pero en su sitio junto a su compañero. 

- Por los poderes que he visto que tienen, pienso tal vez fui... o fuimos elegidos por ser los más débiles de los 21. Por ello, tengan cuidado. - Cierra sus ojos, recostándose en el suelo.

Yannick contiene su respiración unos segundos antes de hablar. Para ese momento Trigo ya ha seguido olfateando a Nyx de nuevo, y ahora se aparta para mirarla a los ojos, más tranquilo.

- Te creo. - responde con cierta frialdad. Le costaba saber cómo tratar con él - Pero eso no significa que esa presencia dijera la verdad. Estamos cerca del final, y confiaré más en las palabras de Michelle que en las de esa otra persona, si es que se le puede llamar así. Aún así, gracias.

Después valora durante unos segundos si continuar hablando o no, para finalmente decidirse a preguntar, con gesto cansado.

- ¿Estaba Escoria con vosotros?

Los ojos de Yannick se pierden un momento en un punto más allá del negro, y en lugar de seguir esperando su respuesta, comienza a hablar.

- Veamos... - comienza - A pesar de que quería mantener esto en secreto, ya todos saben que estoy con vosotros. He dicho a todos que Helmuth es quien controla ese lugar ahora, por si alguien quisiera y pudiera terminar con él.

- Escoria ha pedido explicaciones, y tanto Verona como yo se las hemos dado... creo que se encuentra un poco perdida. Espero que, si es una asesina y llega viva a esta noche, ella misma termine con Helmuth.

- En ese lugar triste las cosas se han calmado. Estamos haciendo planes, y creo que caerán varios pronto. Salvo que algo vaya mal, serán los que tú esperas, Nybras.

- Oh, y finalmente Elizabeth no cedió a las advertencias, dijo que se arriesgaría a cualquier cosa que le pudieran hacer en lugar de hablarnos de sus capacidades.

- Y por primera vez en mucho tiempo, creo que Valfar empieza a estar de mejor humor. La diferencia no es mucha, la verdad... pero esto me huele a boda. ¿Tú que dices, Nyb?

Sencillamente bosteza disimuladamente y observa alrededor. Cambios y más cambios, en su cara el más puro hastío.

Gracias por la información, Eko. ¿Salvadores o traidores? Es una buena duda.

Reconoce realmente. Una ligera sonrisa confiada y ajustar su corbata de ese modo que tanto exasperaría a Valfar. Sabiendo que nada más de lo que dijese podría ser mínimamente útil y que tampoco sería interesante, se echa a un lado, dejando la partida de ajedrez, para sencillamente escuchar.

Al ver cómo Mark deja de lado el ajedrez, Yannick no puede evitar sorprenderse.

- Eh, Mark. - le saluda - Creo que no conoces a Trigo. - dice, haciendo un gesto hacia el ratón - No es una pantera o un oso, pero a mí me encanta así. Y se viene en el bolsillo cuando le da pereza caminar, mola un montón. - mientras tanto, el animal ha dejado de mirar a Nyx a los ojos para quedarse en el diván, cerca de ella, dejándose olfatear a su vez, aunque no sea necesario.

Después se dirige a Gael.

- No quiero presionar, ni nada de eso, pero... ¿el asunto de Kaldreade está en marcha? Estamos planeando cosillas ahí fuera sobre cómo acabar seguro con todos los traidores y sacaros de aquí a algunos de vosotros, y me vendría genial saberlo.

Nybras escucha con atención las novedades del exterior. La verdad es que odia estar aislada de repente, aunque en cierta forma sea un respiro, pero luchar durante días por algo y que al final, en el último momento suceda sin ella... Le resulta bastante frustrante.

Por su parte, Nyx ha decidido que ya no es necesario que se siga manteniendo estática y con un leve movimiento se tumba, apoyando la cabeza en las patas delanteras y soltando un suave resoplido.

Cuando Mark abandona definitivamente la partida, la joven le hace un gesto a Yannick para que haga desaparecer el tablero. Después se fija en Eko, tumbado en el suelo. - Podrías crearle una cama, o un colchón o algo... - Sugiere en tono tenue, intentando no frustrarse también por haber cedido así su lugar.

- Oh, espero que se mantengan juntos. Azhariel es el único que puede frenar esa lengua viperina. - Nybras intenta responder alegremente, pero lo cierto es que no se siente demasiado cómoda con su situación actual y finalmente, deja caer una mano del diván, para mezclar sus dedos despacio con el pelaje del cuello de Nyx.

Yannick asiente ante el gesto de Nybras, y con un gesto de su mano el tablero y las piezas desaparecen, dejando a la vista un símbolo en la mesa: ∞.

Después dirige su mirada a Eko, antes de volver a hablar para recordarle al negro. - En serio. Si quieres algo, pídelo. No me vengaré demasiado poniendo clavos dentro del colchón, lo prometo. 

Finalmente, se dirige a Nybras. El tono de sus palabras le preocupaba, pero tampoco sabía qué podía hacer al respecto.

- Bueno, nunca seré tan buen anfitrión como tú, y esto es algo temporal. Me cambiaré contigo si hace falta. - le dice - Oh, por cierto, no me acordaba. Tuve un problemilla con Verona por esas conversaciones que tuvimos, aunque ya está arreglado. Ella escuchaba todo lo que decíamos, Nyb.

Nybras asiente con la cabeza, haciendo una mueca. - Lo sospeché en muchas ocasiones. Por eso intenté ser bastante suave y dejar el tema cuanto antes... Siento que aún así te trajera problemas.

- Bah, no te preocupes. - dice Yannick con un gesto, quitándole importancia al asunto - Dicen que el sexo de reconciliación es el mejor de todos. - bromea - Aunque la verdad es que no hubo sexo. Pero oye, estuvimos a punto. - aclara, aunque entonces se detiene un instante - Si te soy sincero, con ese cambio nos estropeaste el momento. - añade al final, riendo - ¿Te imaginas que Helmuth apareciera en la misma situación y postura? Menos mal que hubo suerte.

De nuevo las nieblas parecían arremolinarse en un lugar lejano dejando tras su disolución a vuestra vista el nuevo cuerpo de Escoria. Volvía a abrazar la muerte, con gesto herido y sin dilación...

Bienvenida seas de nuevo... Escoria...

- Bueno... esta es la nueva situación. - comienza Yannick, sin poder contener una leve sonrisa - Elizabeth se ha negado a dar pruebas de su inocencia, diciendo que no servirían de nada. Y... aquí viene el plato fuerte: Valfar ha cogido el arma nueva que tiene, que es como una lanza y una espada a la vez, así como japonesa, - explica - y ha atravesado el pecho de Escoria en un momento.

Entonces, se gira hacia la recién llegada. - En un momento estoy contigo - para luego continuar hablando a todos - Las apuestas dicen que le ha dado en el corazón, pero nadie se ha puesto a abrirla para asegurarse. Valfar y Azhariel hablan de justicia refiriéndose a ti, Nybras, en plan épico. Parece que les has llegado al alma. Yo creo que serás su madrina de boda. Nyx puede llevar los anillos. Si queréis más detalles o tenéis dudas, sólo preguntad. - finaliza mientras se levanta para dirigirse a Escoria.

- Bienvenida, si hay algo que pueda hacer por ti... algo de comer, una televisión o una ducha, como Eko... adelante, sólo pídelo. - le dice mientras hace un gesto, señalando a todo el lugar. No ha cambiado prácticamente nada desde su marcha. El tablero de ajedrez ha desaparecido, dejando ver un símbolo tallado en la mesa: ∞. Por lo demás, todo sigue igual. Yannick se sienta de nuevo entonces, aún pendiente de una respuesta pendiente por parte de Eko, y mira a Nybras antes de terminar.

- Nyb, nada de eso habría sido posible sin ti. Yo sólo soy un soldado, pero tú has comandado esta guerra. Y creo que pronto volverás al frente, así que si necesitas cualquier cosa... ya sabes. - finaliza, guiñándole un ojo, contento.

Nybras no puede ocultar su sonrisa de satisfacción al ver aparecer a Escoria en el lugar. Aunque ella no hubiese podido hacerlo, alguien había vengado su muerte. Nyx, sin moverse de su posición empieza a ronronear de pura satisfacción al ver a la niña de las sanguijuelas.

- Dale las gracias a los chicos de mi parte. Diles que los echo de menos y que espero que hayan esparcido toda su sangre putrefacta por el suelo. Y que no se la beban, no se vayan a envenenar.

Después se queda pensativa durante un instante y sonríe a Yannick mientras se recuesta lánguidamente sobre el reposabrazos. - No te preocupes tanto por mí. Estaré bien. - Entonces una sonrisa de medio lado empieza a dibujarse en sus labios. - Aunque te agradecería un poco de champán... - Finaliza guiñándole un ojo al joven. Estaba bien eso de tener servicio de habitaciones continuo. 

Yannick sonríe ampliamente al ver la satisfacción de su amiga.

- Tú claro que estarás bien, voy a estar aquí y esto va a ser para ti como un puñetero hotel de lujo, pero eso no se acaba ahí. Tú me hiciste volver. Yo te devolveré el favor como sea. Pero antes... - entonces hace un nuevo gesto con su mano y una botella de champán aparece a unos centímetros del diván, en el lado de Yannick, metida en una soporte metálico lleno de hielo. Sobre la mesa, dos copas de cristal fino. Yannick cambia su postura entonces, para servir el líquido en las dos copas. Luego le tiende una a Nybras, y él toma la otra. Hace un gesto hacia los traidores que los acompañan, pero en especial hacia Escoria. - Creo que tenemos algo por lo que brindar. - le dice con una sonrisa.

Nybras sonríe al ver el champán, pero arruga la nariz al ver que sólo hay dos copas. - Quizá el resto quiera brindar también. - Sugiere mientras coge una de las copas. Después hace un gesto hacia Yannick y bebe un trago largo antes de ponerse seria de nuevo y preguntarle al joven. - ¿Cómo va todo por allí? ¿Crees que todo saldrá bien esta noche?

Yannick suspira cuando Nybras habla de los deseos de los demás, y hace un nuevo gesto, haciendo que las brumas se arremolinen sobre la mesa donde antes estaba el ajedrez. Cuando un instante después se dispersan, siete copas más han tomado forma.

Después se dirige primero a Nybras y luego a todos haciendo un gesto con la copa, antes de dar un pequeño sorbo. Tras esto lo deja en la mesa, pensando si será demasiado feo crearse para él una buena jarra de cerveza.

- Las cosas van bastante bien. - responde - Aunque ahora Nekhbet dice que se fía de Elizabeth, y puede que ella sobreviva a esta noche. Según el plan trazado, le tocaba matarla a alguien que ahora prefiere ir a por Helmuth. Sé que sabes quien me refiero. - explica - Lo entiendo, la verdad, pero me da un poco de rabia que Gael se quede aquí y sin embargo esa chica sobreviva.

Entonces se pone más serio, y la mira profundamente, dispuesto a hablar un tema más personal.

- Sé que es una mierda hablar con tantos aquí, pero tengo que preguntarte... ¿cómo lo lleváis Nyx y tú?

Nybras asiente a las palabras de Yannick. Lo cierto es que Helmuth le parece una buena opción dadas las últimas circunstancias.

Después suspira antes de responder a la última pregunta, mirando al joven a los ojos y encogiéndose de hombros. - Pues bastante mal. Es un poco jodido pensar que nos vamos a quedar toda la eternidad aquí rodeadas de traidores mientras la gente por la que llevo días luchando, a veces incluso a pesar de ellos mismos, se va de rositas. A mí el maldito sello ese, y la humanidad y todos esos rollos me la sudaban, ¿sabes? Yo sólo quería que las dos pudiéramos salir de aquí vivas. - Hace una mueca, torciendo la boca y deteniendo la mano con la que acariciaba a la pantera, que alza la mirada para posarla sobre Yannick. - Es difícil hacerme a la idea de ser una mártir por la causa. Lo intento, pero es difícil, yo nunca he sido así de generosa, ni así de altruista.