Partida Rol por web

Suzue Yamashita + Mizuki Fujimori

Lentamente las alumnas fueron llegando a sus respectivas habitaciones después de que la fiesta decayera un poco, algunas habían logrado volver a sus cuartos por su propio pie, mientras que otras simplemente fueron arrastradas por sus compañeras de clase después de aquella fiesta; por lo que todas y cada una de ellas, más o menos podían tumbarse en sus camas a dormir la mona, mañana iba a ser un día de limpieza del desastre de ayer...

Después de aquellas votaciones las alumnas que no habían sido elegidas regresaron sin problemas o inconvenientes a sus respectivas habitaciones. Algunas estaban solas mientras que otras podían matar el tiempo y los nervios que sentían teniendo una charla antes de acostarse con su compañera de habitación, quién sabe... quizás fuera la última...

Cuando llegué a la habitación me puse inmediatamente el pijama y me metí dentro de las mantas mientras cogía mi diario de mi escondite secreto. En silencio, me tomé mi tiempo para escribir unas cuantas líneas y a pegar un par de pegatinas cuqis. Una vez terminado, apagué la luz de noche, pero enseguida la volví a encender. Después de lo que había pasado, me daba miedo quedarme a oscuras.

Me senté en mi cama y miré a mi compañera de habitación.

- Mizu-tan, ¿sigues despierta?

Mizuki aparto la manta de su cabeza y miro en dirección a su compañera de habitación. 

-Estoy despierta - contestó, no parecía ni siquiera un poco somnolienta, aunque era comprensible que dados los sucesos del día no pudiese dormir tampoco - ¿tampoco puedes dormir? - preguntó, con una voz un poco comprensiva. deslizo su telefono celular, mismo que debía haber estado mirando antes, sobre la mesa de noche. 

Negué con la cabeza - tengo miedo de lo que pueda pasar o lo que vayamos a encontrar mañana, la asesina aún sigue suelta. Prefiero quedarme despierta hablando - saqué un pequeño paquete de cookies, tomé uno y le ofrecí a Mizuki - espero que no seas tu, aunque conociéndote dudo que lo seas - bromeé para aligerar la tensión.

Mizuki tomo uno de los cookie ofrecidos con una sonrisa.

-Gracias - mordió el cookie y segundos más tarde habló de forma pensativa - te prometo que no soy yo, en cuanto a lo de mañana, tomemos ese bus cuando este listo - suspiro, con el ceño un poco fruncido a causa de la preocupación - con suerte, mañana no ocurrirá nada. 

-Sin embargo deberías pensar en dormir un poco, o mañana estarás demasiado cansada - dijo amablemente. a pesar de sí misma. 

- Yo tampoco lo soy, si lo fuera no habría llamado tanto la atención. Espero que tengas razón y mañana podamos coger el autobús para salir del pueblo, cuanto antes salgamos de aquí y hablemos con la policía mejor - me levanté y aparté las cortinas para mirar por la ventana hacia la calle. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al pensar en lo que pudiera pasar, pero rápidamente me metí otra vez bajo las sábanas. Me comí de un bocado el cookie y me tapé bien con las mantas - sí, descansemos, tengo la sensación de que mañana será un día muy largo. Pero dejaré la luz encendida, ¿vale?

-vale - asintió, sin querer aclarar que lo de tomar un bus había sido un modismo, quien sabe, tal vez tendrían suerte - tambien prefiero la luz encendida. buenas noches. 

Era el momento de descansar, la muchacha no sabía cuando pero finalmente había quedado dormida en su cama, ya mañana iba a ser otro día, uno más tranquilo, o eso esperaba, uno en donde podía demostrar su verdadera valía y como podía solucionar todos los problemas que el día anterior habían dejado pendientes en el tintero.

Era el momento de descansar, la muchacha no sabía cuando pero finalmente había quedado dormida en su cama, ya mañana iba a ser otro día, uno más tranquilo, o eso esperaba, uno en donde podía demostrar su verdadera valía y como podía solucionar todos los problemas que el día anterior habían dejado pendientes en el tintero.

En mitad de la noche un enorme grito proveniente de una de las habitaciones despertó a aquella muchacha que tanto ansiaba -y merecía- un sueño reparador. Despejando por completo el cansancio que sentía a la par que recuperaba sus energías a medida que su corazón comenzaba a latir apresuradamente, esta salió corriendo hacia el grito... en contra de la acción lógica de auto-preservación.

En mitad de la noche un enorme grito proveniente de una de las habitaciones despertó a aquella muchacha que tanto ansiaba -y merecía- un sueño reparador. Despejando por completo el cansancio que sentía a la par que recuperaba sus energías a medida que su corazón comenzaba a latir apresuradamente, esta salió corriendo hacia el grito... en contra de la acción lógica de auto-preservación.

Mizuki Fujimori

Lentamente las alumnas fueron llegando a sus respectivas habitaciones después de que la votación hubo concluido y aunque todas ellas estaban expectantes y nerviosas por lo que acababa de ocurrir, el cansancio generalizado era algo bastante prominente en aquellos cuerpos jóvenes que ni la ducha logró despejar.

Era el momento de descansar, la muchacha no sabía cuando pero finalmente había quedado dormida en su cama, ya mañana iba a ser otro día, uno más tranquilo, o eso esperaba, uno en donde podía demostrar su verdadera valía y como podía solucionar todos los problemas que el día anterior habían dejado pendientes en el tintero.

Aquella noche no había sido la mejor para Mizuki Fujimori, demasiadas compañeras muertas como para tener un buen día, y más aún cuando aún faltaban unas cuantas horas para el amanecer; por lo que tumbándose en su cama esperando sin poder dormir esta escuchó como la puerta de su habitación se abría y guardó silencio. Una figura lentamente se acercó al lado de la cama de donde esta se encontraba y alzando un objeto sobre ella, esta trató de clavárselo a la muchacha que apenas tuvo el instinto de agarrarlo, cortándose las palmas de las manos en el proceso. Tras unos segundos de forcejeo, Mizuki pegó una fuerte patada que alejó a la asesina de ella, pero para cuando esta se quitó las mantas de encima no había nadie...