Partida Rol por web

- Mhm... - Valeria asintió algo ausente. Parecía que tenía algo en mente pero que no iba a comentar todavía. Dos noches seguidas en las que eran ellos las víctimas cuando debían ser los verdugos... ¿Qué repámpanos? Estaba claro que alguien estaba usando alguna clase de poder que les estaba complicando las cosas, y Valeria se estrujaba el cerebro para saber qué podía ser...

Miro al resto y digo.- ¿Alguno ha encontrado algo...? creo que lo que se ha podido encontrar pertenecería a Malcom... Sería bueno recuperarlo.

Aslan consigue entrar en el dormitorio de Tim y petrificarle sin que se despierte.

- De momento la cosa va bien... - comentó Valeria - Se están peleando mucho entre ellos. Parece que por algún motivo los Griffyndor te han echado el ojo, Aslan. Debems tener cuidado con eso...

La chica tamborileaba con los dedos en el alfeizar de una de las ventanas mientras hablaba, mirando al exterior mientras pensaba cual podía ser su próximo moviiento.

Asiento, con consternación, a las palabras de Valeria.

- Debemos dar por sentado que he de ser el siguiente, compañeros. A pesar de nuestro éxito de anoche, para mayor gloria de El Que No Debe Ser Nombrado, aún estamos en una situación más que precaria. Debemos elegir con cuidado nuestro próximo objetivo y no fallar.

- Creo que deberíamos ir a por Lavina esta noche. Está empezando a hacer conjeturas medianamente sensatas y lleva mucha voz cantante. Además es la segunda vez que reconoce que hace las guardias ella. Si la quitamos del juego podremos obrar co n más tranquilidad. - Dijo Valeria mientras meditaba. Su rostro y su voz camiaban mucho en la torre, no hablaba entre murmullos si no con una voz seca y desapasionada.

- Por otro lado, de quien quiera que fuera la idea de petrificarme a mi la primera noche, nos está beneficiando, aunque me sigue molestando esa actuación unilateral. Adien, supongo que aún no sabrás nada de lo que ocurrió entonces, ¿no?

Perfecto, Valeria... estaba dudoso y no sabía que dirección tomar esta vez. Y sobre lo de aquella primera noche, sé lo mismo que tú... propusimos que el caído fuera yo, y a la mañana todo cambio...

Vigilaré de nuevo yo... Y creo que debería Aslan atacar... te tienen el ojo echado, y hay que últimar fichas, no podemos dejarles las pistas demasiado claras...

Y Aslan no te des aún por perdido, nada se sabe... quizás sea la hora de usar tu Imperius y obligar a alguien a votar a Gala por su mentira... ¿no crees?.

- Quizá tengas razón, Adrien. Había pensado en Maren. Todos parecen confiar bastante en ella. Si actuara de forma sospechosa, eso les daría en qué pensar... les obligaría a replantearse todo. Tú y Valeria estáis fuera de toda sospecha, esa es nuestra gran baza.

Nada de lo que voy a decir sobre el primer día, es verdad... pero creo que ayudará a dar defensa a Valeria, y a explicar porque supuéstamente ya no tengo don...

Espero que funcione....

Tranquila Valeria, creo que de los tres, eres la que mejor y más lejos vas a llegar... yo tengo demasiado perfil alto, como para que me pasen por alto.

- Lo que has dicho no termina de dejarme en muy buen lugar, Adrien. Muchos podrían pensar que yo intenté petrificarte y me rebotó en las narices, lo cual de hecho podía haber pasado si lo que dices del Repello es verdad. ¿Lo es? Por cierto, Austin creo que está pidiendo a gritos una terapia de petrificación pronto...

- Silencio, chicos, ya no estamos solos. Hay alguien al pie de la escalera.

Tom Riddle sonríe complacido.

- Sube. Vamos, no tengas miedo. Sé bien a lo que vienes.

Aquella noche Dmitri decidió salir de la sala común a buscar a los ayudantes del fantasma. Pensando y pensando, llegó a la idea de que la torre de astronomía, el lugar donde el antiguo director Dumbledure fue asesinado, sería una locación probable para las reuniones de los malvados.

Sentía nerviosismo en cada paso que daba, su corazón latía con fuerza, y la mano con la que sostenía la varita temblaba. Ya casí en el salón de la torre, al píe de la escalera, escuchó la voz de aquel fantasma que tanta admiración había despertado en él. ¡Al fin los había encontrado!

Entró despacio, mirando con atención... 

- No puedo crreer que de verdad los haya encontrrado... - Una sonrisa se dibujo en su rostro.- Estoy aquí parra ayudarles.

La falta de respuesta comenzaba a ponerle nervioso, así que decidió actuar en consecuencia.

- Bien, entiendo que no revelen por miedo a que los trraicione... y ahorra que los encontrré tengo miedo de que ustedes vayan a atacarrme, así que les prropongo algo.

Extendió su brazo derecho hacía ellos.

- Hagamos un Jurramento Inquebrrantable. Yo les ayudarre en todo lo que pueda, a cambio de su prrotección. No los delatarré en ningún caso, ni ustedes pueden hacerlo conmigo. De esta forma, aquel que incumpla el contrrato morrirrá. Y bien, ¿qué me dicen ahorra?

Valeria salió de entre las sombras al poco de escuchar a Dmitri hablar, alzando la ceja. Estaba extrañada de que el chico ruso hubiera acudido a este lugar, pero de ser así claramente solo podía ser porque su Señor le había elegido también para ser parte de su armada personal.

- Así que Dmtri ¿eh? - comentó la chica en un tono muy distinto a sus habituales susurros en el Gran Comedor. Parecía una persona completamete distinta de hecho, caminaba con confianza alrededor del nuevo acariciando su espalda con la punta de su varita - Me pregunto por qué el Señor Oscuro te ha elegido, o si has sido tú el que se ha ofrecido pero... toda ayuda nos viene bien después de lo de Malcom. Me uno al Juramento. Si nos traicionas en cualquier caso seré yo misma la que se encargue de darte lo que te mereces... jiji...