Partida Rol por web

El complejo hotelero de Maligno & Co. es el sueño vacacional de todos los que saben apreciar el verdadero Arte. Entre su clientela exclusiva se encuentran compatriotas, hermanos. De una forma íntima y secreta, a todos ellos los sientes como... tu manada.

Es el lugar en el que realmente te apetece estar, después de los grandes logros de batallas pasadas.

¿Qué más podrías desear?

La naturaleza pintoresca de los ilustres invitados y su caótico anfitrión hacen que cada día se convierta en una nueva y agradable sorpresa.

Muchos acuden aquí para disfrutar de sus botines. A otros les mueve el interés por conocer las técnicas de otros asesinos más experimentados que ellos mismos. Una buena parte simplemente quiere descansar en un lugar en el que saben a ciencia cierta que no serán traicionados "jamás".

Aquí podrás encontrar, entre otros pequeños placeres...

Sauna

Bufet libre permanente con fuente de chocolate incluida

Piscina de bolas con portales dimensionales y tesoros ocultos.

Biblioteca creada a partir de los olvidos y donaciones de pasados invitados.

Un amplísimo jardín con laberinto y rincones de disfrute, iluminado por las noches por la luz sobrenatural de hadas encerradas en jaulas de hierro frío.

Tras la puerta roja puedes encontrar placeres para adultos y osados. (Burbujas de plástico, por supuesto)

Y otras tantas, no tan famosas, pero igualmente interesantes que los invitados podrán ir descubriendo en días posteriores.

Y por último, pero no por ello menos importante, la libertad completa y absoluta de destruir o despedazar a los sirvientes del hotel, muñecos de madera animados con magia. Siempre hay más, aunque nadie sabe de dónde salen.

¿Qué villano no desearía estar en un lugar como este?

- ¡Por las caras sin nariz como la de mi señor tenebroso! ¡Qué lugar! Lo primero es acomodarme lejos de la luz del sol... y una bebida, por favor. 

- Bien, por fin aquí.

Me pido cerca del bar...

-¡Y para mí un refresco! - Se apresura la sonriente niña junto a Bellatrix.
 

Los sirvientes silenciosos que atienden en el bar sirven diligentemente a cada invitado que llega. Su despensa parece no tener límites.

- Como debe de ser - Sonríe el acompañante de Raksha, poniéndose a su altura.

Entro caminando en el lugar en completa quietud, con gran curiosidad por cada detalle que parece ofrecer el complejo ante nosotros. Mi ropa baila a cada paso y llevo el rostro medio cubierto por la capucha de la capa... lleva tanto tiempo conmigo que prácticamente es parte de mí.

Los primeros, los que se me han adelantado, rompen el silencio, y la verdad es que la vitalidad que encuentro me hace sonreír con cierta añoranza.

¿Una puerta roja? ¿En serio...? Y eso que escucho... ¿Son burbujas?

Mis pupilas se dilatan suavemente al ver la fuente de chocolate. Me acerco despacio, casi traviesa, introduzco el dedo para bañarlo de chocolate y llevarlo a la boca.

Mmmmm...

Con un mapa básico del lugar en las manos y mi encantadora mascota caminando conmigo avanzo mirando de un lado a otro, desde luego hay que tomar decisiones rápidas, no quiero ser la última en lugar a ningún lugar, suspirando cierro el mapa y miro alrededor.

Una vez tomada la decisión solo queda llegar allá.

-el jardin parece ser un lugar encantador, tiene hadas enjauladas -comentó al aire con una sonrisa esperanzada, si la gata se distrae con eso.... sin sin duda podría estar divertida ante la idea de ver a seres alados enjaulados, tomando a Catrina en mis brazos con movimientos rápidos comienzo a caminar hacía el lugar... - quizá podamos pedir un buen vino para tomar allí, si pedimos carne será vino tinto desde luego si... am... una botella de vino y la especialidad del chef, estará bien -decide al final una vez esta acomodada en el jardín y ha ordenado lo que quiere.

Aquel lugar se llenaba como una fiesta llena de chiquillos... me deslicé poco a poco entre los demás. Mi mirada serena respiraba el aroma a sal que viento nos traía y me recordaba sin querer que estaba en un falso hogar.

Recogí una copa llena de ron miel, dos terrones de hielo y una rodaja de limón... Dejé que el trabado licor jugara con el cristal, antes de oler el aroma de aquel limón que sin quererlo me obligaba a beber un sorbo o dos...

Poco a poco voy hacía la pérgola del jardín, me siento y subo las piernas en el asiento, tendidas cruzadas, mientras me relajo mirando a los demás.

Miro como Lianne llega hasta allí con su felina, y la saludo alzando la copa, pero en silencio. Nunca se debía manchar aquel vacío cuando no se podía mejorar.

Miré encandilado las hadas enjauladas, y dije encontrando con que mejorar la situación.- El que hiciera este lugar, debió de pensar una manera de que esas preciosas danzaran por el lugar, sin necesidades de cárceles ni jaulas que añadieran tristeza a un sitio tan singular...

​Después luego de nuevo el silencio, aderezado con otro trago de licor.

La sutil gata, con su paso elegante y altivo, caminaba junto a su dueñ... acompañante, cuando escucha la sugerencia del parque. - ¿Crees que tienes el calzado apropiado? - Aunque cuando escucha lo de las hadas enjauladas, mueve el rabo, intrigada, y mira de reojo en aquella dirección, dejándose llevar finalmente por Lianne.
 

- Quien sabe, hermano - Tan silenciosa como él en su llegada, allí estaba también Samara, agitando su propia copa - ¿Y si no están ahí para castigarlas, sino para protegerlas de nosotros? - Su expresión oculta en penumbra deja entrever el asomo de una sonrisa.

-Si Catrina, llevo calzado adecuado -contestó mirando al cielo como si preguntara "Que hice señor para pasar por esto" aunque claro, luego me acuerdo de que hice... de todas formas si las bailarinas no son adecuadas, no se que lo sean... con todo mejor llevarla en brazos que permitir que insista en devolvernos a la habitación para cambiarme los zapatos.

Llegando al jardín veo que no soy la única que ha elegido el lugar, Edward Pick también lo ha elegido, le sonrió suavemente aun con mi bella acompañante en brazos, y me acomodo cerca mirando a las bonitas criaturas aladas y dejando libre al fin a mi "mascota"

-No intentes comerte ninguna -advierto con tono de broma suavemente, completamente segura de que en su bella elegancia Catrina no comería en presencia de otros.

Entonces Pick habla y me vuelvo intrigada, elevando una ceja antes de ver que una recien llegada aparece y comentar con suavidad.

-Es verdad...Habría sido bonito, sin duda, pero tomando en cuenta quienes somos tal vez sea mejor así, alguien podría querer... investigarlas -comento con tono ligeramente turbado, ante la idea de que un invitado quisiera tomar un hada y en la soledad de su habitación... ugh... recibiendo una copa de vino tinto de mano a uno de los maniquíes aspire el aroma del vino, tenían una buena cava, definitivamente.

-He oído que hacen sus nidos con cabellos humanos, ellas podrían también lanzarse sobre algún invitado... -comento sin venir a cuento.

-¡Eh Ronhen, mira esto!-Dije, dándole una patada en el trasero al maniquí más cercano, el cual se desplomó para luego levantarse como si nada a seguir su trabajo.

-¡Apuesto a que les podríamos usar para tiro al blanco y ni se quejarían!- Dejando caer el comentario mientras, a modo de parodia, hacia que tensaba y disparaba un arco invisible en su dirección.

Ignorando al resto, al menos por ahora, me acerco a la barra. Dejando mi pesado escudo en el suelo, me siento y me dirigo a los muñecos 

-Una jarra del alcohol mas fuerte que tenga. Vos queres algo?.- digo dirigiendome a mi acompañante. Lacayo o no, hace bien su trabajo y merece que lo trate bien.

- ¿Y a qué esperamos? - Ríe el compañero de Raksha, ante su ocurrencia - ¿Cuanto peso serán capaces de soportar antes de desmoronarse?

El lacayo de Atmugk se acerca con pasos desapasionados  hacia la barra, donde a su compañero ya le han servido algo de aspecto turbio difícil de identificar.

- No creo que tengan nada parecido a un buen hidromiel. - Sólo de nombrarlo, uno de los maniquíes sirve, y un poco de mala gana, le da un sorbo... y el druida enarca una ceja con la sorpresa. Inmediatamente se recompone - Está... pasable- Termina con tozudez.

Vlad entró caminando de manera pausada. El ruido de sus botas sobre el suelo de marmol marcaba el tiempo como si de un reloj de péndulo se tratara. 

Se acercó a uno de los maniquís... en primer lugar le pidió una bebida, en segundo lugar le hizo una caricia. Imaginó cosas, sin dejar volar volar demasiado sus pensamientos.

SIn mediar palabra con nadie se sentó en una butaca, cómoda y acolchada. Se puso a observar a la gente. 

Le pareció interesante el grupo de medievales,  Raksha, Ronhen, Atmugk y el Druida. Su bravuconería y falta de respeto incipioente en todo lo que hacían y en cómo se movían le recordó a él mismo antes de convertirse en el rey que era. Añoró aquellos felices tiempos en los que todo era follar, beber y matar.

Mantuvo su silencio cortés.

El pequeño Gabriel entró trotando en los jardines del complejo y cuando llegó al centro miró a su alrededor. 

- ¡¡WWWOOOOOOOOOOOWWW!! ¡Cómo mola! ¿Has visto Bruno? - 

El bicho comenzó a hacer sonidillos y el niño francés se puso a responderle.

- Ya, Bruno, ya lo sé. Hay pocas comadrejas que puedas cazar, pero no te preocupes. Sí, ese tipo de la capucha - Pick - es muy raro, pero que no te dé miedo. Bueno, esos - señalando a Raksha - parecen como sacados de otra época. ¿Y qué me dices del del bigote - Vlad Tepes -? JAJAJAJA, va Bruno, no seas tan malo. ¿Y esas dos? - Bellatrix y Delphini -, sí... a mi también me dan mal rollo. 

FInalmente, tras pedir cerveza de mantequilla (guiño guiño) se acercó a Lianne. 

- Hola somos Philippe y Bruno. Y creo que tú eres la única persona medio normal por aquí. Ehhh... recomiéndale a tu gata que no intente comerse a mi hurón. Es un consejo. MMM... ¿Qué tal? ¿Estudias o trabajas?

Todos fueron llegando a los jardines sin percatarse de que un servidor ya había improvisado una cama entre los arboles. Así está mejor!.. No entiendo como pueden dormir en esas celdas cerradas de camas blandas y olor a canela y cítricos.
Levanto la cabeza por detrás de los arbustos y veo los flirteos, los "meneitos" de copas y los aspavientos de mis colegas... Giro la cabeza, y ante mi una jaula con una de esas hadas dentro...¿Se podrá hacer un fuego con esto?

La Sota abandona su habitación-mazmorra sadomaso y baja por las escaleras siguiendo el ruido de voces y griterío alegre.

- Al parecer han debido de llegar más invitados. piensa mientras baja los escalones. 

Con sus ropas habituales y blandiendo su inmensa porra entre sus brazos llega al vestíbulo donde se arremolinan los nuevos huéspedes, allí observa muchas caras desconocidas y algunas famosas. Pese a lo variopinto de la presencia humana y no humana en la sala, la Sota concentra su atención en los distintos juegos y ambientes que se pueden disfrutar en el hotel.

- La'hostia! Si tienen piscina de bolas!! Sota, corre por la gran sala en dirección al parque infantil y al llegar al mismo se lanza en plancha a la inmensa piscina de bolas de colores. YUPIIIIIII!!!!!!!