Partida Rol por web

Notas como un espíritu se apodera de ti, y de pronto la realidad se desdobla. Por un lado, sigues siendo Shyvana, estás viva e interactúas con el resto de campeones. Pero a su vez, ves al que ha sido tu rey, Jarvan IV, en un espacio totalmente aislado de la realidad.

Le mira con una sonrisa. 

-No se si esto va a ser bueno o no, puesto que fuiste una de las que me votaron. Pero, aún con eso, sigues siendo una de las pocas personas en las que confio, aunque ya este muerto y no sirva de mucho ahora mismo...

 Sacudió la cabeza antes de darse cuenta de donde y con quien estaba. Sin poder mantener la sonrisa del demaciano, Shyvana miró hacia abajo con una pizca de arrepentimiento en sus ojos.

 - ¿Vienes a ayudarme de nuevo, entonces? - Preguntó directa, volviendo a mirarlo. - Se que Avarosa, Serylda y Lissandra han contactado con cada uno de nosotros y nos han ofrecido ayuda. Deberías haber tenido en tu poder algo de esa ayuda que ofrecerme, si confías en mi... Pero que hayan matado a Sivir esta noche, tras liderar tu ataque, sólo me causa más dudas, Jarvan... - Su tono es duro y seco, pero por el vacío de sus ojos, bajo el ceño fruncido parece que esté haciendo de tripas corazón.

-Quien mató a Sivir ha sido Xin Zhao, el mismo lo ha dicho. Aunque no niego que me ha resultado gratificante verla esta mañana muerta, pues por su culpa yo también lo estoy. -niega con la mano.- Pero eso no es lo que quiero saber. No confio en nadie en el "otro lado", y te voy a confiar algo. Algo que he descubierto, pues yo también tengo un poder, y aunque no sirva de mucho, quiero explicarselo a alguien. No se cual de las 3 te ha visitado a ti. Pero solo te voy a decir una cosa, se la habilidad de una persona, y te la voy a decir. Ahora, tu luego haz lo que quieras, o protegerle, o venderle. Entonces sabré si estamos en el mismo bando o no.

Le mira sin apartar la mirada.

 Shyvana miró a Jarvan, confusa por lo primero que dijo.

 - ¿Que Xin ha matado a Sivir? ¿Entonces es un traidor? - Preguntó incrédula, abriendo los ojos. - ¿Porqué la apoyaría entonces a la hora de acusarte? - Negó con la cabeza, mirando hacia abajo. - No lo entiendo... - Se quedó pensando unos instantes, y luego levantó la vista para mirarlo de nuevo directamente, hambrienta de respuestas. 

 - Dime, ¿Qué es eso que sabes?

-Por lo visto iba totalmente por libre. La primera noche intentó matar a Katarina. Decía que mataba a quien pensaba que era traidor. Así que... -se encoge de hombros.- La cosa es que, estuviera al lado de Lissandra o no, ha ayudado a los asesinos, puesto que Sivir era capaz de crear un vinculo entre el mundo de los muertos y el de los vivos. Por lo que, dio en el blanco, igual que los asesinos el primer día, pero no pudieron matarla. -la mira en silencio unos segundos observando su reacción.- Lo que he descubierto... Bueno... digamos que el poder que se me concedió era el de poder ver que poderes tenían otros. Pero no soy el único, hay otro que también puede ver que poderes tienen los demás. -la mira sin parpadear.- Eso, si lo descubren los asesinos, puede ser muy peligroso. O al revés, muy beneficioso si lo saben, pues sería el siguiente en morir.

 Shyvana no podía creer lo que estaba oyendo. - ¿Que está matando a gente al azar, por simple intuición? - Apretó los puños. - Menudo inconsciente... - Dijo llevándose una mano a la frente para frotarla con preocupación, pero volvió a mirar a Jarvan para prestar atención a lo que había descubierto, tratando de guardar la calma. 

  - Y, dime. - Continuó, tras un suspiro. - ¿Quien es esa otra persona? - Preguntó curiosa, y casi con ansia, empezando a impacientarse tras tantos rodeos.

 - Pero, un momento... - Repara en algo - Han pasado tres noches, ¿Sólo has podido averiguar el poder de uno de ellos? - Lo mira entrecerrando los ojos con sospecha, tratando de escrutar la verdad en su respuesta.

-La primera noche, no se porque, mi poder no fue efectivo, intenté averiguar tu poder, pero me fue imposible. La segunda noche descubrí el que te diré, y la tercera noche, por si no lo recuerdas, ya estaba muerto. Muerto me es imposible usarlo.

 Shyvana tragó saliva, avergonzada. ¿Cómo se le había podido pasar algo así? Parecía bastante perdida, pero aun así... 

 - ¿Intentaste averiguar mi poder? - Alza una ceja, sorprendida. - Me cuesta creer que no lo hayas averiguado, y el venir a mi haya sido simple casualidad... O que no sepas que me han atacado esta noche - Lo mira con recelo, pero luego se relaja. - Pero discúlpame, y, dime, ¿A quien descubriste? ¿Sabes si es culpable? Y... ¿Lo eras tú? -  Pregunta con seriedad y los ojos brillantes.

Frunce ligeramente el ceño.- ¿Te han atacado esta noche? No es casualidad, es obvio que siempre he confiado en ti, ¿por que no voy a hacerlo ahora? Aunque, ahora mismo no se si estamos en el mismo bando, eso aun no lo se. -se queda mirandola en silencio y asiente finalmente.- El poder que he descubierto es el de Draven. Por lo visto Avarosa le ha otorgado el poder de la videncia, y puede descubrir las habilidades de los demás

 Shyvana escuchó a Jarvan con interés. Era bueno saber quien eran los aliados, si es que lo que le decía era cierto, porque aun albergaba dudas.

 - Si lo que dices es cierto, Draven y yo estamos en el mismo bando, en ningún momento he mentido cuando digo que pretendo acabar con los seguidores de Lissandra, a cualquier coste... - Lo mira, como la prueba viva de lo que acaba de decir. O no tan viva, precisamente - Pero... - Vuelve a vacilar. - Si ha sido Avarosa la que ha otorgado ese poder a Draven, ¿Quien te lo ha otorgado a ti? - Pregunta suspicaz. No es que no pudiera confiar en él, es que, después de lo que había hecho, no quería. Teniéndolo delante, necesitaba encontrar una justificación para haberlo acusado.

Levanta las manos.

-Entonces, parece que estamos en bandos contrarios -sonríe con una ligera tristeza en ella. Cierra los ojos durante unos segundos- Ahora que lo sabes, agradecería que no lo dijeras, no tengo ganas de escuchar en la no vida por toda la eternidad a Sivir. -Mira el suelo y baja los hombros con tranquilidad, como si se hubiera quitado de encima un gran peso.- Eres libre de proteger a Draven, pero como te digo, decirlo a los cuatro vientos puede ser peligroso para él, y para el resto de vosotros. -Levanta la cabeza como recordando algo y la mira.- Por cierto, la muy zorra de LeBlanc, no se que intenciones tiene, ni quien le ha otorgado su poder. Pero antes de morir, me metió en una especie de vacío donde estábamos solos los dos. No se con que intención, pero ella me dijo que no había sido la que nos metió ahí, pero viendo que yo estoy muerto y ella no, estoy más que seguro que era otra de sus artimañas. 

 - Hm... - Suspiró exhausta y cabizbaja, cerrando los puños. - Gracias. - Dijo firme y sincera - No diré nada, ya... Ya no hace falta - Los relajó. Durante un momento dudó de si abrazarle, darle la mano. Ella había acabado con él, e incluso habiendo sido su enemigo, la estaba ayudando, ¿O estaba protegiendo a Draven, si fuera un hombre lobo? De una u otra forma, su confesión ya era algo digno de admirar, una vez más, incluso después de la muerte. 

 Pero no fue capaz de tomar una decisión cuando Jarvan le habló del vacío. - ¿Qué? - Preguntó, alerta. - ¿Qué pasó allí? ¿Qué sacaste de LeBlanc? - Volvió a preguntar, aunque cuanto más sabía, nuevas cuestiones volvían a surgir, incluso volviendo a dudar de si esa conversación era, como él decía, fruto de la confianza, o la casualidad. 

  - Supongo que es mucho pedir que me des los nombres de el resto de los seguidores de Lissandra, ¿No es así? - 

Niega con la cabeza.- No se nada de ella, simplemente se eso, que estábamos en un vacío y ya está. Solo hablamos de que ella no nos había llevado allí, pero es una bruja, es obvio que podría haberlo hecho, sin necesidad de ningún poder desconocido. Pero no dijo nada, y eso es lo que más me molesta. ¡Que no fui capaz de sacarle nada! -mira hacia un lado con impotencia. Si tuviera a LeBlanc delante le atravesaría el cuello con su lanza, ¿por que no lo hizo cuando la tenía delante en el vacío?

La mira arqueando una ceja tras su última pregunta.- Me creas o no, no se quienes eran los demás. ¿Crees que, de haberlo sabido, estaría hablando aquí contigo? -la mira frunciendo el ceño y con la mirada seria- No sabía a que bando pertenecías, por eso he contactado contigo, porque aunque ahora mismo no estemos en el mismo bando, para mi siempre has sido de mis mayores confidentes. Y si aunque sea poco lo que he descubierto, al menos querer ayudar a alguien. Quizás estos últimos días es a Lissandra a quien he seguido, pero soy Demaciano, o lo era -mira hacia un lado y esboza una ligera sonrisa.- pero si mi poder va a ayudar en que al menos tu te salves, me doy por satisfecho.

 La medio dragón también se crispa cuando el demaciano habla de LeBlanc, ¿Cómo podía haber caído también en su treta?. 

  - Jarvan - Lo miró seria - Yo estoy allí ahora. Estoy viva, con los demás, estoy... Donde quiera que sea aquí, contigo, y estoy allí, con Braum, y con LeBlanc. Ella está fingiendo que, como yo, acaba de aparecer. - Revela, molesta. - No sabía cómo tratar esa situación, pero ahora lo tengo aun menos claro, gracias a ti se que me está mintiendo, y no se qué pensar de Braum. Me niego a pensar que realmente cree que todo es tan bonito como lo pinta. Ni siquiera los justos demacianos somos tan ingenuos. - 

 Bajó la mirada, como recibiendo una lección de humildad más por parte de su amigo Jarvan, y volvió a mirarlo, seria. - Gracias, Jarvan - Se decidió a abrazarlo, o a intentarlo al menos. ¿Se podía abrazar a un espíritu? Como fuera, confiaba en que no le haría daño, o en que al menos, en ese estado, no podría. 

 Se separó de él y formuló una pregunta más, razonándola. - Anoche estuve pensando... Dándole vueltas a la responsabilidad que Avarosa me dio. La he seguido, sin dudarlo, y por lo que dijo, he entendido que Serylda reparte la misma carga, de detener a la hermana malvada, pero... ¿Qué os ha ofrecido Lissandra para convenceros de esto? Estaba convencida de que muchos no haríais algo así por voluntad propia, de que debía haberos corrompido de alguna forma...- 

-¿Qué tu que? -le mira arqueando una ceja- ¿Qué estás también en el vacío? Cuando yo fui allí solo estábamos ella y yo. -cuenta con los dedos- Yo entré el primer día con ella, puede que el segundo entrara Braum, y tu ahora con el 3ero. Seguro que al siguiente amanecer sois cuatro ahí metidos. Miente, ahora lo tengo más que seguro, no te creas nada de lo que dice, intenta averiguar todo lo que puedas sobre ella, y díselo a cualquiera de tu bando que quede vivo. Aunque Braum... No se que pintará allí, si LeBlanc le ha llevado también allí o es él el que os ha mandado.

Se sorprende cuando le abraza, no se lo esperaba, pero, aunque ahora eran de bandos distintos (y él estaba muerto), habían sido grandes amigos. Así que le devuelve el abrazo. -De nada. -Susurra y esboza una sonrisa.

Cunado se separan y la escucha, niega con la cabeza ante su pregunta.- Nada. A mi no me ha ofrecido nada. Cuando desperté esa noche, ya desperté con ese poder, ella ya me había tocado, me había elegido, sin preguntar, sin prometer nada. Solo quería venganza, y no podía oponerme.

 - Sí... He estado a punto de acusarla directamente de que se que me miente, pero si de verdad no sabes quienes son el resto de seguidores de Lissandra, no estoy segura de que me convenga enfadarla... Pero tampoco pienso dejar que juegue conmigo. Si estoy en su terreno, tengo que ir con cuidado. - Dice preocupada, sin tener muy claro cómo reaccionar con la hechicera.

 - Pero... Si no sabes quienes eran tus aliados, ¿Cómo decidíais a quien atacar cada noche? Si él era el responsable de uno de los ataques nocturnos, alguien debe haber tomado la justicia por su mano... - Reflexiona - El tercer ataque de esta noche, el que acabó con Xin... No se si lo sabe, pero él no presenta heridas, parece limpio, intacto, pero está muerto, su ataque debe haber sido obra de otra persona... - Cavila, inquieta.

-Mejor no la acuses tan descaradamente, no vaya a ser que nos encontremos en el otro lado... -niega de nuevo con al cabeza- Como bien he dicho, no soy un asesino. Yo no he decidido matar a nadie, es por ello que no se quienes son los asesinos de Lissandra. Mi único poder, como te digo, era igual al de Draven, el poder ver las habilidades de los demás.

 - Entonces, tengo más motivos para desconfiar de ella de los que creía... Me miente descaradamente, pero está en su terreno... No estaba segura de qué creer después de que también te votara, pero ahora tengo claro que no es de fiar... Braum parece estar confuso en el vacío, pero LeBlanc sigue sin soltar prenda... - Dice preocupada.

 - Por ahora estoy segura, aun - Mira hacia abajo. - Pero no durará mucho más tiempo... - Vuelve a mirarlo. - ¿Por qué estás tan furioso con LeBlanc? ¿Es por que colaborase en tu asesinato, o acaso ocurrió en el vacío algo que estés olvidando contarme? -