Partida Rol por web

Arriesgarse es como darse un baño, porque a veces terminas sintiéndote cómodo y cálido, y a veces hay algo terrible acechando que no puedes ver hasta que es demasiado tarde y no puedes hacer nada más que gritar y aferrarte a un patito de plástico...

En este caso Blutmond se arriesgo a recoger una lupa de debajo de su cama, herramienta usualmente relacionada con los héroes, policías, investigadores, detectives y espías... echando un vistazo más detallado en el mango pudo leer una inscripción hecha a permanente amarillo: "Propiedad de Mamoru Ai".

----------------------------------------------------------Día 1----------------------------------------------------------

Blutmond decidió visitar la habitación de "Jack The Ripper", así que no está por aquí...

----------------------------------------------------------Noche 2----------------------------------------------------------

Blutmond volvió a su habitación, estaba tal y como la recordaba...

----------------------------------------------------------Día 2----------------------------------------------------------

Ya estaba a punto de quedarse dormida cuando una voz imperiosa resonó por la habitación en la que se encontraba "Blutmond", tan solo le estaba haciendo una única pregunta a aquel pequeño villanesco hombre, pero esa pregunta rebotaba en las paredes, rebotaba dentro de su cabeza, y no paraba de rebotar, hasta que fuera respondida.

"¿Perteneces a alguna organización ajena a la Liga de Villanos?"

Era evidente que era el Quirk de alguien, pese a ello no veía a nadie, quizás viniera de las rejillas de la ventilación, esa voz potente que no paraba de pedirle lo mismo una y otra vez, quizás mentir sería lo fácil, pero no podía, no podía arriesgarse, ¿Y si lo sabía?. Esa voz insistía. Insistía. Insistía... ¿Qué sería lo que ella respondería?. Tenía libertad para hacerlo.

Blutmond no dio respuesta alguna... quizás fuera lo mejor. A veces las voces en la cabeza son pesadas pero no hay que hacerles caso, eso al menos es lo que dice mi psiquiatra... sea como sea, ya era hora de irse a dormir, así que por mucho que dijeran las voces, no iban a obtener respuesta de Blutmond.

Magellanic se dirigió hacia la habitación de Blutmond en donde la muchacha se encontraba... y nada más, pues eso mismo, se ha quedado una buena tarde y eso... como sea, es un post de transición así que no le hagáis mucho caso, es para que yo tenga en cuenta que he hecho mi trabajo y eso... y si tal a vosotros que ya os moví...

La chica pelirroja se encontraba sentada con las piernas cruzadas en el catre, con el cuaderno entre sus muslos y con gesto pensativo, revisando sus notas que hacía tiempo había dejado descuidadas, por desgracia. Sin embargo, cuando Magellanic llegó a su habitación, rápidamente cerró el cuaderno y lo apartó a un lado, fijándose en él con una sonrisa en el rostro.

— Bien, bien. Iré al grano, creo que no tenemos mucho tiempo para perder, ¿no es así? — Soltó una risita por lo bajo, jugueteando con la yema de los dedos con las sábanas, mientras miraba fijamente a Magellanic. — Me gustaría saber cuál es tu quirk, Magellanic, y confirmar si es el que creo que es. Con detalle. Por supuesto, no espero que lo hagas sin un intercambio de información equivalente, así que una vez escuche tu respuesta, si creo que no me engañas, te contaré el mío también, y lo que planeo hacer con él si es que salgo viva de esta noche. — La intensidad de aquella mirada era ardiente, sin dejar de observar al villano invitado. Por mucho que quisiera tratar todo esto como un juego, su supervivencia estaba en la cuerda floja, y ya iba siendo hora de encontrar respuestas, si podía.

— Espero que seas totalmente sincero. ¿Trato?

Magellanic llegó a la habitación, pero no avanzó mucho más allá de la puerta. Por supuesto, al no tener cara, no se podía saber si estaba contento, serio o hambriento. No se movía demasiado tampoco, por el dolor.

-Tengo que decir, ¡ya era hora de que nos viéramos! Me has visto haciendo todo el esfuerzo mental ahí fuera y al fin me has considerado digno de una entrevista, supongo. ¿Qué será?-

"Era" que cuál era su Quirk.

-Hm. Me esperaba más que preguntaras por mi carrera como genio supervillano, pero te diré lo que quieres.- Se apoyó con un brazo sobre la pared. ¡Maldita sea! Estaba quedando débil, en ese momento. Y en frente de la prensa, nada más ni nada menos.

-Usando mi Quirk durante el día, elijo a 3 personas. Si esas personas usan el suyo o hieren a alguien durante la noche siguiente, sufrirán heridas al amanecer.- Pausó un poco. Esa era una explicación bastante completa, ¿no? Aún así, Magellanic se imaginaba que Blutmond esperaba más. -El día 1 elegí a Kanshu, a B. Trask y a Le Mal. Los tres aparecieron malheridos el día 2, así que decidí confirmar con los que no habían sido encerrados. Si sufrían más heridas, debía ser porque habían herido a otra persona, según mi lógica. El día 2 elegí a Kanshu, a Le Mal y a Sister.-

Por algún motivo, hablar de él mismo no le estaba resultando tan excitante como otras veces.

-¡Déjame antes intentar deducir el tuyo! A ver... Has intentado reunirte en privado con mucha gente, así que... debe tener algo que ver con ello. Afecta a la gente con la que te reunes, ¿verdad?-

Blutmond se llevó el bolígrafo a la boca, mordisqueándolo levemente con sus incisivos mientras escuchaba la explicación de Magellanic. Sus ojos no se despegaban de aquella bola luminosa que tenía por cabeza, tratando de juzgar si su respuesta era sincera o no. Hacer un juicio de valor era complicado sin rasgos ni ticks en los que fijarse, pero así tendría que apañárselas.

— Entonces, indirectamente, eres el causante de muchas heridas en los demás villanos. Si es que dices la verdad, claro está...

Se levantó de un salto, haciendo caso omiso del dolor de sus articulaciones. Ese dolor no era más que el recuerdo del odio de algunos villanos, dulce odio que había podido recibir.

— No podrías estar más equivocado, Magellanic... El hecho de reunirme con otras personas no era sino un intento de pasar el tiempo más rápidamente acompañada. Mi quirk tiene más que ver con aquellos que intentan utilizar sus argucias contra mí. — Se relamió los labios, paseando lentamente por la habitación con pasos cortos, recorriendo la distancia entre Magellanic y ella poco a poco. — Recuerdas lo que le ha pasado a Le Mal y a Doktar, ¿cierto? Bueno... Podría decirse que, inicialmente, uno de esos dos debería de haber sido yo. Pero utilicé el poder que Uwaki trató de ejercer sobre mí, y por la naturaleza de su Quirk, resultó en que otro fue el elegido para ese amor tan destructivo. — Se detuvo a escasos centímetros del rostro de Magellanic. La luz iluminaba sus ojos del color de la sangre, que ardían con una pasión bien escondida.

— Ahora bien. Tengo otro poder actualmente, otro poder que usaron sobre mí, aunque desafortunadamente no lo podré utilizar, pues alguien se cercioró de dejarme en este estado. No me quejo, lo estoy disfrutando completamente. Pero es algo molesto, y sería realmente relevante de poder ser utilizado. — También sacó algo del bolsillo de su chaqueta. Podría tratarse de un dispositivo extremadamente intrincado, un mecanismo complejo y difícil de comprender, pero... No, era simplemente una lupa.

— También usé esto para investigar un poco, antes de que me dejaran como un trapo. Por eso sé que KiM es un villano, como dije días atrás. Aunque ahora está desaparecido, así que quizá esté muerto...

— En cualquier caso, creo que esto completa nuestro intercambio de información. Espero que realmente seas un villano, porque si no lo eres probablemente mañana esté muerta. — La sonrisa de Blutmond era radiante y aparentemente sincera. ¿Tendría algún miedo a la muerte?

-Puedes confiar en mí. Y si crees que tengo malas intenciones, siempre puedes compartir habitación con alguien. Será más seguro.-  Blutmond era mejor para conversar que Kagekami, desde luego. Bastante información había sacado, de ese encuentro.

-Entonces, has desviado el Quirk que "recibiste" en la noche 1. Me pregunto por qué Kusatta Uwaki no mencionó eso. A lo mejor él no elige conscientemente a quién afecta su Quirk.- Era bueno tener un línea temporal mental. ¿Quién había hecho qué, y cuándo? Pero era imposible, con tanta gente muerta y todos los demás pudiendo hacer tres cosas diferentes cada día. -Y has copiado el de la noche 2, para usarlo luego. Lo tendré en cuenta.-

-Pero hay una cosa que no me cuadra. Esa lupa.- La señaló. -La has usado una vez para confirmar la inocencia de KiM. Pero podías haberlo usado otra vez, ¿me equivoco? Has pasado dos noches y un día en perfectas condiciones.-

Pero Magellanic sabía que si quería información de Blutmond, tenía que dar algo a cambio.

-Le he dado una pistola a Kagekami.- Esperó un momento para la inevitable mirada de sorpresa y condescensión de Blutmond. -Lo sé, lo sé, es extremadamente arriesgado. Pero solo puede usarla contra alguien que no sea parte de la Liga de Villanos, o morirá él también. Y solo tiene una bala.-

— Wow... Lo de la pistola no lo esperaba. — La sorpresa en la cara de Blutmond era genuina, mirando con una nueva expresión a Magellanic. — A decir verdad, a pesar de no ser muy hablador parece tener cierto... raciocinio. Espero que le de buen uso al arma. 

— En cuanto a por qué no usé la lupa la primera noche, fue para no llamar la atención. Con todo el mundo en sus plenas facultades, quería exponerme lo menos posible, y además así aprovecharía para reducir la lista de candidatos a los que investigar. Lo que no esperaba, por supuesto, es esta fiesta de violencia y heridas que hemos sufrido todos. Ahora resulta que he podido aprovechar bien poco este artefacto.

-------------------------------------------------------Noche 4-------------------------------------------------------

-Oh, bueno. Se hace tarde. No te entretengo más, estoy seguro de que tienes cosas mejores que hacer. No me apuntes con tu habilidad secreta, si puedes evitarlo.-

¡Esa conversación había ido bien! Pero ahora Magellanic tenía que irse.

Magellanic salió de la habitación de Blutmond en dirección a la suya propia, quizás estuviera a punto de organizar un poco las cosas ahora que Kagekami, su antiguo compañero de habitación, le había dejado todo el cuarto libre para él, o quizás pensaría detenidamente acerca de esta conversación, sea como fuere... el ya se fue.