Partida Rol por web

El ataque continuado por parte de aquellos cuatro individuos (Aberash Mbaba, Madamme Maum, Klymene Morgenstern y Lenore Overheart) que decidieron hacer frente al Big Daddy, había sido devastador, aunque no letal, pues aquel monstruo metálico aún seguía en pie, dispuesto a dar guerra contra aquellos que osaron atacarle y molestar a su pequeña Little Sister.

Por lo que, sin esperar ni un solo instante, esta gigantesca criatura se dispuso a atacar a...

Evidentemente el monstruo debería atacar a uno de esos cuatro que no lograron acabar con él antes de que le dieran la oportunidad para atacar. Así que, entre las opciones que había; (Aberash Mbaba, Madamme Maum, Klymene Morgenstern y Lenore Overheart... este atacó a Aberash Mbaba.

El ataque con el taladro fue tan poderoso que de un solo golpe atravesó las entrañas de la pobre Aberash Mbaba, la cual no parecía tener demasiada suerte con eso de seguir con vida durante mucho tiempo seguido.

El jodido robot había triturado a la única inocente demostrada clara de todo el condenado grupo. Si es que más mala suerte no podía tenerse.

Pero se puede saber a qué diablos están esperando, malditos imbéciles?! les grito totalmente enfadada y fuera de mí, a todos los que no han participado en esta estúpida y necesaria batalla contra el BigDaddy. Es que acaso quieren que nos mate o el BigDaddy o Atlas a todos?!

El único momento en el que teníamos que atacar en masa con todo lo que tuviéramos con más razón que nunca, y ésa gente se estaba reservando sus ganas. Le volví a zurrar una ostia al monstruo con el arma contundente, sin saber cuánto le quedaba aún de vida.

- Me pregunto quién será el próximo objetivo de los traidores ahora que Mbaba no está.

- Munición de pistola, ¿Alguien tiene?

- Mojad a esa cosa y la fulmino, pero hasta que no esté mojada mis ataques no la harán daño.

-¡Cayese! ¡Estoy intentando pensar! -Las palabras de la Madame me taladraron con fuerza al ver como la única inocente caía fulminaba por aquella cosa y sabia que debía intentarlo, pero no era persona de armas, yo era un artista no un guerrero.

Aun así trague saliva y apunte aquella criatura, pero ya fuera la falta de sangre en mi propio cuerpo por el ultimo ataque, los nervios del momento o simplemente como ya suponía las armas no eran lo mio, aquella saeta voló hasta el objetivo equivocado. -¡Merde!

-¿Mojarla? ¡Y como quiere que lo hagamos! ¿Golpeamos las paredes a ver si con suerte le da un chorro de agua a él y no nos condena a los demás a nadar con las algas? -Dije aquellas palabras pero también pensé en esas botellas que vimos antes, si alguno las tuviera consigo igual así...

En cuanto a Jarno Kantelinen este pensó que lo mejor era apuntar a la criatura con el lanza arpones, aunque uno de estos virotes se desvió y terminó por impactar en la espalda de Burt Reginald Mallory.

Al parecer todas estas armas estaban hechas con los cañones torcidos o algo pasaba; quizás haber bebido alcohol antes no hubiera sido buena idea o quizás en primer lugar no eran buenos tiradores, a saber... lo que sí era evidente es que había muchos heridos por esto.

Klymene miro a sus compañeros.

-Yo tengo ningun eve mas, ¿Tiene alguien algo para recuperarlo? La incineracion mucho usa

Aquella cosa empezaba a ser imparable y no por que tuviera mucha movilidad, sino por la falta de movilidad del resto.

-No. Lo único que tengo no sirve de nada si no esta controlado y ese parece muy libre. -Desesperado por todo aquello busque a la señora de armas, ella como fabricante del mismo supuso que podría ser mas útil con ella.

-Señora Maum. -Me dirigí directamente a 13. Madamme Maum, el tiempo se nos echaba encima y aun deseaba seguir pintando. -Intercambiemos armas, deme su arma y yo le doy mi lanza arpones, con suerte usted tendrá mejor puntería que yo y no creo que pueda fallar con un arma como la suya. Después cada uno recuperara su arma.-Busco un arpón el cual colocar en la mejor arma con peor suerte del mundo.

La joven Lenore Overheart vio con horror como el taladro del Big Daddy perforaba el vientre de Mbaba, salpicando de sangre el lugar y ocasionándole una herida perforante de tal tamaño, que incluso antes de que sacase el taladro del interior, ya se sabía que estaría muerta. Igual que había caído la mujer de raza negra, perfectamente podría haber sido cualquiera de las otras damas que habían enfrentado al coloso de metal, y fue en ese instante que consideró extremadamente oportunistas y viles traidores a los que les estaban dejando en la estacada. ¿De veras iban a desentenderse del asunto, y a lo sumo atacar en el último instante, cuando ya el Big Daddy hubiese acabado con la vida de varias de ellas? 

- Señor Abbot, ¿¡Dónde quedan tan grandes y elocuentes palabras, instándonos a todos con su oportuna "sugerencia" a deshacernos del Big Daddy, para que después sea usted el cobarde que no dispara y deja que otras sean las víctimas? - le recriminó con mirada fulminante y enfado más que evidente, ante la inactividad y oportunismo del hombre.

¿Y usted, señor Mallory?  Ayer erais el objetivo del coloso y bien que agradecisteis que interviniese en última instancia para salvaros la vida, cuando no tenía razón de ello... ¿De verdad estáis ahora ignorando el sufrimiento de otros? ¿Venganza personal? ¡Tome la maldita escopeta de Nicholas Castle y dispare de una jodida vez! - le instó a reaccionar y dejar de hacer el paripé, demandando munición de pistola que bien sabía que nadie de los presentes tenía. ¿A caso a esas alturas no sabía quienes llevaban consigo lanzagranadas, lanza arpones, escopetas o armas de otra índole? ¡Todo suya! ¡Ya no hay excusa que valga! - finalizó su diatriba, pateando en dirección al hombre la escopeta que hasta entonces solo Lenore había reclamado de entre las pertenencias de Castle. Quienes de entre los que no habían intervenido hasta entonces no actuasen antes del siguiente ataque del Big Daddy, de cierto y sin lugar a dudas se llevarían todos los votos en las subsiguientes votaciones. 

Miro a mi alrededor buscando fuentes de agua como las frecuentes goteras que asomaban por todo Rapture o alguna fuente del líquido ansiado.

- ¿De los vivos, alguno podía congelar?

Jarno Kantelinen me decía que intercambiasemos armas. Me queda una bala, pensaba arriesgarme hasta el último momento porque como falle puedo matar a alguien sin querer con ella de un solo golpe, no sólo herirle. Da igual si disparo yo o si dispara usted, me temo.

Mbaba era la que creo que había congelado al Daddy antes.

De hecho si no le doy con el balazo en un rato, hasta me arriesgaré a hackear ese bot. Tanto estamos muertos igual si no conseguimos acabar con él, más vale jugárnoslas todas en el último minuto.

Primero intentaría disparar de nuevo el último dardo de elefantes, y si fallaba intentaría hackear el bot. Tanto... si lograba hackear el bot lo usaría de lleno contra el Big Daddy, y si no, y el bot me masacraría por fallar el hackeo.... El riesgo merecía la pena, aunque me esperaría al final final antes de cometer semejante acto triple suicida.

-¿Tiene un arma a distancia? Yo le ofrecía la mía a cambio de su arma contundente. Para asegurar un golpe por débil que fuera, ¡Pero si aun tienen tantas armas en la recamara a que esperan! -Fui a esconderme a pesar que la ilógica de aquellas balas demostraban que no servia de mucho.

Perdón, me he liado yo sola. De hecho creo que no puedo volver a disparar ese BigDaddy con el mismo arma con la que le disparé. Pero tiene toda la razón del mundo, si le doy mi arma podrá aostiarle usted!! Ni se me había ocurrido la idea. Aunque ahora estaba viendo disparar con su escopeta a Burt. Vamos señor Burt no nos falle!! cárgueselo!

...

Y aquellas últimas sugerencias dichas hasta ahora no fueron más que mi imaginación, pues todas aquellas armas habían sido usadas y disparadas... y no había modo de re-usarlas. Por lo que simplemente me limité a decir...

¿alguien tiene más probabilidades de lograr hackear el bot de seguridad que hay sobre las cajas?, que lo intente y lo use para disparar al BigDaddy!

Si nadie se ofrecía, pues lo intentaría yo misma, aunque vista mi mala suerte del principio... Quizás querría intentarlo cualquier otro antes.

Para la sorpresa de todos los presentes, y en particular para la sorpresa del propio Burt Reginald Mallory, este encontró dos balas de pistola en los bolsillos de su pantalón; al parecer se había olvidado por completo que Ed Chasey le había dado dos balas perforantes de pistola y este aún tenía un par de balas en su haber.

Por desgracia las dos balas no dieron en el blanco, tan solo una de ellas acertó en el Big Daddy mientras que la otra se perdió en aquella guarida.

En cuanto a Olivia Colman esta usó el lanzagranadas, haciendo estañar una de aquellas granadas directamente encima del Big Daddy, el cual finalmente cayó desplomado.

Aunque a parte de esto, también daño levemente a Madamme Maum y a Jarno Kantelinen, el cual ya estaba bastante mal pero aún se mantenía en pie.

El ataque continuado por parte de aquellos individuos que decidieron hacer frente al Big Daddy, había sido devastador, y el tiempo que tenían no era demasiado pero a pesar de ello lograron rematarle y acabar con el justo a tiempo.

En esta ocasión, cuando el Big Daddy cayó derrotado, también tenía cierto "premio" en su interior; una clara ventaja a la hora de atacar al siguiente Big Daddy, aunque el coste de derrotar a este fue gigantesco... ¿Darían buen uso a estas municiones y a este dinero?.

La pequeña Little Sister fue corriendo hacia el cuerpo de su protector, el cual yacía muerto e inmóvil al lado del de su víctima, esta muchacha estaba desconsolada completamente por las acciones que habían tomado aquellos cinco en contra de su "papi", pero estaba más ocupada llorando la muerte de este que de prestarles atención.

-¡No!. ¡Señor P!. -Decía mientras trataba de moverlo, sin éxito- ¡Levántate Papi!. ¡Por favor!.

El Adam circulaba por dentro del pequeño cuerpo de aquella criatura "inocente", tan solo había que tomarlo; aunque esto llevara a la muerte de la niña... ¿Realmente seguía siendo una niña?. Lo único que muchos veían eran contenedores de Adam andantes.