Partida Rol por web

La noche terminó y el día comenzó. Nadie había gritado anoche y no había corrido sangre, o al menos no demasiada, pues Seiyuu presentaba diversos tajos y heridas menores en brazos, cara y torso. ¿Era la primera noche con un saldo de muertes nulo? ¿La segunda quizás? Las cosas quizás estaban mejorando para los aspirantes reales, esos que eran humanos y luchaban por poner fin a los ghouls.

Suzuya llegó a la sala con noticias reveladoras. Sus ojos brillaban con ilusión y una sonrisa alegre y casi aniñada se podía visualizar en su rostro.

—¡Buenos días! —exclamó con alegría—. No van a creer esto, ¡no lo van a creer! Ayer, mientras cuidaba los cuerpos de los dormidos me puse a pensar y recordé algo. Un investigador con el que hablé una vez me habló sobre su hijo, un chico con demasiadas as en su nombre como para recordarlo, pero al parecer era bastante habilidoso y planeaba unirse a la CCG. He recordado el nombre y llegado a la conclusión de que ese chico está aquí hoy, y pongo mis manos en el fuego por que es humano... ¡Alanaan-kun! —dijo voltéandose hacia el chico con una sonrisa que pronto se desdibujaría tras ver cómo cuerpo del chico se desmoraba en el suelo, dejando ver detrás de él cierta persona con un cuchillo en la mano.

Al principio Suzuya no reaccionó, se quedó en el lugar, inmóvil y con una sonrisa ahora estática dibujada en el rostro. Aún su expresión seguía congelada cuando como había venido haciendo hasta ahora día tras día desefundó su quinque.

—Ahh ah~ Parece que no aprendes, ¿verdad Shiro-chan? Veo que te gusta reir, hehe... he... ¡Riamos juntas!

Instantes después el cuerpo de Shiro Kuro yacía en el suelo,-otra vez- inherte. Segundos después, la expresión de locura y diversión se esfumó del rostro de Suzuya para der lugar a uno lleno de frustración y rabia que aunque lo intentaba no conseguía ser disimulado. Luego de dejar caer su quinque al suelo abandonó la sala a paso lento.

William se apareció pocos minutos después en la sala, ahora despierto tras la muerte de Shiro. Por su parte Nimura llegó a la sala principal también, en donde algunos se lamentaban en silencio por el desastre recientemente ocurrido mientras que otro sólo fingían hacerlo e interiormente se regocijaban de lo bien que parecían estar yendo las cosas, o quizás no tanto. Fuere como fuese, el investigador que había propuesto aquel maravilloso entrenamiento y que para nada ocultaba algunas cosas tenía algo que comunicar a los aspirantes.

—Buenos días, veo que Shiro-chan lo hizo de nuevo, ¿eh? Creo que he cansado de repetirme; no deben desobedecer a sus superiores, asesinar por cuenta propia esta mal —explicó mientras negaba con la cabeza—. Como sea, el Consejo ha decidido que era un buen momento para poner a prueba los límites de la lente humana —explicó mientras sacaba un pequeño control remoto con un botón en el centro que instantes después presionaría.

En cuanto lo hizo un insoportable pitido provocó que las más profundas, extrañas y en algunos casos bizarras e incomprensibles sensaciones aturdieran a todos los presentes, y aunque segundos después la mayoría se habría recompuesto, más o menos, ese no parecía ser el caso de Darell Jackson quien sin pensárselo dos veces salió corriendo, despavorido y haciendo sonidos guturales en dirección a algún lugar alejado de todo el ajetreo que traía siempre la llegada del día.

—Bueno, eso ha sido... inesperado —confesó Nimura, quien al juzgar por su mano masajéandose las sienes también había sufrido los efectos de aquellas ondas electromagnéticas que interferían y modificaban de algún modo las ondas naturales de los cerebros—. Ese ha sido el Emisor PLU S-Ultra de ondas psicoactivas, espero que haya servido para devolverles la lucidez que al parecer han perdido al comenzar el entrenamiento, espero que ahora sí sean capaces de encontrar a los ghouls.

Pese a que las ondas habían hecho muchas cosas menos devolver la lucidez, eso no significaba que los aspirantes no tuviesen ahora más herramientas que antes para detener a los ghouls o, quizás muy por el contrario, eso no significaba que los aspirantes tuviesen ahora menos herramientas que antes para detener a los ghouls.

Stein aparecía con las manos en la nuca mirando a los presentes. -Shiro, Shiro, Shiro... siempre adelantándote, debiste esperar un poco mas... -Fue escueto en sus palabras hacia los muertos, pero mientras tanto recordo algo que escucho mientras estaba en el otro lado.

-Hiroshi Okamura. -Busco a el hombre que acudía al ser llamado como tal. -Puedes devolver la vida ha una persona antes de 72 horas ¿No? Así es como trajiste al mimo. Has que vuelva Shiro, tenga trabajo para ella o a Alaan, un tipo útil, hablador y que parecía saber de lo que hablaba. Venga, es importante. -Se acerco al hombre del pelo blanco, mas que pidiendo algo exigiéndolo.

—No te equivocas con las 72 horas, pero hay dos detalles importantes. <First of all >, que la habilidad tenía una única carga: No hay tantos botiquines tan completos repartidos por el edificio o, al menos, yo no los he encontrado. Y la segunda... que después de lo que pasó con la máquina, lo más probable es que la habilidad ahora esté en manos de otro que ha preferido no decirlo por el momento. Lo único que todavía puedo hacer es remendar heridas no tan graves... como hice con Canas la noche anterior.

Dicho esto, miré uno a uno a todos los presentes. Alguno de ellos posiblemente había tenido la suete de convertirse en cirujano por sorpresa, así que tenía curiosidad por saber de quién se trataba.

-Que incordio. Bueno entonces tendremos que hacerlo a la antigua. -Su cerebro no quiso recompensarlo, después de todo no había nada que recompensar. -Sea lo que sea. Le pediría que no cure al chico, si quiere que el CCG continué.

.. ..... .. .... ............. ... ....... ... ......

    El joven mimo aparecía tan aletargado como sorprendido, lo cierto que desde que había estado en aquel tubo de ensayo poco y nada mas que respirar podía hacer, era incluso mas asfixiante que otro tipo de situaciones en las que uno no puede moverse o siquiera opinar.

    Pero... el mismo sabia que este tipo de situaciones poco y nada había tiempo para descansar por lo que rebuscando por el sitio termino dando con su fiel libreta en la que comenzó a escribir.

  Arrancando un trozo de la misma para arrojarlo hacia el frente. 

  La segunda hoja fue arrancada al instante y aunque se esperaba quedar con solo eso, cierto detalle le hizo quedarse mirando a Okamura.

Esta noche Killy había fallado. Incluso cuando prometió que protegería a Alanaan, este fue victima de los Ghouls esta noche. Aunque, ya que Killy estaba acostumbrado a ver morir a sus compañeros, no le afecto mucho, pero aun así, se lamentaba de fallarle.

La amante de los pandas murió por segunda vez. Killy no pudo evitar pensar en lo estúpida que fue al desperdiciar su segunda oportunidad. Por ahora la cosa no era tan preocupante. Ya no quedaban muchas personas así que las posibilidades de encontrar a los Ghouls eran mayores. De todas maneras, por su parte, el soldado de elite continuaría con su "Modus Operandi": Buscar inconsistencias en lo que dijera alguien e investigar a esa persona.

Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades - El canas de antes había vuelto, aquel que hacía citas literarias y no aportaba mucha ayuda pero esto último había cambiado - disculpen, obtuve el atributo de recargar habilidades, si me dicen quien es el que puede revivir le ayudaré con ello - Canas se había puesto la soga al cuello por segunda vez ante tal explicación? - o alguna habilidad que sirva con cargas... - dice esto último por si el que revive ya no esta vivo

Otro día empieza y observo los cuerpos de Shiro y Alanaan con frustración y tristeza, había logrado proteger a la chica panda de un ataque Ghoul, pero por desgracia sus ansias de asesina habían terminado por cobrarse no solo su vida, sino también le de otro miembro que al parecer tampoco era ghoul.

 Aunque el echo de haberla cuidado hizo que algo pasara en mí, ¿o quizá fue la maquina que se activó?, bueno en cualquier caso empezaba a creer que el echo de votar y señalar solo estaba logrando generar odio y desconfianza y para nava ayudaba a descubrir a el enemigo, así que trataría de cambiar eso.

Me acerco donde todos están y me dispongo a decirl lo que pienso, pero de repente una sensación de vergüenza y pena recorre mi cuerpo, y con una sonrisa nerviosa me tapo la cara y me alejo para sentarme en el lugar más alejado de todos.

Espero algunas horas y tomo aire y valentía, esta ves fijando mi mirada sobre Hiroshi con admiración, siempre era calmado y decía lo necesario, apoyándome en esa admiración , me acerco a todos y de un respiro y con mucha carrera digo

-De ahora en adelante no votare por nadie, cuando me acerque a votar, más bien borrare uno de los votos negativos.

Me sonrojo y tapándome la cara nuevamente me siento en un lugar alejado para calmar mis nervios

Stein escucho las palabras de Canas y le parecieron lo mas interesante que aquellas voces habían aportado, desde que el mismo hablo.

-¿Recargar habilidades? Si eso significa que Hiroshi puede hacer que Shiro vuelva a la vida, hágalo con él, que este traiga a la chica panda y yo mismo le daré un nombre útil para que haga su trabajo y no muera de nuevo a manos del androgino.-Alzo la mirada al cielo acariciándose el imberbe mentón. -Todos ganamos, recuperamos una baza útil y nos deshacemos de equipaje incomodo.

Quedo mirando con los ojos bien abiertos a Hiroshi, esperando que él supiera si lo que decía el tal Canas, le era de utilidad o no.

  William repasaba las hojas que le estaba quedando a su libreta, lo cierto es que la misma se encontraba bastante rasgada tal que el mismo se estaba pensando en tener que reciclar los papeles por allí botados en caso de que esto se alargará más de la cuenta

Arrancando el papel para lanzarlo contra Franken, aunque esto no detuvo al joven Mimo, el mismo se encontraba un tanto mosqueado, más cuando había pedido información sobre el día anterior y nadie le había respondido.

Arrancando el trozo frustrado por la longitud del mismo, se veía en la obligación pues no había acabado.

—No tan rápido —intervine ante la petición de Franken.

Carraspeé y aclaré, en voz alta, aunque Sullivan ya había escrito sobre ello.

—A estas alturas, creo que no tiene sentido andarme con rodeos, así que explicaré mis habilidades con más exactitud —Levanté un dedo—: La primera es la habilidad de curar. Curar, no revivir a los muertos. Mientras el corazón siga latiendo, puedo hacer algo. Cuando deja de latir... < Too late >.

Levanté un segundo dedo.

—La segunda habilidad era la de revivir. Y era algo que podía hacer una única vez y ya, y que hice con nuestro querido Sullivan. Digo era no solo porque ya gastara la única 'carga', si no porque cuando esa máquina cambió nuestras habilidades, la perdí. Dando por hecho que ninguna habilidad despareció entonces, ahora mismo alguien aquí presente debería ser capaz de hacerlo.

Finalmente, expliqué lo último.

—La habilidad que me llevé yo era la que antes pertenecía a Ying, y precisamente por eso insistí en no votarlo. Hipnotismo. Sería relativamente útil si tuviera sospechas más claras sobre alguien, pero no las tengo. O al menos, no lo suficiente, pero pronuncié lo que no me encajaba la pasada noche. Me sorprende que los ghoul hayan ignorado a Seiyuu hasta ahora.

- Siento que lo que le ha ocurrido a Alanaan es culpa mía, yo incité a Shiro a hacerlo si tenía pruebas de que era un ghoul, parecía bastante segura pero era todo palabrería. Lo lamento.- Muto se veía afectado por lo que había ocurrido esa mañana, de hecho se podía intuir que no se encontraba bien del todo pues no probó bocado en toda la mañana.

- Al menos creo que podemos concluir que Fukusei Chito no es uno de los ghouls, pues si no estos hubieran ido a por Yua o Franken para traerle de vuelta, o eso creo.- Llegados a este punto Muto solo pensaba en cuatro posibles sospechosos, uno de ellos el que sus compañeros estaban señalando. - Solo por descarte a mi me quedan cuatro sospechosos: Seiyuu, Canas, Darell y Yua, diría que en ese orden de probabilidad pero no dejan de ser suposiciones. Aunque imagino que para la mayoría de vosotros yo entro en esa lista, lo comprendo, pero no creo poder nada para convenceros de lo contrario más allá de seguir aportando a la investigación como pueda.

Se llevó la mano a la boca como reteniendo una arcada - Perdón, no me siento muy bien.- Se disculpó y tras unos segundos para recuperarse volvió a unirse a la conversación. - ¿Alguno de aquí recibió la habilidad de Hiroshi? Yo como dije no noté ningún cambio. Por cierto, ahora que lo pienso...- Giró la cabeza hacia Seiyuu y lo observó de arriba a abajo con sospechas. - ¿El intercambio de habilidades era recíproco? Porque Killy dijo quedarse igual, como yo, pero Seiyuu dijo haber adquirido su habilidad.

¡AAARRGGH!

El grito desaforado de Killy Hayama tras oír a Muto Koyomi pronunciar su nombre reverberó en el aire tal y como poco tiempo después reverberaría un caño de plomo en la espalda de el incauto aspirante, quien presentaba ahora notables heridas. Segundos después Killy dejó el arma y se alejó un poco de Muto a paso lento, respirando de la forma más serena posible en un intento por recuperar la calma.

Franken se mordió la uña del pulgar derecho, una de las cosas que admiraba de a ver vuelto a la vida de una probeta es que todo volvía a crecer, hacia casi dos semanas que no podría disfrutar del estimulante sabor de aquella uña. Era cierto, un detalle que obvio por el simple hecho de que estaba muerto, Hitoshi ya no tenia el don de traer a la vida a nadie mas... Así que Canas era totalmente inútil, como lo fueron las palabras de Muto, algo que le hizo sonreír hasta mostrar todos los incisivos por lo vació de sus argumentos.

-Por favor Muto... puedes inventarme mejores escusas que esas para evitar que no nos fijemos en Fukusei, es evidente que mas Ghouls están activos, así que para que preocuparse por uno que esta en una probeta tan pronto, mejor esperar y poder decir exactamente lo que tu has dicho al respecto de su culpabilidad para olvidarnos de él y que siga pareciendo inocente. -Negó con el dedo. -Que este encerrado no le quita culpa, eso lo dirá el tiempo y los hechos y es un hecho que sigue siendo un sospechoso.

En ese momento uno de ellos pareció convencido de la culpabilidad de Muto y le cosió ha balazos. -AAhhh... Parece que alguien es un claro candidato a suplir a la chica panda. -La oxitocina recorro su cuerpo por lo que no tuvo mas remedio que callar mientras disfrutaba del chute.

Después del repentino ataque de violencia contra Muto, Killy se alejo un poco de su victima. Obviamente, no tardo en notar que su "episodio" había llamado la atención de la gente. De todas maneras, ¿que le paso al soldado? alguien con su actitud y sus nervios de acero no debería hacer esas cosas, ¿estres post-traumatico tal vez? es posible que la muerte de Alanaan lo allá afectado mas de lo que el creía.

- Hiroshi-san, por favor cura a el desgraciado Muto-san... Sin ofender. -Killy miro al resto del grupo y dirigió sus palabras todos los demás esta vez- Por favor sean malditamente cuidadosos a la hora de jodidamente hablar de mi. Siendo mas malditamente especifico, ¡No digan mi nombre joder.!

Sorprendido por el ataque sorpresa no pudo hacer más que apartarse rápidamente tratando de que la herida fuese lo menos grave posible, con más o menos acierto. Desde el suelo le dirigió la mirada rápidamente para pedir explicaciones pero Killy parecía contrariado por lo que acababa de hacer. No quería crear más conflictos así que decidió pensar que había sido culpa del pitido anterior.

Muto se levantó con dificultad llevándose la mano a la herida del costado, camino a un lugar donde descansar, pero si ya se encontraba mal antes ahora cada paso le mareaba más y más. Tanto que cuando pasó cerca de Canas no pudo contenerse y acabo vomitando sobre él. - Lo... Siento.- No dijo nada más y se alejó un par de pasos más antes de caer en el suelo y apoyarse contra una pared.

Sin entender lo que sucede a Muto, me quedo mirando lo que está haciendo. ¿Por qué está tan descompuesto? La verdad es que me sorprende y desvío la mirada hacia Hiroshi, tal vez pueda ayudarlo con sus conocimientos en medicina. 

—¿Por qué no se puede decir tu nombre? —pregunto a Killy. 

Canas expele ahora un olor ácido y amargo al mismo tiempo que parece seguirlo a donde quiera que vaya... ¡Puajj!