Los minutos pasaban sin tener noticias del Schulls. ¿Le había pasado algo? ¿Había sido descubierto? ¿Buscaba comida? No es que me importase el destino del muchacho pero necesitaba su información para actuar. Contemplé nuevamente el reloj, preocupado por no poder dejar un mensaje antes de la siguiente reunión en el ayuntamiento.

Schulls entra en el almacen, lleva en su mano un trozo de pan con un poco de mal aspecto que seguro encontró en algun contenedor de basura.

He ido a dar una vuelta,perdón por mis modales...

Ofrece el pan al resto del equipo.

Soy pobre pero sois lo unico que tengo y no quiero que paseís hambre,así que comed de mi pan.

Dice con una sonrisa sincera mientras que deja el pan encima de una caja.

Me fuí a dar una vuelta y creo que estamos equivocados con el agucil,arguascil,bueno ese...,el loco, he visto que entraba donde la vieja y le salvaba la vida.

Toma un pellizco de pan y se lo lleva a la boca.

Ella estaba tumbada boca abajo atragantada con una almohada y el la sujetaba de la coleta y tiraba fuerte,le costo salvarla por que el decía un poco mas,se ve que estaba profunda la almohada y ella gritaba fuerte,cuando por fin le saco la almohada se sentaron en el sofa y comentarón algo de marcar las puertas y de una pistola con balas o algo así.

 Schulls se encoje de hombros y vuelve a comer pan.

Por fortuna no había tomado el pan ofrecido o me hubiese atragantado al escuchar al niño hablar. Traté de disimular la risa con un marcado y repentino ataque de tos. A si que a los ciento siete años todavía se puede..

Luego tomé una lata de aerosol de entre los escombros del lugar y comencé a agitarla. -¿Quieren algo obvio o discreto?

-Schulls, eso que has dicho ha sido muy... inquietante -comenté, horrorizada.

De solo imaginar lo que había descrito, me sentía asqueada. Entonces veo al doctor Mayers agitar la lata de aerosol.

-¿Qué os parece un mensaje que incriminase a Manuela? Ha mantenido un perfil bajo, no, lo siguiente. No nos sería difícil dirigir sospechas contra ella.

Schulls levanta los brazos pensando que le van a poner desodorante.

Manuela es culpable y tiene mocos, firmado la cecina vengadora! ,asi pensaran que es una cecina del pueblo y asesina iran tambien por la vieja.

Yo no haría nada obvio. Cuanto más perdidos estén mejor, así que les daría algo que les rompiese los esquemas. Que tal si dejamos una especie de diario secreto en un cajón y una llave en su bolsillo.

Quedaba algo más de una hora para que el sol comenzara a despuntar, cuando decidís seguir a Clover. La inestable mujer vagabundeaba por las calles del pueblo. Movidos por la admiración, os escondéis tras una esquina a observar cómo vuestro amo va a por ella.

El vampiro se abalanza sobre ella, pero en cuanto sus colmillos rozan el cuerpo de la mujer algo ocurre: con una expresión de horror sale corriendo, mirándola como quien ve un fantasma.

-Idiotas -escucháis la voz de vuestro amo tras vosotros. -No me habíais avisado de que va hasta arriba de mierda. ¿Queréis matarme? Sabéis lo débil que estoy… Pues algo tengo que comer…

El vampiro pasea la mirada por vosotros tres con una sonrisa traviesa. Finalmente, ataca a Clint atravesando la piel de su cuello con los colmillos y alimentándose de él hasta arrebatarle la vida.

-Esto está mejor… Ahora sí que no me importaría beber de la drogada. Pero otro día, ya no tengo hambre. Nos vemos mañana.

Dicho esto, da la vuelta y se pierde en la oscuridad de la noche dejando el cadáver de Clint tirado en la calle. Ni qué decir tiene que huis del lugar como almas que lleva el diablo.
 

Segundo día

Que vamos a hacer? A muerto Clint,a muerto Clint, a muerto Clint!!! Ademas el Negro esta pesado con Anthony,vamos a morir!vamos a morir y yo con el estomago vacio!!!

Schulls esta entrando en estado de panico.

-¡F*ck! La palabra salió en mi lengua nativa a acusa de la impresión. -¡F*ck, f*ck, f*ck! A pesar de haberle advertido sobre los psicotrópicos resultaba que la culpa era nuestra y Clint había pagado el precio definitivo.

No era la primera vez que veía alimentarse a nuestro maestro, pero sí la primera vez que lo hacía de alguno de nosotros y necesité tomar unas bocanadas de aire antes de poder hablar. -Cálmate, niño. Aunque no le grité, tampoco había compasión en mi voz. -Recuerda que Brunhilda puede convencer a otro a nuestra causa, aunque no creo que deba hacerlo aún.

-Y no te preocupes por el negro, se ha hecho varios enemigos él solo. Algo de lo cual teníamos que sacar provecho.

-Tranquilos, ricuras -dije, con una amplia y pérfida sonrisa-. Clint quería sacrificarse por la causa, ¿recordáis? Bueno, pues ya lo ha hecho. Tal vez a alguien le dé por resucitarlo. No descarto que esa vieja sea una bruja. Si existen los vampiros, ¿por qué no la magia? Al fin y al cabo, Clint ha muerto como un "inocente aldeano".