Partida Rol por web

— Charles — Dijo el profesor al ver al muchacho. Una sonrisa se dibujó en su rostro y lo invitó a pasar a su despacho.

— Dime ¿Como te va? ¿Estás a gusto con tu nuevo puesto? ¿Todo bien? —

Si algo caracterizaba las visitas con Seamus Kuffner era que nunca recibía a nadie en su mesa. Tenía habilitada para ello una pequeña zona en su despacho con unos sofás y una mesita baja. La tetera comenzó a sobrevolar la mesa de forma automática en cuanto el profesor tomo asiento. 

— ¿Te? — Preguntó mientras la tetera llenaba el vaso también flotando en el aire frente al profesor.

_Por supuesto -aceptó el té Charles-. Gracias.

El joven tutor ya se sentía mucho más relajado. La sonrisa del profesor Kuffner había bastado para tranquilizarlo. Le devolvió la sonrisa al tiempo que se sentaba en el sofá que Kuffner le indicó.

_Sí, estoy muy contento con mi puesto. Y creo que mejorará todo con el paso del tiempo, en la medida en que se vaya naturalizando. Veo que los alumnos más jóvenes vienen a verme más que los más grandes, que cursaron ya varios años de Hogwarts sin tutor.

Charlie dio un sorbo al té. Kuffner seguía mirándolo fijo, sonriendo, sin decir nada. Estaba claro que sabía que Charles quería hablarle de algo, de modo que le estaba dando tiempo. Charles finalmente se envalentonó.

_Profesor, usted conoce al director desde hace muchísimos años. ¿Sabe cuál es su opinión respecto a los candidatos a ministros de magia y sus posturas? -Charles sabía que no debía decir nada más, pero también sabía que no quería ocultarle las cosas a Kuffner. Suspiró, como resignado-. Es que se han comunicado conmigo del ministerio de magia. Quieren que haga algo que no me gustaría hacer, supuestamente por una buena causa, y que lo mantenga en secreto, que tiene que ver con política. Mi primer impulso fue ir a hablar con Priskus, pero no quieren que lo haga por no saber si pueden confiar en él. Y lo cierto es que estoy un poco confundido en este momento. Estoy a gusto aquí y no me gustaría perder mi cargo; tampoco me gustaría traicionar la confianza de nadie; y tampoco quisiera dejar de colaborar, no tanto con el ministerio, sino con la comunidad mágica de Inglaterra.

Dejó la taza en la mesita y se hundió en el sofá. Se sentía estudiante de nuevo.

Kuffner sonrío al principio y se puso algo más serio después. Tardo unos instantes en los que podías ver como pensaba su respuesta antes de contestarte.

— Señor Hoonigan — Normalmente te llamaba Charles e incluso te tuteaba, así que era un claro indicador de que se había puesto "serio".

— Sabe perfectamente que esta pregunta no es a mi a quien debe hacerla. Y espero que tampoco crea que seré yo quien revele las inclinaciones políticas del director o de nadie. Por otro lado agradezco la confianza que deposita en mi persona al contarme esto pero... ¿Acaso no está ya traicionando a quien le ha solicitado la tarea? ¿Como sabe que no acudiré al director Priskus con esta información? —

El profesor dejó la taza sobre la mesa y suspiró. Cerró los ojos y se mantuvo en silencio unos instantes.

— Charles. No se muy bien que le han pedido. O quien; pero parece que le han puesto en una situación en la que no va a poder mantenerse fiel a todos los bandos. —

Charlie se removió incómodo en su sitio ya con escuchar el modo en que Kuffner se dirigía a él. Sabía que era una posibilidad, y definitivamente no tenía nada que reprochar. Se sintió cansado incluso sin haber hecho ninguna actividad física. Habló lentamente, en parte porque se sentía corto de energía.

_Lo sé, profesor, lo sé. ¿Cómo sé que no acudirá al director Priskus? Eso sí que no lo sé, pero como usted mismo ha dicho, confío en usted. Confío más que en ninguna otra persona aquí, por el mismo motivo por el cual no me dirá nada a mí. ¿Y si no estoy trancionando a quien me solicitó la tarea? Es posible. De lo que estoy seguro es de que no quiero traicionar a nadie aquí. Porque es cierto, quizás no pueda permanecer fiel a todos los bandos... a menos que encuentre que todos los bandos quieren lo mismo, o que renuncie a uno. Y creo que eso es lo que haré.

Charles terminó la taza de té de un trago, sin disfrutarla, y se puso de pie, dispuesto a retirarse.

_Siento haberlo puesto en esta posición, profesor, no fue mi intención. Ni siquiera estoy muy seguro de cuál fue. Creo que he sentido mucha carga y pensé que compartir esto con alguien podría alivianarla. Muchas gracias por el té.

Charles sabía que el director mantenía una buena relación con el actual ministerio de magia; y que el propio ministerio tenía a bien dejar cierta libertad al director; lo cual demostraba, al menos de forma pública, confianza entre ambas partes.

— Siempre puedes contar conmigo para lo que necesites Charles. Buena suerte —

El profesor acompañó Charles hasta la puerta y lo despidió colocando su mano en el hombro y asintiendo con la cabeza...

Charlie se despidió y comenzó a vagar por los pasillo.

¿Y ahora qué?*

La pregunta le daba vueltas en la cabeza. Sentía que debía lealtad a sus compañeros y al mismo tiempo creía que lo que se le había encargado era importante. No para el ministerio, sino para la comunidad mágica de Inglaterra en su totalidad.

Vaya tutor resultaste ser, Charlie. Estás para brindar asesoramiento y ante el primer problema ya no sabes hacia dónde ir.

Se dio cuenta de que si seguía así enloquecería. No podía estar así una semana, hasta la carta de Orleans. No podría tomar al toro por las astas, pero sí quizás podría conseguir un mayor entendimiento de lo que ocurría. Con mayor información podría tomar mejores decisiones. La idea de utilizar veritaserum con un compañero estaba completamente descartada, debería confiar en su intuición.

Fue hasta el despacho del profesor Nash. Golpeó la puerta.

Abro la puerta cuando llaman.

Sea bienvenido, Charles - saludo mientras le cedo la entrada sin ningún problema y me dirijo hacia la mesa, señalando la silla que hay frente a esta -. ¿Es una visita social o ha surgido algún problema con los alumnos que se han quedado en Hogwarts? He oído que algunos se han frustrado un poco por el exceso de representación de la casa Gryffindor en la expedición.

Paso y tras agradecer tomo asiento.

_Gracias, Sean. Pues si hay exceso de representación, puedo asegurarte que no he tenido nada que ver -digo sonriendo y echándome ligeramente hacia atrás y con las palmas hacia adelante, en signo de que me declaro inocente-. Lo cierto es que nadie ha venido por eso. Quizás porque casi todos saben del afecto especial que siento por Gryffindor. Seis de los siete cursos me han visto festejar los logros de mi ex casa. Supongo que esto se irá modificando con el tiempo, en la medida en que ingresen las nuevas generaciones y no tengan tan presente cuál es mi casa de origen. ¿Si es una visita social? Sí y no. Digamos que tenía tiempo libre, ahora que las clases están interrumpidas. Hace tan solo unos minutos estuve hablando con el director y te mencioné. Había entendido que iríamos a acompañar al contingente que fuera a los colegios para las pruebas. ¿Recuerdas que nos lo dijo la primera noche, durante la cena? Pensé que podría haber habido algún problema y que por eso enviara a Vane, por su experiencia como auror. Afortunadamente no es el caso. Una pena, realmente tenía muchas ganas de ir a Brasil. Y luego pensé que a Salem posiblemente irías tú, por tu pasado en Estados Unidos. Nunca hemos hablado de ello. ¿Hiciste toda tu formación en Ravenclaw o la habías comenzado allá? ¿En ese caso, podrías contarme un poco las diferencias que hayas notado en las modalidades de enseñanza? Es algo que me interesa.

En ningún momento he insinuado eso - respondo sin mover el rostro más allá de lo necesario para vocalizar.

Niego ligeramente con la cabeza.

Siento decir que ya estaba en Inglaterra cuando comenzó mi periodo educativo en el sistema de formación mágica - aclaro -. Mis padres si que acudieron a Providence y Salem. Providence no parece un sistema muy distinto a Hogwarts, por lo que conozco. Más centrado en algunas ramas de la magia más técnica, como la adivinación por medio de la bóveda celeste o las criaturas mágicas, pero esencialmente la misma idea. De Salem conozco poco. Mi madre no habla de su estancia allí. Sin embargo, cuando le comunicaron que estaba embarazada de su segundo vástago y que sería una niña emigramos a Inglaterra una semana y media después. Creo que eso habla mejor que ninguna otra cosa de su opinión.

Nash no simuló ni por cortesía una sonrisa ante la broma de Charlie.

Nota mental: no hacer bromas con este hombre.

_Oh, tienes una hermana, no lo sabía -Charles frunció el ceño, pensativo-. ¿Pero no está en este colegio, verdad? Si es más pequeña que tú, y contigo compartimos tres años, debo haber compartido con ella algo de tiempo, y no recuerdo a ningún Nash en Hogwarts aparte de ti. ¿Dónde se ha formado ella? Y sí, entiendo. Por lo que me dices, me genera incluso temor pensar cómo serán las pruebas allí, en Salem.

Bueno - respondo con una sonrisa a su comentario sobre lo terribles que serán las pruebas -. Posiblemente no permitan a Salem organizar nada al nivel de lo que les gustaría. Tienen que mantener las apariencias. Sin embargo, será algo oscuro.

Mis padres se trasladaron hace unos años a vivir a Italia y Claudia es estudiante de segundo año de Beauxbatons - le explico -. De hecho, el año pasado vino a Hogwarts durante la temporada de Quidditch, ya que se ha empeñado en hacerse entrenadora cuando sea mayor y sigue al equipo con el permiso de la profesora de vuelo. No tiene mi talento para la magia, pero es una gran estratega deportiva.

Por mis palabras y mi tono se nota que le tengo un especial cariño, hasta se desprende un cierto orgullo de hermano mayor.

Puede que en una década sea más conocida que yo - añado con un cierto cinismo, pues no me convence que se conozca más a los deportistas que a los académicos.

_Es bueno que esté tan decidida en cuanto a qué es lo que le gusta. Esperemos que efectivamente pueda destacar, si eso es lo que desea -respondo con una sonrisa a Nash-. Y qué fortuna que su madre quedó embarazada cuando lo hizo. Con unos rápidos cálculos mentales entiendo que usted estaba ya a nada de comenzar sus estudios en Estados Unidos. Si usted tiene 25 años y su hermana está en segundo, estilo que tendrá unos 12 o 13 años. Eso implica que cuando nació, usted tenía unos 12 o 13 años, ¿verdad? Y la mayoría comenzamos nuestros estudios a los 11 en Hogwarts. Bah, igual podría haber sido interesante conocer por dentro ambos sistemas. Supongo que depende de las personalidades. A algunos podría costarles dejar a los antiguos compañeros y comenzar en un nuevo colegio. Por fortuna no parece ser el caso de Alexander Matthews. Temía que tuviera algún problema para adaptarse pero creo que lo ha hecho bastante bien. Vane ha hecho un gran trabajo con su educación, diría yo.

Charlie se detuvo unos segundos. Había hablado mucho y quería hablar de otra cosa más áspera. Se removió en la silla, un poco incómodo.

_Mira Sean, te contaré algo que creo que debes saber. He escuchado recientemente en este colegio que podrías estar alineado a Triss Vallence, quizás incluso haciendo espionaje aquí para proporcionarle información que la ayude a acceder al ministerio. Supongo que si esto fuera verdad no me lo reconocerías, y además prefiero creer que es error o un malentendido. Si éste es el caso, creo que mereces saberlo. Por lo poco que te conozco podría pensar que esto que te cuento podría tenerte sin cuidado, pero si comentarios de ese tipo te afectan, sugiero que tengas cuidado con lo que haces. Sobre todo si vas a Salem para las pruebas. En fin, solo quería que lo supieras.

Una interesante información - comento con una sonrisa pícara -. Si no me equivoco, si has oído esa información no ha sido de casualidad. Incluso puede que quien te la ofreciera esperase que me la entregases en persona. Sin embargo, suponiendo que esto no sea una trampa de alguien más artero que nosotros, te daré información en pago a la que me ofreces. Tengo intención de reunirme en poco tiempo con la señorita Vallence. No soy su espía, no te preocupes, pero si alguien te pregunta preferiría que mantuvieses la duda. Esa mujer es más peligrosa de lo que parece y con esta clase de individuos es mejor jugar en la penumbra.

Sean cada vez le sorprendía más a Charles. Cuestionaba las bromas pero sonreía frente a esas situaciones tensas. Charlie se preguntaba si podría llegar a conocerlo en el transcurso del tiempo. Él no sonrió, sino que estaba muy serio prestando atención a todo lo que el profesor le decía. Cuando terminó, Charlie asintió durante unos segundos con la cabeza antes de responder.

_Entiendo, Sean. También entiendo por qué prefieres guardarte los motivos de dicha reunión, de modo que no te pediré que me cuentes los detalles, además de que no me los darías, supongo. Solo quisiera saber dos cosas. La primera es si el director Priskus está al tanto de esta reunión que tendrás. No te mentiré: mi primer instinto fue el de hablar con él. Estoy muy agradecido con el director por la oportunidad que me está dando aquí y compartimos ideas en cuanto a la búsqueda de la excelencia, siento esta afinidad desde los primeros años de mi cursada y si hubieras sido espía, creo que debía advertirle de lo que ocurría en la institución que tiene a su cargo. Dicho esto, también me parecía injusto ponerte en una posición semejante en caso de que esos rumores fueran falsos. Ése es uno de los motivos por los que estoy aquí, quería escucharte antes de sacar conclusiones apresuradas. Lo otro que quería preguntarte es qué opinas de la ideología de Vallance. Yo no veo esto como una negociación en la que se paga lo que el otro da, sino como una oportunidad de volver la realidad un poco mejor. Por eso te cuento que a priori no estoy de acuerdo con sus ideas. En general no me llevo muy bien con las posturas muy extremas, y la de ella me resulta así. Imagino que tú no estás muy de acuerdo con ella, tras calificarla de peligrosa. También imagino que si en realidad sí fueras su espía, también me dirías que no estás de acuerdo con ella. Pero te pregunto esto para ver si algo puede abrir mi mente. Tú mismo incluso quizás cambies tu parecer tras la reunión con ella, si es que puede fundamentar de manera sólida sus ideas.

Charles se dio cuenta de que había estado hablando mucho. Hizo entonces silencio, esperando a ver si Nash le respondía si el director estaba al tanto y qué opinaba respecto de las ideas de Vallance.

Asiento.

El problema es que sus ideas tienen fundamento desde el punto de vista de la teoría. Son perfectamente razonables en tanto asumas que nadie nos va a descubrir jamás. Sin embargo eso no es razonable en un universo de cámaras. Miles de cámaras nos rodean en cuanto salimos de Hogwarts. Esperar que el secreto se mantenga eternamente es poco menos fantasioso que para los muggles creer en nosotros.

Niego con la cabeza antes de continuar.

Conozco sus ideas y las comparto en su fundamento. Sin embargo, considero que llevarlas adelante es suicida. Esa mujer no es una idealista radical, sino una fanática peligrosa.

_Gracias Sean. Me parece razonable lo que dices. ¿Y sobre el director Priskus? ¿Está al tanto de la reunión? Vi que asentiste al comenzar tu respuesta pero no sabía si era la respuesta a esto.

Sí - confirmo -. Desde un punto de vista oficial sabe lo que puede saber para que si algo sale mal pueda negar que supiera lo que iba a hacer. Negación plausible creo que lo llaman en Estados Unidos.