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Hombres de Honor 2: Por los viejos tiempos

El traidor

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03/10/2022, 12:32
Director

El traidor

Habían pasado cinco meses desde las elecciones sindicales en el puerto, con abrumadora victoria de los hombres de Anastasia, las primeras nevadas cubrían ya las calles de Manhattan y el año se aproximaba a su final después de haber sufrido la peor crisis bursátil en muchos años. Hasta las voces más optimistas hablaban del fin del estilo de vida americano y de la mayor crisis de la historia, no habían pasado ni dos meses y el Crack del 29, como se le conocería más tarde a este desgraciado evento, parecía que ya había marcado toda una década. 

Sin embargo, no todo el mundo lloraba. Las épocas de crisis son épocas de oportunidades, sobre todo en el mundo del hampa. Lo que había permitido a Luigi Bacoli, Salvatore Marrone, Filippo Benedetti y el Gigante Carisi seguir escalando posiciones dentro de la jerarquía familiar. Ahora ya no tenían que encargarse del trabajo sucio, o al menos no siempre. Había otros pringados más nuevos que se encargaban de las peores mierdas y ellos podían relajarse un poco y acudir a fiestas a las que eran invitados por otros miembros de la Familia. Fiestas en las que podían beber y fornicar todo lo que quisieran mientras el cuerpo aguantase. 

Una de aquellas fiestas, era ni más ni menos, que la celebración del compromiso entre Roberto Masseria y Julia Scalfaro. Todos recordaban a la bella Julia1. Filippo, Luigi y Sal habían sido amigos de infancia y juventud de Julia. Ella había sido la primera chica de la que todos en el barrio se habían enamorado. Y Amadeo sabía quien era porque era la novia del ahijado del jefe y la chica más guapa que había visto en su vida. La fiesta de compromiso se llevaba a cabo en uno de los mejores establecimientos que controlaba el Jefe, y por supuesto, el grupo se encontraba entre los invitados junto a la mayoría de miembros de la Familia, muchos de ellos conocidos. Desde Luciano a Caranta2, y otros como Anastasia, Macchetti, Gatillo Luppo, Costello, y otros de los pesos pesados de la organización. 

En el club de baile donde se celebraba la fiesta tenían lugar actuaciones musicales en las que bailarinas y orquestas amenizaban la velada. Incluso el siempre elegante Enzo Pagnoto con su banda de jazz tocaron en el lugar. A Enzo le iba bien con la música y en los últimos meses había dejado la vida criminal hasta reducirla prácticamente a cero. Algún chanchullo ligero hacían todavía de vez en cuando con él, pero por regla general Enzo se mantenía alejado de aquel estilo de vida ahora que su grupo tocaba en los circuitos de jazz más importantes de la ciudad. Por supuesto, aunque la música y la fiesta fueran la tónica de la noche, los asuntos serios no dejaban de discutirse en la sala anexa en la que se encontraban Joe Maseria, Luciano y algunos peces gordos más. El resto de invitados disfrutaban del alcohol que corría a raudales pese a la Prohibición. La fiesta era privada, y dos gorilas enormes se encargaban de que nadie que no tuviera invitación se colara dentro. El ambiente estaba cargado del humo de los cigarros, la música se mezclaba con las risas, y las conversaciones en los grupitos alejados del baile versaban sobre los más diversos temas, desde política a deporte, con la constante de las apuestas por medio. 

Era un buen día para disfrutar la buena vida que se habían ganado. 

Notas de juego

1Julia salió al comienzo de la otra partida, en la fiesta de Nochevieja. Salvasteis a Roberto de la paliza que unos matones de la familia Maranzano le estaban dando y eso fue lo que permitió que iniciarais vuestras andanzas con los Masseria.

2Filippo Caranta era el esmirriado contable de la familia, también de vuestra edad y amigo de infancia. Fue quien dio os avisó de que le estaban partiendo el lomo a Roberto en la fiesta de Nochevieja aquella.  

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04/10/2022, 00:35
Luigi Bacoli

5 meses ya desde las elecciones y algo más desde los incidentes que llevaron a Bacoli a tener que desaparecer un tiempo de su casa, su taller y de su vida cotidiana...

Mando una nota de que alguien pusiera un cartel de cerrado por vacaciones, y así evitar la perdida de clientes en el taller... Ahora ya era más una tapadera que su negocio, pero como en realidad ra algo que le gustaba y le relajaba... Ese olor a combustible, a grasa... etc... 

Pero ahora estaba en aquella fiesta... Estrenaba un traje para la ocasión, y le había pedido algo de esa cosa que Sal se ponía en el pelo para dominar su cabello rebelde... Quizás estaba más guapo, o más interesante, simplemente por no ir desarrapado como era su costumbre, aunque a decir verdad, se encontraba algo incomodo con tanta "parafernalia".

Algunas cosas si habían mejorado de verdad... La calidad de sus puros por ejemplo!!!, así como el bonito cinturón que lucia, con un hebilla de gran tamaño de plata... Luigi y su cinturón...

Estaba disfrutando de la fiesta... con sus amigos, su primo... contento por las noticias recibidas sobre su hermana que le quedaba muy poco para acabar los estudios... El se los pagaba de buen grado, pues el costo de la universidad era demasiado para la humilde pensión de su madre.

Con su madre no hablaba mucho, más que nada porqué ella no quería... decía que era un mal hijo y que hacía cosas malas... Bueno en el fondo tenia razón, pero era un sacrificio para que sus hermanos menores pudieran tener una vida decente... 2 de tres no era mal negocio, aunque  madre no lo comprendiera.

De pronto vió a alguien que  le llamó la atención... uno de los invitados... un tipo importante en el mundo de las apuestas... seguramente tendría contactos en el mundo delas carreras... carreras de coches por supuesto!!! la de los caballos de vapor, no las otras, eso eran cosa de Sal... 

Decidió echarle valor y coraje (de eso no iba falto el bueno de Luigi), y acercarse al tipo... Le ofreció uno de sus Puros, uno de los buenos de verdad...

Disculpe, soy  Bacoli, no se si habrá oido algo sobre mi, pero yo sobre usted bastantes cosas, todas buenas... Sin duda su habilidad para estar bien relacionado en el mundo de las apuestas... Y a razón de eso he pensado si usted no  podría facilitarme el nombre de alguien, con mano para poder buscarme financiación, para formar un equipo de carreras de bólidos... Soy un excelente conductor... y me gustaría emular al mismísimo Ralph DePalma...

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04/10/2022, 21:14
Filippo Benedetti

Filippo había hecho caso del consejo y había puesto tierra de por medio después del asunto aquel de los sindicalistas. Tres meses en Chicago, trabajando para amigos de la familia le habían sentado bien y habían evitado que la bofia apareciese en la puerta de su casa haciendo preguntas incómodas. A quien fuese que le preguntasen, que probablemente lo hicieron, contestaba que Luigi no estaba allí cuando sucedieron los acontecimientos, que si le había surgido trabajo en otro lado o lo que fuera. 

Como fuere, el joven volvió a la ciudad, con algo más de dinero, más reputación dentro de la familia y un par de favores en el bolsillo. Comenzaba a moverse a otro nivel, organizando temas de distribución y logística para la familia, lo que parecía que no se le daba mal y le permitía tener una buena fuente de ingresos con poco trabajo. Y así comenzó a ganarse el apodo de "chico listo". 

Se dejaba ver en las fiestas de sociedad y seguía frecuentando locales de jazz donde coincidía a menudo con Enzo. Sin embargo, su relación se había enfriado a consecuencia del cambio de vida de su amigo. Parecía que sus vidas transcurrirían por caminos diferentes, si bien era posible que se cruzaran más que una vez. Lo respetaba y le deseaba lo mejor. A veces incluso lo envidiaba. Quizá llegase a ser el próximo Frankie Trumbauer aunque pare su gusto, Enzo era mucho mejor. 

Con el resto siguió viéndose con tanta frecuencia como ellos quisieran. Pasaba de cuando en cuando por la de Bacoli para verle trabajar y a veces para sacarle de allí y arrastrarlo a ver las carreras junto con Marrone. A veces también por el gimnasio donde entrenaba Amadeo, al cual le llevaba unas buenas tajadas de la carne más selecta para ayudarle con su dieta y por supuesto, asistía a todos sus combates. 

Pero de pronto tuvo lugar el evento del año; la boda de Roberto Masseria y Julia Scalfaro. El muchacho aún les estaba agradecido por haberlos salvado de lo que podría haber sido una muerte seguro y con Julia siempre había tenido una buena relación, si bien era unos años mayor que él y había aprendido a tolerar la condescendencia natural que la chica dedicaba a cualquier muchacho de su edad que tuviese intención de tratar con ella. Julia Scalfaro...mamma mía

Se presentó a la fiesta con sus mejores galas y su pelo indomable recién cortado. Saludó con respeto a Costello, Maseria y otros peces gordos y de forma más distendida a Caranta y otros de su generación con los que tuvo un momento para compartir anécdotas del pasado y risas. Le dio una afectuosa palmada en la espalda a Enzo mientras tocaba. Y cuando se quiso dar cuenta, llevaba ya un par de copas de más y se encontraba eufórico. Quiso acercarse a Luigi al que vio entre la multitud, pero parecía que estaba hablando de negocios o algo así y no quiso interrumpirlo ¿Y el resto?¿Por dónde estarían?

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06/10/2022, 12:46
Salvatore Marrone

En la puerta del club donde se celebraba el compromiso de Roberto Masseria y Julia Scalfaro se separaban dos mundos. Fuera, el frío que estremecía Nueva York, las colas de desempleados en busca de asistencia social, los suicidios de agentes de bolsa en las noticias de los periódicos. Dentro, el calor de la gente, el desenfreno de la música y el alcohol, los rostros sonrientes de los magnates del hampa y sus familias. Eran tiempos revueltos, ideales para pescadores con pocos escrúpulos.

Sal tenía claro en cuál de ambos mundos quería estar. Y sin embargo, aún se demoró un rato en la puerta, con el abrigo puesto y subido hasta las orejas. El portero lo miraba con una expresión ausente, hierática. Parejas o pequeños grupos entraban y salían de vez en cuando, frotándose las manos, mirando el cielo con despreocupación, riendo sus propias bromas. Enfrente, al otro lado de la calle 58th Oeste, un grupito de vagabunos había construido su destartalado refugio entre cartones y chapas de cinc. También ellos estaban formando algarabía, pero esta sonaba destemplada y amarga, a base de ásperos gritos y maldiciones amenazadoras.

Marrone los miraba pensativo mientras encendía un cigarrillo con dificultad entre las solapas del abrigo, debido al viento. La fortuna era cambiante, y en Nueva York más que en ningún otro lugar. Se preguntó cuántos entre ellos serían borrachos de vocación, cuántos empleados de oficina despedidos, cuántos negociantes arruinados por la resaca de la crisis. Víctimas desencantadas de la pesadilla americana.

El club era nuevo y tenía buena pinta. Stork, se llamaba, de un tal Billingsley, un okie que había sabido seguir la corriente adecuada. Porque el sueño americano seguía existiendo, aunque fuera en aquella versión distorsionada. O quizá no lo era tanto...

Sal sacudió la cabeza, tiró el cigarro, sonrió al portero y entró en el club. Enseguida divisó a Filippo junto al escenario con una copa en la mano y a Luigi, más repeinado que nunca, charlando animadamente con un desconocido que lo miraba de arriba abajo (a la mole de Amadeo, si no la había visto, es que no estaba). Divisó también a Enzo, y alzó una mano en gesto de saludo. En la barra y algunas mesas destacadas se situaban, como faros en la tormenta, los cabecillas del clan Masseria. Entre todos ellos pululaban camareros, miembros destacados de la comunidad italoamericana, jóvenes de la banda. Media Little Italy estaba allí, y seguramente no la mejor mitad... Aunque, ¿quién era él para juzgar esas cosas?

 

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08/10/2022, 19:39
Amadeo "El gigante" Carisi

Amadeo se sentía como un pez fuera del agua entrando en una celebración en la que nadie le mirase con decepción* o sin que alguien lo suficientemente borracho se atreviese a hacer apuestas sobre el físico del gigante —pulsos, a ver cuánto aguantaba bebiendo, si era capaz de tumbar una mula de un derechazo**, etc.—.

No, las bodas no eran lo suyo. Alguien de su tamaño no estaba hecho para un evento tan elegante. Se sentía aprisionado en el fino traje italiano que Anastasia había insistido en encargarle para recompensarle por su buen trabajo con los sindicalistas. Hasta la pajarita le cortaba un poco la respiración. Se obligaba a sí mismo a sonreír, pero estaba deseando que terminase el asunto o que alguien le diese una excusa para poder zurrarle a alguien.

Su origen humilde tampoco era el más adecuado para aquellos ambientes finos. Sus temas de conversación se limitaban a la guerra y al boxeo, por lo que tuvo suerte de que los corredores de apuestas y los veteranos de guerra allí reunidos no tardaron en acapararle. Hasta Luigi parecía en su salsa hablando de coches y carreras.

Cuando nadie le miraba, aprovechaba para escamotear tentempiés y champán, pero las raciones eran tan pequeñas y tardaría varias de aquellas fiestas en terminar saciado o como una cuba. Resopló alicaído.

Notas de juego

*Los días de acción de gracias y las navidades siempre habían sido muy incómodas en el humilde hogar de los Carisi.

**Las mejores navidades de Amadeo Carisi y de todos los que apostaron a su favor.

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12/10/2022, 14:48
Director

El tipo con le que hablaba Luigi le dijo que no conocía a nadie que quisiera invertir en un equipo de carreras nueva cuando precisamente acaban de invertir en la nueva escudería de uno de los magnates de la ciudad. Sin embargo, le dijo que él tenía mano allí y que necesitaban a un piloto probador, si le interesaba el puesto podría interceder por él. Así había empezado DePalma, le dijo. El siempre reflexivo Sal entró en la fiesta y localizó al resto, Filippo moviéndose alrededor de Luigi como en su salsa y Amadeo más rígido que una tabla con aquel traje tan apretado que lucía. Cada vez que cogía un tentempié parecía que el Gigante fuera a romper tosas sus costuras. 

Un rato después se hizo el silencio y todos se giraron hacia la puerta del local. Roberto Masseria hizo su entrada en en el local acompañado de Julia. Él, como siempre, bien vestido. Ella, radiante. Uno a uno los presentes se fueron acercando a Roberto para darle la enhorabuena, con Julia siempre a su lado. Quisieran o no, debían hacer lo mismo o se consideraría una falta de respeto. 

Notas de juego

Haced una tirada de Percibir cuando os acerquéis a la pareja. 

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12/10/2022, 21:35
Filippo Benedetti

Filippo se acercó, como no, a presentar sus respetos a la pareja. Pero a diferencia de la mayoría de lameculos que había en aquel lugar, Filippo realmente les deseaba lo mejor. Cuando tuvo ocasión abrazó al muchacho y besó la mano de su encantadora e impresionante esposa.

No daba para mucho más. Eran muchos los que esperaban para saludar a la pareja.

- Tiradas (1)
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14/10/2022, 19:47
Salvatore Marrone

La llegada de la pareja provocó un silencio corto, seguido automáticamente de una pequeña ovación admirativa. Los presentes se apresuraron a saludar a los recién llegados y pronto se formó una cola más o menos ordenada en la que las jerarquías se hacían notar.

Cuando llegó su turno, Sal no se hizo notar demasiado, no llevaba ninguna frase ingeniosa preparada... En realidad, ninguna, así que solo tenía su habitual sonrisa tonta. Sacudió suavemente las manos de los novios mientras cabeceaba arriba y abajo, farfullando "muchas felicidades" en dialecto siciliano.

- Tiradas (1)
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15/10/2022, 00:51
Amadeo "El gigante" Carisi

Amadeo se preguntó confuso por qué reinaba el silencio en la fiesta hasta que se giró, percatándose de que la pareja acababa de hacer su aparición. Era un alivio que uno de los corredores de apuestas le soltase el brazo de una santa vez. De no haber estado en un evento tan importante, le habría hecho una demostración de fuerza al más puro estilo Carisi.

Al ver de nuevo a Julia, el Gigante sintió algo que había experimentado pocas veces en su vida: quedarse sin aliento como si alguien le hubiese sacudido en la boca del estómago. Tardó unos segundos en darse cuenta de que estaba con la boca abierta, concretamente cuando Luigi empezó a avisarle a codazos.

Cuando le tocó el turno seguía embelesado, pero una mirada al fondo de Anastasia le devolvió a la realidad y se apresuró a acercarse para darle la enhorabuena a la pareja.

- Tiradas (1)
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17/10/2022, 00:10
Luigi Bacoli

Luigi estaba agradeciendo la oferta recibida por parte del hombre con quien estaba charlando, sobre entrar en una escudería como probador de coches... No era lo mismo, pero ya era un paso, y si hacia bien su trabajo, un paso que le abriría mas de una puerta... Obviamente aceptó, dejando claro que debía de pedir permiso a la familia Massería, pero que en 48h le daba una respuesta definitiva.

Y fue en ese mismo instante que que pareció que una procesión de ángeles cruzaran por el repleto salón... justo un instante porqué seguidamente una explosión de alegría, saludos y enhorabuenas ocuparon el lugar del predecesor silencio.

Roberto Massería y Julia Scalfaro hicieron su entrada y naturalmente empezaron a recibir felicitaciones y parabens de la concurrencia.

Bacolí dió la mano con firmeza a su interlocutor a modo de saludo y despedida y se dispuso a acercarse alguno de sus compañeros... Dado que lo más fácil era localizar al gigante Carisi, así lo hizo, y al llegar a su lado, vió como el boxeador parecía haber recibido dos directos que lo dejaron atontado... su mirada clavada en la bella Julia...

Ehhh, Carisi, en boca cerrada no entran moscas. Y deja de mirar asi a la mujer o  vas a tener problemas con Roberto hombre!!!

Tuvo que darle un par de codazos porque no acababa de reaccionar, pero al final, todo volvió a la normalidad...

Desde su lado observó como su primo fue el primero de ellos en saludar al hijo del jefe y a su prometida. Sal con ese tembleque tan característico suyo, hizo lo propio. 

Venga Carisi, tu turno campeón, no estrujes mucho las manos de la señora ni del novio eh?

Luigi se apartó y se quedó el último del grupo... dió una calada a su cigarrillo y después lo apagó. Cuando le tocó su turno se dirigió a la pareja:

Me alegro que este día haya llegado. Don Roberto, Doña Julia, les deseo mucha felicidad.

Desde el día en que nos cruzamos en aquella pelea para ayudar a Roberto, este nos tenía en bastante buena estima. En petit comité me tuteaba y me había dicho alguna vez que le llamara Roberto porque, el Don le hacía muy mayor... Julia también se portaba bien con nosotros. Se acercó y me dió un sencillo beso en la mejilla que me sacó los colores, pues no esperaba esa reacción... Ciertamente era una mujer despampanante, pero a Luigi nunca le había interesado, porqué el quería una mujer mas tradicional. Julia era hermosa pero no era su tipo, y un buen motor de 8 válvulas aun le parecía más interesante... pero ese beso (inocente y de agradecimiento), le dejó un poco fuera de lugar.

Notas de juego

Me he tomado cierta libertad para con los Pnjs. Espero que no moleste, si no lo rehacemos...era por hacer algo distinto. Y juro que no busco nada, era un post meramente descriptivo.

La idea era que Carisi quedara como un pasmado al ver a julia, Sal, sin saber muy bien que hacer saludando  como quien rinde homenaje al Santo Padre y Luigi, un tipo con mas coraje que cabeza, y con menos sexapil que un sapo berrugoso, le saltaran los colores... (el siempre dirá que fue por culpa del Ponche).

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25/10/2022, 13:17
Julia Scalfaro

Todos ellos, salvo Carisi que estaba embelesado como por la belleza de Julia, se percataron de un detalle que ensombrecía un poco el aspecto radiante de la novia. En su mejilla izquierda, la hermosa novia lucía un feo moratón que el maquillaje a duras penas lograba disimular. Carisi, o estaba demasiado acostumbrado a los moretones para percatarse, o se había quedado como si le hubieran propinado una combinación de golpes demoledora. Curioso que lo que no había conseguido nadie en el ring, lo lograra la mera presencia de tan bello ángel. 

Muchas gracias, chicos, os agradezco que estéis hoy aquí —dijo la hermosa joven con una sonrisa amplia y radiante, aunque algo artificiosa. 

La muchacha se mostró afectiva con sus viejos amigos, e incluso le dio un beso en la mejilla a Luigi. Algo que a Roberto no debió sentarle muy bien a juzgar por la mirada con la que fulminó a ambos. Aunque él tampoco tardó mucho en forzar una sonrisa y poner buena cara. Se percataron también, a excepción de Carisi que seguía embobado con el rostro hermoso de Julia, de que la joven novia, cuando no forzaba una sonrisa para agradecer un cumplido o una felicitación, miraba a su prometido con una mezcla de miedo y rabia. 

- Tiradas (1)
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25/10/2022, 19:06
Filippo Benedetti

A Filippo no le sorprende descubrir que a la buena moza le habían dado unos correctivos. El que hubiese de doblegar a La Scalfaro, solo podría hacerlo de dos modos; enamorándola o atemorizándola. Y Roberto Maseria no era precisamente un galán, así que ya se podría imaginar cómo habría sido la cosa. Empezaría con un cumplido, luego una copa, luego un regalo, luego otro, otro...y cuando consiguió mantenerla cerca, la aisló de sus amistades, de modo que solo la tuvo a él. Y si en algún momento la chica cambió de opinión o si se le ocurriese salirse lo más mínimo del guión, nada como un buen bofetón para ponerla en su sitio. "Vieja escuela". 

Se acercó a Luigi luego de que ambos se hubieron presentado

-¿Has visto el maquillaje de la Scalfaro? Parece que alguien ha conseguido domar a la bestia ¿eh?

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25/10/2022, 23:25
Salvatore Marrone

Sal sonrió y asintió bobamente al comentario de Filippo. -Sí, domar a la bestia, ¿eh?- repitió.

Si lo pensaba, era penoso. Pero no lo pensó demasiado. Eran cosas que pasaban, estaba implícito en el orden natural de las cusas, y más entre los sicilianos. Ya dice el refrán que mugghieri superba e maritu gridàci, mai starannu 'n paci. Y Sal se enrogullecía de ese rasgo de su cultura, que para él, como para los demás, remitía a valores de honra, respeto y jerarquía.* Así que buscó un camarero y se sirvió una copa y unos cuantos canapés.

-¿Queréis algo? -preguntó a la vuelta, con la boca llena.

Notas de juego

*Me veo obligado, como Amadeo hace unos cuantos posts, a señalar que esto es cosa de Sal, no mía XD.

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26/10/2022, 15:24
Amadeo "El gigante" Carisi

¿Problemas con Roberto?, pensó Carisi. Alguien tan escuchimizado… Julia sin duda se merecía a un Hércules a su lado. Un gigante que la protegiese de los perdedores babeantes que querían poseerla*. Pero él era un bruto y sabía que se ganaría algo más que una reprimenda si osaba siquiera pensar en cortejar a la hermosa Scalfaro.

Se cuadró, se limpió la babilla de la comisura de los labios y se esforzó para mostrar su mejor sonrisa solo para descubrir que la pareja había pasado de largo y apenas había podido dedicarles un saludo en automático —y menos mal que Luigi estaba a su lado para despertarle de un codazo o ni siquiera eso—.

Para evitar martirizarse por lo ocurrido, acompañó en silencio a Sal hasta la mesa de canapés. El disgusto le había dejado sin hambre, pero necesitaba distraerse con algo. Mientras tomaba una copa de vino, buscó con la mirada a las damas de honor. Tal vez a alguna le interesasen los deportistas.

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26/10/2022, 20:39
Luigi Bacoli

Al parecer al hijo del capo, cualquier cosa le parecía que le hacía crecer la cornamenta... Menuda mirada de odio.... En realidad Luigi no entendía porqué alguien como el, fue a la caza de una mujer como ella... Era claro que estos problemas iban a ocurrir y le ocasionarían mas dolores de cabeza de los deseados...Pero cada hombre ha de "apechugar" con sus decisiones, y esa era una que Roberto se la comería toda su vida... 

Al parecer el joven, había olvidado quien le salvó el pellejo y quien intercedió por el... y eso por un solo e inocente beso...

Luigi tenía arrestos para aguantar esa mirada pero aun mayor coraje para buscar una respuesta, que el pensó solucionaría la situación...

Señorita Scalfaro, le agradezco la muestra de afecto, pero dado el reciente compromiso que han adoptado ambos, debo pedirle que no vuelva a repetirlo, sobre todo delante de tanta gente... Luego las habladurías aparecen por todas partes y Don Roberto se vería obligado a tomar decisiones desagradables. Don Roberto, le ruego no se lo tenga en cuenta, sin duda la señorita nos está muy agradecida por salir a ayudarle aquella noche de fin de año. Por mi parte estaré más atento en otra ocasión para evitarle situaciones incómodas. Tengan buena velada.

Cuando la pareja se alejaba de ellos se percató que su primo y Sal se acercaban más al boxeador y a el. La verdad es que Luigi era grande, pero junto al gigante de  Amadeo parecía un tipo normal...

Vió como Carisi, retornaba del limbo donde parecía estar... Le dirigió una sonrisa socarrona, al estilo de Sal, y le dijo:

Menudo "derechazo" te ha metido esa mujer amigo. Pero ella no es una bolsa que puedas ganar en un combate... Mira... Allí hay comida y bebida y alguna otra chica linda...

Hola primo, si, me he fijado y no me gusta. Un hombre que ha de recurrir a esas artes para que su mujer le respete, es que no a sabido elegir bien a la mujer...Bien sabes que nunca fue de mi devoción esa mujer, y no niego que es muy hermosa y apetecible para todos los "pichabravas" de esta ciudad, pero no era una mujer para buscar un compromiso. Lo dije en aquel Fin de Año, y sigo pensando igual a día de hoy. Un coche puede tener una bonita carrocería, la mas bella, pero si el motor no es bueno, al final es un fiasco.

Hola Sal, venga, vamos a tomar algo, además me apetece salir al patio a fumar un poco.

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27/10/2022, 11:56
Director

La respuesta de Luigi a la reacción de Roberto hizo que Julia enrojeciera de vergüenza y al mismo tiempo logró que Roberto suavizara el rostro, conforme con las explicaciones que le daba el mecánico, que también se aseguró de recordar que le debían la vida. Aunque los tipos como Roberto Masseria olvidaban rápido los favores y se grababan a fuego las afrentas. 

Tras saludar a la pareja, que iba abriéndose camino entre felicitaciones hasta el lugar de honor que les correspondía, el grupo se reunió entorno a la mesa de canapés y comentaron lo que habían visto en Julia. Luigi propuso salir a fumar y tomar algo, pero entonces se escuchó el chocar de cucharillas contra el cristal de los vasos de champán y la música se detuvo. Era el momento del brindis de honor de la fiesta. Se hizo el silencio y se dijeron varias palabras bonitas hacia Roberto y Julia. El sobrino del Jefe tomó la palabra para deshacerse en halagos hacia su futura esposa, quien sonreía algo nerviosa y, quizá tal vez, incómoda. Probablemente empezando a arrepentirse de en dónde se estaba metiendo, aunque sin margen de maniobra para dar ya marcha atrás. 

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27/10/2022, 12:17
Filippo Caranta

Es mejor que no digáis nada de lo que habéis visto —escucharon decir a una familiar voz a sus espaldas—. Al menos si estáis a gusto entre los vivos. 

Se trataba de Filippo Caranta, quien estaba allí junto a ellos en la mesa de canapés, y que había escuchado sus apreciaciones sobre el ojo ennegrecido de Julia. No lo habían visto porque él era un tipo menudo y esmirriado, y el gigantón de Carisi le ocultaba casi por completo. Pero él, les había oído perfectamente. Su antiguo amigo de infancia no les decía aquellas palabras de modo amenazante o intimidatorio, sino más bien eran como un consejo de amigo. 

Caranta había ascendido considerablemente en los últimos tiempos dentro del organigrama de la Familia, no por sus dotes físicas, obviamente, pues era un completo negado para el trabajo de campo, pero era brillante para las cuentas. El bueno de Filippo Caranta se había convertido en uno de los ayudantes principales de Robustiano di Peichi. Caranta, además, era el que más había estado enamorado de Julia cuando todos ellos eran niños y jugaban juntos en las calles del barrio sin imaginarse el futuro que les deparaba la vida. Ahora miraba a la pareja seriamente, con una mezcla de dolor y rabia en los ojos, sosteniendo una copa que agarraba con fuerza. Su semblante había mudado hacia un rictus pensativo y su vista parecía centrarse en un punto lejano. 

¿Creéis que hicimos bien?

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27/10/2022, 20:29
Filippo Benedetti

-Relájate, tocayo-le dijo Filippo a Caranta cuando este les acercó haciendo una advertencia tan seria-Estamos entre amigos. Por supuesto, no le vendría con estas historias a nadie más que a los aquí presentes. 

No era un buen momento para Caranta. Era evidente. 

-¡Oh, vamos! Hay cientos de mujeres ahí fuera esperando por un tipo listo como tú. Que eso no nuble tu juicio ¿Que si hicimos bien?¿Salvando a Maseria? He hecho muchas cosas en mi vida y de pocas estoy seguro. Pero aquel día cambió nuestra vida. El día que salvamos la vida de Roberto Maseria comenzamos a ganarnos el respeto de la familia.

Acercó y le dijo al oído

-ma Roberto è un stronzo di merda.

-...Y no, no está bien, pero encuentro irónico que una mujer que hizo trizas a tantos hombres con solo una sonrisa, acabe siendo víctima de su propio encanto. 

Le pasó un brazo sobre el hombro en gesto amistoso y levantó su copa sonriendo. 

-Va por vosotros, "amici"

Y se bebió una copa del tirón, con lo que hacía ya una más de la cuenta. Empezaba a estar "contento". 

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29/10/2022, 14:21
Amadeo "El gigante" Carisi

Amadeo todavía seguía confuso por la palabrería del resto de sus compañeros y supuso que podía deberse a dos factores: o bien hablaban de aquellos trabajos en los que él aún no le habían destinado con ellos, o quizá el alcohol del champán por fin estaba haciéndole efecto.

Reprimió a duras penas un eructo y trató de repasar los síntomas de la borrachera mientras ojeaba al enjuto Caranta. Le había visto alguna vez, aunque nunca había tenido el placer de hablar con él en persona. Al ver que hablaban en confidencia, decidió unirse para confesar sus más profundos secretos.

Esta fiesta es un muermo, ¿falta mucho para poder largarnos?

Notas de juego

Mi mejor truco para evitar que Amadeo se líe a hostias con Roberto es mantenerle en la inopia.

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30/10/2022, 22:25
Salvatore Marrone

Sal ya seguía a Luigi como un corderito cuando escuchó a Caranta a su espalda. -Descuida, Filippo, sabes que no somos unos charlatanes. Y que respetamos a la familia, es lo primero -dijo, mirando inquieto alrededor, con una expresión que parecía casi de disculpa. Hablaban ahora casi en susurros, acercando las cabezas y moviendo las manos para hablar. Miró de reojo al otro Filippo, muy serio, al oírlo faltar al príncipe de los Más seria, pero soltó una risita estúpida al oír a Amadeo. El Gigante se aburría, y se dio cuenta de que no se enteraba de la mis a la mitad. Lógico.

-Hace cosa de un año le salvamos el pellejo a Roberto en un callejón -explicó en tono de confidencia, con cierto alardeo. Sacó una pitillera mientras lo decía y ofreció tabaco al círculo.

-Aguanta un poco, Gigante. Si quieres luego daremos una vuelta. Y a ti, Caranta, cómo te va?