Partida Rol por web

Hombres de Honor 2: Por los viejos tiempos

El traidor

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22/12/2022, 20:46
Filippo Benedetti

-Vaya, pues debió ser el día que lo vimos, cuando nos dijo de quedar en su casa-contestó Filippo poniendo un gesto preocupado-Espero que no le haya pasado nada, aunque es raro que falte a su cita ¿Recuerda algo extaño de aquel día?¿Lo vio preocupado por algo?

Notas de juego

Editado por el dj: desmarco a los compañeros.

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23/12/2022, 01:06
Luigi Bacoli

Mmm, quizás dejó alguna nota dentro de su casa... Quizás tuvo que salir con prisa por algo y no le dio tiempo a avisar, pero con lo meticuloso que es con estas cosas, bien pudo dejarnos una nota escrita... Lo malo es como entrar...la puerta parece bien cerrada...

Mmm quizás el balcón si lo dejara entreabierto. Usted tiene balcón Señora? desde allí igual vemos si el de Caranta está abierto...

La mejor manera de sacarle información a la anciana, era darle palique. Ella se sentía feliz, importante y agradecida, lo cual no era malo... Quizás algo más lento de lo que nos gustaría, pero como dijo alguna vez el bueno de Costelo... Las prisas nunca son buenas...

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29/12/2022, 04:09
Director

Ah, pues ahora que lo recuerdo, cuando vino a vivir aquí me dejó una llave por si algún día la perdía. Voy a buscarla —dijo la anciana dirigiéndose hacia uno de los cajones de la encimera que estaba cargado de infinidad de cosas: caramelos, bolsas de azúcar de los restaurantes, piezas rotas de algún armario y también de algún grifo y todo tipo de pequeños cachivaches. Sacó varios juegos de llaves, pero no recordaba cuál era cuál. 

La última vez que lo vi —dijo en respuesta a la pregunta de Filippo—, habían venido a verle un par de muchachos. Vestidos con sombrero y abrigo largo. Lo sé porque me los encontré en el portal cuando regresaba de la compra, no porque sea una fisgona como otras vecinas que viven aquí cerca... El caso es que el señor Caranta les abrió la puerta de su casa y los invitó a pasar.

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29/12/2022, 22:55
Luigi Bacoli

Aprovechando que la señora se alejó un poco en búsqueda de la llave de Caranta, Luigi intercambió mirada y le susurró a su primo.

Filippo, esta mujer con darle palique la tenemos en el bote... no la mezclemos demasiado... Voy a ofrecerme para venir a arreglarle alguna cosilla que tenga estropeada a modo de agradecimiento, antes de irnos...

Que vinieran 2 tipos con abrigo y sombrero, podrían ser dos matones... la pena es no tener su descripción... pregunta si alguno tenia una cicatriz visible o algun rasgo concreto... yo me seguiré haciendo el simplón...

Cuando Luigi oyó que la mujer regresaba, le sonrió de oreja a oreja...

Ohhh muchas gracias señora!!!! Me recuerda usted a la buena de mi abuela (no era cierto, pero la mentira tampoco le iba a hacer daño alguno a la mujer).

 

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30/12/2022, 19:22
Salvatore Marrone

Recibieron la llamada del secuaz de Lucky intercambiando una mirada y anotando un nombre y una dirección. Antes de colgar dejaron un recado: si los primos llamaban, que les dieran su nuevo punto de destino.

-Porque aquí está todo visto, volvemos al barrio, ¿no? -corroboró Sal con Amadeo mientras tapaba el auricular con la mano, antes de colgar. Luego pareció pensárselo, y al final añadió, con timidez: -Seguramente sea una tontería por mi parte preguntarlo, pero me imagino que el signore di Peichi ya se habrá asegurado de que las cuentas de Caranta están en orden. Por si acaso nos llevamos el último de sus libros, por si fura útil revisarlo más a fondo.

Tras colgar se encogió de hombros, mirando a Carisi. Dudaba que Luigi o Filippo pudieran sacar algo en limpio de aquellos numerajos, pero no estaba de más atar todos los cabos. Así que al salir cerró y dejó un pequeño y discreto trozo de papel estratégicamente situado para que cayera al suelo si alguien abría la puerta.

-¿Vamos a hacer una visita a los Romano, Gigante?

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01/01/2023, 22:30
Filippo Benedetti

-¡Oh!, es usted muy amable. Sería de gran ayuda si nos permitiese echar un vistazo-dijo en contestación al ofrecimiento de la señora-.

Durante el momento que estuvo ausente, Filippo asintió a las palabras de su primo. 

-Descuida. Es una buena mujer y se ve que solo quiere ayudar. Sigamos con el plan como hasta ahora, que va bien.

Cuando volvió la buena de la señora, le siguió el juego.

-¿Dos tipos con sombrero y abrigos largos?¿De los caros? Sería de gran ayuda si pudiese describirlos ¿Recuerda si tenían algún rasgo físico característico? 

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02/01/2023, 11:39
Director

No hay de qué, joven —le respondió a Luigi con una gran sonrisa por lo de que se parecía a su abuela.

La señora sacó un puñado de llaves y se las tendió disculpándose por no saber cuál de todas era la del piso de Caranta. Les pidió que cuando terminaran de usarlas se las devolvieran, porque creía con seguridad que una de ellas debía ser la del piso de su propia hija y tenía dudas de si alguna otra pudiera abrir algo importante. Aunque probablemente aquella anciana guardara más llaves que cerraduras había en su vida y muchas de ellas fueran de viejos candados o cerraduras que habían sido ya cambiadas. 

Pues eran dos señores bastante normales —la anciana dio una descripción aproximada de los dos tipos que podrían ser cualquiera que paseara por la calle, sin cicatrices ni rasgos físicos que les hicieran destacar—. Lo que me pareció raro fue que cuando el señor Filippo vio que estaba mirándoles me puso una mala cara terrible, algo que jamás había hecho antes. Eso me dolió mucho, incluso consideré el dejar de invitarlo a tomar pastas y té. Por cierto, ¿están ricas, verdad? Me alegra que me las hayan traído aunque una ya está en una edad que no se puede permitir comer mucho dulce... En fin, después de eso ya no he vuelto a ver al señor Filippo, así que tampoco he tenido oportunidad de aclarar las cosas con él. Ah, lo que sí que escuché es que a uno de los dos señores a los que invitó a pasar a su casa le llamaban Smith. 

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02/01/2023, 11:50
Director

Sal y Amadeo se dirigieron a casa de Dino Romano, una pequeña casita en el barrio que se había podido pagar gracias a los años que llevaba trabajando para la familia de don Masseria. Era un hombre que ya entraba en los cincuenta, con una mata de pelo negro que sería la envidia de cualquier chaval y en la que el único síntoma del paso de la edad eran las canas que crecían en el pelo de los lados. Tenía una cara tan clásicamente siciliana que cualquiera a diez kilómetros sabría que era italiano, y su gesto era tan duro que delataría también su modo de vida y le invitaría a cambiarse de acera. Sin embargo, cuando abrió la puerta y vio a los dos muchachos sonrió con complicidad y les invitó a pasar. 

Eh, Sal, Amadeo, ¿qué os trae por aquí? Vamos, pasad, pasad. Mi mujer está haciendo busiati, ¿os quedáis a comer? Una cerveza al menos tomaréis, ¿verdad?

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02/01/2023, 15:04
Amadeo "El gigante" Carisi

Amadeo se relamió ante la perspectiva de un buen plato de comida casera regado con cerveza, pero prefirió mantenerse en un segundo plano a la espera de la respuesta de Salvatore. Con su tamaño y su "don de gentes", Amadeo no lo tendría complicado para "convencer" a su compañero, pero ya le habían advertido en el pasado sobre actuar por su cuenta y tener la iniciativa: solo cuando no quedaba otra o sus compañeros se rezagaban demasiado.

Aunque no dijo nada, en el vestíbulo retumbó el quejido de sus tripas.

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05/01/2023, 22:27
Filippo Benedetti

-No es normal en él, desde luego-dijo Filippo cuando la señora hizo referencia al gesto de Caranta-Probablemente se sintiese indispuesto. Lamentablemente, llamarse "Smith" en este país es como no tener nombre. Entonces ¿cree que podríamos echar un vistazo a su casa con esa llave?

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10/01/2023, 22:03
Salvatore Marrone

Llegaron a la casa, llamaron a la puerta, y cuando se abrió, Sal comenzó a ponerse nervioso. Tal vez porque no esperaba que fuera el padre de familia el que les abriera la puerta. Seguramente porque sabía que Dino Romano era un omu ri rispìettu desde antes de que él hubiera aprendido a sonarse los mocos. Y sin duda, porque hablarle a un siciiano de su familia era un riesgo, pero hablarle de su hija era muy parecido a un suicidio.

Además, estaba que el apostador no era precisamente un dechado de carisma... Por fortuna, la larga (y ancha) sombra de Amadeo le daba cierta seguridad. -Ciau Dino, ¿cómo estás? Gracias, sí, pasaremos, si nos lo permites... Comer, no sé... Claro, unas cervezas...

Pasaron a la sala de estar de la modesta pero cuidada vivienda. Se sentaron en el sofá mientras Romano iba a la cocina por las cervezas; formaban una curiosa estampa, la mole de Carisi y el esmirriado Marrone, ambos con las manos sobre las rodillas oyendo a su anfitrión darle unas voces ambiguas a su esposa en la otra habitación.

Cuando volvió, Sal ya tenía claro cómo enfocar el asunto: con toda la honestidad que otro miembro de la familia Masseria merecía. Agradeció la cerveza, y tras el primer trago dio sus explicaciones.

-Verás, Dino, hemos venido por una cuestión de trabajo. Necesitamos hablar con tu hija Sabina, ¿está aquí? No hay nada malo con ella, el signore Masseria, Lucky y di Peichi está contentos con ella -se apresuró a aclarar-; tiene que ver con Filippo Caranta. No sé si lo sabes, ha desaparecido hace unos días. Tememos que pueda haberle ocurrido algo, y como ella trabaja con él...

¿Estaba hablando demasiado? Pudiera ser, pero saber qué había ocurrido bien valía ser directo.

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15/01/2023, 17:30
Director

Abandonaron la casa de la señora Rottenmeier con un puñado de llaves que no lo llevaría ni el portero del Empire State Bulding. Eso sí, les costó más salir de la casa de la anciana que entrar, pues ésta aprovechaba cualquier tontería para seguir hablando con ellos: que si el baño se le había averiado y tuvo que venir su sobrino el fontanero desde Boston, que si la caldera del edificio no calienta bien y en invierno pasa frío, que si tuvo que dejar las joyas de su madre en Alemania por miedo a perderlas en la travesía... Incluso mientras probaban llaves en la puerta de Caranta tuvieron que soportar a la vieja dándoles palique mientras miraba cómo iban descartando una llave tras otra. 

Finalmente la cerradura giró con una de las llaves y se adentraron al piso de Caranta dejando atrás a la aburrida señora. Filippo y Luigi se encontraron en el recibidor de un piso inmaculadamente ordenado. Pequeño, acogedor y muy limpio. Caranta no tenía muchas cosas, y eso, por desgracia, significaba que tampoco habría demasiadas pistas allí. Pero todo era ponerse a buscar. 

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15/01/2023, 17:38
Director

Dino se sentó con ellos en la sala de estar, dejó que la visita se sentara en el sofá grande y él ocupó su sofá personal, donde pasaba el tiempo libre cuando estaba en casa, justo al lado del mueble de la radio donde escuchaba sus programas favoritos. Dino le dio un buen trago a la cerveza y les sonrió esperando a que explicaran el motivo de su visita, era amable pero no era tonto. También había hecho visitas como aquella en el pasado, e incluso algunas peores. Sabía que esos dos no habían venido hasta su casa para compartir viejas anécdotas con él. Agradeció que Sal fuera directo al grano pero torció el gesto cuando mencionaron a su hija. 

Sí, algo he oído. De hecho Sabina volvió esta mañana temprano diciendo que su jefe estaba enfermo. Esperad un momento. ¡Sabina! —gritó sin siquiera levantarse del sofá—. ¡Sabina!

Una muchacha típicamente siciliana, de pelo azabache, piel aceitunada y ojos oscuros apareció en el umbral de la puerta del salón. Llevaba un bonito vestido al estilo de las chicas de su edad y se maquillaba como las americanas aunque no lograba ocultar sus rasgos sicilianos bajo todo aquel producto. 

¿Sí, papá?

¿Por qué decías que no has ido hoy al trabajo?

Sí, que fui —la muchacha miró a los visitantes con curiosidad antes de volver hacia su padre—. Lo que pasa es que el señor Caranta no se ha presentado y me aburría de estar ahí sola. El viernes por la tarde tampoco vino y me aburrí mucho. Supongo que se habrá enfermado o algo —dijo con la despreocupación característica de la juventud—. ¿Algo más?

Dino Romano se giró hacia ellos trasladándoles la pregunta de su hija. 

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16/01/2023, 18:44
Amadeo "El gigante" Carisi

Amadeo decidió seguir en un segundo plano, dando apoyo moral a Sal. Si fuese cualquier otra persona, habría tomado las riendas del interrogatorio y habría hecho cantar la Traviata a cualquier desgraciado. Sin embargo, como se trataba de alguien de la familia, no quería resultar demasiado intimidante*.

En su lugar se limitó a preguntar tímidamente, con un tono mucho más dulce del que era habitual en él.

Entonces no aparece desde el viernes por la tarde. ¿Le viste el viernes por la mañana?

Notas de juego

*Aunque le saliese de forma natural.

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16/01/2023, 21:41
Salvatore Marrone

Tras la entrada en escena de Sabina y sus explicaciones Sal quedó pensativo, mirando a Amadeo como en busca de inspiración. Para su alivio el grandullón se animó a terciar, y lo hizo tirando del único hilo que tenían. Sal se animó a completar la pregunta.

-Y cuando lo viste el viernes, ¿notaste algo extraño en él? ¿Vino alguien a visitarle al despacho, recibió alguna nota, o hubo algo fuera de lo normal esa mañana o los días anteriores? Piensa, Sabina, cualquir detalle puede ser importante...

Sal miraba a Dino mientras decía esto último, en un reflejo innato en los sicilianos, como si la aquiescencia del padre de la criatura y hombre de la casa a sus planteamientos fuera a darles la legitimidad y fuerza que merecían.

Notas de juego

Entonces, por lo que comenta la moza, entiendo que hoy es lunes

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17/01/2023, 19:47
Filippo Benedetti

Filippo llamó a Caranta desde la puerta, por si acaso. Una vez se aseguró de que no estaba, se dirigió a Luigi. 

-Bien, el sitio no es muy grande ¿cómo lo hacemos?¿Nos dividimos?¿Buscamos juntos?

 

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17/01/2023, 23:27
Luigi Bacoli

Mira, yo por aligerar, miraría por ahi y tu por aca. Al terminar, intercambiamos zona y damos un segundo repaso... total si no sacamos nada en claro, no podremos seguir con las pesquisas... Más vale dedicarle algo de tiempo a este sencillo lugar... 

Caranta es un tio muy detallista y ordenado... Seguro que si tiene algo escondido no será muy grande, ni el lugar donde lo esconde tampoco. Será algo bien hecho, no creo que sea un agujero en la pared tapado por el  sillón...

Luigi también buscaba algo con que poder hacer una copia más o menos de la llave... rápidamente se puso a pensar... 

-Claro!!! velas... La cera fundida servirá para hacer un molde de la llave y luego que la reproduzcan... y así le dejamos la llave a la señora, y no sospechará de nosotros-

Filippo si ves velas dámelas las necesito, tengo una idea...

Notas de juego

Recuerdo, negrita lo hablo, cursiva (itálica), lo pienso. 

Texto normal es descripción

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18/01/2023, 16:44
Filippo Benedetti

-Es buena idea, primo. 

Así que dicho y hecho, Filippo se dedicó a cubrir la parte que le tocaba del inmueble.

-¿Velas?¿Para qué querrás tú unas velas? No vayamos a prenderle fuego a la casa. 

Algo estaría tramando y seguro que no era tontería. 

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23/01/2023, 19:58
Director

Así, es —respondió Sabina mirando al grandullón como si se preguntar cómo había cabido por la puerta—. El viernes por la mañana estuvo hasta la hora de la comida. Luego cuando regresé ya no apareció en toda la tarde. Podría haberme avisado de que estaba enfermo o algo —se quejó. 

La muchacha miró a Sal cuando éste se dirigió a ella, el rictus de su cara delató que no le agradaba demasiado su aspecto, pero intentó disimularlo como pudo. Pensó sobre lo que le había dicho y después negó con la cabeza. 

Nada, fue una mañana igual que cualquier otra. Todo igual que de costumbre. No noté nada raro —su padre la alentó a recordar algo y le dijo que se tomase su tiempo, Sabina suspiró aburrida porque estaba deseando ir a derrochar el sueldo de su padre hablando con sus amigas por el teléfono pero hizo un nuevo intento—. Bueno, lo único... Pero no creo que sea nada... —su padre la animó a contarlo, sabedor de que aquellos detalles que parecían minucias a veces podrían ser vitales—. No es nada, pero recuerdo que el viernes por la mañana llamó un tal Smith. Se me hizo curioso porque normalmente todos los que llaman tienen nombres italianos —se encogió de hombros—. Le pasé la llamada y ya está. No sé de qué hablaron. 

Notas de juego

Correcto, es lunes. 

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23/01/2023, 20:07
Director

Había un par de cirios en uno de los cajones del guardarropa de la habitación de Caranta. Luigi los sacó y los encendió para poner en marcha su plan con la cera, lo colocó de lado junto a la llave para que la cera derretida fuera cayendo allí y diera forma al molde con el que después poder hacer una copia de la llave por si fuera necesario regresar al piso. Cualquier cosa antes de aguantar de nuevo las historias de la vieja alemana de al lado. La cera se secaba muy rápido, por lo que para que aguantase en estado líquido tuvieron que mantenerla caliente hasta que tuvieron la suficiente para dejar que se endureciera con la llave.

Por lo demás el piso tenía poco que ofrecer, la meticulosidad con el orden de Caranta en los documentos se trasladaba a su vida personal. Todo estaba perfectamente ordenado, limpio y sin que nada resaltara por haber sido removido o alguna cosa similar. Lo único que rompía ese cuidado orden eran los tres colgadores para trajes vacíos que había en el armario de la ropa, los cuatro huecos libres en el zapatero y que en el cajón de la ropa interior había una parte vacía. También parecían faltar varias camisas en otro de los cajones de la cómoda.