Partida Rol por web

Tras una noche terrorífica de aullidos y sonidos tenebrosos como el crujir de la madera o el metal de los pestillos dando pequeños golpes a causa del viento amanece un nuevo y brillante día en la aldea de Castroviejo, el gallo canta como cada mañana, el sol va saliendo tímidamente y el frío penetrante de la noche deja lugar a una temperatura soportable, todo parece indicar que será otro día gris y rutinario en la aldea pero para sorpresa de todos... ¡¡Julius aparece muerto!! 

En mitad de la plaza del pueblo y con claros signos de haber sido atacado por animales enormes, su cuerpo aparece repleto de agujeros claramente causados por colmillos y desagarrado de forma brutal, está desmembrado, descuartizado, sus extremidades son ahora huesos rasgados y su expresión es la del horror más absoluto.

Los vecinos se reúnen y comienza la reunión, la puerta de la casa de Julius está destrozada y tiene marcas de garras. En esta región no hay osos ni ningún animal con la suficiente fuerza para destrozar una puerta maciza y aniquilar así a un hombre en tan poco tiempo: está claro que esto ha sido obra de un hombre lobo y sabiendo que el siguiente pueblo está a más de 300 kilómetros, ha debido ser alguien de Castroviejo pero: ¿Quién?

Por otro lado, Gladio aparece muerto también, no tiene signos de violencia ni de haber sido atacado, pero su cuerpo yace sin vida frío y con un tono azulado predominante en su piel, otra víctima más en una noche de muerte.

Es la hora de comenzar un debate en la plaza del pueblo, todas las casitas de madera la rodean y el suelo está cubierto por tierra dura porque allí jugaban los niños y en otras épocas se hacían las fiestas del pueblo. Ahora solo hay una horca y un columpio roto, de algún modo simboliza la decadencia de un pueblo que no ha sido capaz de retener a los más jóvenes y ahora ni tan siquiera de proteger a sus venerables ancianos. 

Pero antes de debatir, como cada primer miércoles del año, toca elegir un alcalde. Olvídense de papeletas, de modernas máquinas de recuento, aquí funciona todo a viva voz y a mano alzada. Hoy además, apenas hay tiempo para preparativos, hay que elegir rápido al alcalde pues el asunto del hombre lobo urge demasiado como para entretenerse con otros menesteres.

- ¡Aiba dios! - gritó Pedro al ver el percal en el centro de la plaza. Se quitó el abrigo que llevaba y cubrió con él la cara de Julius - Esto lo han hecho los lobos. Ya me avisó madre cuando yo era zagal. Que en esta aldea hubo y habrá licántropos y que me anduviese con ojo. Y no eran cuentos de vieja....

Lanzó una mirada escudriñadora a todos y volvió a mirar el cuerpo de Julius. 

- Julius era un buen amigo, casi una calabaza. Pero todos sabemos que muchos del pueblo le tenían tirria por sus.... poderes. No os bastaba con no creerle no, con dejarle que hablase de fantasmas y augurios e iros a dormirla, no.... Habíais de matarle. ¡Malajes! - hizo una pausa dramática - Yo pondré todo lo que pueda por mi parte para darle justicia y acabar con quien haya sido responsable de esto. 

Justo acababa su discurso cuando se dio cuenta de que había un segundo cuerpo. Gladio. 

- ¡Pero cómo! - se acercó corriendo haciendo aspavientos con las manos - Esto no, esto no.... esto no han sido los lobos. Alguien habrá visto lo que ha pasado con Julius y se ha tomado la justicia por su mano. Ojo, que no me parece mal visto lo visto pero.... ¿por qué sospechar de Gladio?

-Andanda! si san cargao al Julius y al Gladio.-El bueno de Jacinto está visiblemente afectado por las muertes de sus amigos.-Los responsables no pueden quedar impunes, yo voto a Pedro como alcalde. 

-Venga Pedrillo, encárgate del caso.

Las leyendas hablaban de lupinos con forma de hombre. Pero yo creía que eso eran cuentos de viejas pa' cojonar a los ñiños.

-Cagoenla, va a ser veda' eso de los lobos. ¿Y decís que sa'n cargao al vidente? Esto nesecita mano dura y escarmiento. Quien se presente a arcalde tiene que ser duro. Si Pedro quiere, no le voy a decí que no, aunque sí querís y el no quie' serlo, no me importa tampoco serlo a mí.

Por las circunstancias de su muerte, el rol de gladio no será revelado.

¡Válgame! Gritó el único joven que quedaba en el pueblo. ¿Pero qué ha pasado aquí? Mike no sabía nada de lo que se contaba en el pueblo. De las historias de licántropos y esas cosas. Estaba acostumbrado a ir de casa a clase, de clase a la biblioteca y de la biblioteca a su casa.

Cuando decidieron buscar al alcalde, Mike dio un paso al frente. Creo que o yo, o el señor Lester deberíamos ser el alcalde. Si yo no puedo votarme a mi mismo, entonces votaré por él. Es un puesto para gente corrupta lista y creo que cualquiera de los dos podríamos ser buenos en dicha labor.

- Saludos a todos. No puo decir que sean buenos días, porque lo ocurrío es terrible. Pero tenemos que apechugar y seguir pa'lante eligiendo un alcalde.
No tengo ná en contra de Pedrillo pero sin la presencia de un vidente, el cargo ha de recaer en un aldeano sin vínculo con los lobos y, ahora mismo, sólo he de confiar en mí misma.

El pueblo desperto con dos muertos y Dooby suspiro aliviado al no ser los que les gasto la broma ayer. Como el resto del pueblo se acerco a la plaza a escuchar a los mayores salir a la palestra y coronarse como nuevos alcalde, para dar caza a los lobos asesinos supuso.

-¿Y yo no puedo ser arcalde? -Asomo la voz apitufada del muchacho mientras la gente parloteaba. -Yo quiero ser arcalde, también.

-Vaia lío! Vaía lío! Quién iba a dar una miaja por ver al pobre hombre muerto? Ea, Hum!Nadie en el pueblo que io sepa! Eso si, me barrunto que si era el curandero... el sabía quien carajo era el asesino?! Ea, si no? Pa que matarlo?-

Le doy un pescozón al chaval para escarmentarle:

-Calla criatura, calla! El arcalde tie que ser alguien con dos desdos de frente! Yo pa eso no valgo que me gusta demás la jarra,  pero si tengo que votar, yo me voy con el bueno de Aurelio o con el faenas del Pedro.-

Alzo la voz.

-Pero a esos librados yo no los quiero llevando los asuntos ni de la taberna! Ea! Hum! Queda dicho!-

Al sentir el frio tacto del tonto del pueblo, se giro furioso y mientras hablaba y hablaba le piso el pie con fuerza. -¡Cinco dedos tengo yo en cada mano y los puedo poner todos de frente, a ver porque yo no puedo ser arcalde y los viejos que solo saben de ovejas sí! -Le contesto, molesto y algo alejado para evitar nuevas collejas, de eso eso si sabia el Etelvino.

- ¡Quita quita! - le contesta Pedro a Jacinto al ver que le propone para alcalde - Que yo no quiero deso. El que quiere ser guarda, algo quiere guardar. Quita quita. Yo pondré de mi parte desde mi bancal. A mí déjame de líos. 
Yo, mientras no sea alcalde el extranjero ese - señala a Mike - por mi que lo sea el Aurelio o mejor el crío este. ¿Por qué no? ¡Si nosotros ya tenemos el seso blando!

Candidatos con opciones:

Aurelio: 3 votos

Pedro: Tiene apoyo pero rechaza presentarse

Lester: Tiene apoyo pero rechaza el puesto

Dooby: 1 voto

Marita: necesita al menos un apoyo o un voto.

Lester al escuchar lo que pasaba dijo.

-Lo siento Mike, pero a mi no me interesa el puesto de alcalde, si el Señor Aurelio o cualquier otro desea el puesto puede tenerlo... Ademas solo llevo 17 años viviendo aquí.-

-¿Que mas da la edad o el tiempo profe? Yo no tengo tantos años, como usted esta aquí y estoy mas que dispuesto. -Le dijo con un brillo inusitado en los ojos.

-De acuerdo entonces, yo voto a Aureeeeeeeeeeeeeelio, que es de mi quinta. Venga majete que tu pués con ellos. Pero tengo curiosidad...por qué habéis rechazado el cargo?-pregunta Jacinto a Pedro y Lester, suspicaz.

Ay Jacinto, ¡¿¡¡¿por qué va a ser?!?! Que yo soy el más interesado en hacer justicia de esta pobre gente pero coñe, que yo tengo mucho lío con mis calabazas y una posición como esa requiere de una dedicación absoluta ¡ndios!. 

-Gracias por el apoyo calgunos me brindáis. Si sargo yo, lo haré lo mejor que puea. Aunque Jacinto tiene razón en algo, nu sé por qué alguien rechazaría el cargo sin ná que ocultar. Pero güeno, ya veremos cuando acaben las elecciones y discutamos sobre quien es el lupino que se merendó al vidente.

Sus rasones tendrán para rechazar ésto, supongo que no tor mundo es valiente o está dispuesto a arriesgar su vía por los demá.

-Señor Jacinto, me gustaría ayudar en lo que pueda a la aldea... Pero me temo que todavía hay gente en la aldea que desconfía de mi... Por lo que si yo dijera que quiero el puesto de alcalde causaría un alboroto y en estos momentos eso es lo peor que puede pasar... Pero si hay algo en lo que pueda ayudarle Señor Aurelio, no dude en pedírmelo-

Fue lo que dijo Lester mientras mantenía una sonrisa irónica.

- Vamos a ver si me voy a tener que remangar los pantalones y sacar la morisca a pasear.... ¿Qué tiene más de sospechoso? ¿no querer ser alcalde? ¿u ofrecerse a ser alcalde?. Que si el puesto de alcalde no tiene restricciones horarias, uno se presenta ¿eh? Y si hace falta montar en salón de plenos en mi bancal, se monta. ¡Pero que nadie se siente en las calabazas cagunsanjudas!