Partida Rol por web

Amanece un nuevo dí y os reunís los pocos supervivientes que quedáis en la casa. Vuestra ronda de rigor os lleva hasta la habitación número 10 donde encontráis los restos apretados de arantxa y markus kleiberg en un tierno y emotivo beso... ambos cubiertos copiosamente por una capa de sangre y vísceras a su alrededor.

Ainhoa se acerca al grupo de gente que se ha formado en la puerta de la habitación. Aunque suponía con qué iba a encontrarse, no se había imaginado exactamente el qué.

Cuando mira la escena, se le entornan los ojos, se tapa la boca como para evitar arcadas y se vuelve corriendo a su habitación cerrando la puerta tras sí.

Hermeregilda estaba cada vez más asustada al permanecer en aquella mansión en la que cada noche había una o dos muertes.

Se había levantado temprano aquella mañana, aunque temía esperarse de nuevo con el panorama de cada día. Al ver el tumulto de gente que se encontraba en la puerta de la habitación número 10, sabía que había vuelto a ocurrir.

Asustada y a paso rápido se acerca y asoma la naricilla por la puerta, quedándose petrificada. En la cama había dos personas fundidas en un beso llenos de sangre y vísceras. De todas las muertes que había habido en aquella horrible y espeluznante mansión, aquella era sin duda la más macabra.

Sin saber que decir, y muerta de miedo se dirige a su habitación, cerrando la puerta tras de sí. Prefería permanecer allí, al menos durante aquel día.

La Luisa. dice refiriéndose a Luisa Martinez mientras se alejaba del cuarto de los cadáveres. Andaba en demasía con el difuntu fampiru Marcial... nada abueno pu¡e traer esa femina...

Salgo de mi habitación, algo demacrada y mucho más delgada que cuando entré, a causa de la falta de hambre, sólo para encontrarme con la conmovedora imagen. Nada más ver los cuerpos mutilados, salgo corriendo hacia el baño para vomitar.

Después me obligo a mí misma a ir a comer. Mi salud no puede aguantar todo esto, aunque sería mejor morir por falta de hambre que a causa de esos malditos chupasangres.

Ya acostumbrada a saber que cada dia va a morir alguien distinto, casi resignada Amaranta se dirije al lugar donde empieza a aglomerarse la multitud, pero al llegar a la puerta un escalofrio recorre su cuerpo, aun sin haber visto siente, o mejor sabe, que algo realmente malo ha pasado.

¡Arantxa! dice en un grito desgarrador al ver a la joven que yace alli, destripada como si hubiesen querido dejar pruebas de que estaba muerta, sin la menor duda.

Se abre paso entre los presentes y cae arrodillada al lado del rostro de la mujer llorando copiosamente, no le importa estar sobre sangre ni visceras, lo unico que hace es acariciar el rostro de la que fue la unica amioga que tuvo en esa casa, agacha la cabeza mientras los sollozos se hacen cada vez mas profundos.

MIro aterrada a Eustaquio - por dios eustaquio, que dice usted!!!!! - consigo articular.

Estoy segura de que me acusa porque le voté, pero no fui la única - le espeto con una mirada iracunda - además, ¿quién dice que no ha sido usted? Dió el truquito de los ajos, pero es el único que ha sobrevivido a un ataque de los vampiros..... a que va a ser que todo ha sido una farsa para evitar que la atención recaiga en usted.......

Estoy de acuerdo con Luisa. -digo, con la taza de café en la mano-

Los afampirus ya amatasteis al amigu Manué, el Eustaquiu ya arrezó todas sus oraciones y está en pá con Dió pa morí... responde Eustaquio. Veo que la fampira anesesita a sus acompañeras pa adefenderse... que atriste este mundu pa llegar a estas asituaciones...

Creo que deberíamos calmarnos -dije con un hilo de voz ante su acusación ¿cree que esto es fácil para mi? ¿saber que mañana podría morir de dos formas diferentes, que incluso hoy podrían sacrificarme a mí siendo inocente?- Todos estamos nerviosos y asustados por lo que está pasando, pero no podemos acusarnos los unos a los otros o acabaremos diviéndonos y poniéndoles el camino más fácil a los asesinos.

-¡Basta, jóvenes! ¡Basta ya de cazas de brujas! ¿Acaso no ven que estamos matándonos entre nosotros como corderos? No es la primera vez que propongo la única forma racional de solucionar este asunto: sólo espero que en esta ocasión tengan algo más de sentido común del que han demostrado. Digamos, sin más rodeos, dónde pasamos la noche pasada. Yo estuve en mi habitación. ¿Y ustedes?

Yo no me moví de la mía en todo el día y la noche. No sé en qué podrá ayudarnos esto, Don Ramón: cualquiera de nosotros podrá mentir con facilidad acerca de dónde estuvimos. ¿Cómo podemos saber quién dice la verdad y quién no? En mi caso es fácilmente comprobable, pues hay un montón de restos de comida esparcidos por todo el cuarto y la cama está totalmente deshecha. Pasé todo el día allí, apática y no me molesté en recoger nada, puesto que no comparto la habitación con nadie. -dije dirigiéndome hacia el interrogador. De hecho, debería ponerme a recoger mi cuarto, está hecho un completo asco, no es propio de mí ser tan desordenada. Cuanod termine de desayunar iré a limpiarlo.

-Fácilmente, joven. El asesino se verá obligado a mentir. Y en ese momento se delatará, pues jurará haber estado en un lugar en el que otro de los habitantes tendría que haberle visto. Por otra parte, ayudará a eliminar sospechosos. Y aunque no fuera así, al menos es un método más científico de hallar el culpable que señalarnos al buen tuntún.

Yo también estuve en mi habitación, dice Steiner. Pero comparto con Marina el pensamiento de que el vampiro sólo tendría que decir que estuvo en su habitación y nadie podrá rebatirlo, razona Norberto con cara de preocupación.

Señor Eustaquio, me parece curioso que siga acusando a Marcial de afampiru cuando, pese a su sacrificio, siguen apareciendo cadáveres... quizás lo fuera o quizás, más bien, nos volvimos a equivocar...

despues de un paso rapido por la grotesca escena de la ultima muerte y de escuchar discuciones aqui y alla me dirijo a la cocina a tomar un poco de agua para contrarestar el efecto de tan mala escena

poco a poco se reduce todo y no se da con la respuesta