Partida Rol por web

Un gesto de ofensa nacio en el rostro del comerciante

¿Quitarme de encima? ¿Yo? te trato de hacer un favor, como siempre, dime una sola vez que no te halla respetado para merecer ese comentario  Mientras habla se lleva las dos palmas al pecho de la camisa dejando allí unas manchas de sus dedos, tampoco es que la camisa estuviera muy limpia Sólo soy un honrado comerciante que se trata de ganar la vida y zas, me atacas gratuitamente. Sabes, mi vida no es tan brillante como la tuya, me paso aquí todo el día escarbando para gente como tu que viene a por los pocos despojos útiles que encuentro y pido bien poco por ello.

Puede que no mereciera esas palabras, pero este tipo era el rey del drama, no iba a callarse parecías haber abierto la caja de pandora.

Vale, vale... No te pongas así. Sonreí ligeramente, divertido ante la reacción de Henry. No te lo decía en serio. Y no pensarías que mi vida es tan brillante si te pasaras un par de días conmigo.

Dejé caer al suelo lo que quedaba de mi cigarro, que ya rascaba la colilla, y lo apagué con la suela de la bota.

De verdad, ¿qué tienes?

Que no me ponga así.... y como quieres que me ponga, como comerciante solo tengo mi reputación y esos comentarios la hacen daño dijo el hombreton, se quejaba como si fuera un aplañidera, ya había hecho que te arrepintieras de haberle hablado de ese modo sin ni si quiera levantar la voz ¿ Lo haría a propósito? Te hace un gesto para que lo sigas mientras se adentra entre las columnas de chatarra Sigueme tipo duro,tengo algo que te va  a hacer chillar como si fuera colegiala.

Te lleva entre los montones de basura hasta el centro del desguace, allí ves una armadura lineal Alfa de combate, esta en un estado pésimo, tiene impactos de bala que han penetrado el blindaje causando graves daños a los servos, pese a todo es una belleza insolita, no pensabas que esas cosas se pudieran conseguir en un sitio como este.

Me la encontre al sur, parecía haber sido abandonada, no encontre al piloto para poder devolversela, una lástima. dice con una sonrisa en la boca tu amigo mientras esperaba ver tu reacción.

Joder...

Me acerqué a la armadura intentando no parecer alucinado, pero los dos sabíamos que no iba a engañar a nadie.

¿Cuánto quieres por esto? Henry... sabes que estoy sin blanca.

Si la volvía a poner a punto había gente que estaría dispuesta a pagar muchísimo dinero por ella, y con ese dinero bien podría costearme muchas de las cosas que necesitaba en ese momento y que iba a necesitar en un futuro cercano.

Pero no tenía taller, ni herramientas, ni materiales, ni siquiera el dinero para comprar la pieza. Después de mirarla de cerca me volví hacia Henry de nuevo rascándome la cabeza. Si me lo había ofrecido quizás era porque tenía algo en mente.

No sé qué decirte... ¿Tenías algo pensado? Igual puedo ofrecerte un porcentaje de lo que consiga cuando lo coloque. Pero aún así necesitaré un préstamo sólo para empezar a mancharme las manos... Devolví mi atención a la servoarmadura, viendo el futuro en sus líneas y mecanismos, no lo que era, sino lo que podía ser. Sin darme cuenta estaba sonriendo. Pero cuando estuviera lista... compensaría todos los esfuerzos con creces. Y tú sólo tendrías que sentarte y ver el dinero caerte del cielo.

El comerciante se rió de lo lindo ante tus palabras.

Claro que voy a sacar tajada se palmeo la pierna mietras reía Que cachondo ya estoy moviendo un par de hilos para tantear a los compradores, pero necesitamos que el soldadito pueda desfilar. Te pagare bien, pero dado que pongo el material, el lugar, la protección y las herramientas seré yo quien te de un porcentaje.

Sacó un cigarrillo y lo encendió mientras hablaba al mismo tiempo.

Bueno... pero antes de hablar de dinero la pregunta es si puedes arreglarlo ¿Que dices? Mientras hablaba movía la mano del cigarrillo dejando una estela de humo en el aire que bailaba hasta disolverse.

Se quedó mirándote con espectación

La verdad es que aquello le quitaba responsabilidad, pero el resultado era parecido.

En ese caso tendremos que hablar de qué porcentaje sería ese. Sin embargo su ilusión inicial se atenuó apreciablemente. Además de un pago mínimo en caso de que las cosas salgan mal por razones ajenas a mí. Si no voy a ser yo el dueño del trasto tendrás que garantizar que mis horas acaben pagadas mínimamente pase lo que pase.

Asumiré que eso es un si, jodido mangante dijo riendo tu gran amigo Henry Bien socio 15% eso es lo que te ofrezco.

Quedaste allí un rato discutiendo con tu nuevo socio, conseguiste llegar a un 20% pero a cambio harías un par de chapucillas que necesitaba, conforme iba relatando los trabajitos extra supiste que habías salido perdiendo, al fin y al cabo el cabrón se ganaba la vida mercadeando.

Dejando de lado quien salía ganando una cosa era obvia necesitariais mateirales y herramientas, lo último parecía haber en el desguace de Henry pero las piezas no, al menos no todas, te sorprendió ver que tenía guardado el muy cabrón, para una ocasión especial, pero las piezas que faltaban eran necesarias, así que tras mucho pensarlo decidisteis probar suerte con los nómadas. Blanchard dijo que muchas veces tenían piezas increibles que vendían por otras menos valiosas pero más útiles para ellos, según dijo Blanchard el dinero no lo querían ni para limpiarse el culo, la cosa iba de trueque, así que comenzasteis a preparar la caravana.

Como el no iba a dejar a sus chicos solos con el armazon de combate en las cercanías te encargo ir a ti a por lo que necesitabas. Pero aún así envió contigo a una joven que parecía una guerrillera llamada Juno

Te dio un codazo sacándote de la modorra inducida por el ronroneo del motor y el calor agobiante que os había acompañado el trayecto, el bochorno dentro de la cabina del conductor del camión de baratijas que lleváis es insoportable.

Ya estamos llegando te informó la muchacha de piel morena y pelo oscuro Nunca he tenido problemas con ellos pero no te pases de listo, parecen poca cosa pero todos tienen uno o mas fusiles y son cerca de un centenar. Un centenar de fusiles, no te olvides de ese hecho.

Si alguna vez quisiste saber como se sentían los buhoneros de las historias, ya lo sabes.Frente a ti se extendía un campamento de roulotes y caravanas, había carpas levantadas en las zonas comunes y un tendido eléctrico muy básico había sido repartido entre toda la amalgama que era aquel caos de vehículos y tiendas

Me bajo ligeramente las gafas de sol para ver el campamento con más detalle, luego me giro hacia Juno y no puedo evitar darle un repaso de arriba a abajo.

Aunque me pase de listo estás tú para protegerme le digo con media sonrisa, aguantándole la mirada. Conoces al que manda? Si manda alguien por aquí...

Juno no era ajena a el sofocante calor de la cabina, su pelo estaba algo apelmazado por el sudor y su piel oscura brillaba reflejando la luz del sol a causa de una película de sudor que la cubría. Una gota de sudor resbaló por su cuello perdiéndose bajo su ropa.

Trataremos con ellos, no desesperes dijo con decisión son como una gran familia, no esta claro quien manda, mandan los mayores, pero los que traen el pan hacen las cosas como quieren. Al final se mantienen juntos de una forma inexplicable, pero funciona.

Mientras hablaba había ido frenando y llegó un momento en que os detuvisteis a unos 1000 m del campamento, Juno apagó el motor y grito a los demás guardaespaldas a través de la ventanilla.

¡No quiero gallitos!¡Dejad que hablemos nosotros!

La miré por encima de las gafas.

¿De verdad quieres que andemos un kilómetro hasta el campamento? ¿Si hay problemas qué haremos?¿Correr?

Dibujé una sonrisa socarrona para que no se ofendiera por el comentario.

¿Te acercarías a mas de un centenar de personas nerviosas con fusiles, armado y sin avisarles? dijo Calmadamente 1000 m aproximadamente es el alcance de un fusil, a partir de 500 ya pueden apuntar y esperar darnos, si no nos quieren nos avisaran antes que matarnos, pero si vamos todos dispararan por si acaso somos saqueadores o vete tu a saber que, estos lugares son peligrosos, pero no por ellos.

Estaba preparando su equipo mientras hablaba, metía una pistola, un cuchillo, algun cargador, agua y un botiquin de primeros auxilios.

¿Vamos?

Caminasteis por los restos de asfalto de lo que fuera en otro tiempo una calle, ahora resquebrajado y desatendido desde hace décadas parece un camino, a ambos lados hay edificios abandonados, no tardáis mucho en escuchar una voz desde algún lugar a vuestra derecha.

Haced el tonto y no volveréis a follar juntos, parejita ¿Que coño queréis?

La voz es de hombre, un hombre joven diriaís

Nada me jodería más, la verdad. Dije, sonriendo y con las manos en alto. Tenemos mercancías para intercambiar. Suministros que os puedan servir a cambio de cosas que nos puedan servir a nosotros. Si estáis interesados podemos hacer tratos. Si no, nos volvemos a casa y aquí no ha pasado nada.

Me mantuve sonriendo, intentando parecer lo menos peligroso posible.

Si quieres puedes acercarte con nosotros a la camioneta, igual hay algo que te pueda interesar. Dije, señalando el lugar de donde veníamos.

Otros dos individuos vestidos de camuflaje y con fusiles salieron de las ruinas de una casa cercana, apuntando los en todo momento, los cachearon y quitaron las armas. Tras lo cual aparecieron otra media docena y los escoltaron al campamento.

Allí se reunieron con un vejete ya entrado en años.

Buenas tardes ... ¿Mercaderes? dijo con una voz un tanto cascada mientras os escrutinaba con unos ojos cercados de arrugas, en su calva se reflejaba el sol gracas a un poco de sudor No os conozco¿ Alguien que debáis mencionar para inclinar mi decisión en una dirección u otra?

Los ojos de el viejo pasaron del Juno al sr Connigam y pese a lo que pudiera parecer encontraron algo más interesante en éste. El viejo se quedó mirando a Albert con insistencia.

Dejo que le quitaran las armas de encima, pero propinó un soberano cabezazo en la nariz de el tipo que la cacheó haciendo le caer de colo sangrando copiosamente. Y lanzando improperios, se levanto como un resorte echando mano de un cuchillo, pero sus compañeros le detuvieron.

El resto del camino Juno lo pasó bajo la atenta super-visión de ese hombre, en sus ojos había una promesa de dolor e ira contenida, esperaba una excusa. Eso hizo que fuera mayormente en silencio.

Por fin alcanzaron el campamento,  y un viejo salió a recibirlos. Les preguntó por una referencia a lo que ella contestó 

Blanchard, ya ha comerciado antes con vosotros, venimos de su parte, dijo que reconoceríais el vehículo.

El viejo la miró cuando habló pero volvió su atención a el otro sujeto retenido. 

No recuerdo que blanchard tuviera amigos militares, nombre y rango soldado. dijo mirando a Connigam

Albert vio la contestación de Juno como suficiente.

Estoy seguro de que todos podemos beneficiarnos de este encuentro, sin dispararnos ni nada. dijo con una sonrisa, pero algo incómodo por la mirada escrutadora del viejo. Tengo entendido que tenéis componentes electrónicos que no soléis utilizar. ¿Puedo echar un vistazo?

El viejo sonrió Así que mercenario.... bueno, guárdate tus secretitos. Dijo en anciano con bastante güasa Antes de mirar lo que tenemos espero que puedas enseñarnos lo que traes.

Lo que decía no te pillaba de sorpresa, estos campamentos se guiaban por el trueque y aunque seguían cogiendo dinero le daban un valor bastante escaso.

Que vengan los demás, pero ella se queda dijo señalando a Juno