Partida Rol por web

Honor de Gladiador.

C20: Arena de Detritus.

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01/04/2009, 01:41
C20: Limonero, Escuela Amarilla.

- "Champiñón, piensa que hoy es fiesta y las tiendas están cerradas. La semana que viene la cosa va a estar también complicada, pues se celebra el quinto centenario de la fundación de la XIII Legión. Eso significa que los comerciantes querrán lucrarse a costa de los incautos.

Si lo que quieres es cambiar esa ballesta pesada por una de mano, yo te podría gestionar el canje. Por una comisión de diez monedas de oro, claro está.

En cuanto a un estoque... en mis tiempos sé de un herrero que los vendía si mal no recuerdo a cincuenta monedas de oro cada uno. O podría intentar conseguir el tuyo por sesenta..." -

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01/04/2009, 08:31
Bella Mugiente.

Suspiro tranquila al ver como se desarrolla toda la conversacion y como Babosa se contiene ante el Instructor y Limonero Enano gruñon y bocazas, que trabajo le cuesta callarse lo que piensa... pienso sin remediar que una sonrisa acuda a mi boca.

Champiñon quiere hacer negocios, Lagartija habla con Babosa tranquilamente y tanto el Instructor como Limonero parecen contentos...!que diferente se ha vuelto todo en un momento!

!!Lagartija va a seguir cerca de nosotros, se queda en Detritus!!¿Que tendra pensado hacer? Me alegra su decision porque eso significara que quizas lo volvere a ver, me siento tan feliz como si hubiera ganado yo algo en el combate...

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01/04/2009, 08:50
C20: DETRITUS.

- Los Juegos del Campeonato de Detritus (segunda semana de Erathis 4480) concluyen y son clausurados con el debido ceremonial por parte del Maestro de Ceremonias.

- Cuando el público comienza a regresar a sus casas, los luchadores, algunos de ellos aún heridos, acompañan a guardias e instructores a sus respectivas Escuelas.

- Sólo uno regresa a su antigua Escuela por propia voluntad: Lagartija.

Notas de juego

- Escena clausurada hasta los próximos Juegos Circenses.

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13/04/2009, 08:22
CALENDARIO.

 

TERCERA SANGRE DE ERATHIS 4480.

POR LA MAÑANA.

 

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14/04/2009, 21:06
Petaculos.

Día de combate.

"Al menos hoy no habrá muerte".

Ingenuo de mí, el mal acaba encontrando un camino.

Había sido desafiado por Bella Mugiente del equipo Amarillo. Desde que me enteré había estado tratando de recordar su combate contra Bizcochito para tratar de desentrañar sus tácticas y preparar una buena estrategia en contra. Era un combate intrascendente, una mera exhibición, aunque sin duda la victoria nos vendría bien a cualquiera de los dos.

Después del campeonato, y con la ayuda de los compañeros, me encontraba más centrado. Era más consciente de dónde estaba y de cuáles eran mis alternativas. Saldría fuera y lucharía lo mejor que pudiera.

El combate de exhibición entre Champiñón y nuestra Bilis terminó en un par de segundos. Faltaba poco para que anunciaran mi nombre. Estaba aguardando cerca de la puerta cuando escuché una conversación entre unos guardias.

- Qué aburrimiento.
- Mierda de exhibiciones.
- Yo quiero ver morir a alguien.
- Igual salgo y empalo a alguno. ¡Ja, ja, ja!
- ¡Ja, ja, ja! -
corearon los otros.

Me quedé mirándolos unos segundos. "Qué pensamientos tan repugnantes".

Ellos se dieron cuenta de que les escuchaba.

- ¡Eh, elfo! Luchas ahora, ¿no?
- ¿Por qué no la desafías de vuelta, pero a muerte
?

"¿Por qué iba a hacer eso? Hijos de una lombriz...".

- Desafíala por su arma si quieres.
- ¡Sí! Quítale su daga y quédatela tú.
- ¡O mejor! ¡Te mueres! ¡Ja, ja, ja!

El caso es que me estaban diciendo cómo conseguir una segunda arma. "Sería sólo una daga, pero sería mejor que golpear con la camisa".

- ¿Se puede hacer eso? - les pregunté.
- Las escuelas tendrán que aceptarlo, pero ¿por qué no iban a hacerlo?

Entonces me volví a buscar al Instructor. Mientras me iba les escuché susurrar. Seguramente pensaban que no podría oírles pero mis sentidos élficos lo captaron claramente.

- ¡Puto elfo!
- ¡Así te mueras!
- ¡Ja, ja, ja!

Aún no estaba totalmente decidido a hacerlo. Quizá esperaba que el Instructor me aconsejara, pero devolver el desafío quizá era lo más inteligente que podía hacer. Ahora que la muerte no me daba tanto miedo, ese desafío me haría salir antes de la escuela. Vivo o con los pies por delante. "¡Qué más da cómo!". Si ganaba, conseguiría otra arma con lo que podría luchar en mejores condiciones. Si perdía, pedirían mi muerte, o peor, viviría pero tendría que luchar sin espada acercando la siguiente derrota.

No confiaba más en mi victoria que en la suya, pero estaba seguro de que serían mucho más indulgentes con ella que conmigo. Era poco probable que pidieran su muerte. Esa esperanza me reconfortaba. Mi propia muerte era un riesgo más fácil de asumir que el de tener que matarla. Aún tenía una duda... ¿cómo lucharía ella a partir de ahora?

- Instructor... - le dije lo que quería hacer.
- ¿Estás seguro? Si pierdes... - le corté.
- No perderé. - lo dije con seguridad, más la que quería escuchar y con la que quería reforzarme visualizando la victoria, que la que sentía realmente por dentro.

El Instructor llamó a un mensajero que salió rápidamente a hablar con su homólogo de la Escuela Amarilla, y al poco anunciaron el cambio de plan en la Arena.

- ¡... un Desafío a Muerte por Arma! - resonaba en mis oídos.

Imaginé a mis compañeros sorprendidos de que pidiera tal cosa. Imaginé a mi rival, seguro que tampoco era esto lo que quería. Efectivamente, cuando salí a la Arena, sin despedirme de los míos, pude ver su expresión de angustia. En cambio, mi rostro reflejaba determinación.

El combate empezó.

Rápidamente, ella me sorprendió tomando la iniciativa.

Me quité la camisa como la última vez, enrollándola para usarla como arma auxiliar en mis fintas. Intenté entonces recuperar algo de la atracción del público, animándole, pero solamente conseguí exacerbar su odio hacia mí.

- ¡Estúpidos... No conseguiréis matarme...! - grité muy enfadado.

Bella Mugiente y yo nos seguimos acercando, observándonos y protegiéndonos a la vez, la acechaba como si estuviera cazando, hasta que decidí recuperar la iniciativa y ataqué. Con rapidez cargué contra ella consiguiendo superar su defensa, con un buen corte.

Se separó de mí. "¡No te dejaré volver a hacerlo!".

- ¡Llama Sagrada! - invocó algún tipo de magia que no pude esquivar, abrasó mi piel y me inundó de sentimientos de culpa. Además, pude ver cómo el corte que acababa de inflingirle sanaba envuelto en una luz pura.

"Tendré que volver a empezar...". Sus recuperaciones me preocupaban. Se veía más fuerte que yo, y sin duda poseía importantes poderes de curación.

Me volví a pegar a ella y me preparé para ejecutar el ataque que aprendí de Herreforo. "Un movimiento de distracción con la izquierda ¡y uno cortante con la derecha!", que seccionó la arteria femoral de su pierna, que ahora sangraba abundantemente.

Al ver que el golpe funcionó me calmé un poco y aproveché para hacer una profunda inspiración que me ayudó a relajar el dolor de las quemaduras que me había inflingido antes.

En ese momento contraatacó, hizo un amplio movimiento, pero estaba preparado para el golpe y se perdió a mi izquierda. Y una vez más, sacó energía de su Dios o algún otro lugar, sanando sus heridas.

"¿Hasta qué punto han sido efectivos mis golpes? Maldición, ¿cuánto más va a seguir curándose?".

Rápidamente, continuó su recuperación con otro ataque mágico. Una finta con la camisa y el ataque se perdió a mi lado, aunque pude escuchar una pequeña explosión y sentí el reflejo del cristal recién formado en el suelo y el olor a ozono. Al mismo tiempo, con la espada asesté un rápido contraataque contra su antebrazo, adelantado en su invocación mágica.

Parecía que llevaba la iniciativa, y su herida de la pierna seguía sangrando.

Antes de que ella contraatacara, con un movimiento cuidadoso y usando ambas manos ataqué. Mientras que la camisa ejercía una vez más su función de distracción, la espada rozó su daga, atravesando con dificultad su defensa levantada, pero hiriéndola en un costado...

Y entonces, cayó al suelo.

"¿Lo conseguí? ¿Tan pronto?"

- Lo siento... - balbuceé. Al verla en el suelo aumentaron mis sentimientos de culpa y lástima por aquella muchacha enana. Los prejuicios que había sentido por su raza pertenecían a otra época ya, compartir las experiencias de la Arena con Tapón, y en particular ver su entereza, había ayudado mucho.

La gente calló mientras esperaba que se volviera a levantar y consideraba su veredicto.

- ¡¡Perdonadla!! - les grité, como rezando al "Nuevo Dios". "Es todo lo que puedo hacer ahora por ti, Bella Mugiente...".

Pero llegué a pensar que el que yo, el elfo, pidiera su perdón tendría el efecto contrario.

Afortunadamente, no ocurrió así.

- ¡¡¡CLEMENCIA CLEMENCIA CLEMENCIA CLEMENCIA!!!

El Maestro de Ceremonias confirmó el veredicto y me invitó a recoger mi premio de la misma mano ensangrentada de la enana. Según me agachaba y recogía la daga le hablé confortadoramente, con la esperanza de que aún pudiera escucharme.

- Me alegro de que estés viva... no quería tener que hacerlo...

Me respondió mientras los camilleros amarillos la recogían y se la llevaban, ya fuera de peligro.

- No te preocupes... elfo... esta todo bien... no te preocupes... has hecho lo que debias...

La seguí mirando mientras se la llevaban.

Por otro lado, el Maestro me daba instrucciones sobre el premio conseguido.

- Puedes llevar esa daga en todo momento encima...

Poco me importaba en ese momento. Porque había consumado mi voluntad de vivir, de sobrevivir en el mundo hostil de la Arena, sin importar cómo, pasando por encima de mis principios: voluntariamente, había impuesto la lucha a muerte a otra persona que deseaba vivir tanto como yo si no más. Lo que había hecho no le costó la vida pero la perjudicó terriblemente. Fue egoísta, daban igual las circunstancias. Ahora tendría que enfrentarme al juicio de la gente y de mis propios compañeros.

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14/04/2009, 22:56
[RIP] Champiñón.

Los cambios que me habían ocurrido desde el campeonato, aun estaban asentandose en mi vida, aunque, las mejoras de vida aumentaron también mi salud, Aun así, me senía vacio, no tenía futuro, no me complacia luchar.

 

Las normas me hacían retar una vez por semana, como quisiese, todo lo dejé, en manos de mi instructor, que eligió a mi contrincante, Bilis, una Tiefling, me preparo para el combate, tal vez, menos mentalmente que otra veces, pero el no jugarse nada, influye.

 

Salgo a la arena, mi nueva armadura, me encanta, es cómoda, ligera, y parece aguantar una estocada, mi ballesta de mano, me encantaba, la madera, parecía pulida, se encajaba perfectamente al antebrazo, se recargaba rapidismo, una precisiòn inmejorable, lo pero, quizás, el hecho de depender de la organización.

 

rapidamente me moví hacia la bruja, quería que mis virotes llegaran con fuerza, ella tambien se acercó, me miró, y algo extraño ocurrió en mi, seguí moviendome y disparé, el virote, no impactó, estaba aún demasiado lejos. Ella se acercó, y me lanzó un conjuro que esquivé rapidamente, volví a acercarme, ya estaba el combate terminado, la estrategía estaba hecha, preparados, dos virotes, disparé y acertó, mi contrincante se quedo indefensa, esta vez, disparé con más precisión, a los puntos vitales, segundo virote, y cayó al suelo. El combate había terminado.

 

El público no parecía muy animado, tampoco el heraldo, ni el gobernante, me embargó una extraña sensación, me retiré, donde mis compañeros.

-Suerte, enana-farfullo, bastante serio, pues ya sabía el tipo de combate de mi compañera.

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15/04/2009, 15:32
Bella Mugiente.

Hoy es el dia de los juegos de exhibición, estoy en la sala de la Escuela Amarilla esperando a que entre Champiñon para darle la enhorabuena por su increible combate. Moradin tiene poco trabajo con el y me siento orgullosa de lo que ha evolucionado como luchador y de lo que es capaz este mediano. Me dicen que me prepare que me toca salir a la Arena, asi que tendre que felicitarlo despues de mi combate.

Estoy un poco nerviosa porque me sigue sin gustar tener que luchar con nadie, hacer daño, pero me intento convencer de que esto es solo una practica mas para aprender. Espero que Petaculos no se tome mal mi reto, solo quiero aprender a luchar y poner en practica lo que me han enseñado. Intentare no hacerle mucho daño y si se lo hago...espero poder quedarme un momento cerca de el para remediarlo. Cojo mi daga y me preparo para salir. En ese momento escucho al Heraldo de la Arena anunciando mi combate. La sangre se me hiela en las venas al escucharlo, Petaculos me contradesafia a muerte por arma. Ese no era el trato. Me vuelvo rapido hacia el Instructor Amarillo a tiempo de ver como acepta el contradesafio No!...no puedo salir a un combate a muerte!! Instructor!! Este me agarra del traje amarillo y me saca a la arena de un empujon. Me vuelvo rapidamente a tiempo de ver como las puertas se cierran tras de mi dejando en la sala a mis compañeros, aun sorprendidos por el cambio en el combate No me he despedido de ellos...no venia a esto...no estoy preparada para afrontar otro combate a muerte...

Veo salir a Petaculos por la puerta de su sala. ¿Por qué me habra retado el elfo a muerte? Quiere que muera...me quiere ver muerta.No se lo pongas facil Grumcha...demuestrale lo que has aprendido. Respiro profundamente, este es mi destino, esto estaba escrito para mi y no puedo hacer nada para cambiarlo, otro combate a muerte. Echo a andar hacia el elfo, que igualmente empieza a andar hacia mi Espero que esto termine pronto. En mi mente solo tengo una duda ¿Moradin me acompañara hoy?.

Solo recuerdo fallar una y otra vez mis ataques, curarme un par de veces, pero ser consciente de que no son suficientes ante las terribles heridas que recibo, pensar que Moradin me ha dejado a mi sola para que me enfrente al elfo y hoy no lucha conmigo en la arena. El frio filo de la gladius enemiga cortando mi carne, mi sangre en la arena. Caigo al suelo, se termino. Mareada, solo consigo pensar en mis compañeros, no me he despedido de ellos, quiero volver a verlos.

Escucho al elfo, pide mi perdón. El publico tambien lo reclama. El dedo salvador de quien tiene nuestras vidas en sus manos señala al cielo. Volvere a la Escuela una vez mas, solo para volver a revivir dentro de poco esta situación. Soy una sacerdotisa...no una gladiadora...Gracias Moradin por permitir que vuelva a la Escuela... El elfo se dirige a mi y me habla, creo que realmente sus palabras son sinceras. Es solo uno mas como yo, tiene que luchar para sobrevivir, el no tiene la culpa...lo animo y le digo que el no es culpable de esta lucha ni de su resultado. Realmente creo que es asi. Su mano toca la mia en el momento de arrebatarme la daga. Mi mano, sin fuerzas y llena de sangre, se abre lentamente dandole su premio.

De camino a mi sala, en la camilla en la que me llevan los curanderos, siento como mi vida se va por las heridas de mi cuerpo. No hago nada para evitarlo. Estoy muy cansada,solo quiero dormir.

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17/04/2009, 13:42
Lagartija.

Es la Tercera Sangre de Erathis y haciendo uso de mi privilegio de liberto he decidido prescindir de las gradas, por mi deseo de acompañar a mis amigos y compañeros en la zona reservada a la escuela amarilla en la Arena. Hoy pelean todos ellos salvo Legionario y yo mismo, pues aún no se ha formalizado mi situación como residente en este agujero llamado Detritus. Y desde la ventana enrejada me dispongo a ver y estudiar las evoluciones de todos los gladiadores, amigos y adversarios.

La bruja Tiefling conocida como Bilis es la primera en salir a la Arena para enfrentarse con nuestro campeón, el pícaro Champiñón. Observo con interés a mi antigua enemiga racial y recuerdo perfectamente nuestra propia pelea. Una dura combatiente pero nada tiene que hacer ante el pícaro que luce su nueva adquisición, una ballesta. Los esfuerzos de la bruja son baldíos, y pronto así se demuestra. El ataque de la primera falla estrepitosamente y ya sus opciones se volatilizan. Dos virotes, dos mensajeros de muerte y la bruja cae al suelo bañando la arena con su sangre. Sinceramente, no ha habido honor ni gloria en este combate ya perdido de antemano. ¿Pero acaso eso importa al público de Detritus? Solo desean espectáculo. Y lo han tenido, aunque quizá la brevedad del sufrimiento y la agonía no haya bastado para satisfacer su hambre.

Grumcha, mi querida sacerdotisa, el ser más íntegro que conozco, el más generoso, el más bueno. Sus rodetes rubios en torno a su rostro bañado por las bendiciones de su dios Moradin la hacen inconfundible. Sin embargo, su rostro palidece ante una mala nueva. Su desafío ha sido modificado a petición del Instructor Azul. Un rugido de furia brota de mi garganta al escuchar que el desafío será a muerte, algo que nuestro Instructor no ha tenido problemas en aceptar. Desprecio, ira, pena... me embargan mientras la veo salir, temerosa, a las enormes fauces abiertas de Detritus que babean ante el próximo combate. Rezo a Kord para que asista a la clériga e incluso invoco a Moradín para que la ayude. Su oponente, el elfo, se muestra seguro en loq ue alcanzo a ver a través de los barrotes. La lid es rápida pero agónica. Y los golpes contra Grumcha se suceden, su cuerpo flaquea frente al constante acoso de los golpes del elfo y, finalmente, se derrumba. Es la hora del veredicto y mis ojos se cierran en una muda súplica. Clemencia, susurro para mí. Clemencia, brama el público. Unos minutos después, los camilleros traen su maltrecho cuerpecillo y los sanadores hacen su trabajo. Poco puedo hacer, pero mientras la Arena se divierte al compás de las bailarinas, preparándose para una nueva orgía de sangre, tomo entre mis garras una de sus manos. Inconsciente como está, no se da cuenta de mi presencia. Pero para mí es importante sentirme cerca de ella.

Nuevos anuncios, nueva pelea. Babosa se enfrenta a Tapón. Y a pesar de mi esperanza en su victoria, en su capacidad de lucha, hay algo en la mirada del enano que me incomoda. En su gesto, en el moverse de su cuerpo no hay la decisión, la fuerza que siempre ha demostrado y por primera vez, temo que no confíe en sus fuerzas o, lo que es peor para su futuro, haya decidido que no quiere pelear olvidando así su deseo de justicia para quienes lo condujeron a su actual estado de esclavitud. Mis sospechas se hacen realidad. Olvidando toda prudencia, dejando de lado la formación recibida, desconcentrado y actuando sin reflexión se lanza a una pelea desordenada y poco inteligente que le conducirá la derrota. Sorpresivamente, su adversario, el paladín conocido como Tapón pelea con igual o mayor desgana. Es como si el deseo de perder se hubiera apoderado de él. Movimientos desmañados, torpes y una ausencia total de los poderes que su divinidad protectora sin duda le otorga. Desea perder e incluso el mediocre hacer de nuestro enano es suficiente para llevarle a la victoria. Cuando regresa, simplemente se sienta, bebe algo de agua y permanece ausente. Al menos agradezco que sus heridas sean poco más que arañazos. pero el miedo me invade, a sabiendas de que deberá pelear nuevamente, esta vez frente a la bruja abatida por Champiñón.

Prefiero no molestarle, a pesar de mi deseo de aconsejarle, pues ya me enfrenté a ella y soy muy consciente de su poder y del fuego de sus hechizos y del dolor y las heridas que pueden provocar. Entiendo que si bien mis consejos podrían ayudarle, en su actual estado no me escucharía y quizá sea más conveniente que aprenda por sí mismo.

Suena un nuevo anuncio. La pelea final de este día. Veo a la bruja. Su estado es lamentable, con heridas aún sangrantes cubiertas por vendajes que a duras penas frenan su hemorragia, aunque incluso desde aquí, puedo percibir el fuego infernal de su mirada y temo por el enano. Por un segundo, me sorprendo pensando qué deberá ser pelear con ella codo con codo, dejando a un lago nuestro ancestral y heredado odio. Sin duda, sería un combate memorable. Pero pronto vuelvo a la realidad. La carrera del enano se encarga de ello. Como un novato que nunca la hubiera visto en acción, busca el cuerpo a cuerpo de forma poco inteligente. Y paga su osadía. A pesar del maltrecho estado de la Tiefling, sus llamaradas de fuego y odio abrazan en un baile infernal al enano que apenas nada puede hacer y, salvo un mandoble poco afortunado que apenas la hiere, se gana la rabia y la frustración acumuladas de la bruja tras su enfrentamiento con el Campeón de nuestra escuela. Y mi querido amigo cae al suelo.

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17/04/2009, 14:41
[RIP] Babosa.

Llegó el día de los desafíos. Dos combates casi seguidos era un mal augurio ya que yo solo había desafiado al paladín, pero Bilis me había desafiado a mi. Al menos ella había tenido un combate antes y había salido mal parada lo que sería una oportunidad siempre y cuando yo no saliera muy perjudicado contra Tapón.

Por fin nos encontramos en la arena y nada más salir comienzo a correr tan rápido como puedo, el espera en posición de defensa y cuando estoy a poca distancia carga contra mi. Su golpe es flojo y apenas me hace daño. Yo fallo miserablemente y maldigo lanzando un desafio. Pronto comenzamos a sangrar ambos, pero yo me recupero rápido y el sigue sangrando con cada golpe que le atizo. Algo me dice que el Paladín no se está esforzando y reprime su poder, no quiere usarlo contra uno de su propia raza. Lo derribo y le permito ponerse en pie devolviendo el gesto, pero pronto vuelve a caer tras unos cuantos golpes más y el combate termina.

Estoy herido y solo me dan media hora... Grumcha sigue mal tras haber perdido su combate y no puede curarme. Descanso y hago lo que puedo, siempre he sido de constitución fuerte y cuando me vuelven a llamar casi estoy recuperado.

Mi nueva contrincante es Bilis y está echa un asco, medio muerta pero es un bruja y yo a pesar de estar bien, me siento algo cansado, apenas con fuerzas para realizar mis mejores ataques.

Igual que con Tapón echo a correr y pronto la Bruja me echa un mal de ojo y seguido un potente golpe con su asquerosa magia. Salgo de entre las llamas un tanto calcinado pero no me rindo y sigo corriendo, si no llego al cuerpo a cuerpo estoy perdido. Otro nuevo golpe mágico se me viene encima cuando casi la tenía y es tan fuerte que me hace retroceder y me deja sangrando por todos lados. Para colmo empieza ha fluctuar como una ilusión y retrocede, me costará pillarla.

Finalmente llegamos al cuerpo a cuerpo y lanzo un desafío a la bruja para que deje de usar sus poderes y luche como un guerrero. No hace caso como me esperaba y consigo asestarle un leve golpe antes de que me fría con su siguiente golpe. El combate ha acabado pronto, ha sido una mierda. Mejor estabas muerto Babosa.

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18/04/2009, 18:08
Legionario.

En el día que apreciaba abrían una exhibiciones, las cuales le permitieron asistir para observar, sería un buen momento para comprobar la capacidad de respuesta de lo que serían sus enemigos, podría analizar la manera de luchar y sus estrategias, aunque tampoco le importaba en gran medida, el solía regirse por otros conceptos, no obstante tomaría nota de lo allí expondrían.

El primer combate fue visto y no visto y a Legionario le decepcionó un poco, aunque abría que tomar en cuenta al vencedor y su manera de lograrlo con el arma que cernía en sus brazos, teniendo en cuenta que el combate empezaban desde una punta a la otra este enseguida podía sacar ventaja de la situación si los disparos lo hacía tan certeros como lo había echo, pero Legionario sabía que para derribarle a el, harían falta mas de dos miserables disparos para que cayese...

El segundo combate fue toda una anomalía por lo que pudo oír aunque podía hacerse, un combate se exhibición se convirtió en uno a muerte, eso era bueno saberlo pues si debiera acabar con alguien por las buenas era una buena manera de lograrlo. Aunque el combate no fue algo especial se quedó con algunos detalles que quizá le servirían en alguna ocasión, y además vio que el público podía ser benevolente en contra de lo que había oído siempre.

Rato después habrían dos peleas mas, pero a Legionario apenas le prestaba atención, ya estaba pensando en como lograr sus victorias para poder ser alguien allí dentro y así ganarse la posibilidad de la libertad, ahora mismo es lo que le preocupaba y no le importaría como debía hacerlo, sin con ello debía de matar a los violentos criminales con los que ahora convivía...

 

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19/04/2009, 13:45
Bilis.

Otro día de combates en la Arena. A Bilis le resultó extraño darse cuenta de que ya se había acostumbrado a la rutina del gladiador. Y no quiso reconocerlo pero algo de excitación por la lucha inminente rondaba dentro de ella.  La expectación se convirtió en desagradable sorpresa cuando se abrieron los sobres de los desafíos y supo que el Campeón, el mediano llamado Champiñón la había retado a ella. Mierda- pensó – no tengo muchas posibilidades frente a él. Y vio en los ojos de sus compañeros que ellos también lo sabían.  Mientras salía a la Arena intentó plantearse mentalmente una estrategia de combate…si logro alcanzarle antes de que se me acerque lo suficiente para descargar sus mortíferos golpes….entonces vio que su oponente llevaba una ballesta. Con ella acababa cualquier remota posibilidad de victoria que tuviera.

El combate fue corto. El primer virote del mediano falló su blanco, y la tiefling se mantuvo en su posición dejando que su oponente se acercara. Lanzó un primer conjuro cuando lo tuvo a su alcance…y falló. Y supo que no tendría sentido mermar sus energías en un combate perdido de antemano y decidió rendirse después del siguiente asalto. Pero no tuvo ocasión de hacerlo; su oponente descargó dos virotes seguidos que le acertaron de pleno dejándola inconsciente y ensangrentada en la arena.

Cuando abrió los ojos se encontró tumbada en la camilla en la zona azul y el Paladín enano murmuraba palabras mientras extendía sus manos sobre ella. Sintió una ola de calidez recorrerle el cuerpo y sus peores heridas dejaron de sangrar. Comprendió con sorpresa que la estaba curando. Sonrió levemente mientras se incorporaba y se sentó en la camilla.

- Gracias, Paladín – le dijo.

Vio entrar entonces al elfo con una nueva daga en sus manos y una expresión de tristeza en la mirada. Casi de inmediato el Paladín  se levantó de su lado. Era su turno de luchar. Bilis  le susurró mientras salía:

- Que tu Dios te proteja, Paladín, y que la fortuna esté de tu parte.

Cojeando y aún maltrecha por sus heridas, Bilis se acercó al ventanuco para ver el combate entre los enanos. Vio como el enano amarillo lanzaba sus ataques más poderosos mientras que Tapón parecía contenerse, devolviendo golpes con determinación pero sin desplegar todo su poder.  Pero ¿qué hace? – pensó – ¿por qué no utiliza sus poderes divinos? Supuso que tendría que ver con la fe del Paladín y el extraño sendero de honor que seguía. Pero no lo entendía. Al final, Tapón sucumbió a los ataques del otro enano y se derrumbó en el polvo de la arena, y mientras traían al Paladín inconsciente, anunciaban el último combate, su propio desafío.

Bilis salió a la Arena renqueante, sangrando aún por muchas heridas. Pero su determinación y su furia crecían por momentos. No sería derrotada otra vez, y a pesar de encontrarse maltrecha, derrotaría a su oponente, por ella misma y – sintió confusa – por el Paladín que le había facilitado el camino hasta aquí.  Su oponente parecía algo cansado, pero apenas había recibido heridas. Yo remediaré eso – pensó – ven, enano, pónmelo fácil y acércate. Una sonrisa cruzó sus labios cuando vio que su oponente se lanzaba a la carrera hacia ella poniéndose a su alcance. Al mismo tiempo, una voz conocida se filtró en su mente. ¿Ahora ofreces ayudar, engendro? Justo cuando menos te necesito. Vuelve al infierno, bastardo – contestó mentalmente mientras lanzaba sus conjuros. Sintió con delectación como impactaban en su oponente y de nuevo la embriaguez del poder desatado, el éxtasis del fuego saliendo de sus manos buscando un blanco al que arrasar. Su mentor seguía insistiendo en su cabeza. No te necesito, espantajo, esta victoria es mía, solo mía, así que déjame en paz – gritó en su cabeza. Su oponente había logrado acercársele lo suficiente como para intentar un ataque que apenas la rozó. Ya eres mío enano, pensó mientras descargaba toda su furia en un último hechizo que dejó al enano tumbado en el suelo. Inmersa en la exaltación del combate, apenas oyó los aplausos del público y sólo reaccionó cuando los camilleros la apartaban para llevarse el enano inconsciente. Había ganado. Por fin.

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19/04/2009, 18:01
C20: Maestro de Ceremonia Pinfalo.

- El Maestro de Ceremonias anuncia los vencedores del día, todos son aclamados y aplaudidos por sus seguidores.

- Aquellos que han obtenido ganancias acuden a las casetas de apuestas para reclamarlas.

- Los heridos son llevados con cuidado en palanquín por esclavos.

- Una vez se vacían las gradas y el público vuelve a sus casas, todos los luchadores son conducidos de vuelta a sus Escuelas.

 

RESULTADOS DEL DÍA:

1) Champiñón vs Bilis, Exhibición normal: Victoria del Campeón de Detritus.

2) Bella Mugiente vs Petaculos, A Muerte por Arma: Victoria para Petaculos, Bella Mugiente es perdonada por Clemencia.

3) Babosa vs Tapón, Exhibición por Fama: Victoria para Babosa.

4) Bilis vs Babosa, Exhibición normal: Victoria de Bilis.

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19/04/2009, 18:06
C20: DETRITUS.

- Todos regresáis a vuestra Escuela respectiva.

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19/04/2009, 21:15
Tapón.

 Otro día de combates, otro día en las arenas y este día también tendría que salir a combatir. Ni de lejos era de su gusto el combatir, por eso no lanzó ningún desafío. Pero ya que había sido retado, tenía que plantar cara a su contrincante en las arenas.

Su contrincante sería el feroz guerrero enano que tantas veces se había enfrentado a Marronoso, sería un oponente duro.

Después de la espera habitual los combates empezaron, primero salió la bruja a la arena, retada por el campeón. Sería duro para ella. Y así fue, tras los primeros segundos de combate unos certeros pivotes impactaron con la tieflin, dejándola fuera de combate rápidamente. En ese estado enfrentarse al guerrero enano podría poner su vida en peligro, por ese motivo nada más llegar los camilleros con el ensangrentado cuerpo de la bruja, Bannor se le acercó.

 - Recuerda que hay perdón. Puedes renunciar a continuar con este camino de maldad y brujería.- Le susurra.

Sin más sus manos van hacia donde se encuentran los pivotes y los saca al mismo tiempo que un cálido calor emana de sus manos hacia el cuerpo de ella, la caricia de Pelor le devolvía el color a sus mejillas.

 Otro combate se sucedió. Su compañero de escuela, conocido como Petaculos se enfrentaría a la enana sierva de Moradín, en combate de exhibición, pero justo antes de salir él la reta a ella, en combate a muerte. El enano parece consternado ante esta noticia, pero el desafío estaba lanzado ya.

 Bannor presenció compungido como se desarrolló, viendo un reñido y sangriento combate. Al final el elfo venció a la enana, por fortuna el público se apiadó y pidió clemencia. Bannor exhaló su aliento, que había estado aguantando la respiración sin percatarse.

Mi turno.

Sin más, una vez se abrió la puerta, Bannor salió a plantar cara al enano.

 Una vez fuera vio como el enemigo se lanzó en una apresurada carrera hacia él. Bannor alzó la mirada viendo el astro que representaba a Pelor y su grandeza. Y luego miró de nuevo a su enemigo saludándole marcialmente y avanzando hacia él.

En poco tiempo se enzarzaron en combate cerrado, atacándose el uno al otro. Durante el combate Bannor combatía por combatir, no era un enemigo, no había mostrado motivo para ser atacado... pero además estaba el hecho de que se trataba de un hermano de raza. Eso frenó el usar sus aptitudes divinas, la gracia que Pelor le había brindado. Se negaba usar esos poderes contra un enano, no podía hacer más después de su pasado...

El guerrero se percató, y en lugar de terminar, una vez Bannor fue derribado, le permitió levantarse para proseguir esa danza macabra.

Pocos segundos después, la gran habilidad ofensiva del enano conocido como Babosa, le había derrotado. Una vez finalizado el combate Babosa se marchó de la arena hacia su posición, enfadado ante la actuación del enano caído en la arena. O eso le pareció a Bannor entre las neblinas de la inconsciencia.

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23/04/2009, 13:28
CALENDARIO.

CUARTA SANGRE DE ERATHIS 4480:

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23/04/2009, 20:03
Lagartija.

Lagartija apuesta 10 monedas de oro por Lagartija.

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25/04/2009, 01:19
Bella Mugiente.

Mientras veo como el publico felicita y vitorea a Lagartija me vuelvo y miro a la habitacion. Me sorprendo al ver a Legionario sentado a la mesa. No ha dicho mucho desde que llego y tal vez... He sido descuidada...se tiene que sentir mal o como minimo nervioso ante la prueba que va a tener que disputar junto a Champi y nadie le hemos dicho nada.

De un saltito me bajo de la sillita en la que estoy subida para ver el combate y me acerco a el.
-No se si estas nervioso...yo lo estaria y mucho si tuviese que salir ahi digo en voz baja al llegar junto a el no me gusta salir a la arena, no se me da bien añado con una sonrisa triste.

No se hasta que punto quiere hablar con nosotros, pero... No soy nadie para darte consejos, pero... ten cuidado con los Azules, son muy fuertes.

Fuera se escuchan los gritos de la gente deseosa de mas espectaculo, deseosa de que mas gladiadores salgan a la arena.

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25/04/2009, 07:29
Legionario.

Estando tranquilo en un tiempo de descanso se le acerca una enana para intentar hacer algo de vida social para con el nuevo integrante de la escuela, este la mira analizando sus movimientos con ojos críticos mientras escucha lo que esta le tiene que decir.

- Nervioso? Por que debería estarlo? La gente quiere ver sangre, pues démosle sangre... - Por un instante intenta omitir lo siguiente que estaba pensando, pero finalmente optó por no hacerlo. - He visto la muerte de muy de cerca, y estoy seguro de que espera con ansia que caiga en sus redes, pero me harto de arruinarle lo que me tiene deparado, así que si puedo seguiré intentando dejarle con las ganas...

- No deberías ponerte nerviosa al salir, pues eso puede hacer que cometas errores y con ello que acabes perdiendo la vida... Si son muy fuerte los azules, mejor nos lo pasaremos no crees?

Finalmente intenta devolver la sonrisa recibida, pero parece más una mueca, pues Legionario no era de los que sonreían a no ser que fuera producto del hidromiel...