Partida Rol por web

Notáis cierta pesadez en los parpados, no sabéis por que, poco a poco decidís intentar abrirlos pues realmente no sentís cansancio alguno. Allí donde estáis recostados se siente fresco, una suave brisa roza vuestra piel.

No recordáis que es exactamente lo último que estabais haciendo. Tal vez era una fiesta, o alguna reunión de colegas, lo que si sabéis es que ingeristeis grandes cantidades de alcohol, o drogas, o ambas, quién sabe…tal vez cuando consigáis abrir los ojos podréis preguntarle a alguien.

Lo primero que notáis es que no estáis en vuestra cama, estáis tumbados en alguna especie de…¿alfombra? No, es hierba estáis en alguna especie de prado, al mirar hacía arriba el sol os deslumbra por completo e intentáis levantaros hasta que finalmente llegáis distinguir con claridad las figuras a vuestro alrededor. “¿Pero qué es este sitio?” Fueron de las primeras preguntas que os pasaron por la cabeza al ver a vuestro alrededor una serie de extraños personajillos,  los veíais completamente perdidos,  eran cuatro, y tu cinco.

Al fijaros un poco más os dais cuento de que otros tres os están observando. Una especie de mono con alas, un perro en un carrito y con gafas de sol y un dinosaurio, pero todos ellos con cara humana.

Uno de vosotros pregunta que donde está y en nada, una dulce canción empieza a sonar de la nada, envolviendolo todo y...

Voy abriendo los ojos poco a poco, me noto el cuerpo algo diferente pero doy por hecho que es debido al tiempo que estuve tumbado. Miro alrededor e intento fijarme en las "personas" que tengo alrededor pero mi mente no acaba de asimilar lo que ve.

Doy por hecho que mi cabeza me esta jugando una mala pasada y cierro los ojos y al rato los vuelvo a abrir, allí están... esos personajes tan varipintos. Al final me atrevo a hacer la pregunta:

- Donde estoy? Y... quienes sois vosotros? - pregunto con cierto temor.

Bajo ella puede sentir una textura suave, y con sus manos intenta apretar lo que está casi segura era el pasto de una plaza. En vez de eso su pequeña patita se estira y sus dedos acolchados se separan un poco, como estirándose, al tiempo que saca sus diminutas garritas pero luego vuelven a lo normal. Confundida por la limitación de lo que antes serían sus dedos, se levanta y mira sus manos. Patas. Negras. Peludas. 

Intenta gritar pero lo que sale automáticamente de su bello hociquito es un bufido, lo que la hace, inconscientemente, dar un salto hacia atrás, cayendo en sus cuatro patas.

Se mira las patitas, mira al resto de los que estaban ahí y tras un grandioso esfuerzo por comunicarse, logra decir:

¡¡¿Que miau pasa?!!

-Una gata que habla? Que más me faltaba por ver? Soy el único normal aquí?- digo algo indignado.

Al levantarme noto como mi cuerpo es mucho más largo de lo que recordaba, me fijo por un momento en mis piernas y me quedo de piedra al comprobar que están hechas de un material muy extraño, como esponjoso. Me miro los brazos y encuentro igual resultado, agacho la cabeza para mirarme el torso y mi cabeza empieza a marearse ante tal visión, un cuerpo delgado aunque esponjoso, con cierto olor dulce, tengo pegado por todo el cuerpo algo que parece azucar.

Voy corriendo, desesperado buscando algún sitio donde mirarme la cara, encuentro a pocos metros un pequeño estanque, me agacho con desesperación, me miro en el reflejo, y veo la misma cara de siempre, pelo largo rubio, ojos azules, cara fuertemente marcada...

- Bueno, al menos sigo siendo guapo...- me digo a mi mismo, al instante me desmayo.

La luz molesta mis ojos incluso a través de mis párpados, así que los mantengo cerrados. Sin embargo tengo la sensación de estar rodeado por extrañas figuras, cada una con su propio olor que parece estar dándoles forma. Supongo que es mi imaginación, nunca he tenido tan buen olfato.

Siento una suave frazada en mi espalda, como una gruesa seda separándome de pequeñas puntitas de pasto. Me levanto y un pequeño tirón de mi piel me recuerda la sensación de recostarme sobre mi propio pelo, aunque no recuerdo haberlo tenido tan largo como para hacer una frazada con él.

Como por instinto recojo un sombrero del suelo y lo pongo en mi cabeza. Algo en mi mano llama mi atención, abro los ojos y veo un maletín negro. Mi brazo es gris y peludo... al menos más peludo de lo que recordaba... Una especie de humo sale desde abajo mío.

- HUMO?! - Digo con una voz grave y sorprendida, mientras doy algunos pasos hacia atrás, siendo más una como un desliz que deja un rastro de humo que se pega a los objetos y se deshace al instante.

Levanto el pie entre este pelo ahumado y noto que no me quemo, que el pelo no se acaba ni reduce, que mi pie parece una pata. Todo parece salido de un sueño, así que debe serlo... Observo con calma para que no sea una pesadilla...

Me despierto con sueño y me acurruco un poco más en la cama...la cual noto un poco rara. Alargo la mano para ver qué hora es en el despertador pero no lo encuentro y mi mesilla...¡No está!

Abro los ojos de golpe, asustado, y me encuentro rodeado por seres cuanto menos especiales, - ¡¿Qué coño pasó anoche?! - Pienso al verlos. Me levanto con cuidado mirando alrededor y, al taparme la boca al bostezar...

-¿Quién de vosotros me ha puesto un guante de caballo de colores? - Digo mientras, del susto, me caigo de espaldas y acabo sentado, dándome cuenta así de que no es un disfraz: - Que alguien me explique qué me tomé anoche.

Al despertarme  me noto distinto, miro sorperndido mis rpas, no son las mias,falta mi chaqueta gris, mi corbata gris,mi camisa blanca...que ocurre? digo casi como un susurro mientras miro mis piernas,mi pelo, mis nuevas ropas....siempre quise vestiro asi pero... pero que esta pasando? es una broma de .....mientras pienso miro al lado y veo que no estoy solo que gente mas rara aun que yo se encuentra a mi lado

Hola caris... sabeis que hago aqui,zorris? sale de mi boca,al instante me tapo la cara, jamas he hablado asi... que esta pasando?

-Hola a los cinco, ¡estáis en Comaland!, donde prácticamente cualquier cosa es posible. Y si creéis que estáis aquí de casualidad, es mentira. Todo es fruto del destino. si, ese asqueroso y jodido destino el cual nos lleva a situaciones en las que por nada del mundo queremos estar, o en esta ocasión, todo lo contrario. Puede que tardéis en daros cuenta pero una vez aquí no querréis volver a iros.

-¿Queréis que os muestre un poco como funciona esto? Venid por aquí....

Aquel personaje se dio la vuelta y empezó a andar hasta llegar frente a un árbol.

-Os presento al librárbol. En cualquier momento que os aburráis, os llevará a cualquier lugar donde haya algo interesante que hacer o ver. Vamos...

De pronto, el tronco de aquél árbol empezó a abrirse como si de un libro se tratase, pasando sus hojas a gran velocidad hasta detenerse en una, la cual dejaba ver un hermoso paisaje con una ciudad rodeada con una muralla en forma de pentagrama.

Acto seguido, El Negro se tiró de cabeza dentro.

Al entrar en el librárbol, llegáis a un  país donde todo esta repleto de melodías, donde estas dejan de ser algo abstracto para ser algo que se puede percibir por cualquiera de los sentidos. Las casas con lindas notas, la muralla un pentagrama gigante, y dulces corchetes con patitas, brazos, un  par de ojos y una boca, son sus lindos habitantes, acompañados de las elegantes llaves de sol y de fa. Pero con forme van pasando los segundos, aquella melodía se vuelve algo tétrica.

El Negro le pregunta a una alarmada y nerviosa corchea que estaba pasando que que estaba pasando en aquel lugar. Está, asustada y temblorosa le responde que alguien había raptado a una de las princesas Pentagrama, “La”.

Me despierto a tiempo de ver como un ser muy extraño nos explica donde estamos, según parece estamos en un país o algo similar llamado Comaland. Lo veo abrir un libro de un árbol y meterse de cabeza en él. De repente una repentina valentía que desconocía se apodera de mí y sigo sin dudarlo a este variopinto personaje.

Me encuentro en un sitio muy colorido y hermoso por donde pululan todo tipo de notas musicales. Una de ellas nos cuenta que una princesa ha sido raptada.

De repente y sin yo darme cuenta, mi cuerpo vuelve a llenarse de valentía y digo sin dudarlo:

- Una princesa en apuros! Eso es una misión para el Gran y Gallardo Caballero Fartón- tras decir eso extiendo mis brazos, la piel de estos empieza a moverse y a tomar forma, antes de que me dé cuenta, sostengo en mi mano una espada de la misma textura que mi piel. Mi mente no es consciente de porque he dicho eso ni porque ha sucedido todo ese proceso, pero lo dejo pasar. 

Me siento prácticamente igual que siempre, pero con la mayor diferencia del cuerpo y tamaño de un león adulto. Me veo rodeado de deliciosos bocadillos, unos más grandes que otros, incluyendo una gatita bien aliñada. Pero la canción fue muy explicativa, divertida y me indica que no tengo necesidad de comerme a nadie aquí. 

Nuestro guía siguió con sus explicaciones y nos llevó a un "librárbol", el que nos llevó a una extrañamente pintoresca tierra musical. Con muchos más bocadillos a mi alrededor.... la verdadera sorpresa del día es que todos los seres me estaban pareciendo bocadillos...

Finalmente escucho el nombre de alguien

- Mucho gusto caballero Fartón. Mi nombre es Lord Shadrach, guardián de las normas y código de la mansión Shadrach, es un placer conocerlos a todos-

Me presento junto a una pequeña reverencia. 

Mis palabras también me informaban. Aun cuando mi forma de hablar no había cambiado, parece que aquí tengo una vida maravillosa. 

Me dirijo a la alarmada y nerviosa corchea y le pregunto

- Sabe quién podría haber raptado a la princesa? -

Aun asustada y temblorosa, tristemente(Por muy feliz que esté en la imagen) contestó:

-No lo sabemos, tenemos sospechas pero necesitamos averiguarlo de verdad, tal vez en su habitación en el palacio... allí es donde se encontraba.

Cariii, estos chicos,que son totalmente desconocidos para mi sabes? y yo salvaremos a la princesa, por cierto no tendras algo que fumar no? sabes... anoche como que woooou y no me acuerdo de nada tia jajaj, como si fuera una de esas perrrrras de gandia shore sabes....

Simplemente se queda pasmá.

Soy todo lo que siempre he querido y con eso ya sé prácticamente todo sobre mi mismo, pero ante esa forma de hablar del bocadillo humano, me quedo pasmado mirando igual que la pequeña corchea.

Quien leches es este tío? Por qué habla tan extraño? Miro con cara de asombro al personaje que acaba de hablar y a los segundos me dirijo a todos en general.

- Debemos rescatar a la adorable princesa! Muaki!- digo a los demás personajes

De repente se oye detrás nuestro un sonido como de mil palomitas al galope y aparece de repente una palomita de maiz blanca como la leche.

- Hola soy el Señor Pop y soy tu fiel montura!- me dice sonriéndome.

No entiendo muy bien porqué pasa todo esto pero cuando me quiero dar cuenta estoy subido en El Señor Pop y dispuesto a cabalgar a donde haga falta.

- Vamos mis fieles amigos, a por la princesa!- digo con alegría.

Aunque el comentario del monstruo cafesoso le había molestado por insinuar que ella era de alguna manera anormal, no podía culparlo. Ella misma aún se sentía bastante shockeada por su colita larga y sus orejitas peludas y móviles, pero más que anormal le parecía extremadamente adorable.

Como todos parecían igual de confundidos que ella, prefirió guardar silencio hasta que alguien que sabía dónde estaba parado apareció. Y el los mandó a otro sitio, así que no lo dudó ni un minuto antes de seguir las instrucciones. De un pequeño saltito, estuvo del otro lado del libro, en un mundo lleno de música.

Su concentración, sin embargo, no duró mucho. Sus pupilas se dilataron y se agazapó, observando con mirada depredadora a las pobre notas musicales que se cruzaban por ahí, pensando en cual sería su próximo juguete. Quizás esa, o esa, o o tal vez esa!

Su atención volvió al grito de búsqueda de una princesa. Miró con el rostro ladeado al caballero que hacía de jinete y le ronrroneó. ¿Hacia dónde iban? 

Smileow se toca el cuerpo y descubre una pequeña bolsa en su tanga de color leopardo, saca de dentro papel y hierba, la cual olisquea como un cachorro a su madre, sonrie ampliamente y se lo enciende, cierra los ojos y mira hacia tras, entonces suelta el humo en su espalda el cual se convierte en unas alas de mariposa blancas,las mueve con gracia mientras grita wiiiiiiii levantandose unas palmas del suelo

Miro a la gatita bien sazonada demostrar obviamente sus pensamientos a través de unas orejas móviles o el malvado movimiento de su cola, acechante y luego sorpendida. Una palomita gigante de maíz con capacidad de galope (o al menos el efecto sonoro). Luego el bocadillo humano sopla unas... ejem... masculinas alas de mariposa.

Ignoro lo que acaba de pasar y me volteo hacia la pequeña corchea y le apunto hacia lo que se ve como una gran edificación a la distancia. - El palacio? - Hay momentos para ser serio y momentos para explorar el sabor de las cosas nuevas, éste es uno de los primeros.

¿Eso es una corchea andando? Si al final va a resultar que soy lo más normal de por aquí... - Pienso al ver a la susodicha.

Al oír lo de la princesa, algo dentro de mí me empuja a ayudarla pase lo que pase.

- ¿A qué estamos esperando para ayudarla? Esto... ¿compañeros?. - Animo al grupo de seres de mi alrededor.

- Vamos a palacio compañeros! - digo entusiasmado

- Arre Señor Pop! - espoleo a la palomita que se encabrita dejando un olor dulzón al hacerlo y sale disparada hacia palacio.

Mmm, veo que el Señor Pop es una palomita dulce... pienso para mi, mientras cabalgo feliz a lomos de mi fiel palomita.