Partida Rol por web

Alexander había dejado al resto hablar y obtener las primeras impresiones de Smith; hacía tiempo que habñía aprendido, a pesar de cuánto le costara en un principio, que se aprendía más de la gente y de cualquier hecho que hubieran presenciado, si se les permitía hablar libremente y se escuchaba durante un rato. Sin embargo, la posibilidad de una visión en directo de aquello de lo que tan intensamente se había hablado aquella noche, parecía más de lo que Wan, y posiblemente Elías, esperaba obtener de aquella recepción:

-Alexander Bruswell.- se presento el angloriental, tendiéndole la mano a Arthur, dado que no se había presentado hasta el momento, y demostrando que su nombre y apellidos distaban mucho de ser asiáticos -Sin duda acudiré a dicho fenómeno, si puede mostrárnoslo, Sr. Smith. Si no le importa, llevaré a otra persona más a la reunión. Realizo un importante trabajo de investigación para un amigo, y creo que sería más que deseable necesario, que llevara tal compañía.- planteó Bruswell, tomando por fin, la iniciativa.

Tan emocionada que casi daba saltos en la silla, la joven sonrío encantada con la idea.

-Por mi parte puede contarr conmigo, Mr Smith...será todo un placerr acudir a donde nos diga para ver esos "encantamientos"-sus azules ojos brillaban emocionados. Dando por terminado el cigarrillo lo dejó en el cenicero y guardó el filtro en el diminuto bolso.-Dígame, ¿dónde tenemos que irr exactamente?-le interrogó frunciendo ligeramente el ceño. Conseguir transpote hasta donde quiera que fuese la cita a lo mejor iba a ser un poco difícil.

Cita:

Exactamente, a eso me refería, o bien cuando buscas la explicación a un fenomeno la mente humana opta por dos vertientes, busca pruebas o explicaciones basadas en la observación y la medición del fenómeno o bien se dejan llevar por la superchería y le atribuyen el merito a los dioses.
Yo me considero de estos últimos, el dia que alguien me demuestre la existencia de Dios yo sere el primero en creer en el. Hasta que llegue ese día me parece que puede ser divertido ir a ver lo que dice el Profesor Smith

A la invitación del chispeante profesor, la Hermana Lucía, sonrió. Parece un niño entusiasmado... no vamos a desperdiciar esta ocasión, mi chiquillo. Ni yo como buena Sturzo, es decir, ávida y curiosa... Ni yo como representante del Archivo Secreto.

-Desde luego, Profesor Smith, yo estoy dispuesta a soportar esa fría noche si hay algo allí que nos pueda aportar alguna experiencia como esa que hemos visto...

- No me creo nada... pero cuente conmigo para...- el general vuelve a llenarse su copa - Cuente conmigo tovarich. No me creo nada pero... cuente conmigo... hic.

Connely calibró durante unos segundos la propuesta del profesor, que le pareció un poco inesperada como respuesta a sus palabras....no creía que Arthur fuera a ceder tan fácilmente, porque sin duda quedaría irremisiblemente comprobado que aquello no era más que un efecto óptico, por no decir que una enorme mentira.

Sin embargo, aquella proposición le daba la oportunidad de aplazar un par de días su desplazamiento a Estambul, lo que le resultaba verdaderamente gratificante, pues aún se resistía interiormente a aquel viaje, pese a saber que no podía hacer prácticamente nada por evitarlo.....aunque sí postergarlo.

Está bien - respondió finalmente - yo también iré, pero espero que no me guarde ningún rencor cuando le demuestre que lo que aparece en esas fotos no es lo que usted dice que es. Suponiendo que no vayamos hasta allí simplemente a ver el paisaje.

No le agradaban en demasía los compañeros de viaje que le habían tocado en suerte, pero debía reconocer que podría haber sido mucho peor.
Al menos, varios de ellos tenían la clase suficiente, y en cuanto al resto....eran soportables.

-¡Está decidido entonces! -aplaudió excitado- Reunámonos mañana a medianoche en Charing Cross y desde ahí iremos en coche a nuestro destino. Ustedes perdonarán que mantenga en secreto a dónde nos dirigimos, ya saben que siento debilidad por estos juegos. Les garantizo que no se arrepentirán. Eso sí, sean puntuales y, si quieren un consejo, traigan algo para calentar el cuerpo... es posible que tengamos que esperar a la intemperie.

Irina asintió sonriendo como una niña ante el acuerdo general. En menuda aventura nos vamos a embarcar meditó. Ciertamente había gente con la que sería agradable pasar una noche a la intemperie pero otra...bueno simplemente habría que soportarles. Y espero que mi querido compatriota esté más sobrio...sino habrá que estar pendiente de el para que no se rompa la crisma.

-Allí nos veremos entonces, Mr Smith. Y siguiendo su consejo creo que llevaré una petaquita de vodka...no hay nada mejor para entrar en calor que nuestro querido licor ruso ¿eh general?-con una sonrisa pícara en los labios guiñó el ojo al militar.

- ¡Por supuesto! ¡No en vano calienta el espíritu de nuestro glorioso ejército durante las noches más frías de Siberia!- contestó feliz de hablar con una compatriota el general - Cuenten... conmigo.. ¡hic!

Estaba claro que si el general repetía su degustación de licores mañana sería el observador menos fiable de toda la comitiva, pero el hombre al menos parecía contento de tener un objetivo que no fuera permanecer sentado escuchando disertaciones filosóficas. Ahora que la conversación había cambiado de tercio hacia algo que podía comprender parecía más activo. Lástima que todo lo bebido lo estuviera embotando hasta un estado que pronto devendría en un sueño profundo.

-Yo más bien creo que me abstendré de licores: no creo que sea lo más indicado antes de ver una presunta aparición parapsicológica. Pero llevaré algo de té caliente en un opar de termos.- objetó Bruswell, antes de añadir -Allí nos veremos entonces, señor Smith. Confío en que sus palabras sean una buena introducción para lo que está por venir. Supongo que todos lamentaríamos volver con las manos vacías.- se despidió el oriental del científico.