Partida Rol por web

La Sorpresa fue tal que el Malleus viejuno tardo un segundo en reaccionar.

La doncella no se esperaba que ese extraño le perforara con su espada entre sus pechos, encima el otro que se le parecía pero más viejo aprovecho un tanto confundido para llegar hasta a mi y darme otro intento de tajo en la zona de mi barriga donde estaba el feto.
Pensé que comenzaba a tener derrames, eso es lo que me había parecido, pues sin saber como el anciano, no solo llego a darme si no que al apartarme se perforo el mismo el pie izquierdo quedando este clavado en tierra por la hoja,
al sacarla del pie, chorros de sangre llenaban esa espada que parecía magíca y un tanto especial.
No se que me estaba pasando pero estaba sangrando por la acción del más joven y mi cuerpo estaba paralizado, no podía moverme, esto hacía que mi feto al moverse lo sintiera demasiado activo, para el estado que me encontraba, ahora mismo.

La libre acción ha terminado, usaremos la iniciativa /rapidez para ver como van los turnos.

Ciertamente el viejo yo era hábil con la daga, pero ahora lo tenia justo sobre mi, lugar perfecto para asestarle un golpe mortal.

Necesitaba clavarle la daga en su corazón

Manwë, o Rey de los Valar, maneja mi mano, y guíala contra la oscuridad, y no permitas que perezca sin poder ayudar a esta mujer inocente y a su hijo no nato, por el espíritu de Eru, ayúdame!!!

La llave parecía hacer u cometido le tenía bien pillado...o eso creía yo pues con una maniobra de su cadera hizo que le soltase, recogí mi arma y le estudie. Parecía como si tuviese mi experiencia, se movía de forma muy parecida a la que solía utilizar yo al prepararme para un combate.

La diferencia era el arma, él manejaba una espada, cosa que no era propio de mí, su mirada era fría apenas parpadeaba, al menos parecía a verse olvidado de la dama.

Eso es, aquí me tienes. Yo soy tu objetivo, y esta vez no lo vas a tener fácil. Sujete con fuerza a Mawën e intentaría que el combate no durase más de dos ataques, tenía que ser contundente.

Uf qué pedazo de tira has hecho.
Actúas tu primero.

El suelo se mueve como un volcán.
La montaña donde ha ido Alatar se derrumba.
La guarida de orcos infectados queda enterrada.
Alatar entre el polvo, tierra y demás. Se encuentra tumbado mirando el cielo sus ojos reflejan luces estrelladas tras la nítidez del cielo plomizo. Le cuesta respirar en una mano tiene el brazo de Undome. Al cortar este le apareció enseguida otro. Y el brazo cortado tomó forma de anaconda.
Le cuesta respirar y los párpados le pesan. En su otra mano tiene el cuerpo muerto de Sam. Como miembro antiguo de la Hermandad. Sería conveniente llevarlo a ciudad gris y hacerle una sepultura digna de sus salas.
La Bestia encontrará otra salida. Ha ganado tiempo. Pero el enfrentamiento le ha dejado sin fuerzas

En vuestra marcha hipnótica hacia la salida no os afecta.
Pero se presiente que el temblor es por un ceso fuera de lo normal

Su expresión era de rabia por ver que no había podido llevar a cabo lo que se le había ordenado. 

Mire cara a cara mi yo malvado, y pensé que lo mejor que podía hacer era dejarle bastante tocado y por la fuerza de un puñetazo lo veía complicado por lo que empuñe con fuerza a Manwën y me dispuse a ejecutar un golpe que no pudiera devolver.

Gire mi cuerpo a la vez que daba un par de pasos hacia mi rival realizando un especie de torbellino con el objetivo de incapacitar a mi rival, tenía que estar preparado para la respuesta de él, sin duda si era como yo, no lo tendría nada fácil. 

A ver como te mueves, viejales.

De repente, la visión en la que me vi sumergido, desapareció con un resultado que no esperaba - ¡¡¡MALLEUS!!! ¿qué has hecho? no se merecía acabar así.... ¿o si se lo merecía?.... la espada Ahuwen es justa y sabia, si hizo lo que hizo fue por algo....... - pensaba nervioso por lo ocurrido en la visión. No se si debería de contar a los demás lo ocurrido y los miré disimuladamente.

La tierra bajo nuestros pies comenzó a moverse de forma acompasada, de menos a más. Un tremendo sonido de derrumbe de rocas y piedras enormes se escuchó no demasiado lejos de nosotros. Desde nuestra posición se notó claramente cómo, una montaña, se derrumbó como cual castillo de arena pateado - ¿que habrá sido eso? ¿un derrumbe? odio la sensación de movimiento bajo mis pies que no controlo, tengo el corazón a mil..... - comenté un tanto nervioso por no saber que era ese temblor y de donde provenía... - ¿Que hacemos? ¿vamos a ver o seguimos a lo nuestro? - comenté un tanto nerviosillo.

Estaba en medio de un combate que no tenía nada claro que pudiera ganar. Pero si iba a morir que fuera luchando, por supuesto.

Arremetió contra el viejo, que era su futuro yo...

Si yo muero ahora, tu no existirás nunca!!! Te he vencido sin pestañear, pero no obstante, intentaré vencerte también aquí y ahora y proseguir mi misión.

Y con todo el coraje que pudo reunir, arremetió con un doble ataque. Primero fintando aunque no pudo alcanzar a su objetivo, y el segundo ataque atravesando las defensas de su enemigo. Buscaba el corazón, pero una buena defensa del viejo yo, le salvó, incrustando su daga en su brazo izquierdo.

Daedîn, hermano del viento, no dejes que el viejo del camino se desmaye o duerma... despiértalo y salid de ahi!!!!

Tu viejo yo mira la herida del brazo, esta sangrando, la sangre es absorbida con agrado por el suelo, la joven intenta a gatas alejarse pero siente dolores, por el extres en su barriga.
Te mira con el entrecejo, sus ojos achinados por el esfuerzo intenta estudiarte y se dispone a atacar de nuevo.

Se desclava con un gesto de intenso dolor la espada del pie, la mujer intenta moverse pero no puede, alza el arma y intenta esta vez darle el golpe de gracia.
¿Cuál va a ser tu reacción, al ver que le va a dar el golpe final?
(...)

El adversario parece no inmutarse por las heridas, y se toma un respiro mientras parece estudiarme. De pronto inicia un nuevo ataque. Aunque esta vez estoy listo y preparado, y me anticipo a sus movimientos.

Intento dar un salto y ponerme a su espalda cuando el se abalanza sobre mi, con la intención de atacarle por detrás. Es una maniobra dificultosa, pero no imposible.  Es lo que se conoce como una entrada al volapié.

Ahora me ves... Ahora no me ves!!!

Ha sido bastante más rápido que el viejo, y su salto alto y claro. Muy posiblemente, será una maniobra que no espere.

Aseste un buen golpe dirigido a la parte inferior de su cuerpo, el objetivo era que perdiera movilidad, de alguna manera incapacitarlo y en cuanto tuviera la oportunidad arrancar el medallón que tenía en el cuello, algo me decía que podía ser una fuente de poder y el motivo de haber creado un ser a mi imagen y semejanza.

Tu viejo yo de joven usaba trucos así. No le pillas por sorpresa y cuando cambias de posición el ya está en alerta.

Tu viejo yo interpone su brazo en tu ataque y recibe una fractura en el brazo. E intenta golpearte para dejarte aturdido. Pero falla.

El verdadero Llorense dio un salto intentando sorprender a su Yo envejecido, más lejos de conseguirlo, el "abuelo" se giró, pues conocía esos trucos. 

De todos modos, la vejez y la diferencia de edad se dejaron notar. Cierto es que le había calado, pero su reacción no fué tan rápida como su percepción. Consiguió encararse al verdadero Llorense, solo para ver como la daga le impactaba plenamente, superando su defensa., en su arrugada y deforme cabeza.

Descansa en Paz, viejo!!! Yo te libero de tu angustia.

Del impacto ocasionado, el viejo cayó al suelo, lo cual proporcionó a Llorense joven, una ventaja posicional que no quería desaprovechar.