Partida Rol por web

Hay un grupo de tontos orcos que se les ha echado la mañana (-4 a las acciones). Saliendo del bosque asustados, con magulladuras y sangre de salpicadura de sus compañeros.

Sólo los despistados o desesperados entraría sin más al interior del bosque y estos han salido escaldados.

Con las prisas los 4 que quedan no os han visto, o quizás si.

Después de que Malleus usase sus ungüentos y vendas para curarse todo lo que pudo, la verdad es que había salido muy mal parado del encuentro en la cueva, y para colmo su hermano estaba dejándose llevar por el objeto que debíamos destruir.

Movámonos, no podemos perder más tiempo.

Un ruido salía del interior del bosque, por lo visto algún que otro orco, aun se encontraba dentro de aquel bosque y salían bastante tocados de lo que quisiera que se encontrase dentro de él, Escondeos, no podemos enfrentarnos con ningún enemigo en estos momentos.  La zona aunque no era demasiado arbolada había algún que otro arbusto y rocas que me sirvieron para esconderme, esperaba que los hermanos hicieran lo mismo.

Luego de haber intentado sanarme, algo que no salió con el resultado esperado, nos pusimos nuevamente en camino hacia el bosque que se levantaba ante nosotros a un par de horas de camino. 

El camino transcurría tranquilo y una leve vibración me recorrió la espalda - ¡Bien! Ahuwen se acaba de despertar y la tengo a pleno rendimiento... una lástima que yo no esté ahora mismo al 100%.... - comenté con tono de resignación.

Habían pasado ya algo más de dos horas y se empezaban a ver árboles, no en muy buen estado, que hacían ver que la entrada al bosque estaba muy cerca ya. De repente, unas pisadas rápidas y algunos chillidos se nos aproximaban desde el interior de la arboleda. Vi como Tritón hizo un rápido movimiento y, como si de un elfo se tratase, se ocultó ágilmente. Al ver la reacción del enano no dude ni un instante e hice lo propio - te sigo hermano.... - y me coloqué junto a él en el escondite improvisado que había encontrado.

Habíamos conseguido salir 3 de 4 de la cueva, y dejar atrás a los orcos, Wargos y bastardos medio orcos. Con la montura mágica pude descansar un poco de la influyente "piedra-corazón". Esta me llamaba fuertemente.

Tengo que resistirme, por la Luz de Yavanna.

Llevábamos un par de horas de camino hacia el bosque de marras. Todo dentro de ese bosque parecía marchito y muerto, aunque nos faltaba por llegar, ya veía las estribaciones del mismo. 

De pronto unos gemidos y voces gorgoteantes, quejadumbrosas...

Más orcos musité...Estos parece que han sufrido peor suerte que los de la cueva...

Tritón nos hizo la señal de escondernos, cosa que tanto Malleus como yo hicimos. No había mucho donde esconderse en aquella frondosidad  de árboles muertos y pelados, y unos matojos que había sirvieron para que el Enano y mi herido hermano pudieran evitar ser vistos. Yo usé otra técnica, y tumbándome justo al lado de un tronco hendido por un rayo tiempo a, me mimeticé con sus colores y mi ropa, consiguiendo pasar desapercibido.

Los orcos estaban demasiado ocupados en salir de ahí, y no se fijaron en nuestros aventureros.

El lugar era como una zona devastada, silenciosa y los árboles vivos parecían carecer de fuerza y vitalidad. Luego desde vuestra posición se podía ver qué a más al interior más muertos y secos estaban.