Partida Rol por web

- No sé que está pasando allá abajo, pero pareciera como si quisieran destruir esta estructura - conjeturó la joven en voz queda mientras subieron las escaleras.

Una vez arriba, Anacteia, viendo que el hombre se asomaba por la puerta semiabierta, se acercó con cuidado a la puerta cerrada, aguzando el oído y asomando un ojillo por la rendija, intentando percibir si se veía u oía algo.

Me quedé en espera de la respuesta de los que investigaban. De mientras decido acercarme hacia la mesa para ver si había algo útil en los alrededores.

Voy a ver si encuentro algo por esta zona,chicos.

Grundar se mueve hasta quedarse a media distancia de las dos puertas. No me puedo acercar sin que me oigan, pero por lo menos estoy a tiro de piedra de cualquiera de las dos si hay problemas, piensa mientras espera pacientemente a ver si el resto da alguna señal 

Una figura de espaldas, que se adivina como un soldado, a saber por los que ya habíais despachado en la planta inferior, se encuentra en esta estancia revolviendo unas mochilas sobre una mesa. La habitación parece contener varios enseres y algunos los identificáis como vuestros. Aún no os ha detectado, sigue de espaldas.

La maga y el clérigo se acercan, cabeza con cabeza, a fisgar a través de la puerta entreabierta. Se quedan unos segundos con un ojo abierto y otro cerrado, sin hacer nada, al parecer. Mientras tanto, Sheela rebusca por la estancia, sin encontrar nada de valor o alguna utilidad. Por su parte, el mestizo se prepara ante cualquier aviso por parte de sus compañeros.

SHAUN MICHAELS le asiente a la maga.

Hace un gesto simple: Primero señala dentro, luego hace un gesto con un dedo, y luego se pasa el dedo por el cuello "Cortandolo".
Vamos, el mensaje esta claro: "Hay uno, y nos lo tenemos que cargar. Tiene nuestras cosas. No nos ha visto ¿Estais listas, ballesteras?"

Anacteia hizo un gesto de cabeza a Sheela para que se aproximara y con tranquilidad alzó la ballesta, dio un paso hacia atrás, para permitir que Grundar y Shaun tuvieran espacio para pasar en caso de que hubiera que ir al cuerpo a cuerpo, y apuntó hacia la puerta. Miró al clérigo y luego al portón, para hacer saber al hombre que cuando lo juzgase adecuado abriese la puerta para que pudiera disparar. Pero no antes de que Sheela se posicionara junto a ella, imitándola, y así ambas lo acribillarían.

El druida se colocó detras de sus compañeros, mientras esperaba atento por si el pobre infortunado sobrevivia a las flechas. Recuperar mis cosas. Eso SI que me gusta, pensó el semiorco mientras se le dibujaba una sonrisa en la cara

Me junto hacia al lado de Anacteia y espero a la aparicion del enemigo. Me pongo agachada para tener una mejor puntería y diferente vision. 

En posicion y lista para disparar! Digo a la espera.

Los dos virotes de ballesta salen disparados a la vez. Uno le pasa zumbando la oreja al guardia y se rebota con un sonoro clinc en la pared, mientras el otro se clava en la mesa que tiene en frente. Parece que el propio retroceso del arma pilló por sorpresa a las intrépidas ballesteras.

Atónito ante el fallo clamoroso de las dos mujeres, que están a unos 10' de distancia ante un objetivo de espaldas, gira la cabeza atónito, soltando lo que tenía entre las manos, sobre la mesa.

- ¡Alerta! ¡Prisioneros fugados! - Gritó a los cuatro vientos, dando la voz de alarma, propiamente.

"Mentira!" dice SHAUN MICHAELS, a la que sale corriendo hacia el guardia, maza en mano y con intención de incrustarle la cabeza en la traquea

"Aun no nos hemos escapado!" Lo mismo cuela

El druida impacta en la cabeza del guardia, pero no lo suficientemente fuerte para reventarle los sesos.

- Maldición, acierta a gruñir el semiorco mientras recupera el equilibrio tras asestar el golpe

Aunque poco efectivo en su golpe, las palabras de Shaun distraen más, si cabe, al guardia que se da la vuelta. En ese momento, Grundar aprovecha para darle un golpetazo en la cabeza, haciendo que la estatura del hombre baje. El cuerpo del tipo cae al suelo, muerto, pues no era muy duro al parecer.

Ante vosotros, encontráis en esta sala vuestras mochilas y pertenencias varias. Eso si, parece ser que vuestro dinero ha sido repartido entre los guardias pues las bolsas de monedas están vacías.

A SHAUN MICHAELS le falta tiempo.

Toma su espada, hecha por un amigo, y la enfunda en el cinto. "Hola, vieja amiga ¿Echabas de menos al bueno de SHAUN MICHAELS?"  luego vienen el escudo y la coraza. Sobre ella, la bandolera. Bien cargada, como siempre.

Tambien del cinto cuelga la ballesta, pues nunca sabes cuando intentarán huir, la mochila. El cinto presto con todos los bienes.

Y al cuello. El símbolo sagrado de Feronia.

"SHAUN MICHAELS está listo"

El semiorco gruñe de alegria al ver sus cosas. Coge su coraza de escamas de dragon y se la va colocando, mientras recoge su hacha de combate y baston.

- Grundar ahora esta listo, partamos ! dice cuando comprueba que todos han cogido sus objetos

Con premura, Anacteia se hizo con sus escasas propiedades. En pocos segundos estuvo preparada para continuar.

- Cuidado con la otra puerta. Tal vez hayan oído los berridos de este y nos esperen - dijo mientras se acercó al otro portón cerrado, pegando el oído y tratando de escuchar algo.

"No parecian muy inteligentes. Lo mismo hasta se han creido lo que dije" dice cargando la ballesta, y acercandose a la puerta, preparado para lo que tenga que venir.

Empiezo a examinar mis objetos y empiezo a ver como no tengo nada de dinero.

Esto requiere venganza! No me han dejado nada de dinero! Tenias mis ahorros ahi dentro!! Sin duda ahora les robaré los calzones. Se recordarán de...

Recojo mis cosas con ahinco. Me cambio la armadura de cuero por la mia propia y dejo la ballesta en la mochilla, para tener mi arco apunto, junto a mi espada.

Cualquier tontería vale para desestabilizar al enemigo. Esos segunos pueden resultar en el golpe final.

Los cuatro compañeros de penurias recogen sus pertenencias y se arman con sus cosas. Una vez abastecidos, sin encontrar nada más de interés en aquella habitación, salen fuera, en dirección a la otra puerta que quedaba al fondo. Debido a los gritos que realizó el anterior guardia, iban bastante precavidos y esperando no encontrarse con más hostilidades. De pronto, ante ellos, se materializó de la nada un humo extraño y una figura a través de él.