Partida Rol por web

Salís de la taberna sin demoraros, el golpe de calor al salir al exterior hace que os detengáis un segundo, en el que vuestros ojos aprovechan para adaptarse a la luz, o para calibrar los sensores de luminosidad. Un ligero viento casi hasta se agradecería, pero el día es seco y árido. Como casi todos los días.

La chatarrería no tiene pérdida; se trata de un edificio bajo de argamasa situado junto a un desguace, no tenéis percance alguno durante la ruta hacia allí. 

Al salir de la cantina, la luz me ciega y pongo mi mano sobre mis ojos hasta que me acostumbro a tanta claridad. Mi boca se abre para poder respirar y así también intentar refrescarme. Sigo a mis compañeros entre las callejuelas, alerta, intentando andar por la sombra y evitando cualquier encuentro que nos traiga problemas.

Un gruñido - ¡Esperad! - antes de salir a la calle principal. - Podríamos hacernos pasar por unos matones del hutt para que nos dé la pieza a mejor precio o a cuenta de él. No se como será esa pieza, quizás es demasiado grande para llevarnosla nosotros. - Les comento en voz baja, o más bien gruñidos y bufidos leves.

Los sendos implacables soles de Tatooine nos golpean sin piedad. Unido a la molesta arenilla ambiental que penetra en mis juntas y circuitos no hace más que impulsarme a escapar de esta prisión sin compuertas.

En cuanto llegamos a un local rodeado por trozos de metal de desecho más o menos ordenados y clasificados según su tipología, deduzco que nos encontramos ante el negocio del individuo supuestamente llamado Vorn.

Lowhhrick nos detiene y expone una interesante propuesta.

- Del chatarrero sabemos que al parecer no tiene demasiados escrúpulos pues según el devaroniano lo único que le interesa es ganar dinero. Podemos hacernos pasar por personal de Teemo pues técnicamente lo éramos hasta ayer. De todas formas tengo ámplios conocimientos técnicos que podríamos ofrecer y usar en la negociación para facilitar la venta del módulo… en caso que lo tenga.

Creo que la propuesta del wookie es interesante pero prefiero ponderar otras opciones para elegir la mejor y tener soluciones en caso que la elegida no sea exitosa.

El calor es abrasador en el exterior y eso sumado a las nubes de polvo que se elevan en las callejuelas, hace que mi caminar sea algo molesto. Imitando a Lowhhrick, pongo mi mano derecha como visera sobre mis ojos y me tapo la boca con parte de mi atuendo, para impedir el paso a cualquier partícula, mientras sigo los pasos de mis compañeros.

-Mm marace uva nuena inea- digo en respuesta al wookie, aunque me doy cuenta que, por tener mi boca tapada, no se entiende lo que quiero decir. Luego de destaparme la boca añado – Me parece una buena idea. Si no cede, podemos utilizar nuestras habilidades – añado esto último al tiempo que le doy un golpe cariñoso a mi blaster que descansa escondida en mi cintura.

El sol le cegó durante un instante. Cuando su vista se adaptó a la sobreexposición intentó divisar la chatarrería, lo cual no fue difícil. Mientras caminaban hacia allí sus compañeros comentaban varias ideas y el piloto las escuchaba con atención, mesándose la corta barba pensativo.

Al principio la idea de Low le pareció muy buena. Con la fama que tenía Teemo el chatarrero se vería intimidado y sería más sencillo conseguir la pieza, pero tenía reciente su cagada con el devoriano. Por ir de listo no sólo no había recuperado la pasta sino que además les había mandado a todos a tomar viento. Debería haber usado la técnica del buen tío que da pena, igual si le hubiese dicho que no tenían para comprar el módulo el demonio se habría ablandado.

Bah, que va. Ese no habría soltado los créditos ni con un hierro candente!

-El módulo de arranque no es algo que se pueda encontrarse disponible en las tiendas de forma habitual. Estoy convencido de que Trex, el capitán del carguero, ha tenido que encargarla. Así que Vorn no se la dará a nadie que no venga de su parte. Creo que es más fácil decir que él nos envía. ¿Qué os parece? -miró a sus compañeros-. Si el chatarrero lo vende a otro que no sea Trex para que le salga a cuenta incrementará el precio considerablemente.

Porque esto era otro tema importante. El dinero.

-Si tenemos suerte ya habrán pactado un precio -entornó la mirada haciendo sus cálculos-. Teniendo en cuenta el desierto donde estamos ya podéis apostar que va a subir de los 500 créditos.

Vex se ofreció a ayudar en la negociación y Pash valoraba la disposición pero temblaba al pensar el resultado de su intervención.

-Tus amplios conocimientos técnicos nos irán bien si se utilizan únicamente para rebajar el precio, señalando fallos y defectos -le dijo en tono neutro pero firme, resaltando una palabra concreta. El demasiado generoso droide era capaz de alabar la pieza de tal modo que el vendedor subiese el precio sangrándoles vivos.

-Bueno, ¿qué pensáis? Si vamos a comprarlo tenemos que comprobar que podemos juntar esa cantidad. Y si no, habrá que pensar una alternativa. También podemos intentar negociar y si la cosa no sale como queremos... improvisar. Dejarle inconsciente o algo así. En cualquier caso yo puedo identificar el motor.

Miró a sus compañeros para conocer sus opiniones.

Busqué en mi compartimento de objetos personales y saqué los créditos que me quedaban. Con un cálculo rápido deduje el importe. 

- Lo único que-que me queda son estos 150 créditos imperiales. Insuficientes por sí so-solos pero entre todos tal vez podamos re-reunir lo que falta. - expongo con optimismo. - Y res-respecto a tu plan Pash, me parece plausible. ¡Veamos qué as-aspecto tiene este chatarrero y si podemos negociar con él!

Hacéis cálculos y cada uno de vosotros dispone de aproximadamente 200 créditos, excepto Vex que solo tiene 150. Si los cálculos de Pash son correctos y el chatarrero tiene uno de esos módulos puede que seáis capaces de haceros con uno de ellos. Finalmente os decidís; y al entrar veis a un humano viejo y encorvado, prácticamente oculto detrás de un mostrador sepultado bajo montones de piezas de droides y máquinas diversas. El hombre levanta la mirada hacia vosotros y se vuelve hacia una unidad R5 con forma de cubo de basura que hay a su lado.

- ¡ Se supone que tienes que avisarme cuando entran cliente, cubo de tuercas ! - le grita propinándole una patada - Vete fuera y acaba de desmontar esa moto desilizadora. -

El droide se aleja rodando entre pitidos malhumorados mientras el viejo se gira hacia vosotros.

- ¡ Bienvenidos, distinguidos clientes ! Como pueden ver - dice señalando a los estantes y cubos repletos de toda clase de chatarra -, tengo de todo lo que puedan necesitar... por un módico precio. -

No parece que entre el género que tiene a la vista se encuentre el módulo de arranque del reactor de hipermateria.

Caminaba observando todo el material que había visible mientras se acercaba y no divisó lo que buscaban. Tampoco era de extrañar, suponía que lo tendría guardado a parte. Vorn era un tipo mayor, lo cual no era bueno. Bien, si acababan robando la pieza el hombre contaba con desventaja para perseguirles sin que le diese un infarto, pero en cuanto a los negocios se refiere, que tuviese tantas canas solo indicaba que sería un hueso duro de roer.

Siguió con la mirada a la unidad R5 mientras se alejaba visiblemente enfadado. Luego saludó al vendedor con la justa amabilidad para ser cordial pero que no le confundiera con un pringado al que tomar el pelo.

-Buenos días! -sonrió levemente y apoyó el antebrazo derecho sobre el mostrador ladeando su cuerpo también hacia el mismo lado- Nos envía Trex, venimos a por el módulo de arranque del reactor de hipermateria -dijo como si esperase que Vorn lo tuviese listo. En realidad no creía eso. Lo más probable es que se quejase por haber venido tan pronto, o peor aún, que ya se lo hubiesen llevado.

La chatarrería es una especie de depósito de órganos para las máquinas. Y como una máquina que soy este es un lugar muy interesante. Mientras Pash y los demás debaten con el dueño, empiezo a buscar y rebuscar entre los centenares de componentes el módulo de arranque que venimos buscando o, aunque lo dudo, algún accesorio que mejore mis capacidades.

No dejo de prestar atención a la conversación pero inspecciono cavilante. La reparación de maquinaria no es mi especialidad pero no me importaría adquirir esas capacidades. Sanar a los orgánicos me encanta y reparar no debe ser menos estimulante.

Para poder entrar en la chatarrería me tengo que agachar y el calor que hay dentro de la tienda me desilusiona, pues esperaba algo más de fresco. Por lo menos aquí los dos soles no te ciegan con su fuerte luz. Pash lentamente se acerca al mostrador a la vez que de detrás de este sale una unidad R5 bastante enfadada. Siempre me es cómico como se quejan esos pequeños cacharros y una sonrisa se asoma a mi boca.

Empiezan las negociaciones y ese no es mi campo, es más, hasta me aburren. cruzado de brazos me acercó a la puerta y me pongo a un lado como si estuviese cotilleando los cacharros que por allí cuelgan. En verdad estoy ahí por si somos sorprendidos por el verdadero capitán. De vez en cuando miro hacia fuera por si alguien se acercase a la puerta.

Vorn escucha a Pash con atención, sus palabras son directas. Vorn se queda pensativo mirándoos y se da media vuelta.

- R5, trae el módulo de arranque del reactor de hipermateria para el señor Trex. ¡¡ Deprisa !! - 

Vorn se gira con una sonrisa que claramente no debía tener en su rostro mientras gritaba a la unidad R5.

- Disculpad que no tuviera listo el módulo, pensaba que vendrían más tarde. Supongo que tendrán listos los créditos acordados. - Dice colocando una de sus manos sobre el mostrador de la chatarrería.

¡Una pena! - pienso ensimismado defraudado por no haber encontrado ningún módulo de mejora. - Seguramente las piezas más valiosas las tendrá guardadas en alguna parte.

Cuando Vorn llama de nuevo a la unidad R5 y le pide que vaya a buscar nuestro módulo me fijo donde va mi congénere y lo acompaño.

- ¡Ya te-te ayudo a traerlo R5! - digo disimuladamente con la doble intención de tener en nuestro poder lo antes posible el módulo de arranque y, de paso, echarle un vistazo a los "tesoros" que tiene el chatarrero guardados.

El chatarrero mira con mala cara a 41-Vex, aunque la zona del desguace esta abierta para que los clientes puedan ver la mercancía sin problema. Parece que es más porque sea un droide que por otra cosa, no obstante enseguida vuelve hacia Pash y Oskara.

- Y bien... - Dice refiriéndose claramente a los créditos.

Mientras Lowhhrick estaba controlando la entrada y el exterior. No parece que haya movimiento fuera.

Por si parte 41-Vex sale a la zona del desguace. Esta al aire libre y puede ve como R5 se ha metido por uno de los pasillos que forman los montones de cachivaches y aparatos. Se detiene entre dos aerodeslizadores medio desmontados y se hace con lo que claramente es el módulo que necesitáis. Lo lleva en una extensión mecánica que ha salido de su carcasa a modo de brazo.

Afortunadamente no parece que haya inconveniente en acompañar al droide astromecánico, así que lo sigo. Intento iniciar una pequeña conversación. Tal vez pueda sonsacar algún tipo de información sobre el chatarrero, sobre Trex o si hay alguna mejora para droides en este local.

- ¡Ho-hola!. Mi nombre es 41-Vex. He oído que el chatarrero te lla-llama R5 ¿cual es tu nombre completo? ¿Y qué tal estás aquí, a-amigo? Tu dueño no parece un orgánico muy a-agradable precisamente con los droides en general ni co-contigo en particular.

Miro la curiosa expresión de Vorn tras dar la orden al droide. ¿De qué diablos se ríe? No me gusta porque no augura nada bueno, pero mi cara de poker no filtra mis pensamientos. Quiero pensar que solo se trata de dinero, porque se me ocurren auténticas canalladas que yo haría en su lugar. Además, Vorn no especifica la cantidad acordada y eso tiene una razón. Se nota que es perro viejo.

Han pasado solo un par de minutos desde que entramos y ya se acerca el momento decisivo. Low tiene la buena idea de vigilar la entrada, Oskara está cerca y Vex me sorprende con la iniciativa de acompañar a R5. Lo cierto es que no sé realmente su intención. Con el buen corazón que tiene es capaz de ayudarles a reparar cosas, aunque confío en que sea parte de un plan estratégico. En cualquier caso ha sido una hábil maniobra. A simple vista parece que todo está controlado.

El chatarrero cambia su sonrisa por un gesto de desagrado cuando mira a 41-Vex. Cabría pensar que es por su entrada en el desguace, pero la sensación que tengo es que no le gustan los droides. Por un instante me pasa por la cabeza una imagen: el carguero despegando con nosotros cuatro y R5, haciendo gestos poco elegantes al planeta y sus habitantes mientras disminuyen en tamaño a medida que nos alejamos.

Todavía no tenemos el módulo y Vorn ya insiste con la pasta. Esto debilita su posición. Yo me mantengo en esa dualidad de frialdad y calidez.

-Por supuesto, pero antes quisiera ver el módulo -digo tranquilo, con absoluta normalidad. Es algo totalmente usual, lo extraño es lo que él ha hecho, nadie suelta un crédito sin ver el material. Mantengo la mirada puesta en el punto que desparecieron y espero ver llegar en cualquier momento a ambos droides con la pieza.

En la polvorienta calle no parece haber más movimiento que el normal de un día cualquiera. La luz intensa de los dos soles es reflejada por la blanca arena y me ciega cuando miro hacia afuera y de vez en cuando miro adentro para ver como va la "negociación". No me gusta como esa sabandija de Vorn trata a la unidad R5, pero ese no es mi problema.

Sin embargo, cuando Vex decide ir a cotillear por el desguace y ese miserable y encorvado ser lo mira como despreciándolo, no puedo evitar hacer una mueca de desagrado mientras pienso para mi mismo: Ese malnacido no se merece tener tantas extremidades.

Intento centrarme en mi cometido y vuelvo a mirar al exterior con su luz cegadora y su eterno polvo cubriéndolo todo, mientras escucho a Pash que parece que controla la negociación y no se deja amedrentar por el asqueroso tendero. Pienso que si yo fuese el piloto, ya habría hundido mi efectiva arma en su cabeza o por lo menos le habría cortado una mano para que dejase de estar pidiendo lo que no debe pedir antes de tiempo. Aunque, supongo que el miserable ya estará acostumbrado a gente que no quiere pagar sus precios y entre tanto montón de mierda mecánica habrá alguna sorpresa para poder defenderse. Pienso mirando ahora alrededor del mostrador, aprovechando para descansar mis ojos de la cegadora luminosidad exterior.

El droide se detiene al encontrarse a 41-Vex en mitad de su camino. Aunque no eres ningún experto en el tema, el módulo parece tener buen aspecto. Tiene algo de polvo por encima probablemente de estar unos días en el desguace al aire libre.

- R5-D3. - Dice con algunos pitidos - Ya has visto al chatarrero, es un ser despreciable sin respeto por los droides - Se aparta a un lado y prosigue su camino hacia el interior de la chatarrería.

Vorn tamborilea con los dedos en el mostrador mientras se da la vuelta mirando al desguace. 

- Donde se habrá metido ese estúpido droide - Vuelve de nuevo a miraros a vosotros. - Disculpar a R5, tiene algunos defectos de fabricación. Debí suponerlo por los créditos por los que me lo vendieron.

Mira directamente a Pash y entrecierra los ojos pensativo, para pasar a un tono algo más enfadado.

- No estoy viendo los créditos... supongo que Trex os habrá dado los 500 créditos, si no ya os podéis ir largando de mi tienda y diciéndole que por mucho que sea el Trandoshano preferido de Teemo, no pienso regalarle nada. -