Partida Rol por web

- ¡Vamos, Faye, afina tu puntería o no salimos de esta!

Rebecca observó con estupor cómo Tul'Kar caía después de recibir puñetazos por parte de los dos soldados que aún estaban en pie. Uno había caído, pero no creía que estuviese herido y esperaba que su compañero no estuviese herido.

Apuntó a uno de los soldados y volvió a disparar, confiando en que su pulso no le fallara y aprovechando que los soldados estaban mirando a Tul'kar mientras caía.

El soldado no ve el disparo y le da de lleno, cae al suelo y sufre una herida.

- !Lo sé, estoy en ello! - contesté con las fuerzas que me quedaban a Rebecca, tras ver como mi disparo salía desviado. 

Volví a tomar nuevamente el blaster y respiré. Intenté darme un tiempo para esta vez apuntar mejor, aunque mi cuerpo herido no me permitía apuntar todo lo bien que yo quisiera. 

Notas como poco a poco te va faltando el aire. Llevas tanto tiempo debajo de los escombros que el polvo que te rodea comienza a taparte las vías respiratorias. 

El disparo falla.

Uno de los soldados se levanta del suelo mientras que otro vuela por el impacto del disparo de Rebecca. El que queda de pie, aprovechando que Tul'Kar está aturdido, le propina un buen golpe. La culata del blaster se hundió en el pecho de Tul'Kar que cae al suelo herido.

Socorro! Socorro. Soco cof cof. Soo...

- ¡Déjalo en paz! - chilla Rebecca al ver al soldado propinar un buen golpe a Tul'Kar, que no puede esquivar.

Vuelve a apuntar con su arma y dispara al soldado. Pero la rabia se había apoderado de ella, y eso hizo que no se centrara en el disparo. Demasiada confusión, sentimientos contradictorios... todo lo que había aprendido parecía que quería esfumarse, consumida por esa ira que se iba apoderando de ella.

Maldita sea, si tuviera mi sable de luz... 

Me lamente en mis adentros por la situación en la que nos encontrábamos. Tras maldecir mi suerte, tomé nuevamente el blaster e intente apuntar de nuevo. Mi maltrecho cuerpo me impedía actuar con la eficacia que necesitaba el momento. 

Disparé a uno de los soldados que aún permanecían de pie. 

Los disparos de los rebeldes se perdieron por el pasillo sin alcanzar su objetivo. Los soldados habían estado actuando sin miedo, pues los disparos no habían alcanzado ningún objetivo, hasta hace unos segundo, donde uno de sus compañeros había caído herido. Por lo que decidieron retroceder por el pasillo hasta la esquina y cubrirse con ella, arrastrando con ellos al herido Tul'kar.

- Como te muevas te mato.

Uno de los soldados le apunta con el blaster.

Una vez seguros, gritan a los rebeldes.

- ¡Rendiros o vuestro compañero morirá! 

Rebecca emitió un chasquido, esa situación era un enorme contratiempo.

¿Qué podían hacer? Si seguían disparando podrían matar a Tul'Kar, pero tampoco podían entregarse a los soldados y caer prisioneros del Imperio.

Dudó unos instantes, como intentando evaluar las opciones que tenían.

La situación se había complicado. Rebecca era la única en plenas condiciones físicas y preparada para un enfrentamiento. Los demás, en cambio, no estábamos en nuestro mejor momento. UxNarSir herido,  y retenido como rehén, yo también estaba herida y Zarcor, no estaba presente. Entendí, que al igual que yo, no había podido esquivar el derrumbamiento y aún permanecía atrapado. Sólo había una cosa que podía hacer, aunque no podía tener la certeza que funcionara y no era algo arriesgado. 

Alcé las manos en alto en señal de rendición. Me puse de rodillas y arrojé mi blaster hacia los soldados. 

- Mi nombre es Faye Drayson, mi familia ha estado siempre vinculada con la alta nobleza de Coruscant. Ésta fue encarcelada por el imperio por alta traición. Dicha traición se produjo por mis acciones, ayudé y colaboré con un caballero Jedi, que había sobrevivido a lo que algunos cronistas titulan como "la orden sesenta y seis". Sé con certeza que la propia orden fue dada por el propio Emperador, a pesar de que su figura se desvincula de la extinción de la orden. Cuando el Imperio encontró y ejecutó a este Jedi, escapé y evadí las fuerzas imperiales. Mi familia no tuvo tanta fortuna - miré un momento al suelo, para después tomar aire y continuar - Estoy aquí buscando una lanzadera con los códigos de la ubicación de una base rebelde. 

Giré levemente la cabeza y susurré a Rebeca de modo imperceptible "si logro convencerles, reagrupaos, curad las heridas y venid en mi busca" tras esto, miré nuevamente al frente.

- Colaboraré y facilitaré la ubicación de la lanzadera y me entregaré voluntariamente. A cambio pido que se dejen en paz a estas personas, no han cometido falla o delito alguno... Creo que es un trato justo que agradará a vuestros superiores. Si no se aceptan mis condiciones jamás revelaré dato alguno y aguantaré toda tortura a la que se me pueda someter. 

Cerré lentamente los ojos, esperaba que el trato les sirviera y pudiera alejarlos de allí. No estaba segura de que esto fuera la mejor opción, pero no podíamos arriesgarnos a seguir con el enfrentamiento directo. 

Los soldados escuchan el ruido del arma caer al suelo. Y uno de ellos sale por la esquina, dejándose ver, apuntando con su blaster a Rebecca y Faye mientras sus dos compañeros sujetan a Tul'Kar. Cuando ve que Faye sostiene el arma, apremia a que la suelte.

- ¡Suelta el arma y lánzala hacia aquí!

Se queda parado y no se acerca más hasta que Faye suelte el arma y la arroje por le túnel en su dirección.

Rebecca miró con incredulidad a Faye. Entendió que era una estrategia para distraer a los soldados, pero ignoraba como iba ella a salir de allí, teniendo a los soldados apuntándolas con sus armas. No estaba segura que dejaran ir al resto. Permaneció quieta, arma en mano.

Cerré lentamente los ojos mientras los guardas dudaban qué hacer. Mi objetivo era que dejarán a los demás, se centrarán en mi y que me escoltaran lejos de esta posición. Mis compañeros podrían aprovechar esto para recuperarse y después, con fuerzas rearmadas, interceptar la patrulla. 

Desconocía si el plan estaba saliendo bien o mal, si que había conseguido algo de tiempo. Aproveché el desconcierto para cerrar los ojos y volver a intentar usar la fuerza para curarme, mientras había una tensa calma en el aire. 

Veo que no suelta las armas. No me muevo de mi sitio mientras mis dos compañeros siguen escondidos detrás de la esquina. Mantengo el arma firme apuntando a los rebeldes.

- Queda nada para que otro escuadrón llegue a esta zona a reforzarnos. No tenéis nada que hacer. Rendiros, ¡soltar las armas! No vamos a tener mucha más paciencia.

Poco a poco el aire contaminado de partículas de polvo, obstruyen tu respiración. Tras varios minutos tosiendo e intentando pedir ayuda sin conseguir pronunciar nada, quedas inconsciente, muriendo al poco rato.

Dado los avisos de los imperiales, Rebecca depositó su arma en el suelo. No tenían más opciones e intentar escapar era una auténtica locura.

Miré a Rebeca como depositaba su arma y después miré hacia los soldados imperiales. 

- Lo siento, pretendía convencerlos para que os pudierais retirar pero parece que han hecho caso omiso a mis palabras. 

No es lo que planeaba, tendremos que buscar una oportunidad para escapar. 

Di un último vistazo a las rocas caídas por el desprendimiento, deduje que Zarcor seguiría ahí debajo, entrecerré los ojos lentamente, ya sólo quedaba esperar. 

El soldado avanza hacia vosotros con el blaster apuntando a Rebecca, mientras otro de los soldados sale de la esquina y avanza detrás de él, apuntando a Faye. El otro de los soldados se mantiene seguro apuntado a Tul'Kar.