Partida Rol por web

Gracias a mi entrenamiento Jedi puedo controlar el dolor que sacude mi cuerpo. Mis músculos se relajan, mi mente controla el torbellino doloroso que recorría cada parte de mi organismo. Logro incorporarme y miro mi herida. No es demasiado aparatosa, y ya tendré tiempo de curarme más tarde, ahora tengo que centrarme en encontrar las naves y que todos podamos huir de este infierno. El caza pilotado por Arvel parece señalar con sus focos un rincón de la gruta. Logro entrever algún tipo de lona que cubre algo. ¡Serán los cazas! pienso con algo de alegría. Tal vez la salvación esté más cerca de lo que imaginábamos. De pronto un estruendo me hace dar un respingo. La compuerta cede y un río de lava hace su avance, derritiendo todo lo que encuentra en su camino. - ¡Vamos! - grito reaccionando - ¡Ahí están los cazas! ¡Corramos!No nos queda mucho tiempo, si no nos damos prisa seremos engullidos por la lava, ¡lo he visto! Todo lo aprisa que puedo llego hasta la primera lona, y aun con la herida, logro quitarla, dejando al descubierto un maltrecho y viejo caza ala Y, pero que se ve magnífico y potente. ¡Además, es nuestro billete de salvación! En este incluso un esquife hubiera dibujado una sonrisa en mi cara. A duras penas consigo subir hasta la posición del artillero, esperando que Dan-Vid suba a la cabina y coja los mandos del piloto.

- Gracias abuelo Jack. Sin ti no lo lograría.

Me estremezco de la visión que he tenido, suerte que recuerdo que el futuro es cambiante... o no.

Un pequeño estremecimiento noté a Jack. No sé qué diantres le pasaba siempre a ese chico. El joven era lo que llamaban un jedi, un aliado de "la Fuerza"; pero la Fuerza no estaba ahora dispuesta ayudarnos (o al menos eso parecía mientras pensaban en los grandes andadores imperiales acercándose a nosotros, o la lava tras nuestros pies.

¡Jack! ¡Espérame! -le grité, haciendo resonar en toda la cueva-. Voy contigo...

No estaba seguro de que le joven supiera pilotar, y quizá podría ser un inconveniente dado su estado. Yo tampoco era un hacha manejando el aparatoso vehículo, pero quizá estaría más seguro.

¡Hay que largarse! -señalé, como dirían los humanos, mientras veía fundirse la puerta en el "charco" de lava humeante y sofocante-. Acto seguido corrí tras la estela del joven jedi mientras éste ya había destapado el caza estelar de su final tela.

Arvel elevó la nave del suelo y manteniéndola estable apuntó hacia donde DeCero le había indicado. Poco a poco los camuflajes se acabaron perfilando gracias a las luces intermitentes y permitiendo al resto observar dónde estaban. Con la puerta fundiéndose y la lava comenzando a avanzar sumergiendo la nave incendiada bajo ella. Esa escena hizo que los pelos de los brazos se le elevaran mientras las piedras seguían golpeando la nave. Al momento los temblores se detuvieron, la lava retrocedió y todo quedó en silencio. Aquella calma daba mal royo haciendo que un mal presentimiento se fundiera en la mente del piloto. Le recordaba como en algunos planetas las masas de agua retrocedían antes de avanzar con más fuerza. - Creo que va a pasar algo malo, más vale que corráis ahora que está todo en clama chicos! - Esperando a que retiran los camuflajes de las naves, Arvel volvió a ponerse en movimiento. - Voy a proteger la entrada y ver si no hay ningún enemigo esperándonos. - Dicho esto se colocó mirando a la entrada, puso los motores a tope y se preparó para lanzarse al exterior evitando cualquier posible trampa.

Jack y Shanks están heridos y solo me queda un medpack.
Lo siento Jack pero necesitamos las habilidades de vuelo de Shanks.
Y corro hacia él con el botiquín en la mano mientras veo como Jack y Arkonat suben en la misma nave.
Quizás no fuese lo que yo hubiese preferido ninguno de los dos es que sean muy habiles pilotando pero si consigo que Shanks se recupere, el como piloto y yo como artillero junto con Arvel en la otra nave quizás podamos atraer el fuego enemigo y evitar que les disparen a ellos.
Cuando llego a Shanks despliego el medpack y con su ayuda empiezo a curarlo.

Cuando corría fui alcanzado por varias piedras que se desprendían del techo, lo cual me produjo algunas heridas y que por un momento me desorientarse. Cuando conseguí volverme a centrar oí como Dan-Vid algo de mi habilidad como piloto y corría hacia mi con un medpack en las manos, me encamine como pude hacia el como pude, y cuando estaba manos a la obra intentando curarme, le echaba una mano como podía.

Cuando hubo terminado -salgamos de aqui, no hay tiempo para mas- indicándole la nave más cercana y empezando a correr hacia ella.

Tire de la lona con la fuerza suficiente para descubrir el caza, subiendo al puesto del piloto.

-rapido Dan-Vid sube-

Usando su poder jedi, Jack logra ignorar el dolor causado por sus heridas, localiza uno de los cazas y tira de la lona mimetizada descubriendo un ala-y en perfecto estado. Arkonat se dirige hacia el jedi cuando éste comienza a subirse a la nave y lo oye augurar malos presagios. El ithoriano ve a su izquierda como Dan-Vid corre hacia Shanks para socorrerlo. Le parece que otra de las naves está muy cerca de ellos por lo que no deberían de tener problemas para localizarla y subirse a ella.

En cuanto llega el cazarrecompensas al lado de su amigo pirata abre el último medpac que le queda, respira hondo, y concentrado comienza con los primeros auxilios. Shanks ayuda a su compañero mientras observa lo serio que se pone cuando trabaja. Sabe que la simpatía no es la mejor cualidad de su amigo pero no conoce nadie más leal y responsable. No es de los mejores vendajes pero ambos esperan que sea suficiente.

Cuando Arkonat accede a la cabina del piloto del ala-y de Jack, Shanks y Dan-Vid acaban de descubrir el tercer caza bi-plaza con el que intentar la huída. Mientras pirata y cazarrecompensas acceden a su nueva nave Arvel hace girar la nave que pilota sobre su eje y se encara hacia la salida de la cueva con tanta destreza que consigue sonsacar unos silbidos de admiración de Decero. En el monitor aparece un texto exclamativo del astromecánico: - ¡Guau! ¡Menudo giro! ¡Parece que sabes cómo pilotar amo Arvel! 

En cuanto el caza alcanza a ver el exterior de la caverna, Arvel y Decero observan a los AT-AT detenidos y apuntando muy cerca¹ de la entrada. Afortunadamente ésta se encuentra a bastantes metros de altura de la base de la montaña por un terreno demasiado pendiente y por tanto inaccesible para esos vehículos militares. Además, la espesa vegetación y la copa de los árboles tapan parcialmente la entrada.

Súbitamente la montaña se vuelve a estremecer pero como nunca antes lo habíais notado. Los temblores hacen dar saltitos a los tripulantes en sus asientos dentro de los cazas que aún no han despegado, como si estuvieran atravesando una lluvia de meteoritos. Un diluvio de piedras golpea las carrocerías haciendo temer por su seguridad. Y sin tiempo de reacción, una terrible explosión deja conmocionados a los tripulantes. Es como si una detonación nuclear hubiera estallado desde el mismo centro de la montaña. Afortunadamente la onda sónica no les afecta gracias al cierre hermético de la cabina de los cazas. Un rio de lava inunda la puerta de acceso. La lanzadera recibe la primera oleada de magma y es arrastrada hacia la obertura varios metros pero logra bloquear parcialmente el impetuoso avance del rio ígneo dando unos segundos de respiro que aprovechan para reaccionar. Otro borbotón de magma entra violentamente por la entrada amenazando con engullir absolutamente toda la cueva.

Fuera de la caverna piedras de todos los tamaños caen del cielo y una enorme nube de gas sulfúrico hace que poco a poco vaya menguando la intensidad de luz solar y por lo tanto la escasa claridad en la entrada de la caverna.

¹ A corto alcance

Mapa de la caverna:               https://www.dropbox.com/sc/8j2fkng1mq80jy2/AABN9n9-4cI22vphRxU8mV6Ca

Arvel se quedó mirando cómo sus compañeros comenzaban a subir a sus naves con cara de preocupación, la lava seguía entrando y el tiempo se les agotaba. Por si no fuera poco la mayoría estaban heridos y no tenían tanta experiencia como él en el pilotaje de cazas. Con eso en mente giró la nave para encararse haciendo que DeCero le diera unas palabras de asombro. Eso consiguió sacar una sonrisa de la cara de Arvel, algo que no había sucedido hacía mucho tiempo. - Gracias DeCero,  prepara las armas y los escudos, vamos a atraer el fuego enemigo hacia nosotros para que el resto tenga más fácil la salida.- Dicho esto se preparó para salir mientras ponía el intercomunicador con el resto. - Saldré primero atrayendo el fuego enemigo, en cuanto salgáis elevaros lo máximo posible y de ahí hacia el exterior. Tenemos que poner la mayor distancia posible y luego dirigirnos a las coordenadas. -

Al momento una fuerte explosión sacudió la cueva como ninguna antes, haciendo fluir el magma con más intensidad. Debían salir de allí y él debía dejar la salida de la cueva despejada. Sabiendo que tendría problemas con los vehículos exteriores Arvel respiró profundo y como si la explosión fuera el disparo de salida puso los motores a funcionar y salió disparado de la cueva. Cuando salió al exterior comenzó a maniobrar el caza para esquivar los esperados láseres de los vehículos y con decisión decidió intentar eliminarlos antes de que fueran una amenaza para sus compañeros. Los buscó siguiendo la estela de sus disparos y lanzó los torpedos de protones confiando en poder al menos hacer suficientemente daño como para eliminarlos.

Ya en el asiento del artillero, empiezo a abrocharme el cinturón mientras espero que Arkonat se acomode en la posición de piloto.

- Espero que sepas más pilotar tu que no yo disparar, porque disparar se poco, pero pilotar se menos... aunque la verdad es que nunca lo he probado - me giro para ver a mi compañero - Un poco tarde para cambiar, ¿no? Mejor nos quedamos como estamos... Pero se que lo harás bien. Tú confía en ti mismo y en la Fuerza, te ayudará.

Me acomodo en la cabina del Ala-Y, aunque no hay tiempo para mucho, mientras me abrocho el cinturón echo una visual a los controles, nunca he pilotado un cacharro de estos y no quiero cometer ningún error de primerizo. Rápidamente encuentro la palanca de puesta en marcha y la activo, se empieza a notar el rugido de los motores a la vez que se va cerrando la carlinga del caza. Cuando los motores tienen la potencia suficiente agarro el mando de control y tiro hacia mí para que la nave se eleve levemente y pueda maniobrar con ella, giro la nave para que enfile la salida de la caverna, solo iba a haber una opción y no había que desaprovecharla.

-Dan-Vid agárrate fuerte que allá vamos- mientras con mi mano izquierda agarro el control de potencia y empiezo a imprimirle fuerza a los motores.

La adrenalina y la excitación empiezan a subir. Veo como Arvel sale con su caza de la caverna y me dispongo a seguirle Cuando el caza a alcanzado la potencia optima, dirijo el caza hacia la salida a la máxima velocidad que me da en se momento.
Por fin fuera de la cueva, aunque rápidamente la sensación de seguridad que da el estar en espacio abierto se torna en una nueva preocupación, dos AT-AT se interponen en nuestro camino. Veo como Arvel rápidamente inicia acciones ofensivas hacia ellos.
Me pasa por la mente -¿Arkonat pilotando un caza?- no creo que tenga mucha opción con esos AT-AT, así que habrá que facilitarle el camino y que tenga la salida más “placida que pueda”, rápidamente preparo un vector de interceptación hacia los andadores para apoyar el ataque de Arvel. Activo el armamento, ajustando la aleta selectora en torpedos, y con el ordenador de puntería fijo un torpedo en cada uno de los AT-AT. Una vez el ordenador me indica que los objetivos han sido fijados, abro fuego. Espero que el ataque combinado de Arvel y mío logre acabar con ellos.
 

No he terminado de asegurarme en el asiento que escucho a Shanks y cuando levanto la vista veo como Arvel sale directo hacia los andadores y noto como Shanks nos saca de la cueva siguiendo la estela del primero y con el mismo objetivo.
Poco puedo hacer salvo ser un espectador en primera fila.
Me giro un segundo para mirar que nos sigan Arkonat y Jack siendo muy consciente de las grandes limitaciones del piloto "vamos amigos teneis que conseguirlo" deseándolo con todo el corazón. Cuando abro los ojos veo los ríos de lava que salen de la cueva. Me iría con todos ellos hasta el infierno aunque ahora parezca que "salga de el.
Cuando vuelvo mi vista adelante un sentimiento de orgullo y esperanza me envuelve. Puede parecer un suicidio enfrentarse a los vehículos imperiales pero confio plenamente en mis compañeros. Y aunque lo fuese no veo mejor momento ni compañía para hacerlo. Entonces me vienen a la mente Holly y Fred y algunas palabras de Jack diciendo algo sobre que en la Fuerza los muertos no lo están del todo. Si eso es así en toces seguro que ahora ellos están con nosotros orgullosos.
Adelante chicos. Hasta el final.
 

Mientras me coloco en el sitio del artillero y enciendo los controles, viene a mi mente todo lo acontecido hasta ahora. Nuestro encuentro, la muerte de Holly, y el hecho que todos los peligros que hemos pasado nos han forjado y nos ha unido más a todos.

-¿Sabéis, chicos?- digo por el comunicador a las otras naves, cuando están todos en sus asientos – Puede que yo no sea el más indicado, pero creo que lo estamos haciendo bien y todos saldremos de esta. Y quiero deciros que habéis ayudado mucho a este aprendiz de Jedi, me habéis ayudado mucho más vosotros a mí que yo a vosotros. Y dentro de poco estaremos a salvo y uniéndonos a algo tan grande como la resistencia a la opresión, la libertad para la galaxia y la vuelta de la democracia a todos los planetas y sus habitantes. Se lo debemos a todos los que han perecido en ese empeño, se lo debemos a… se lo debemos a Holly. Aunque sólo sea por ella. ¡Se lo debemos, que su muerte no sea en vano! Y seguro que todos tenéis a alguien por quien luchar. Yo no conocí a mis padres, murieron para que yo tuviera una oportunidad, y mi bisabuelo Jack creyó en mi… y lo decepcioné, pero él, aunque sé que no lo entendáis u os parezca una locura, pero sé que ahora mismo está a mi lado, y se siente orgulloso de su biznieto. La Fuerza era intensa en él, como lo es en todos vosotros. Confiad en la Fuerza, pero sobretodo confiad en vosotros mismos.

Me repongo de este momento, conteniendo las lágrimas, con el corazón acelerado por la emoción y con la sensación de poder derrotar al Imperio yo sólo. No, yo solo no, si no con la ayuda de mis nuevos amigos.

-¡Vamos chicos! ¡Los últimos en salir pagan todas las rondas!

El Ala-Y de Arvel es el primero en salir. El piloto se aclimata rápidamente a la visión exterior y comienza a zigzaguear la nave en dirección a los AT-ATs que empiezan a disparar sobre su caza. La adrenalina lo estimula y hace sacar lo mejor de él. Decero enfoca los escudos de la nave a la parte delantera y pita avisando al piloto. Éste mira brevemente el monitor: - El Ala-Y de Shanks acaba de salir y nos sigue de cerca. - Queda sorprendido a partes igual por la pericia e imprudencia del pirata pero no tiene tiempo para dedicarle ni un segundo de sus pensamientos pues tiene que centrarse en los dos blindados de delante. Excitado por la adrenalina y preocupado por la responsabilidad respira hondo para enfrentarse a sus enemigos. Escucha la voz de Jack por el intercomunicador y una extraña sensación de calma lo invade. Es como si el tiempo se ralentizara y observa lo que ocurre como a cámara lenta permitiéndole reaccionar más rápido y mejor.

En la cueva el magma no para de entrar a borbotones. Aprovechando el hueco libre de lava que ha dejado la lanzadera la nave pilotada por Shanks sale de la cueva con soltura. En cambio Arkonat tiene muchos más problemas para hacerse con los controles de la nave. El ithoriano consigue encender los motores, eso era fácil, pero el nerviosismo no le dejaba pensar con claridad. A lo lejos observa cómo el rio de lava golpea fuertemente la lanzadera ya muy mermada y no para de entrar más y más magma. Parte del líquido incandescente comienza a expandirse por el resto de la caverna rápida y peligrosamente hacia el Ala-Y. El jedi habla por el comunicador pero Arkonat apenas le escucha pues está centrado en despegar la nave del suelo y no entiende porqué no se elevaba de una maldita vez. - Tranquilo, Arkonat, tu lo sabes. Algo no estás haciendo bien pero tu eres suficientemente listo para averiguarlo. Conoces los mandos y para qué sirven así que céntrate y haz volar la nave. - intenta tranquilizarse el ithoriano mirando de reojo la lava ya debajo y de ellos. El tren de aterrizaje no iba a aguantar mucho... - ... Pero se que lo harás bien. Tú confía en ti mismo y en la Fuerza, te ayudará.- Curiosamente esas palabras de Jack calaron hondo en su ser y vio con claridad el interruptor antigravitacional. Al conectarlo el Ala-Y se eleva y empieza a zarandearse respondiendo a los movimientos nerviosos que el piloto ejerce sobre el mando del timón. La nave comienza a avanzar golpeando levemente la otra Ala-Y aún camuflada, paredes y columnas a su paso. Arkonat poco a poco se hace con los mandos. Se encara hacia la abertura de la cueva cuando la lanzadera se desplaza de nuevo bloqueando la mitad de la salida. El magma rezuma por encima y los lados del malogrado transporte naval. En cuanto logre liberarse de su bloqueo la lava saldrá disparada obstaculizando la única salida de escape. Arkonat acelera el Ala-Y. NO HAY TIEMPO. El caza llega delante de la pequeña abertura que ha quedado. EL CAZA NO CABE EN ESE HUECO. HAY QUE EMPUJAR LA LANZADERA. Ésta, medio derretida, deja de bloquear la lava y comienza a deslizarse junto al Ala-Y. Parte del ala derecho del caza se hunde dentro del magma y luces de emergencia iluminan la cabina al son de la alarma de aviso de ¡¡¡ DAÑOS ESTRUCTURALES GRAVES !!!. 

Shanks hacía tiempo que no pilotaba ninguna nave pero se sorprendió que aún conservara el tacto para comandarlas. Logra salir a la luz del día parcialmente cegado por el cambio de luminosidad. Achina los ojos para acostumbrar su retina y enseguida ve el caza de Arvel hacer piruetas esquivando los disparos de los dos AT-ATs que se centran en él. Por el comunicador se escucha la voz de Jack animándoles a seguir adelante y confiar en la Fuera. Parecía una despedida. Shanks, enrabiado, activa el control de fuego de la lanzadera de torpedos de protones. Por la distancia los torpedos son la mejor opción.

- ¡Vamos chicos! ¡Los últimos en salir pagan todas las rondas! - es lo último que se escucha decir al jedi.

El Ala-Y de Arvel maniobra ágilmente entre los disparos de los AT-ATs sin que ninguno de ellos logre impactar en el caza. En cuanto la computadora de disparos centra y marca el blanco el piloto coreliano dispara primero un misil contra uno de los blindados y luego otro sobre el siguiente. Shanks hace lo mismo justo detrás intentando imitar con limitaciones pero con bastante oficio los movimientos de la nave de Arvel quien eleva y vira hacia la izquierda su caza para poder ver si Arkonat había salido o no de la cueva.

Shanks sigue la estela de Arvel entendiendo el hábil movimiento de su compañero. Debido a la erupción la cima de la montaña ha explosionado y decenas de piedras de diferentes tamaños caen del cielo. Dan-Vid avisa del hecho por el comunicador:

- ¡Alerta compañeros, lluvia de piedras encima nuestro!

Shanks más inquieto por no ver por ningún lado el tercer Ala-Y pregunta a su artillero - Dan-Vid, ¿Arkonat y Jack han salido ya? 

- ​¡Negativo Shanks! ¡Aún están en la cueva! - responde intranquilo el cazarrecompensas. 

Una gran lengua de lava sale despedida desde la caverna. Delante suya el Ala-Y pilotado por Arkonat, dando máxima potencia a los motores, logra zafarse del magma volcánico y remonta el vuelo en pos de las otras dos naves gemelas evitando los pedruscos que comienzan a caer. Mientras los cazas salen de la atmósfera Decero introduce el cálculo astrográdico en las computadoras de los tres Alas-Y. No aparece ninguna nave dentro del escáner por lo que hay vía libre para saltar al hiperespacio.

Cuando Jack ve la parte derecha del caza hundirse en el magma recuerda la visión que había tenido y piensa: ¡Qué cerca hemos estado de salvarnos abuelo Jack!

Entonces la luz diurna ilumina toda la cabina y milagrosamente Arkonat logra dar toda la potencia a los motores y el Ala-Y alza el vuelo alejándose del rio de lava que sale a borbotones de la caverna. 

Aún recuperándose del susto y la emoción la voz de su bisabuelo resuena dentro del jedi.

- ¡Estoy muy orgulloso, Jack! Si tu padre pudiera ver en qué te has convertido... Recuerda, la Fuerza estará siempre a tu lado.

Con pavor veo como la lava empieza a inundar la cueva, mientras espero que Arkonat ponga en funcionamiento el caza.

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos… repito con un hilillo de voz para no poner nervioso a mi improvisado piloto.

¡¡Pon este trasto a volar o moriremos!! Una sonrisa de alivio se dibuja en mi rostro cuando noto que el caza se eleva sobre el suelo y Arkonat intenta dirigirlo hacia la salida.

-¡¡La lanzadera!!!- grito al ver que se mueve por el magma- - ¡Ese cacharro nos va a tapar la salida!

Pero parece que el ithoriano tiene cierta pericia innata para pilotar en situaciones extremas. De pronto la lava tapa como un manto una parte del caza, y en la cabina empiezan a sonar alarmas y encenderse luces.

-¡Uououououo!¿ Eso que suena es malo, no? Podría definir exactamente qué quiere decir con daños estructurales graves? ¿Vamos a morir otra vez?

Pero realmente o Arkonat es mejor piloto que ingeniero o la Fuerza está en todos, porque el caza logra esquivar la lanzadera y los andadores y surcamos el cielo tras nuestros compañeros.

-¡¡¡Hurra!!! – chillo con alegría al ver que seguimos volando y dejamos atrás la cueva y los imperiales. - ¡¡¡Lo hemos conseguido!!!¡Estamos vivos!

Aunque aún sigo preocupado por el aviso de la nave sobre los daños acontecidos en la huida.

-Eso tiene mala pinta, ¿no Arkonat? ¿Podremos saltar a la velocidad de la luz? Decero nos ha pasado los cálculos y no podemos volver atrás de ninguna de las maneras. ¿Tiene arreglo, amigo?

Una pequeña lagrimita de emoción sale de mis ojos y resbala por la mejilla.

-Gracias abuelo Jack, pero sin ti no lo habría logrado. Tú me enseñaste los valores de un Jedi, y aunque sé que nunca llegaré a ser un verdadero Jedi como tú, me esforzaré por aprender todo lo que pueda para poder ser uno.

La jugada había salido bien y ya dejábamos atrás el planeta.

La adrenalina, después del subidon producido por el lanzamiento e impacto de los torpedos sobre los AT-AT, empezaba a bajar. Hacía tiempo que no sentía la sensación de ingravidez y libertad que daba el espacio.

Empiezo a recibir la transmisión de los datos de salto y los cargo para realizar el salto rápidamente. Cuando miro a hacia los lados para comprobar si los otros dos cazas han escapado intactos. El de Arvel como era de esperar había escapado sin un rasguño tan siquiera, era lo normal llevándolo un gran piloto. Al mirar al de Arkonat veo que ha sufrido daños en el ala derecha. Rápidamente hago una maniobra para colocarme a la derecha de el y poder observar desde el exterior los daños que ha sufrido.

Activo el comunicador -Arkonta tienes problemas en el ala derecha, verifica que puedes hacer un salto-

Cada vez que dabamos un paso hacia delante nos encontrábamos con un problema nuevo, si no era capaz de realizar el salto, nos quedaban pocas opciones.

-Arvel hay que buscar un sitio donde podamos aterrizar por si el caza de Arkonat no es capaz de realizar el salto-

Procedo a describir por el comunicador a Arkonat los daños que veo desde el exterior por si le valen los datos para poder hacer un análisis mas completo.

-Dan-Vid comprueba que funcionan los cañones del artillero, hay que estar preparados para cubrir a Arkonat si es necesario-

Bien está lo que bien acaba.
Respiro aliviado al ver salir al caza de Arkonat y Jack y escuchar sus voces. Al final Jack tendrá razón con respecto a eso de la Fuerza.
No me había sorprendido ver las habilidades de Arvel con el caza enfrentándose a los AT-AT aunque las de Shanks también le iban a la zaga.
Compruebo que el cañón de Iones esté listo por si acaso.
Listo Shanks.
Felicidades chicos somos un grupo estupendo, Holly izo bien en unirnos y lo hemos demostrado.
Nos vemos en el punto de reunión.