Partida Rol por web

Tras las dos noches que habíais tenido caminar por el día os hacía sentir más seguros. El museo de ciencias naturales parecía más hogareño, mas acogedor y cálido por el día. La gente pasaba por delante ajena a vosotros y prestando poca atención a los carteles. Jóvenes con prisa, viejos con demasiado tiempo libre, madres con niños o gente con sus perros.
Cuando llegasteis a las 12 el viejo encantador que había contado aquellas anécdotas del Doctor Pasteur y sus estudios de la fermentación del vino estaba sentado en un banco tomando el sol, con los ojos cerrados y actitud relajada. Seguía vistiendo de colores oscuros, esta vez la casaca era azul marino y llamaba la atención de la gente que pasaba a su lado. Tenía un porte regio, adusto y le daba un toque sexy.
Relajado como estaba parecía ajeno a vosotros dos que acababais de bajar de un autobús.

Es de día. La oscuridad no está presente, pero las sombras de los objetos de la calle se alargan pareciendo que están siendo un anticipo de lo que vendrá en unas horas, cuando el sol se esconda.

Había estado toda la mañana con Mary, en casa, arreglando cosas, hablando, paseando... lo que ella quisiera. En cualquier caso, siempre estando con mi corazón a mil por hora, motivado por lo que sucedería luego, y por su proximidad. Tenía que haber insistido en venir solo, en que se volviera a su país. Pero, quizá mi propio deseo, o quizá el saber que se podría meter en más problemas si hacía eso... simplemente no la pude dejar ir, ni irse sola.

Cogimos el autobús y a las 12 en punto nos dejaba frente al museo de ciencias naturales. Allí está, el Sr. Pasteur, en un banco, como si tal cosa. ¿De verdad la gente no se da cuenta que es él? Miro a Mary, mientras me acerco hacia el banco.

Se... Señor Pasteur... digo, balbuceando. Realmente no sé qué más decir. Ofrezco a Mary mi mano para sujetar la suya, y que me transmita algo del valor que me falta ahora mismo.

El doctor te hizo esperar algo menos de un minuto con un gesto del dedo mientras disfrutaba del calor de La Luz del sol.
Has venido y con tu amiga... dijo con la cara encarada al sol. Si hubiera apostado hubiera perdido... dicho lo cual se levantó y se os encaró. Primero debo disculparme, ayer no fue nada elegante el modo en que me despedí, Dieter. reconoció extendiendo la mano en un gesto conciliador. Amenazarte a ti, a tu familia... fue de tan mal gusto.... te doy mi palabra que nunca haré daño a ningún miembro de tu familia, siempre que mi vida no dependa de ello. Solo quería hacer que viniera. Espero que correspondieras a su gesto.La conversación que tuvieron a voz en grito ustedes dos en la reunión de ayer hace necesaria esta reunión.
Si Dieter no lo hubiera dicho no hubieras caído en el parecido con las fotos, era asombroso que no lo hubieras visto antes. Incluso la forma de vestir era de época, aunque parecía un excéntrico de la moda.

Decidí no ir a clase por la mañana.

Bastante teníamos con los nervios de ver a una celebridad, por llamarlo de alguna manera, como para distraernos en mas cosas. Yo ocupaba mi tiempo a medias entre escribir el artículo sobre el señor Pasteur y arremolinarme en el sofá con Dieter. Ni siquiera las miradas de Duncan, algo acusadoras sobre la mala noche que había pasado me hacían desviar mi atención de lo que realmente importaba: La cita.

Era curioso tener que escribir de una persona muerta cuando estaba viva. O eso  o era un farsante. Eso lo descubriría tarde o temprano, y le daría una vuelta de tuerca a mi artículo. Menos mal que no era para YA que si no..

Cuando llegó la hora, tan solo me vestí y miré a Dieter. Sus gestos me indicaban por última vez que reconsiderara mi opinión. Yo le respondí silenciosamente con una sonrisa, un gesto con la cabeza de "ya es la hora" y recogiendo mi bolso del perchero. Dentro iba mi acreditación de periodista. No era un seguro, pero era lo mas parecido a un chaleco antibalas político invisible.

AL llegar y ver a ese hombre, un pequeño gesto interio de fraude me recorrió. Era un hombre normal. Mayor. Un tio raro. No se..me esperaba mas. Tan solo su parecido era memorable, pero había tanto friki suelto, cirugía estética al alcance de unos cuantos de dólares... La periodista en mi dudaba de hasta si el retrotraje que llevaba no fuera una copia barata de los chinos.

- Encantada, Señor Pasteur.- Dije acercándome directamente para darle la mano y presentarme por mi misma.- Mary Anne Dickinson.- Sonreí de medio lado intentando descubrir el porque de sus palabras con Dieter. - Dieter me ha hablado mucho de usted.

Le miro y luego miro a Mary. Esa forma de hablarme mentalmente, amenazando a mi hermanita... fue cualquier cosa menos elegante, eso es seguro.

Suspiro. No creo que haya mucho que decir a ese respecto. Ella es demasiado cabezota, no conseguí convencerla de que no viniese. Hubiera deseado de hecho que no viniese. Pero... no termino la frase. ¿Qué le interesa a esta cosa saber que Mary es capaz de desarmarme solo con pronunciar cuatro palabras?

¿Conversación a grito? Intenté en todo momento mantener mi tono de voz calmado. De hecho, fue usted quien me obligó a mantener mi tono de voz calmado. No creo que elevase la voz más de lo necesario, no me convenía que nadie me prestase atención, pues sabía perfectamente que nadie me creería, o que incluso podría ser peor que el simple hecho que no me creyesen.

Pero dejemos de ir por rodeos. ¿Qué es lo que sucede? ¿Quién es exactamente usted? Y, bueno... supongo que vio mis pensamientos o algo, así que sabe lo que Mary me contó sobre los tipos que siguió hace dos noches. ¿Qué son ellos?

Y, para terminar, la que supongo es la pregunta clave: ¿qué quiere de nosotros?

El señor pasteur te miro mientras interrumpiste el gesto de Paz que ofrecía a Dieter. Cuando soltaste su mano el cruzo las dos manos detrás de la espalda muy erguido.
Nos conocemos, hablamos anoche. le dijo a Mary con una sonrisa encantadora que hizo difícil pensar en el como la tétrica figura que había descrito Dietter.Es un placer volver a verla. asintió con la cabeza al decirlo a modo servil, pero con una marcialidad pronunciada.
Te oí claro, diáfano y crispado desde el otro lado de la sala. Y es probable que como yo, también te oyesen los otros 2 vampiros que había allí. dijo rotundo. Cuando hiciste eso complicaste todas las cosas, podría haberte borrado la memoria, hacerte pensar que habías vuelto a casa a dormir tras dos vueltas por la ciudad y una gran noche de por medio. Se detuvo para dejar de ensoñarse, lo que pudiera haber sido ya no podía ser.
Pero si te oyeron... Bueno: tienen que asegurarse que no desvelas su identidad, ni la existencia de los vampiros. No te voy a engañar, suelen cargarse a las personas que saben de su existencia. A los que ponen en peligro su anonimato, eso es decir a todos los presentes.

¿Vampiros? ¿Cómo los de Crepúsculo o como el de Bram Stoker? pregunto, con un leve toque cínico, pensando que era algún tipo de juego o de broma. Entonces me acuerdo de lo que Mary contó que había visto, con el policía. Me pongo algo pálido y le miro, ahora con miedo.

Pe... pero los vampiros no pueden salir a la luz del sol... y usted está aquí... ¿A... acaso me está diciendo que... que los vampiros pueden caminar a la luz del día? digo, tragando saliva. ¿O es que usted no es uno de ellos? Pero si lleva viviendo 200 años, debe serlo...

Miro a Mary. Sus palabras me hacen preocuparme mucho más. Si no hubiera hablado en el museo nada de esto habría pasado, al menos con ella. Mierda, la he puesto en peligro, algo que dije que nunca haría. Joder...

Pasteur torció la boca en un gesto de disgusto, asco y ofensa.
¡¡¡Yo no soy uno de ellos!!! Soy un científico. dijo con un tono áspero. Y más bien como los de Bram Stoker, si hay que escoger, aunque la novela mezcla muchas cosas y simplifica muchas otras. aclaró tras un segundo.
Pero soy un científico y los estudio. Donde unos ven mitología yo veo ciencia... Y aunque tras muchos años no he conseguido descifrar el secreto de su vida eterna, si que he podido replicar sus efectos. Algo de satisfacción y frustración estaba a la par Y ahora si no quedan más dudas, ciñámonos a nuestro problema... Ayer estaba cazando un espécimen para mi estudio. Y nos pusisteis a todos en el ojo del huracán con tu comentario a viva voz sobre mi longevidad. Hizo un gesto con el dedo indice en redondo señalando os a los 3. Enhorabuena por tu fuerza de voluntad, por cierto, eres uno entre un millón. dijo a modo de reconocimiento, pero igualmente serio.
Me dio la sensación de que no estáis todo lo sorprendidos que deberíais, ni todo lo asustados que merece la situación.

Casi rompo a reír con la última frase de Pasteur, con una risa loca, maníaca, como aquella que tenía el tipo del Milliner's. Le miro, con furia en mis ojos.

¡¿Que no nos lo tomamos en serio, maldito imbécil?! grito, antes de darme cuenta de lo que digo y volver a un tono más calmado, pero claramente nervioso. Mira, el mundo se está rompiendo a mi alrededor, a nuestro alrededor. De pronto, vemos muertes, asesinatos, gente que hace cosas imposibles, y vienes y nos empiezas a hablar de vampiros, de gente que vive vidas eternas, o al menos muy largas, de peligros en los que estamos... ¿y encima nos vienes a decir que no nos lo tomamos en serio, o que estamos muy relajados? Joder, estoy intentando sencillamente que no me estalle la cabeza, que no me vuelva loco y vaya por ahí gritando contra las sombras que vea. Estoy intentando comprender algo de toda la puta mierda que está pasando, y lo peor es que no consigo comprender nada.

Me llevo la mano a la cara, pasándola por ella, intentando controlarme. Luego miro a Pasteur. Entonces tú solo eres un tipo que dijo un buen día "eh, parece que investiga a unos seres que se alimentan de gente como yo es una buena idea", ¿no? Pero al menos, pareces saber de ellos. Dime, tras lo que vio Mary y me contó de los tipos que estaban en el Milliner's, ¿hubiéramos estado a salvo si no hubiéramos hecho nada? ¿Si yo no hubiera hablado? ¿O de todos modos habrían venido por nosotros?

El doctor miró a Dieter impasible con una mirada acerada, dio la sensación de estar hablando con un témpano.Frío y calculador, evidentemente el doctor había concertado aquella cita con el fin ultimo de conseguir algo en particular. El qué era difícil de saber, pero seguro que no era para escuchar lamentos inertes.
Que rompieras el hechizo me ha hecho sobre estimarte, lamentablemente. dijo con una dicción perfecta y neutra de toda emoción. ¿Usted es más racional? añadió a continuación refiriéndose a Mary.

-Mas lógica, al menos.- respondí ante su pregunta.

Durante el tiempo que Dieter hablaba me agarraba a su brazo, para darme fuerzas a mi misma y para evitar que hiciera una locura, como liarse a mamporros con ese hombre.

Me extrañaba no reconocerlo, al menos. ¿Hablamos la noche anterior? Si lo hubiera hecho me habría acordado de él, pero viendo que ese hombre poseía una habilidades enigmáticas, podría haberlo hecho y no recordarlo.

-Mire, no llevo mucho de reportera, pero creo que tengo madera. Todos me lo dicen. Y al igual que usted, mi principal habilidad es no creerme lo primero que me cuentan. - Interrumpí a Dieter antes que se cabreara más.- Dice usted ser científico. Le creo, pero ... ¿vampiros? - Negué con la cabeza a la par que una ligera sonrisa se mostraba en mi rostro. - No puedo explicar lo que vi la otra noche en el Milliner. Me desconcierta... y... me aterra pensar que haya personas así de sanguinolentas- Me revolví inquieta al pensar en esos dos.- Pero que sean vampiros es mucho decir. Al igual que su habilidades. Por mi parte, podrían ser trucos de hipnotismo o algo similar.

Me acerque a aquel hombre sin amenazar pero algo mas tranquila.

- Me gustaría saber que pintamos en todo esto. Si es tan todopoderoso... para qué nos necesita- Miré a Dieter - No somos nadie, señor Pasteur.

El hombre puso los ojos en blanco.
¿Existe el mesmerismo pero no pueden existir los vampiros? pregunto de un bufido Si no le parece adecuada la palabra "vampiro" use otra: nosferatu, no muerto, inmortal, maldito, enfermo... pero paró un instante para reconducir la conversación, no estaba ahí para hablar de nomenclatura, ni para discutir de folclore, aunque estaba frustrado por haber intentado usar una palabra que ellos entendieran. Su frustración fue evidente y algo condescendiente. Parecía que lo único que conseguía sacar reacciones de él era poner a prueba las reglas de su lógica.
Yo no soy poderoso, apenas puedo imitar los poderes de los sobrenaturales, pero para hacerlo los cazo, hay algo en su sangre que no puedo sintetizar de forma artificial. Podría cazar a los dos que les dan problemas si me sirven de cebo. A veces la mejor defensa es un buen ataque...

Era un poco escéptica con eso de hacer de cebo.

-Qué?- Dije de forma categórica.- Ni hablar!

Me volví hacia Dieter repentinamente como si fuera alguien que debiera tomar la ultima palabra.

- Bastante miedo me dieron para volver a verlos. ME destrozaron la cámara!- Pero recapacité un momento, en función de tener algo en nuestra mano. -Bien. Replique esos poderes que usted tiene en nosotros. Si es verdad que los tiene...- dije dudando intencionadamente.- Entonces... puede que me deje comer.  Al menos necesito estar segura.

Estaba tan segura de que se negaría a que todo esto era un truco circense.

Pasteur había cogido carrerilla y habló por inercia en un soliloquio que o bien tenía ensayado o ya había soltado en varias ocasiones.
No lo entienden... Esos individuos con anemia aguda incapaces de producir hierro de forma natural, solo si lo consumen en forma de hemoglobina, serán destruidos por los suyos si alguien averigua que saben de su naturaleza... dijo nuevamente pronunciando con mucho cuidado. Como a los inmortales no les gusta matar inmortales, probablemente les den un plazo para subsanar su error. Y como ustedes ayer hablaron de inmortales, probablemente ya les estén vigilando. aclaró el doctor.
Así mismo esta extravagancia a mi vanidad tampoco es casualidad, alguien sospecha que soy yo quien les caza(no sé quien me conoce en esta ciudad)... es una trampa tentadora. Cuando averigüe que mortal lo ha orquestado empezaré a tirar del hilo y cazaré a mi cazador. Pues si creen que los vampiros viven al margen de la sociedad están equivocados, mis habilidades palidecen con las suyas para doblegar la voluntad y pasar desapercibido. Policía, políticos, científicos, mendigos, aristócratas, reporteros... son herramientas de los no muertos, sino como iban a mantener esta gran farsa sobre su existencia. Cuando pareció procesar aquellas ultimas palabras de Mary y se quedó mirando os descolocado y por fin callo durante un segundo analizando lo que decía aquella mujer, pero al final sonrió satisfecho.
No lo sugerí por que me pareció excesivamente agresivo pero si están dispuestos, la experimentación siempre nos lleva a avanzar en la ciencia. por primera vez en la conversación parecía descolocado, le habíais roto el guión que traía preparado, pero también parecía emocionado.Tener ayuda competente en mi investigación o en la caza sería positivo para variar...

Bien. Replique esos poderes que usted tiene en nosotros. Si es verdad que los tiene...- dije dudando intencionadamente.- Entonces... puede que me deje comer.  Al menos necesito estar segura.

Miro a Mary con los ojos como platos, sin creer lo que está diciendo. Mary... los usó en mi. Suspiro. Le avisé, ella es cabezota. Pero, Mary, él usó conmigo algo para controlar mi mente. Si usa eso contigo, y si piensas que eso es un truco, ¿no seguirás pensando que es un truco después que lo use? No sé...

Me quedo pensativo. Desde luego aquellos tipos no eran normales. Y tú dijiste que tenían grandes dientes, colmillos... Muevo la cabeza, negando. No puede ser. Si esto es real, si ellos existen, ¿qué más puede existir?

Inconscientemente, sin embargo, me sitúo ante Mary, como intentando protegerla. Miro a Pasteur, dudando todavía sobre cuál será su siguiente paso.

Si quieres pensar que existe Dios adelante, pero no me culpes por ponerle nombre a Dios: "Ciencia". No es la primera vez que lucho esta batalla, chico. dijo Pasteur con los ojos brillantes ante la sugerencia de Mary Imagínense no tener que comer, dormir, enfermar o poder curar en un día lo que tardarían en sanar décadas... La capacidad de leer mentes, doblegar voluntades o incluso prohibir a alguien que le vea o le reconozca... Yo quiero eso para todo el mundo, poner la ecuación de la vida y la muerte sobre la mesa y darle carpetazo a la Iglesia. A la superstición, a la estupidez, despachar la idea ridícula de Dios. declaro de forma osada y hablando con pasión.
¿Si dios no existe y eres capaz de cualquier cosa Dietter, no serías tú la encarnación de la mismísima idea de Dios?

Le miro, con cara de incredulidad. Luego miro a Mary. Lo malo es que leo en ella esa convinción, esa seguridad, que sé muy bien no voy a poder doblegar. Si está decidida a seguir adelante, no la voy a dejar sola.

Suspiro. Muy bien, entonces. ¿Qué deberíamos hacer? Porque me parece un poco difícil que nosotros pudiéramos cazar uno de esos seres así, como somos ahora mismos. Por más que tenga mucha fuerza.

El doctor os mira y se centra en Dieter
No te ha convencido ni la ambición ni mi disertación. dijo Pasteur Te ha convencido ella. Y el proceso por el que deberéis pasar es peligroso, doloroso y poco ortodoxo... No hay, marcha atrás. Así que me gustaría veros más convencidos, mas allá de toda duda, luego no quiero escenas. parecía dispuesto, pero tampoco quería exponerse para que luego quedara en papel mojado todo aquello, probablemente era muy celoso de su investigación y de sus descubrimientos.

Miro a Mary y luego al doctor. Puede que sí, que solo lo haga por ella. Pero no por eso me voy a echar atrás, no por eso voy a dejar que haga esto sola. No, no habrá escenas por mi parte, seguiré junto a Mary pase lo que pase. Si ella está dispuesta a seguir adelante, yo seguiré junto a ella.

El poder, el dinero, todo eso se puede obtener. Pero solo hay una cosa que no se puede comprar, el amor de alguien. Ese por el que estás dispuesto a pasar por cualquier cosa por esa persona.

Miro a Mary. Si ella quiere seguir adelante, yo seguiré. Sin historias, sin dudas. Seguiré adelante, y mi mirada refleja mi convicción.