Partida Rol por web

I need a hero [+18]

[PRÓLOGO]: Jenna & Thyra

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10/05/2018, 16:16
Narradora

Desde que Jenna y Thyra fueron capturadas tres años atrás, nunca nada volvió a ser como antes. Ni para ellas, ni para la mujer que cuidaba de ellas, Jane Foster. Viajando de un lado a otro, cambiándose de nombre y de apellidos, haciéndose identidades nuevas, mudándose, trasladándose... Y cada vez que tenían que moverse lo hacían con menos equipaje, dejando tras de sí estelas de su presencia. 

Jane jamás mostró duda, ni arrepentimiento... Eso ya pasó. Pero ambas chicas podían adivinar lo rota que estaba por dentro. Abandonada por el hombre del que se enamoró, embarazada... Y sacando adelante a aquel niño ella sola. Después, se enteró que aquel hombre al que había amado desde lo más profundo de su ser, tuvo otra hija con otra mujer, y no solo se enteró, sino que aceptó a la criatura de aquella, ahora mujer, que nunca conoció, bajo su tutela. Todos sus sueños de convertirse en una gran astrónoma se habían roto. Y con ellos, su alma. 

Las dos chicas, que se habían vuelto íntimas desde el primer escape del gobierno, urdieron un plan. Cuando Jane Foster se enteró que sus dos chicas fueron capturadas por el gobierno todo el mundo se le vino abajo... Y más aún cuando supo que fue sin mostrar resistencia, ¿acaso iban a entregarse como el padre de Thyra? ¿Iban a ser tan estúpidas? Claro que no. Una vez dentro del centro, antes de ingresar en prisión, se rebelaron. 

No fue fácil, no salieron sin heridas, pero cuando el techo de aquel enorme edificio se abrió, fue para que una nave espacial saliera disparada. Hacia el cielo. Su tamaño (no muy grande) y maniobralidad, acompañadas de las horas de vuelo que había estado practicando Jenna en las recreativas, hicieron que lograran salir al espacio exterior, y de allí no tardaron en realizar un Salto Espacial para alejarse a toda prisa de la Tierra. 

Pletóricas, las dos hermanas lo habían conseguido. 

Le habían dejado un vid a Jane, su abuela y madre adoptiva, explicándole que ahora ella podría esconderse mucho más fácilmente... Y que ellas iban a ir en busca de Asgard, que no se preocupara por nada, y... Blah, blah, blah. Solo podían desear que Jane no fuese encontrada ni castigada por sus crímenes, pero hasta que no regresaran a la Tierra era algo que nunca iban a saber. 

Los dos años siguientes las llevaron a conocer y a descubrir nuevas razas alienígenas, además de conocerse a sí misma y a sus propias habilidades. Pudieron preguntar y buscar, descubrir qué era necesario para establecer una nueva Asgard... Y no iba a ser fácil. No les valía un planeta cualquiera donde asentarse, Asgard formaba parte de uno de los Nuevos Reinos de Yggdrasil, el fresno perenne también llamado el árbol de la vida o fresno del universo. De las raíces y ramas del árbol se mantenían unidos los nueve mundos. Y era un requerimiento indispensable. Preguntando por aquí y obteniendo respuestas por allá descubrieron que iban a necesitar juntar una serie de requisitos para siquiera plantearse formar una nueva Asgard: la semilla de una manzana dorada, que concedía la inmortalidad a los dioses, el Brisingamen, collar de la diosa Freya, y eitr, una sustancia líquida considerada el origen de todas las cosas vivas. Y por supuesto, es indispensable visitar el Valhalla para hablar con los Héroes asgardianos.

Pero por ahora... Ni idea de donde hallar la manzana dorada, el brisingamen y mucho menos el eitr... ¿No se suponía que todas aquellas cosas estaban en Asgard en el momento de su destrucción? Y sin embargo, consiguieron hacerse con un radar que incorporaron en nave y que buscaba la supuesta energía que emergía de aquellos objetos. Durante cinco meses no emitió ningún sonido, y las dos hermanas ya se habían olvidado de aquel radar que se suponía que iba a ayudarlas en su búsqueda épica. 

Ambas estaban durmiendo. La nave no era grande. Pero seguía siendo aquella con la que escaparon de la Tierra... Con colores diferentes y mucho más personalizada. Lo primero que quisieron fue deshacerse de ella, pero una nave nueva era tan cara que decidieron ir haciendo pequeños arreglos y modificaciones a la suya, la cual nombraron Sokovia, por supuesto irónicamente, por haber escapado de sus acuerdos. Cada una tenía un camarote privado, un ridículo pero suficiente espacio individual y privado. 

Fue Jenna la que se despertó por aquel pitido incesante que llegaba de los mandos de la nave.

Se encontraban en medio del espacio, con el piloto automático en dirección a Xandal... Hasta la fecha, el lugar de ocio favorito de ambas y el lugar donde debían entregar unos paquetes que habían recogido en una estación espacial. Tenían que comer y necesitaban trabajo... Así que se dedicaban a hacer de recaderas y transportar paquetes. Solían pasar de misiones de dudosa legalidad, pero eran eternamente aburridas. 

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10/05/2018, 18:16
Jenna S. Roden

Los días habían pasado lenta pero inexorablemente en Sokovia, es decir, en la nave que habían conseguido robar dos años atrás, que todos flipaban cuando se enteraban del nombre de nuestra amada nave, cada vez más parte de nosotras.

A veces echaba de menos la Tierra, y a mamá Jane, que, aunque sus ojos me contemplaban con suspicacia en nuestros últimos años juntas, me quiso como a su propia hija, o nieta, y me cuidó como tal.

No había día en el que no pensase en la que era mi verdadera madre, y en cual habría sido su destino allá en aquella celda oscura en la que se encontraba, ¿seguiría viva? ¿Querría verme? ¿Me echaría de menos? Su rostro era apenas un recuerdo confuso en mi memoria, y daría la vida por poder volver a verla aunque solo fuese una vez, tenía demasiadas cosas que preguntarle, demasiadas incógnitas.

Sparky y yo nos habíamos hecho inseparables, lo suficiente como para pasar tanto tiempo metidas en la nave sin matarnos, cosa difícil con nuestras personalidades y carácter.

Era de noche, aunque, bueno, en el espacio prácticamente siempre era “de noche”, cuando un intenso pitido me saca de mi reparador sueño.

La nave está en completo silencio a excepción del estridente sonido del… ¿radar?

-Joder. -mascullo levantándome de un salto de mi cama al comprender de dónde venía el ruido, y lo que significaba- A la mierda los paquetes.

Me siento frente a los controles, en mi sitio habitual, y examino el mapa del radar con los ojos muy abiertos, aun llenos de legañas.

- ¿Esto es…? -tecleo un par de cosas y acerco la zona donde la luz parpadea, zona inexplorada, por lo tanto, peligrosa. Una sonrisa ilumina mi rostro, aventuras, sí- ¡SPARKS! -vocifero mientras manejo los controles para cambiar el rumbo de la nave- ¡LEVANTA ESE CULO Y MUÉVELO HACIA AQUÍ! ¡HEMOS ENCONTRADO ALGO!

Mis dedos se mueven rápidos y veloces sobre el panel de control, después, cojo los mandos y decido pilotar yo, y no en automático.

- ¡SPARKS, QUE VENGAS YA! ¡Cambio el rumbo, tenemos aventura por delante!

Esperaba que no me matase por no haberla tenido en cuenta al tomar esa decisión, pero me negaba en rotundo a perder la señal del radar por esperar demasiado, no podíamos permitírnoslo si queríamos reestablecer Asgard.

 

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11/05/2018, 11:05
Thyra Odinson

Que Thyra parecía estar muerta cuando dormía sería una gran broma si no fuera porque era así. Su dormir era tan profundo que podían estar cayendo bombas a su alrededor y no despertaría. O puede que sí. Pero lo haría con tal mal humor que todo el cielo se encapotaría y lanzaría rayos y resonarían truenos... Odiaba que la despertaran. Justo lo que estaba haciendo Jenna en estos momentos con los gritos. 

¡Vete a la mierda! -escucharía de fondo, pues Thyra estaba gritando desde su camarote y su cama. 

Pero claro. Cualquiera callaba a su media hermana. Espera, ¿ha dicho cambiar el rumbo?

Thyra se removió cubriéndose por completo con las sábanas, dio dos vueltas y finalmente cayó de la cama con todo el peso de su cuerpo sobre el suelo de metal. Resopló. Se deshizo de las sábanas, las dejó hechas un ovillo encima la cama y salió de su camarote. Desnuda, por supuesto, únicamente cubierta por sus tatuajes. 

Tenía la boca pastosa, legaña en los ojos y un nubarrón invisible sobre su cabeza que le hacía estar con el ceño fruncido. 

Ya puede ser buena la excusa... -remugó molesta.

Con un dedo en el oído, negó con la cabeza.

¿Qué es este pitido? Apágalo ya -nunca lo había oído y... Sí. Thyra se había olvidado por completo de aquel radar, el cual estaba convencida que no iba a funcionar y que se habían gastado las unidades para nada, lo que significaría darle una paliza a su vendedor y soltarle un "te lo dije a Jenna". Pero esto fue pensado antes de ver que era precisamente aquel radar el que estaba pitando. Se inclinó sobre los controles, sin tocar ningún botón-. ¿Es el radar? ¿Ha encontrado uno de los objetos? -preguntó mirando a su hermana. 

No estaba del todo segura si creérselo, pero si era así... Era una de las mejores noticias que tenían. Llevaban dos años dando tumbos de ciego por el espacio, conseguir el radar había sido un gran avance, pero teniendo en cuenta que creía que no funcionaba... 

Sabes que si no entregamos las cajas a Xandal no nos van a pagar, ¿no? -esbozó una sonrisa divertida, lo cual significaba que le daba completamente igual.

Luego caminó hasta la mesa y cogió una de sus camisetas que dejaba tiradas siempre por allí, la olió. Estaba pasable. Y se la puso. 

¿Leche con cereales? -preguntó caminando en dirección a la cocina, rascándose el culo.

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12/05/2018, 14:25
Jenna S. Roden

Pongo los ojos en blanco cuando veo aparecer a Sparks totalmente desnuda.
-Oye, de verdad que me alegro de que no tengas ningún tipo de complejo con tu cuerpo, pero ponte una puta camiseta. -mis ojos vuelven a dirigirse a los controles, atenta por si hubiese algún cambio que precisase de maniobras bruscas o activar alguna función especial- ¿Cereales? -pregunto cuando la escucho- Mejor algo que pueda comer sin despegar las dos manos de los mandos, y lávate las manos, por favor, no quiero comida con sabor a culo de Sparks.
La emoción de ver los resultados de nuestra búsqueda después de dos años hacía que mi adrenalina se disparase, haciéndome dar ridículos saltitos en el asiento.

Notas de juego

Desde el móvil al final :(

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12/05/2018, 16:32
Narradora

Thyra se alejó únicamente riéndose cuando se dirigió hacia la cocina de la nave. Ni siquiera llegaba a cocina. Era un almacén con dos fogones, una pequeña nevera y comida enlatada o seca. Los viajes largos podían hacerse mucho peores comiendo siempre la misma comida... Algo a lo que se acostumbraban los que nacían en el espacio, pero tanto a Thyra como a Jenna les había costado horrores habituarse a aquel nuevo estilo de vida. No es que mamá Jane cocinara muy bien, pero incluso su comida sabía mejor que después de dos semanas comiendo semillas en lata.

Ya con algo más de ropa, Thyra le dejó delante a Jenna una barrita nutritiva que pretendía ser de chocolate. Pretendía. Porque ellas sabían qué era el chocolate de verdad... Y aquello no lo era. Aunque de todas las barritas nutritivas, había que admitir que era de las que sabía menos a culo. Thyra se sentó a su lado, vestida ya con unos pantalones cortos, apoyó los pies en la consola de mandos, en un lugar que no molestara, y se puso a comer leche con cereales. 

Antes que una pudiese preguntar y otra responder, o que simplemente Jenna pudiera decir algo sobre la manzana dorada que al parecer había encontrado el radar. O simplemente pudiera informarle de la distancia del recorrido, que iba a ser aproximadamente de una semana, o cualquier cosa que pudiera querer hacer... Antes que nada, y de forma repentina, ante ellas apareció un repentino y enorme agujero de gusano. 

No era la primera vez que se encontraban con uno, ni era la primera vez que Jenna lograba esquivarlos. Pero esta vez era diferente, el agujero de gusano las reclamaba succionando a través de él como si fuera un aspirador y ellas una simple mota de polvo. Thyra gritaba que hiciera algo, los cereales habían caído del susto al suelo, manchándola a ella con leche y motas de cereales, Jenna gritaba que estaba haciendo lo que podía... Pero no fue suficiente. 

Sokovia se vio succionada finalmente por aquel enorme agujero de gusano.

El tiempo se les hizo eterno, pero ambas sabían que el tiempo allí dentro era relativo. Podían pasarse un minuto y parecerles horas, o podía parecer 1 segundo y que hubiesen pasado en realidad cinco meses. Cuando lograron salir del agujero de gusano la luz de un Sol las alumbró con dolor, para, cuando Jenna recuperó la visión, darse cuenta que se estaban precipitando en un montón de chatarra que había en el suelo de algún planeta.

Notas de juego

Tirada de Pilotar: 1d20+Pilotar. Dif. 22. 

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12/05/2018, 18:01
Jenna S. Roden
- Tiradas (1)

Notas de juego

No me lo puedo creer xd

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12/05/2018, 18:16
Thyra Odinson

Thyra cayó del asiento en el que se había sentado de espaldas, con todos los cereales manchando su camiseta y la leche esparramándose por el suelo. Si no fuera por lo que estaban pasando probablemente Jenna le estuviese echando la bronca del siglo. Pero incluso ella estaba acojonada. Logró levantarse y sentarse en la butaca correcta, al lado del piloto. 

Cerró los ojos con fuerza al sentir el repentino sol en sus pupilas, y al lograr abrir los ojos se vieron precipitándose hacia...

¡Cuidado! ¡JENNA, CUIDADO! ¡QUE NOS LA PEGAMOS! 

Jenna movió los controles con rapidez, logrando esquivar un montón enorme de chatarra, pero sin lograr esquivar la nueva montaña que había al lado. La traspasaron por las malas, haciendo que todo aquel metal, materiales y objetos abandonados en el espacio cayera sobre de la Sokovia. Uno de los objetos fue suficiente contundente para que la nave no pudiera volver a levantarse, Jenna viró hacia la derecha pero una nueva torre de chatarra se desmoronó y el ala de la nave se partió provocando que saliera despedida hacia arriba. Dieron tres vueltas de campana hasta que quedaron metidas dentro de agua. La nave se estaba sumergiendo lentamente mientras ellas intentaban recuperar el norte de tanto mareo. 

Thyra fue la primera en recuperarse, sacudiendo la cabeza y levantándose para coger a Jenna del brazo. Antes de alejarse, Jenna vería cómo el radar de la nave indicaba que estaban en el lugar correcto para conseguir uno de los objetos que buscaban.

Vamos, debemos salir de aquí -se la puso encima del hombro, movió la mano provocando ciertas chispas en ella y abrió la escotilla antes de saltar con una agilidad y altura abrumadoras. 

Una vez fuera vieron como la nave acababa de sumergirse en el mar... Soltando unas burbujitas a modo de despedida. Thyra hizo una mueca. 

Bueno. Supongo que no va a ser este nuestro método de escape -se humedeció los labios-. Al menos me he vestido -sonrió de medio lado y se giró para contemplar el lugar donde estaban.

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14/05/2018, 16:05
Jenna S. Roden

Me doy cuenta de que el tiempo de "inactividad", llevando de un lado para otro cajas de pedidos y realizando pequeñas tareas, ha hecho que pierda práctica con la nave, con los mandos, y con todo lo que eso conlleva.

Y sí.

Nos la pegamos.

- ¡SUJÉTATE! -le grito a Thyra mientras intento de alguna forma controlar a Sokovia, sin apenas éxito, pero el suficiente como para no matarnos.

La cabeza me da vueltas y siento la necesidad de echar la barrita de "chocolate" por donde había entrado, y no es hasta que Sparks me agarra del brazo y me saca de un salto de la nave que reacciono y veo como nuestra Sokovia se hunde, una bonita metáfora para lo que debería pasar con los acuerdos. 

-Bueno, pues nos hemos quedado sin nave, y sin todo lo que había dentro, todo sea dicho, -suspiro y miro como vamos vestidas, con ropa raída y medio sucia de pijama- creo que vamos a tener que buscarnos la vida, otra vez.

Apenas sentía remordimiento por lo que acababa de pasar, ya me gustaría a mí ver a Thyra intentando controlar la nave al pasar por un agujero de gusano, no siempre podían irnos bien las cosas. 

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14/05/2018, 16:16
Narradora

Thyra no parecía especialmente preocupada, aunque estaba claro que aquel planeta estaba hecho un desastre, con toda aquella chatarra por allí en medio. Dieron un par de pasos en dirección aleatoria, evitando el agua, cuando unas naves llegaron junto a ellas y bajaron un grupo de cinco hombres bípedos, cubiertos de máscaras y retazos de tela. Armados hasta los dientes. Lo evidente es que no iban hasta allí con intenciones amistosas, sobre todo cuando las apuntaron con sus pistolas. 

El hecho que Jenna se volviera invisible en este momento fue algo que desconcertó a todos, muchos se pusieron a buscarla, al mismo tiempo que Thyra se encargaba de nublar el cielo y lanzar varias descargas eléctricas a aquellos sujetos. El hombre que iba a disparar a Thyra recibió un cuchillazo por la espalda, en la altura de las costillas. Siguiendo en su invisibilidad, Jenna terminó el trabajo con los otros tres, mientras Thyra esquivaba los disparos de los demás. 

No eran grandes enemigos para ellas, de hecho a excepción de sus armas, eran bastante mediocres. 

Y así fue como consiguieron una nueva nave. Pero esta no era espacial, por supuesto, era simplemente una aeronave para recorrer el planeta. 

Después de trastear los mandos, Jenna puso rumbo a la ciudad... Un lugar escondido detrás de montañas de basura y con una enorme torre en la que ambas no tardaron en reconocer la cara de Hulk esculpida en ella.

Sí, el Hulk de la Tierra de la que Mamá Jane algunas veces les había hablado. Mamá Jane les habló más o menos de todos los Vengadores, no era un tema que le apasionara, por la parte que le tocaba. Fue abandonada por el abuelo de ambas: Thor. Pero sí les había hablado más particularmente de Tony Stark, Steve Rogers y Natasha Romanoff. 

Un mensaje apareció en la consola:

-Nuevos propietarios de la AM-115, diríjase al Hangar de la Torre del Gran Maestro. ¡Bienvenidos a Sakaar! -dijo aquella misma voz poniendo un tono de repentina alegría.

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14/05/2018, 16:51
Jenna S. Roden

-Nuevos propietarios de la AM-115, diríjase al Hangar de la Torre del Gran Maestro. ¡Bienvenidos a Sakaar! -dijo aquella misma voz poniendo un tono de repentina alegría.

La adrenalina comenzaba a desaparecer de mi cuerpo cuando un mensaje llega de repente hacia nuestros oídos. 

Le había dicho a Thyra que inspeccionase todos y cada uno de los compartimentos de la nave a ver qué encontraba y con qué podíamos hacernos que nos resultase útil, pero se colocó rápidamente a mi lado para contemplar la ciudad que se abría ante nosotras.

Los intensos colores que se esparcían por todos y cada uno de los edificios del lugar hicieron que tuviese que entrecerrar los ojos.

-Jamás he visto un sitio tan abarrotado, nos va a resultar difícil encontrar la... -cierro el pico en cuanto veo una gran y extraña fortaleza de enorme tamaño que sobresalía allá donde mirases- Ah, pues no, no ha sido difícil.

Con gran destreza, conduzco la nave hasta una abertura por la que, parecía ser, era la entrada de vehículos.

-Sigue buscando algo útil por ahí, Sparks, puede que lo necesitemos para lo que se nos viene encima... por cierto, ¿has visto esa estatua de Hulk? Esto es un sin sentido.  

La nave se desliza con suavidad sobre una plataforma, y yo apago los motores, después, giro la silla y me derrumbo sobre ella, preparándome mentalmente para hacer frente a la realidad que nos esperaba fuera.

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14/05/2018, 17:49
Narradora

Thyra encontró algo de ropa más al estilo de aquel lugar, al menos ropa con la que iban a poder sustituir sus pijamas ahora sucios, un poco agujereados y en general malolientes. Sobre todo por haber tenido que combatir a las afueras de aquella gran ciudad no hacía demasiado rato. También encontró un par de armas de tecnología alienígena, cuchillos algo más livianos que los que solía usar Jenna y comida. Comida con aspecto asqueroso, pero eso no era algo que a Thyra nunca le hubiese preocupado, así que fue el conejillo de indias para comprobar que aquella especie de gusano/bicho/tentáculo, estaba de muerte.

Un acceso se abrió cuando se acercaron a la torre, dándoles acceso a un hangar donde pudieron dejar su nueva nave y bajar de ella. 

Había alienígenas de todas las razas, aspecto humano, aspecto de bicho, amarillos, verdes... Ninguna de las dos sabía qué lugar era aquel, pero parecía un centro de encuentro de cientos de especies de todos los confines de la galaxia. Puede que del universo. 

Cambiadas de ropa e incluso con nuevas armas, las dos avanzaron por el hangar sin que nadie las detuviera o impidiera su paso. Ni siquiera las miraban. Varios pasillos conducían hacia el interior de la torre, y había ascensores que subían y bajaban. Escucharon un timbre tras ella y un ascensor se abrió, iluminándose. Ambas se miraron y se subieron a él, donde estaba marcada la penúltima planta como destino.

-No temáis porque habéis sido halladas -empezó a decir una voz por encima de la música que sonaba por los altavoces-. Estáis en Casa y no hay vuelta atrás. Nadie abandona este lugar. Pero, ¿qué es este lugar? La respuesta es: Sakaar. Rodeado de puertas cósmicas, Sakaar vive en el borde de lo conocido y lo desconocido, es el punto de recogida de todos los objetos perdidos y abandonados... ¡Cómo vosotras! Pero aquí, en Sakaar, sois importantes, sois valiosas, aquí... Sois queridas. Y nadie os va a querer más que el Gran Maestro. Él es el Original, el primer Perdido y el primer Hallado, el Creador de Sakaar y padre de la Contienda de Campeones. Dónde antes no erais nada... Ahora, sois algo. ¡Enhorabuena! Vais a conocer al Gran Maestro dentro de cinco segundos. Preparaos. ... Preparaos. ... Vais a conocer ya al Graaaaaan Maestro. 

Thyra se agarró a la baranda del ascensor, mirando alrededor con desconfianza mientras sus dedos echaban algunas chispas. De pronto la luz se apagó. Las puertas del ascensor se abrieron, y ante ellos, al final de una alfombra roja había un hombre que las miraba fijamente...

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14/05/2018, 17:58
Gran Maestro

 Estaba sentado en un enorme trono y miraba a las dos chicas serio... Inicialmente, al menos, ya que pronto sonrió con cierta alegría. Junto a él había una mujeres de aspecto estricto y con mala uva, que llevaba una extraña vara con una esfera naranja en la punta. Las miró fijamente mientras las dos miraban alrededor sin acabar de comprender qué estaban haciendo allí.

Nadie a su alrededor, aunque había otra gente, parecía tener una actitud hostil hacia ellas, aunque los guardias se notaban atentos.

-Mmmhh... -comentó el hombre, alzando la barbilla para seguir observándolas-. Son maravillosas -redondeó, negando con la cabeza. Miró a la mujer-. Son... ¿Son mujeres? -Ella asintió, afirmando que eran "Hembras"-. Me encantan -repitió-. Quiero verlas más de cerca, ¿puedes acercarme? 

La mujer se colocó detrás del trono azul y lo acercó hacia las dos chicas, que probablemente estaban sin entender nada de lo que estaba ocurriendo. 

-Entonces... Decís que estas dos chicas han eliminado el escuadrón de 456 -cuatro cinco seis-, ¿y se han hecho con su nave? -la mujer asintió de nuevo-. Me encanta -pero en este momento fue interrumpidos por las dos desconocidas-. ¿Una Manzana Dorada? Sí, tengo varias de estas manzanas, pero son mías -hizo un ademán con la mano y ellas tuvieron la simple necesidad de callar. El hombre se levantó y caminó hacia ellas, guardando siempre una distancia prudencial-. Os diré lo que quiero saber... ¿Quiénes sois? -ellas fueron a hablar, pero de nuevo él hizo un movimiento con la mano- En realidad no me importa.

Sonrió y empezó a caminar.

-¿Pero dónde están mis modales? Ni siquiera me he presentado... Vamos, seguidme -empezó a moverse, caminando hacia una zona con música y más hombres y mujeres de diferentes especies y él se puso detrás de una mesa parecido a la de un Dj-. Me llaman Gran Maestro, presido una pequeña arlequinada llamada la Contienda de Campeones. Viene gente de todos los lares a participar... -tocó un par de botones y empezó la música- Os voy a proponer un trato, si queréis una de mis manzanas doradas, por las que parecéis estar muy interesadas... Debéis participar en mi Contienda de Campeones. Pero no como candidatas... Eso ya es muy aburrido, y tengo demasiados campeones, no, no... Estoy preparando un nuevo juego, algo para celebrar mi nuevo cumpleaños -gesticuló exageradamente-. Estoy entregando dos millones de unidades para que todos aquellos interesados se conviertan en Señores de la Arena y participen en la Contienda con sus propios Campeones, el que gane al final del juego será el vencedor. Y... Si vosotras lográis entretenerme con vuestros Campeones y ganáis la Contienda... La Manzana Dorada será vuestra. 

Miró a Jenna y miró a Thyra, esperando qué les parecía su idea de convertirse en Señoras de la Arena.

-Por supuesto se celebran juegos todas las semanas, podréis participar igualmente para dar a conocer vuestros Campeones... O participar vosotras mismas si queréis. Lo que quiero es que haya apuestas, haceros un nombre y ganad mi Contienda de Cumpleaños. Este es mi trato. 

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14/05/2018, 18:44
Jenna S. Roden

Una mueca de desagrado me cruza la cara ante la vulgar mirada que nos dedica a Thyra y a mí el "Gran Maestro", y casi me entran ganas de escupirle, pero es cuando nos habla de la manzana dorada cuando mi mente se centra y los mis ojos chispean. 

Sí, logra captar mi atención de lleno, y es entonces cuando llega la proposición. 

-¿Pero dónde están mis modales? Ni siquiera me he presentado... Vamos, seguidme -empezó a moverse, caminando hacia una zona con música y más hombres y mujeres de diferentes especies y él se puso detrás de una mesa parecido a la de un Dj-. Me llaman Gran Maestro, presido una pequeña arlequinada llamada la Contienda de Campeones. Viene gente de todos los lares a participar... -tocó un par de botones y empezó la música- Os voy a proponer un trato, si queréis una de mis manzanas doradas, por las que parecéis estar muy interesadas... Debéis participar en mi Contienda de Campeones. Pero no como candidatas... Eso ya es muy aburrido, y tengo demasiados campeones, no, no... Estoy preparando un nuevo juego, algo para celebrar mi nuevo cumpleaños -gesticuló exageradamente-. Estoy entregando dos millones de unidades para que todos aquellos interesados se conviertan en Señores de la Arena y participen en la Contienda con sus propios Campeones, el que gane al final del juego será el vencedor. Y... Si vosotras lográis entretenerme con vuestros Campeones y ganáis la Contienda... La Manzana Dorada será vuestra. 

Sonrío como hace meses que no hacía, sintiendo que finalmente estábamos a pocos pasos de conseguir nuestra meta, o, al menos, de estar mucho más cerca de ella. 

-Es una oferta tentadora, no voy a negarlo, pero, me gustaría tener claras algunas cuestiones para aceptarla, ¿si no ganamos pero te ofrecemos un buen espectáculo, recibiremos igualmente la manzana dorada? -si el "Gran Maestro" se fija en la intensa mirada que se ha despertado en mis ojos, se dará cuenta de que no soy una simple "niña" de veintiún años a la que pueda engañar fácilmente.

Una vez me responde a esto, lanzo mi siguiente pregunta, clave para nuestro objetivo.

- ¿Y si GANAMOS? ¿Qué recibimos entonces? -una sonrisa ladina se instala en mis labios y me encojo de hombros- La manzana dorada es un premio generoso por tu parte por ofrecerte un buen espectáculo, pero, ¿no sería injusto si consiguiésemos ganar...? Estoy segura de que tus campeones aplastarían a los que nosotras pudiésemos conseguir, pero, nos esforzaríamos mucho más si el premio fuese aun más suculento...por ejemplo, -clavo mis ojos en los suyos y le hablo con total franqueza, empleando un tono de voz seguro y firme, a la vez que aterciopelado y encantador- una nave. 

Noto los ojos de Thyra clavarse en mi espalda, pues mientras hablaba había dado un par de pasos al frente. 

-Una nave acondicionada para viajar por el espacio, con una capacidad similar a nuestra pobre nave, que se ha perdido en el mar de chatarra al llegar aquí. 

Me aparto el pelo de los hombros.

-Estoy segura de que nuestras posibilidades son mínimas, pero, ¿no sería ese un buen incentivo? Te daremos el mejor espectáculo que has visto con tal de aumentar dichas posibilidades, y ganar por un "precio" bastante bajo.

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14/05/2018, 19:04
Gran Maestro

El hombre se quedó mirando a Jenna, ya que era la que hablaba, mientras Thyra se limitaba a dejarla hablar confiando plenamente en su labia, mirando también al Gran Maestro, en busca de alguna reacción. El Gran Maestro se llevó la mano a la boca y se quedó pensando dándose algunos golpecitos. 

-El premio por ser vencedor es una generosa cantidad de unidades... -respondió, todavía pensativo- Pero creo que eso lo hace todo mucho más emocionante. Subiremos la apuesta -resolvió al final-, ¡el ganador se llevará una nave de última generación! Me gusta cómo piensas... En cuanto a la Manzana Dorada, también deberéis ganar para merecerla, cualquiera de vosotros me puede dar un buen espectáculo... Eso no es ningún tipo de victoria. 

Pero luego, añadió algo más, sonriendo ligeramente. 

-Y una cosa más. Si perdéis, formaréis parte de mi Harem... Sois hembras y me gustáis. Creo que eso también os servirá de incentivo, ¿o no? -los miró poniendo los ojos como platos- ¿Podríais querer ya ser parte de mi Harem? No tendríais que competir, en cuyo caso. 

Esperó su respuesta, realmente esperando que pasaran de las Contiendas y que quisieran unirse a las mujeres que le servían con tanta devoción. 

Thyra, detrás de Jenna, se tensó, y murmuró para su hermana que salieran ya de allí... O iba a meterle un rayo por el culo a aquel "Gran Maestro". 

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14/05/2018, 19:18
Jenna S. Roden

Sin dejarme intimidar por sus palabras, y, en todo momento, mostrando una resuelta sonrisa, niego con la cabeza un par de veces y suelto una pequeña carcajada. 

-Será mucho más divertido competir y recibir el premio o castigo correspondiente según los resultados de la contienda. -miro a mi medio hermana y le muestro una mirada tranquilizadora- ¿Cuáles son las reglas del juego? No me gustaría incumplir ninguna, si nos hacemos con la victoria, quiero que sea limpiamente.

Mi tono puede parecer arrogante, pero todo lo contrario, lo que quería era evitar a toda costa que nos tomasen el pelo por ignorar las normas, reglas y demás del campeonato en el que nos jugábamos tanto, pues el "Gran Maestro" no tenía mucha pinta de ser un tío legal, probablemente tendríamos que acabar robando la nave.

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14/05/2018, 19:29
Gran Maestro

-No hay reglas -respondió con un movimiento de mano, mientras seguía haciendo música con aquel aparato-. Salir a la arena y luchar, el primero que muere o queda inconsciente, pierde. Y ya está. Si metemos un montón de normas y reglas tontas todo pierde la gracia y el sentido. Salir y ganar, no hay más secreto que ese. 

Entonces alzó un dedo y miró a su acompañante. 

-Transfiere los dos millones de unidades, con esto podréis... No sé, compraros ropa, poneros guapas, comprar campeones... Todo eso. 

Tras esto dio una palmada. 

-Acompáñalas a la salida. ¡Nos veremos en la contienda! -dijo con rintintín.