Partida Rol por web

Me despierto siendo zarandeado por Lylia. 

- ¡Estamos vivos! - la voz me sale un poco temblorosa y aguda -Creo que nunca me había alegrado tanto de ver la cara de alguien... ¿Estáis todos bien? 

Me palpo el cuerpo tratando de asegurarme de que sí que es el mío, y de que ya no brillo y de que siento de nuevo... Menos mal

- ¡Sip, todo bien! - dice Hana, con una cara de felicidad imperturbable -. Parece que solo hemos estado dormidos un par de minutos.

Habla con una naturalidad total, pese a no conocer al 75% de la sala. Realmente su forma de actuar destaca bastante, después de lo que habéis vivido.

V - ¿Donde esta Watanabe?
Pregunto, estando aun tensa por toda la situacion.

Saki echa una ojeada general al grupo, comprobando que efectivamente estan bien. A estas alturas tiene ganas de volver a indagar sobre lo que está pasando, pero siente que no es el momento adecuado, no hasta que estuviera segura de que ya no corrían peligro. Lo más seguro que es que ese tal Watanabe, el compañero de su clase, hubiera sido el causante de aquello. Se mantiene escuchando a los demás, pegada a Hana. 

Me llevo una mano a la frente, y me aparto el flequillo de la cara. Han pasado demasiadas cosas en demasiado poco tiempo.

- ¿Hemos? ¿Quién eres? ¿Sabes qué es lo que ha pasado? ¿Sabes donde está Watanabe? 

¿Por qué actúa como si supiera qué es lo que acaba de pasar?

- Soy Hana, una amiga de Saki. Nos hemos dormido todos, ¿no?

Hana se queda unos segundos callada, aunque aún tiene media sonrisa en la cara. Luego dice:

- ¿Quién es Watanabe?

Hana es una chica de la edad de Saki. Lleva un vestido bastante fresco, muy primaveral, de color verde clarito. Es un poco más alta que Saki, pero lo que de verdad destaca de ella es su imperturbable sonrisa.

- Watanabe era un chico de pelo negro, gafas que estaba junto a nosotros hablando.- Digo a Hana un tanto preocupada de que la respuesta sea que ha desaparecido por completo. 

Miro si el móvil tiene cobertura y voy al espacio en el cual estaba sentado y para buscar alguna prueba de a dónde ha ido Watanabe. 

Independientemente de qué buscara Lylia, el lugar a donde va no es más que un espacio vacío.

- Ehh... no sé. Yo también me dormí mientras hablaba con Saki. No he llegado a verle.

- Watanabe está ahora mismo en su casa. No parece que el objetivo del Arcano que le persigue sea eliminarlo o algo similar.

Mei ha aparecido en la sala de estudio y está en la puerta que lleva al resto de la biblioteca. Es una chica de unos 17 años. Tiene el pelo de un color violeta claro, y le llega hasta el trasero. Es alta para su edad (1.75m). Algunos presentes la conocen y han hablado con ella, y el resto la conoce como "La Sacerdotisa del templo", que siempre está barriendo en las escaleras que llevan al mismo, aunque nunca hayan intecambiado más que un "buenos días" con ella.

Cuando todos los presentes han puesto su atención en ella, dice:

- Aquí hay gente a la que aún le debo una explicación. Además - añade mirando a Lylia y Akito - tengo nueva información. Y no os preocupéis, Watanabe está perfectamente, solo necesita descanso.

Se gira y sale por la puerta. Un instante después se asoma y dice:

- Acompañadme al templo. Vosotras - señalando a Saki y Hana - sería conveniente que vinierais también. Os podré explicar lo que ha pasado aquí.

Para los que conocían a la sacerdotisa como una chica que suele sonreir mientras barre, esta actitud les pilla por sorpresa. Es bastante más seria de lo que parecía.

Arcanos... De nuevo esa palabra, y encima aparece la sacerdotisa del templo. Saki tenía cada vez más claro lo que estaba ocurriendo, por mucho que le costara aún creérselo. Los espíritus en los que había estado pensando tenían que ser esos Arcanos de los que hablaba Mei. ¿Le quedaba ya alguna posibilidad a parte de seguirla? Aunque en su cabeza volvió a aparecer el conflicto, de nuevo todo lo que la rodeaba era demasiado forzado para ser casualidad... Un escalofrío recorrió el cuerpo de Saki cuando concluyó que la habían estado observando... ¿Pero por qué? 

Saki miró nerviosa a la sacerdotisa y apartó la mirada un momento hacía Hana. Después volvió a mirar a Mei.

- Yo... De verdad no creo que... No creo que... - Las palabras se le atrancaban en la garganta. Una lucha entre el temor y la curiosidad se apoderaba de ella. No parecía realmente avergonzada, su estado era más cercano a la confusión. 

Miró a Hana en busca de salvación.  

Cuando Saki mira a Hana, esta está jugueteando con la figura de origami que Saki había hecho minutos antes. Parecía mentira como en momentos como este era capaz de ser tan... ¿irresponsable?

Cuando Hana se da cuenta de que Saki la mira, dice:

- Vamos a ir, ¿no? Parece que la sacerdotisa quiere ayudarnos.

Me giro hacia la miko y le digo muy enfadado

- Dijiste que si no estábamos solos esto no pasaría. Se supone que Kyoya no iba a estar en peligro. ¡Lo dijiste!

- ¿Estás herido? ¿Te han causado algún mal físico? - dice Mei desafiante hacia Akito -. Sé que puede impresionar, pero ahora que estás "a salvo", analiza la situación con calma por un momento.

Mei gira levemente y comienza a caminar hacia un lado de la sala de estudio.

- Si es lo que yo creo, habéis vivido la misma oscuridad que Watanabe.

Mei llega al final de la sala, y da la vuelta para seguir caminando hacia el lado contrario.

- Según sé, esa oscuridad aún no le ha producido ningún daño físico. Únicamente le ha aislado de aquellas personas que tuviera cerca. A vosotros os ha pasado algo parecido, aunque por lo que veo tiene una solución más fácil.

Mei acaba enfrente del grupo de nuevo, mirando hacia la derecha. En ese momento, tuerce el cuello hacia atrás y mira hacia la derecha, y dice finalmente:

- Así que, ¿realmente crees que este arcano te ha causado algún mal?

Le miro aún más enfadado.

- Aparte de pensar que había arrastrado a mi mejor amigo a una muerte segura y pensar que iba a dejar de existir, no, no me ha causado "ningún" mal. - respiro hondo, tratando de calmarme -   ¿Lo que estás diciendo es que mientras no sea "nuestro" arcano, no nos hará daño?  ¿Que Kyoya no tiene nada que temer aunque vuelva a estar en esa oscuridad? - le miro preocupado - ¿Que de verdad no le puede pasar nada malo? - hago una pausa - Si es eso lo que estás diciendo, me disculpo por comportarme así. Entiende que no es una experiencia que te ponga de buen humor...

- Sé que ir a esa oscuridad no es la mejor manera de pasar un martes por la tarde. Pero sí. Lo que digo es que no hará daño a aquellos que no sean su objetivo.

Mei mira a todo el grupo uno por uno antes de volver a hablar.

- Y por eso es bueno estar juntos. Pese a que no podáis interactuar de forma directa con un arcano que no os haya hecho objetivo, podéis ayudar a quien sí está siendo objetivo sin poneros en peligro a vosotros. No perdéis nada, básicamente.

Mei pone cara de pensar unos instantes.

- Sé que suena egoísta, pero tiene lógica, ¿no?

La situación se volvió cada vez más confusa para Saki y parecía que nadie fuera a darle las respuestas que quería si ella no actuaba pronto. Lo mejor sería quitarse el problema lo más rápido que pudiera de encima, al fin y al cabo no sabía como alguien como ella podría ser útil en esas situaciones peligrosas que estaban comentando los amigos de Lylia. A Hana parecía no importarle eso... O quizás tan siquiera estaba pensando en eso, y eso la convertía en un blanco demasiado fácil para el peligro. La cuestión es que el miedo comenzaba ya a aflorar en Saki.  

Saki saca valor de donde puede para hablar y mira a Mei. 

- Disculpa, yo... - Mira a Hana, insegura. Después vuelve a mirar a Mei. - A nosotras solo nos gustaría saber que esta pasando y poder... No queremos tener ningún problema... Si queréis no le contaremos a nadie esto, pero no creo que tengamos nada que ver... Ni siquiera sabemos que son esos arcanos de los que hablas. - Le echa una ojeada a Lylia, con tristeza, pero luego vuelve a mirar a Mei. 

- Por eso mismo, os invito a mi casa al lado del templo. Está cerca de aquí. Allí os informaré de todo. Será un ambiente mucho más propicio que este.

Al ver las caras de todos, Saki llega a la conclusión de que será lo mejor. A Hana no le parecía mal ir, y realmente parecía una situación en la que, como mínimo, tenía que estar informada.

Después de una pequeña conversación con la bibliotecaria jefe, Saki pasa a tener el resto de la tarde libre. Al fin y al cabo, iban a marcharse los únicos visitantes de la tarde.

Marcháis en fila y en silencio hacia el templo, que queda a un cuarto de hora de la biblioteca.

El ambiente es extraño. No por como esté la ciudad o vuestro alrededor, si no por cómo estáis vosotros. Incluso Hana se ve más afectada de lo habitual.

Mei marcha a paso decidido hacia el templo sin decir palabra. No está enfadada, pero sí muy seria. Aún deberían faltar un par de horas para que oscurezca, así que no os resulta una preocupación que vaya a anochecer pronto.

Una vez llegáis a las escaleras del templo, las subís, y a mano derecha está la casa de Mei.

Os invita a pasar y os acomodáis como podéis en su salón, donde solo hay un kotatsu (apagado) y un armario. Una puerta lleva al pasillo principal de la casa y la otra a la cocina, de donde llega Mei con té para todos.

- Antes de empezar, me presentaré para quien no me conozca - se gira hacia Saki y Hana, que van juntas -. Soy Mei Mizushima, la sacerdotisa de este templo.

Una vez se presenta todo el grupo, para que nadie tenga a nadie desconocido alrededor, Mei comienza a explicar.

- Lo que habéis vivido hoy era un ataque del Arcano de Watanabe. Como habréis notado, vuestro alrededor ha sido influenciado por él, pero no habéis sufrido ningún daño físico por ello. Por suerte, Watanabe tampoco. No parece ser el objetivo de su arcano.

Al ver las miradas de Saki y Hana, dice rápidamente:

- Cierto... vosotras dos no sabéis qué son los Arcanos.  Digamos que los Arcanos son seres de... de otro plano existencial. Realmente no conozco demasiado sobre ellos, pero he visto varios de sus casos de actuación. El nombre de Arcanos se lo dió mi maestra, la anterior sacerdotisa. Eso se debe a que la manera de derrotarlos, o al menos de evitar que sigan haciéndote la vida imposible, está relacionado con las cartas del tarot.

Mei saca una baraja de cartas.

http://pictures2.todocoleccion.net/tc/2011/02/04/2...

- Aunque aún no sé que se debe hacer con ellas, parecen ser la clave. Y si no me equivoco - dice Mei con resolución - diría que tenéis todos la misma información. Solo me queda daros algún consejo básico, por si os encontráis en una situación parecida o conocéis a alguien que lo esté. Permaneced juntos, y ayudaros mútuamente.

Saki tomo un sorbo de té para poder relajarse, aunque aún se siente incomoda por estar en una casa que no conoce. Cuando Mei deja de hablar, ella mira a Hana y después a Mei. 

- Yo... Aún no entiendo que tiene que ver esto con nosotras. Es cierto que nos hemos visto afectados por ellos y... - Parece que Saki recuerda algo, pero sigue hablando. - Bueno, si nosotras no los buscamos, ¿Los arcanos nos van a perseguir? 

Saki parece temer la respuesta de Mei.