Partida Rol por web

- Oh... Por nada... Sólo... Suelo pasar por delante de las escaleras del templo y a veces me vienen recuerdos. - Saki intenta quitarle importancia con la mano, y sigue comiendo en silencio.

El breve interrogatorio a su madre no había servido de mucho... ¿Saeki se marchó realmente a otra ciudad o nunca abandonó el templo? No parecía algo que su madre pudiera responder. Pero a pesar de su fracaso, si que había sacado algo en claro de su pregunta. Saki no parecía haber entablado una amistad con Mei de pequeña, lo que explicaba en parte porque no se acordaba de ella. 

"De verdad que tenía miedo de que realmente hubiéramos sido amigos y me hubiera olvidado...".

Con el desayuno terminado, Saki se despide diciendo simplemente que ha quedado y toma la ruta de siempre cómo si fuera a coger el bus. 

Cuando Saki a la parada, Chika ya está ahí. Al verla llegar se levanta para saludar a Saki.

Era extraño. Si Chika no se llega a leventar, Saki habría dudado si se trataba realmente de Chika. Era difícil acostumbrarse al nuevo aspecto de Chika.

- ¡Buenos días Saki! ¿Qué tal estás?

"Supongo que esto es buena señal... Quizás era cierto realmente sólo estuviera asustada ayer..." Piensa Saki al ver a la Chika "real". Por otro lado, se obliga a sonreír antes de acercarse a ella... "Es hora de poner en acción una de tus mejores actuaciones, Saki."

- Bien, cómo siempre. - Dice con su fingido típico tono animado. - Mucho mejor ahora que no me tengo que preocupar por los estudios o el trabajo durante una temporada. ¿Que tal tú? 

- Pues como tú, ¡contenta por no tener clase! Y animada porque por fin quedamos fuera de clases~

Se acerca a ti y te agarra del brazo. Alguna vez ya lo hizo, pero el feeling ahora era diferente. Era una forma de agarrar... más femenina.

- Saki, Saki. ¿Vamos de compras?

"Bueno... Eso sin duda me dará tiempo para pensar... Y quizás incluso se olvide de que quedé con ella para hablar de algo..." 

- Claro. - Dice Saki, intentando parecer animada. - ¿Por qué no? Si tú sabes a dónde ir, yo no tengo problema en acompañarte. - Y algo menos segura añade. - Y en recomendarte cosas... Si quieres. 

Caminas junto con Chika hasta el centro de la ciudad, donde hay una larga carretera con comercios a banda y banda.

Por el camino, Chika es incapaz de callarse.

- Y entonces le dije: pues claro, por qué no. Es muy divertida, te la tengo que presentar algún día. ¿Y cómo son tus amigos de la universidad?

- Bueno... - Dice Saki considerando si puede considerar a mucho gente su amigo. - Hay uno, con el que hace poco que hablo... Él también tiene un arcano un poco conflictivo, así que lo intento ayudar. Es bastante majo, te lo presentaré algún día de estos. - "Si no le ha pasado nada..." 

"¿Y Atsuko? No gracias. Es lo más parecido a un conocido que tengo en la universidad... ¿Pero amiga? Sólo hemos pactado una tregua... No vayamos tan rápido..." 

Cuando le hablas de Watanabe, ella escucha atenta y sonriente. Cuando acabas, su cara parece la de la decepción.

- Y... ¿ya está? ¿Nadie más? ¡Pensaba que tendrías un montón de amigos! Eres tranquila, inteligente y te gusta escuchar a los demás. ¿Solo ese chico?

Saki se sonroja ligeramente. No estaba acostumbrada a que le dijeran cumplidos, y desde luego no sabía cómo aceptarlos. Pero en todo caso, la última pregunta hacía perder fuerza al cumplido. ¿De verdad era tan malo tener pocos amigos? Saki nunca había visto la necesidad de tener muchos... Eso sólo creaba problemas. 

- En la universidad... - Comienza diciendo. - Si, sólo él. Pero fuera de ella tengo a más amigos... Una compañera del instituto y... Una amiga de la biblioteca... Y otros... Creo que mantengo una buena relación con la mayoría de gente a la que he conocido desde que... Tengo un arcano. - A Saki le había costado decir eso último, ahora que no podía contactar con Tsukihime. "¿Hasta cuando va a durar esto?". Saki se encoge de hombros. - En todo caso, más vale tener pocos amigos y conocerlos bien que tener muchos y no saber realmente con quien te estás juntando. ¿No lo crees tú así? 

Chika inclina ligeramente la cabeza y se pone pensativa.

- Podría ser... ¡aunque conocer a gente nueva es muy divertido! Cada persona te aporta algo diferente.

Termináis llegando al centro después de algo de charla. Hay un buen ambiente en la ciudad. Los pájaros cantan, las hojas de los árboles se mecen lentamente al son del viento...

Al ser sábado, hay ya bastante gente en los comercios. Chika elige una tienda de ropa no muy lejana. Parecía que ya la tenía localizada y quería ir ahí específicamente.

- ¿Has estado aquí alguna vez? La ropa es bastante mona, y es de las más baratas de la zona.

- Creo que no... - Dice Saki encogiéndose de hombres. - Suelo comprarme la ropa siempre en el mismo sitio. Mientras que esté cómoda con ella me importa poco el aspecto. 

Chika frunce levemente el ceño.

- Deberías cuidar tu imagen, Saki. ¡Es lo más importante para una chica!

Es una afirmación respecto a la que tienes tus dudas, aunque sabes a que se refiere. Con Hana nunca habías hablado de moda. Alguna vez te enseñó algún accesorio que decía que quedaba bien, e incluso te lo puso durante un rato en clase y esas cosas que se hacen en el instituto, pero eran momentos sin más importancia que eso.

Chika, en cambio, parecía más dedicada a ese mundo. Pero... jamás lo hubieras dicho hacía una semana. Es un pensamiento bastante maduro y femenino, realmente.

- Venga, ¡te ayudaré a encontrar algo adecuado a tu imagen!

- ​Está bien... Sin insistes. - Dice Saki sin muchas ganas, pero en el fondo se nota que le está pareciendo divertida la situación. Sobretodo por el entusiasmo que le ponía Chika al asunto. 

Saki se deja guiar aquí y allá, y se va probando lo que Chika le dice que se pruebe. Cuando le recomienda alguna ropa extremadamente vistosa o colorida, la rechaza rápidamente. Si Chika insiste se la prueba, pero el verse con un estilo tan diferente a su tradicional deja a Saki totalmente descolocada. A ella ya le gustaba su estilo... Por otro lado, si Chika le recomienda una prenda sencilla, Saki no pone muchas pegas, a no ser que el precio se escape de lo que a ella le gustaría. 

Chika resulta tener buen gusto para la ropa de Saki. Le recomienda ropa adecuada a su imagen, tal y como promete.

Ropa formal, pero sin exceso. Oscura, pero con detalles cucos. La verdad, es que a Saki le iba como un guante y... no se veía mal en ella.

- ¡Te queda genial Saki! ¡Cómprate esta! ¡Y esta otra, que también está en oferta! Es sorprendentemente fácil encontrar ropa adecuada para ti.

- C-calmate, Chika. - Comienza a decir Saki, totalmente abrumada por la energía de su pequeña amiga. - No... No tenía pensado comprarme nada aún. A-aunque tranquila, no olvidaré este lugar. Realmente hay algunos trajes que me gustan. 

Conforme el tiempo pasaba, Saki no podía hacer más que sentirse cada vez más fuera de lugar. Con lo tensos que habían sido los días anterior, el estar viviendo un "día normal" con Chika era cómo si estuviera haciendo algo mal. Sobretodo considerando que el problema con Tsukihime no se había solucionado. Por otro lado, Saki se alegrará de que Chika no se involucrara con dichos problemas... Si podía conseguir apartarla de ellos y procurar que siguiera siendo tan feliz y energética, Saki ya se daba por satisfecha con aquella actividad. 

Chika infla sus mofletes, decepcionada.

- ¡Pero cuando vuelvas habrá ropa nueva y tendrás que probártela toooda de nuevo!

Pese a su insistencia, termina cediendo y salís de la tienda sin comprar nada más que una pinza para el pelo, regalo de Chika, de color plateado muy clarito.

- Sí, te va perfecto, ¡tal y como pensaba!

Y tras esta única compra, salís y vais a tomar algo a una heladería cercana. Chika se pide un batido de fresa fresquito. Hay granizados, helados, té helado, café con hielo y helados varios.

- Chika mira con expectación cuál será tu compra.

Saki se pide un batido de chocolate y se queda pensativa unos segundos. Pero entonces se da cuenta de que Chika la estaba observando fijamente. 

"Un tema de conversación..." Comienza a pensar nerviosa. "Necesito un tema de conversación..."

- Entonces... - Comienza a decir Saki, algo insegura. - ¿Cómo han ido las notas, Chika?

Chika sonríe con una cara bastante tonta, hecha a propósito, cuando pides un batido de chocolate.

- Te pega bastante~

Aunque intrigada por qué razón tendría Chika para pensar que te pega el chocolate, le preguntas acerca de sus notas, a lo que ella responde:

- Mueeh. Han mejorado mucho desde que empecé el curso, pero la media no ha salido muy bien... estudiar no es lo mío.

Saki había pasado por alto el comentario de que el batido de chocolate le pegaba. No era más que otro de los pensamientos alegres de Chika. Por otro lado, intenta aparentar interés tras su precipitada pregunta... Lo correcto en aquel momento era un cumplido. 

- No te rindas, Chika. - Dice para animarla. - Si has mejorado este curso, ya sólo irás hacía arriba. Créeme. 

- Haaaai! Me esforzaré mucho el curso que viene para que así sea.

Su entusiasmo se disipa un poco en cuestión de instantes, y entonces, dice algo que parece que le cueste decir.

- Esto... Saki... si me cuesta estudiar alguna asignatura... ¿podrás ayudarme?