Partida Rol por web

Anastasia deja de dibujar al oir el nombre de Mei.

- ¡Mei! ¡Templo!

Pone su mano izquierda cerca del hombro derecho, y su mano derecha cerca de su hombro izquierdo. Luego, con un rápido movimiento impulsa ambas manos hacia delante y hace con la boca un sonido como "FUAAAH". Era una imitación aceptable del corte cruzado del samurái que Mei tenía por Arcano.

Saki mira estupefacta a Anastasia. 

- ¿Está Mei, la chica de las dos espadas, en el templo? 

- ¡Sí!

Anastasia asiente animada por haber sido entendida a la primera.

Me pongo a dibujar una mascara de teatro mientras pregunto a Anastasia. - ¿La chica de las espadas te ha dicho algo? - 

Anastasia mira pensativa a Lylia.

- Ehm... ¡sí! Dijo... ¡que no me acercara a vosotras! Pero yo quiero más amigos. ¡Más! ¡Más!

Pongo un poco de mala cara, aunque tengo una intuición del porqué de las palabras de Mei. 

- ¿Te dijo porqué? -

Saki se levanta, algo alterada. 

- Vamos al templo, si Mei está ahí quiero que ella me de las respuestas. - Dice decidida, y algo más insegura añade. - Espera aquí un momento, voy a avisar a mi jefa. 

Saki desaparece por un pasillo entra en el despacho de su jefa y en pocas palabras le dice que ha surgido una urgencia y le pide si podría salir antes hoy, añadiendo también que igualmente no iba a venir nadie hoy. No se olvida de despedirse de ella de nuevo cómo es debido. Con esto claro, Saki vuelve. 

- ¿Vamos?

En la corta ausencia de Saki, Anastasia mira con tristeza a Lylia y hace que no con la cabeza como única respuesta.

Una vez salís, os dirigís al templo. Por el camino Anastasia canta y pega saltitos, bastante contenta. No encontráis a nadie por el camino.

Tras unos 10 minutos, llegáis a las escaleras del templo. Subís sin pensarlo dos veces y llegáis a la casa de Hana. Ahora de Hana. Era difícil acostumbrarse a ello.

Mei no parecía estar en el exterior, así que decidís picar a la puerta de Hana. Igualmente, ibais a cenar ahí.

Hana os abre con una sonrisa:

- ¡Bienvenidas! Pasad, no os cortéis un pelo.

No hace mención alguna a la chica que os acompaña.

- Gracias por dejarnos venir. - Dice Saki, cómo dictaba la educación. 

Tras eso, espera varios segundos, echando miradas ocasionales a Anastasia. Al ver que Hana no parece percatarse de su presencia acaba por añadir.  

- Hana... Ahora mismo... ¿Sólo puedes vernos a mí y a Lylia?

- Y a Tomomi.

Y señala a un punto entre Saki y Lylia.

Pero ahí no veis nada.

- ¡Es broma! ¿A quién más iba a ver?

- No se si pensar si esto es bueno o malo... - Dice Saki con tono de duda. - El arcano del que te hablé en el mensaje está justo aquí, junto a nosotras... Por lo visto sólo puede verlo cierta gente... Y creo que el arcano a su vez sólo puede ver a dicha gente. - Saki frunce el ceño. - Hana, se que está pregunta es un tanto rara pero... ¿Sigue Mei en el templo? 

- ¿Mei? Mei se fue, lo viste en la carta. Llevo todo el día aquí, no creo que esté escondida.

Anastasia se separa de vosotras y va a la mesa donde varias veces ya habéis tomado el te. Se sienta y comienza a dar golpes en la mesa alternando con ambas manos. Hana no se inmuta.

- ¡Meeeiii Meeeeiiii! ¡Saki y Lylia amigas! Están conmigo~

Su expresión y voz son de felicidad absoluta.

Sin embargo, esa expresión dura poco. Es cuestión de unos segundos en que de repente abre muchísimo los ojos y saca la lengua fuera, casi como si se estuviera ahogando.

Miro con un sorpresa a Saki. - Hay algo ahí! - Digo mientras corro hacía Anastasia para ayudarla. 

Al intentar ayudar a Anastasia, notas algo, durante un solo instante, que le agarraba el cuello.

Solo un instante.

En ese momento, sea lo que sea, suelta el cuello de Anastasia. Anastasia se lleva las manos suavemente al cuello y comienza a llorar desconsoladamente.

Hana mira a Lylia extrañada y luego a Saki. Se pone seria.

- Por favor, explicadme todo lo que sepáis sobre esto.

Algo más calmadas se sientan y Saki hace un resumen de la situación. 

Menciona que Anastasia había aparecido de la nada, que sólo aquellos que estaban en su "mundo" podían verla y que por lo visto ella no podía ver tampoco a los que no lo estaban. Además, Anastasia parecía que podía estar en varios lugares a la vez, junto a las personas que estaban en su "mundo". Le hace una lista de las personas que Saki sabía con seguridad que estaban en su "mundo", aunque sólo habían contactado directamente con Satoshi y parcialmente con su primo. Pone especial incapíe en el hecho de que Mei también estaba en dicho "mundo" según Anastasia, que aseguraba que la misma estaba en el templo. 

- ... Y lo que acaba de ocurrir... - Acaba por contar Saki. - Para eso no tengo explicación alguna... - Saki mira a Anastasia. - Anastasia, ¿Quien te estaba haciendo daño?

Aún sollozando, dice una sola palabra:

- Mei...

Saki no pone mala cara.

- De verdad que no se que pensar sobre ello... - Ante la cara interrogativa de Hana, Saki aclara. - Anastasia dice que ha sido Mei... Siento... Siento que esto sea tan raro para tí. - Dice Agatha con una sonrisa triste. 

Hana sigue seria.

- Mei jamás se fue. Ahora lo veo claro. Nunca ha dejado el templo, solo ha ido al mundo de esta chica. Igualmente, no creo que esta chica sea un Arcano. La misma naturaleza de los Arcanos hacen que sean parte de alguien y estén unidos a esa persona. Por lo que me has explicado, esta chica no es así. Va algo más allá de los Arcanos, aunque no te niego que pueda estar estrechamente relacionada con ellos.

A Saki las noticias no las pillan totalmente por sorpresa. En su cabeza ya se había comenzado a formar una idea parecida por lo que ante la revelación de Hana sólo asiente. Y tras unos segundos añade con tono discreto. 

- Si lo que piensas resulta ser la verdad... Creo que podría llegar a entender la agresividad de Mei. Quizás está ahí encerrada... Pero no parece que Anastasia sea consciente de sus poderes. - Saki la mira con desconfianza durante unos segundos y vuelve a mirara Hana, algo preocupada. - ¿Alguna recomendación?