Partida Rol por web

Juntas, poco a poco, vais en dirección al templo. A Saki le cuesta un poco moverse a un buen ritmo, pero avanzáis bien. Tsukihime camina al lado vuestro, sin demasiado ánimo.

Cuando os quedan unos 5 minutos para llegar, oís un fuerte ruido detrás vuestro.

Montados en Ayoik están Kyoya y Akito, y detrás de cada uno hay una chica que no véis bien porque los chicos os las tapan.

Cuando Akito y Kyoya bajan, cada uno ayuda a bajar a una chica. Akito ayuda a bajar a una chica de pelo largo negro y dos grandes senos, que son el elemento que más destaca, y Kyoya ayuda a bajar a una chica de pelo rojo cortito, muy bien maquillada y vestida, aunque algo despeinada por el viaje en jabalí.

Natsuko y... Atsuko. Con Kyoya. Era ella la novia de Kyoya. No solo Saki, si no la furia de Tsukihime también era tremenda. ¿Por qué? De todas las personas, ¿por qué ella?

El viaje en jabalí es como de costumbre. Un viaje rápido, movidito, pero nadie se cae.

Vas al lado de Kyoya, y Natsuko está detrás tuyo, agarrada a ti rodeándote con los brazos. Jurarías que lo que aprieta contra tu espalda son... bueno, qué más da. En menos que canta un jabalí torcéis una esquina y os encontráis con Lylia y Saki, que caminan de forma lenta hacia el templo.

Saki parece que se haya peleado con alguien, y Tsukihime, a su lado, parece intacta pero no conserva su buen humor habitual.

Al bajar de Ayoik puedes notar los ojos de Tsukihime y Saki fijados en Atsuko, a la cuál está ayudando a bajar Kyoya. Está muy despeinada.

Saki estaba realmente confusa... ¿Por que las circunstancias no hacían más que ponerse en su contra? Por mucho que pensara imaginaba pocos escenarios más tensos que aquel. ¿Cuál tenía que ser su próximo movimiento? 

Atsuko, de entre todas las personas tenía que ser ella, la peor persona en el peor lugar... En el peor momento... Pero a pesar de la rabia que sentía Saki, su cuerpo no reaccionaba. Estaba agotada, más de lo que le gustaría reconocer, y había cosas mucho más prioritarias que montar una escenita con Atsuko en ese momento. Saki tenía que contenerse... 

En primer lugar, porque ya estaba tensa su relación con Akito y Kyoya como para ahora ponerse a discutir con que gente se juntaban. Además, no quería convertir aquello en una discusión a dos bandas, y menos poner a los indecisos a decidir a que banda unirse... ¿Acaso había alguien que se pondría de parte de Saki sin dudarlo? Ya había cometido bastantes errores. Ya había cometido bastantes locuras... Pronto ni siquiera ella se fiaría de ella misma. 

Y en segundo lugar, porque con un poco de suerte Atsuko tampoco haría nada. Si era inteligente, y sabía algo sobre el peligro al que se estaban enfrentando no tomaría el riesgo de hacer enfadar a Saki. Más valía que no lo hiciera... Saki, en su estado actual no podría soportarlo. Estaba poco receptiva, y menos aún para tolerar el carácter de Atsuko. 

Pero... ¿Y si Atsuko ya había conseguido poner totalmente en su contra a Akito y Kyoya? A saber que les había contado de ella... Pero no era posible, ¿No? Atsuko no tendría que saber que Saki estaba relacionada con ellos, no tenía forma alguna. En todo caso, ¿Cómo alguien como Kyoya se juntaba con una mujer como aquella? Quizás ella sólo actuaba frente a él... O quizás había malinterpretado a alguno de los dos. Pero Saki deseaba no haber malinterpretado a Atsuko... Ya habían llegado demasiado lejos en su conflicto. 

Al menos había algo que aliviaba a Saki al ver a Atsuko ahí... Al menos sus dos enemigas no estaban aliadas, o por el momento eso le gustaba creer. 

Pero, en definitiva, Saki no podía ni debía hacer nada. Y eso es lo que hizo. Nada. No había otra cosa que no pudiera hacer, no había nada que hiciera que no empeorara las cosas.

Saki se mantiene en silencio. Al principio parece sorprendida, pero después parece algo tensa y paralizada. No como si estuviera aterrorizada, más bien como si estuviera confusa. Se pasa largo rato mirando al grupo que acababa de venir, y mira gran parte de ese tiempo a Atsuko. Sea por lo que sea, es evidente que no tolera su presencia allí. 

Atsuko, al ver a Saki, pone cara de sorpresa y se acerca un poco a ella.

- ¡Fukano! ¿Qué haces por aquí? ¿Acaso... conoces a Akito y Kyoya?

Entonces se gira hacia Kyoya y dice:

- Es una compañera de clase. De las más inteligentes de clase de hecho. Siempre lleva todos los deberes al día y saca buenas notas en los exámenes. Aunque no hablamos mucho siempre nos vemos en clase.

Se vuelve a girar hacia Saki.

- ¿No es así?

"Resiste, Saki... Si alguien tiene que provocar algo tiene que ser ella o llevarás las de perder..." 

Pero parecía tan fácil comenzar... Al fin y al cabo había un factor que de alguna forma tenía que afectar negativamente a Atsuko, ¿Que hacía saliendo con chicos de preparatoria? Desde luego aquello no podía darle una buena publicidad. 

- Kurosawa. - Dice formalmente Saki. - Más tarde habrá tiempo para explicaciones. Tenemos que saber que pasa en el templo. - Parece más decidida que hace unos segundos. Entonces mira al resto. - Gracias por venir, Akito, Kyoya y Natsuko. - Es como si no estuviera acostumbrada a hablar así, ¿Se estaba forzando a ser simpática? Desde luego era algo que se le daba fatal, sobretodo yendo acompañado de una sonrisa tan forzada. 

Y entonces se da la vuelta y comienza a caminar en dirección al templo. 

Atsuko no dice nada más, pero comienza a caminar. En unos segundos, Kyoya se pone a su altura.

[Antes de que que llegue Akito le cuento a Saki]

- Estoy harta! Mi madre! Mei! Estoy harta, no quieren algo de mi. Me quieren a mi, toda entera para que dependa de ellas. - 

- ¡¿ Por qué tengo la única forma que tienen los humanos de olvidarse de sus miserables vidas es hacer la vida de los demás miserable?!- 

Con lagrimas en la cara miro a Saki y le digo. - Mei me ha atacado antes, desperté en el templo. Me hizo pensar que me había salvado. Estaba aterrorizada... - Me encojo de hombros y digo. - Quiero ser libre... - 

Alzo las brazos y grito a todo pulmón. - QUIERO SER LIBRE! - Cuando parece que no me quede aire en los pulmones vuelvo a mirar hacía el templo y digo tensando mis músculos hacía el cielo - No siempre hemos pesando lo mismo. Pero sé que tu también deseas lo que yo. Ayudame! Ayúdanos a escapar de esta locura y poder ser libres! Niebla tu nombre a partir de ahora será "Стрибог" el viento, el aire, la fuerza que empujaba a los barcos a la guerra y la que los devolvía sanos y salvos a su verdadera casa. -

Me giro hacia Natsuko

- ¿Estás bien? Ayoik no es especialmente cómodo y menos yendo mucha gente...

Natsuko se te acerca y te dice al oído:

- Estoy bastante mejor que la pelirroja. Ahora disimula, pero por el camino casi pota.

Y se vuelve a apartar, con una gran sonrisa en la cara.

Todo el grupito comienza a caminar hacia el templo. Ayoik, la Niebla (Стрибог a partir de ahora) y Tsukihime incluídos.

Vais a un ritmo lento, pero en cuestión de 5 minutos llegaréis al templo.

Por el camino, por lo general estáis silenciosos. Atsuko parece algo confusa, pero eso no impide que se agarre a Kyoya. Eso provoca un bufido tanto de Ayoik como de Natsuko.

Cuando llegáis a las escaleras del templo, podéis ver como el centro de la tormenta está justo encima del templo, y todos los relámpagos caen ahí, aunque sin provocar daños aparentes. El ambiente está bastante oscuro, pues no veis el sol debido a las negras nubes.

Después de una mirada rápida al móvil digo - Esperemos a Youta y Hana. - 

Pese a estar quieta mirando el cielo, muevo los brazos mientras respiro. Cuando entremos en el templo no creo que tengamos un instante de descanso. 

Saki se para en seco y se gira hacía Lylia. Tiene cara de sorpresa. 

- ¿Hana? ¿Va a venir Hana? - Ella no había mirado el móvil. - No... - Dice mientras que niega con la cabeza, parece estar buscando las palabras. - Tenemos que seguir, no pongamos en peligro a más gente de la necesaria. - Parece preocupada, pero convencida de que su opción es la más adecuada. 

- No sabemos a qué tenemos que enfrentarnos, ni cómo, el arcano de Hana podría ser el más adecuado para esta situación, a fin de cuentas es su decisión venir, no me parece lógico entrar a lo loco ahí sin tener un plan, o saltándonoslo, otra vez...

Hago incapie en las últimas palabras mientras miro de reojo a Natsuko. 

Saki frunce el ceño y parece que va a replicar pero se mantiene en silencio. Mira a Akito y a Natsuko, alternativamente y acto seguido baja la vista, avergonzada. Mira hacia otro lado, y en un tono de derrota dice: 

- Está bien... Supongo que tienes razón. - Desde luego no parecía convencida de aquello, pero era evidente que el sólo hecho de decirlo ya le había costado. 

Me acerco a Saki, le pongo la mano en el hombro y le digo algo. 

Después añado. - Necesitaremos que alguien esté en la retaguardia, en caso de que tengamos que retirarnos. - 

- Solo tendríamos que entrar los que nuestros arcanos nos den su fuerza. ¿Qué os parece? -  Me dirijo al resto al grupo para ver quién puede usar de forma útil su arcano. 

- Estoy contigo pero es nuestra lucha, la de Hana también. Tendrá que decidir ella. - 

Kyoya cierra los ojos y respira profundamente. Entonces levanta su mano aún con los ojos cerrados y guiándose más o menos por su instinto, agarra del mango a Kladenet y se la quita de encima.

Kladenet tiene los ojos abiertos pero no rechista.

- Contad con mi espada.

Y ante la cara de sorpresa de Atsuko, Kyoya se gira a ella y dice:

- Es mi Arcano... se llama Kladenet.