Partida Rol por web

- Así es como solía referirme a la mujer de color con la que mi hermano Roger tenía relaciones, pues no supe su nombre. Conociendo a mi hermano, imagino lo depravados que habían llegado a ser sus gustos. No sé decirles dónde la conoció, pero ella empezó a dirigir su vida. Desde que ella apareció en su vida, Roger comenzó a tener sueños... Sueños extraños en los que algo parecía llamarle y pedirle que hiciera algo. - La Srta. Carlyle tira su ceniza con una nueva exhalación de humo. - Se despertaba gritando, pero rehusaba explicar nada acerca de sus sueños. - Erica deja descansar su espalda en el respaldo, y cruza sus piernas dejando a la vista gran parte de su torneado muslo. - Le recomendé que hablase con el doctor Huston, que era por entonces la celebridad más destacada de su círculo de amistades. Roger accedió. Y maldita sea... Creo que Huston fue quien convenció a Roger para montar la expedición. Me siento culpable por ello, pero estoy convencida de que La Negra hizo que Roger perdiera el contacto con la realidad. - En ése momento, la anfitriona se da cuenta que algunas miradas se han escapado hacia la piel desnuda de su pierna, así que se pone de pie y, con un cenicero en su mano izquierda, comienza a deambular por el salón mientras habla. - Roger desaparecía de vez en cuando durante varios días y volvía desencajado y con la mirada perdida. Cuando le preguntaba insistentemente, únicamente podía sacarle que había estado en Harlem. Mi hermano decía que La Negra era de sangre noble, una... sacerdotisa, ¿se lo pueden creer? Jajaja. - Suelta una risa nerviosa, pero la borra de su rostro cuando comprueba que sus invitados no ríen y que se lo toman más en serio de lo que ella pensaba en un principio. - Que poseía... secretos... que él debía obtener. - Añade, moviendo las manos. - No les miento si les digo que durante algún tiempo apoyé la expedición pensando que en ella, Roger se daría cuenta que La Negra y sus historias eran un fraude. - Erica apaga su cigarro y deja el cenicero al lado de vuestras copas. - Como ven, fue un error. Tras esto, diversos criminales han llegado a intentar colarse en mi casa - refiriéndose a la mansión - en busca de objetos de interés para ellos. A pesar de los esfuerzos de mi abogado y principal confidente Bradley Grey, del bufete Dustan, Whittleby & Grey, ninguno confesó qué buscaba en mi propiedad, y todos han acabado sueltos.

Erica se adelante hacia la pared norte y, allí, extrae un libro de Edgar Allan Poe exactamente igual al que tenía en el salón con la combinación apuntada, a modo de recordatorio, suponéis. Tras él, en la pared, hay un botón que pulsa inmediatamente. La vitrina se aparta a un lado dejando al descubierto la caja fuerte.

- ¿Habían visto alguna vez una cosa de éstas? - Exclama, parece que divertida.

En la caja fuerte introduce la combinación que apuntó en su libro de poemas de Poe y la abre lentamente.

- Veamos que tenemos aquí...

Dentro hay cuatro libros, que deja ordenados en fila sobre una de las mesas de la biblioteca. Sus nombres son Los manuscritos pnakóticos, Sélections du livre D'eibon, El pueblo del monolito y La vida como un dios.

A simple vista, podéis verificar que el tomo en francés, Sélections du livre D'eibon, está manuscrito y traducido por Gaspard du Nord en el siglo XIII. Entre sus páginas menciona instrucciones para contactar con "algo" en lugares remotos, así como también instrucciones para "resguardarse entre la niebla de Eibon". El pueblo del monolito, de Justin Geoffrey, parece una antología de poemas, y éste en concreto parece tratarse de un ejemplar único al llevar tapas de piel. Los manuscritos pnakóticos es de autor o autores desconocidos, y menciona algo de "llamar a los alados". Por último, La vida como un dios parece ser el diario manuscrito de un tal Montgomery Crompton, y también está encuadernado en piel, aunque de otro tipo.

LONDRES

- Mickey Mahoney.

• "El monstruo del condado de Derby".
• "Masacre en el Soho".
• "Una serpiente en el Soho".
• (1) "¡Casi me pilla!"

- Fundación Penhew. ---> 1