Partida Rol por web

Infierno Verde

Escena de Juego "Viaje al Amazonas"

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10/01/2020, 11:15
Luise Hayes

¿Qué hay más romántico que vivir una aventura y descubrir mundo con la persona que quieres? – Miró a Leonard con una dulce sonrisa de sonrojadas mejillas mientras respondía a Spaulding.- Ambos adoramos nuestro trabajo, y sabíamos que la oferta de viajar al Amazonas era una gran oportunidad. ¿Sabe la cantidad de anfibios que todavía quedan por descubrir? – Hablar de su trabajo y su gran pasión era algo que claramente reconfortaba a la herpetóloga, olvidándose incluso de que hacía escasos minutos casi podía haber muerto devorada por uno de los animales que estudiaba.

Se giró hacia Woodstock tras despedirse de Juanjo, dejándole descansar y que recuperara fuerzas.

Me preocupa que coja fiebre, pero si descansa no debería haber problema, estará bien.- Tranquilizó a Theodore antes de que iniciaran de nuevo el rumbo de viaje.

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12/01/2020, 19:49
Leonard Colleman

Sonrió ante la adorable contestación que su esposa había dado a la indiscreta pregunta del señor Spaulding, pensando que no había ningún motivo para añadir algo más a lo ya dicho por Luise y, mientras la charla seguía, Leonard se mantenía pendiente de los alrededores, quizás no tanto del río y las maniobras del señor Woodstock como debería, pero sí fijándose en toda la orilla por si volvía a ver a los nativos Awás.

Cuando por fin el hombre subió a bordo después de despejar la hélice del barco, Leonard se quedó mirando con atención la lanza que había recuperado.

¿Me permite por favor? —Preguntó acercándose a Theodore para coger la lanza entre sus manos y así poder estudiarla.

Como experto en el uso de armas tribales, Leonard sentía mucha cuirosidad por aquella arma así que, con mano temblorosa por la emoción, comenzó a estudiar la lanza abstrayéndose de todo lo que sucedía a su alrededor.

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13/01/2020, 16:42
John Drake

Pese a que ya lo había intuido desde el primer momento, el pobre Robbins iba tan a ciegas en aquella expedición como lo iban el resto de sus miembros. Woodstock era el único que parecía saber qué estaba haciendo y a dónde estaban yendo. Cuanto más avanzaban, más convencido estaba Drake de que Woodstock les había involucrado en una misión mucho más compleja y peligrosa de lo que les había revelado.

Con mirada seria, Drake escuchó las palabras de Woodstock, tratando de que el profesor no captara la desconfianza que estaba comenzando a sentir hacia él. Para el irlandés, claramente el profesor les estaba conduciendo de lleno al peligro, como el capitán Ahab en Moby Dick. El explorador no dijo una sola palabra, limitándose a observar que Leonard Coleman estaba examinando la lanza de los Awás.

-Tal vez debiera llevarla consigo cuando bajemos -le sugirió al antropólogo, en tono serio-. Quién sabe, quizá podría salvarle la vida...

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15/01/2020, 08:41
Jeffrey T. Spaulding

Spaulding asintió ante la respuesta de Luise y añadió una sonrisa - No sería la opción que yo elegiría, pero vaya, entiendo la emoción de la aventura, respecto a los anfibios, sinceramente lo desconozco por completo - añadió encogiendose de hombros.

Durante la conversación con Theodore su mirada se mantuvo fija e inquisitiva en el, analizando cada movimiento, cuando el profesor escapó de aquella conversación Spaulding le siguió por detrás hasta llegar a donde Juanjo - ¿Como está? - preguntó con amabilidad al herido para acto seguido encararse a Woodstock - Empiezo a cansarme de ir a ciegas, tengo la intuición de que la última vez que hablamos nos quito una venda pero nos puso un parche, ¿como que el dorado? ¿Porque no hemos sido informados de eso antes? ¿Porque nos ayudan los Awás? Tengo la sensación de que todo lo que dice está decorado con mentiras e información oculta, y no creo que nos guste a ninguno de los que estamos en el barco - era evidente que Jeffrey no estaba en absoluto dispuesto a pasar por alto tal cantidad de mentiras, especialmente cuando esas mentiras podrían acabar con ellos muertos.

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15/01/2020, 13:53
Theodore Woodstock

Woodstock escuchó a Luise y quedó más tranquilo sobre la situación del joven Juanjo (aunque aquel accidente provocado por el caimán había sido de los más graves que había presenciado en las carnes de un compañero de aventura, excepto alguna fatídica muerte de expedición). Sin dudarlo, Woodstock le entregó la lanza a Leonard, quien comenzó a examinarla allí mismo. Drake parecía guardar silencio, un silencio reflexivo acerca de la situación y la peligrosidad del asunto, al igual que el estudiante Drake, que había luchado contra el caimán duramente.

El profesor escuchó las inquisitivas, y a la vez razonables, preguntas del explorador Spaulding. Trató de no interrumpirle en su discurso. Luego le respondió.

Amigo Jeffrey... -dijo Theodore-. Entiendo las incertezas, entiendo sus miedos y preocupaciones, y créame que no son mayores que los míos, pues sus vidas están ahora... a mi cargo. Yo os he arrastrado, con una invitación, a este lugar, y mi deber es protegerles también. Eso no quita que no haya peligros. Los Awás son la tribu de estas tierras, herederos y parientes de las últimas comunidades incas. El Dorado, como ya saben, es la legendaria ciudad de oro. No les he comentado nada antes debido que sólo eran conjeturas mías, hipótesis de mis estudios. No sabía, tampoco, que los Awás nos ayudarían, matarían a ese depredador. Estoy tan asombrado como vosotros. Volviendo a el Dorado, creo que es la misma ciudad en la que habitan los Awás, Aj-Wahaku, al menos la comunidad de esta zona. Mis estudios en el tiempo han llegado a tales paralelismos. Traje la maleta de las armas porque sabía que, seguramente, nos encontraríamos nativos Awás, y la precaución tomada si vamos a su ciudad sagrada creo que ha de ser máxima. Y no hay más, Jeffrey. Todo se resume en la peligrosidad -alcanzó a decir-. Tal vez, si la hubiera mencionado antes de invitaros, hubiérais rechazado este viaje... Si os he ofendido por ello, os pido disculpas. A todos. Quedó mirando a los presentes, incluido su secretario Henry.

Theodore se relamió los labios, se arrascó la frente y comenzó a ordenar unos cabos sueltos de la cubierta. No sabía muy donde meterse. No es que os hubiera mentido, pero si había omitido el aliciente de peligro que aquel sitio y viaje entrañaba. Entonces, el capitán Pereira comunicó que se disponía a reanudar la marcha por el río Urubi, y Woodstock asintió.

Será mejor que cuidemos de Juanjo estos días antes de tomar tierra -añadió finalmente-. Leonard, si usted es capaz de averiguar algo sobre esa lanza, háganoslo saber. Aunque es sabido que ésta es su arma principal para la caza y para todo en general.

Notas de juego

Leonard, puedes hacer una tirada referente a antropología. Por tu ficha, puedes lanzar 3 dados directamente.

Podéis seguir hablando con los pnj, pero en breves pasaremos de "escena" (por llamarlo de algún modo), pues llegaremos a tierra.

Otra cosa: Dado que Daniel (Jugador Mulo) no se conecta desde final de año, y Drake y Luise están poco activos por el momento, eliminamos momentáneamente el ritmo. Iremos avanzando el juego provisionlemente sin las fechas de posteo.

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21/01/2020, 01:54
Leonard Colleman

Una vez Leonard tuvo la lanza en sus manos, no dejó de observarla maravillado, estudiando cada uno de los detalles y acabados del arma y deseando coger su libreta de notas para poder dibujar y realizar las anotaciones oportunas de todos y cada uno de sus detalles más importantes.

A pesar de que Leonard se había quedado enfrascado examinando la lanza, no por ello dejó de escuchar la explicación de Theodore sobre El Dorado y, levantando por fin la mirada del objeto de estudio, negó con la cabeza mostrando seriedad en su rostro. Lo que Woodstock les estaba diciendo era que se adentrarían en la ciudad sagrada de un pueblo indígena apenas conocido sin su permiso y, desde el punto de vista de Leonard, ese era el verdadero peligro.

No es que explorar esa ciudad no despertara curiosidad en el antropólogo, lo hacía y mucho, pero a lo largo de sus años de estudio había aprendido a respetar a esas tribus consideradas tercermundistas y se había dado cuenta que el hombre blanco había hecho grandes matanzas y arrasado con maravillas culturales sólo por ambición.

¿No sería mejor pedirles permiso para ver su ciudad sagrada? —Preguntó, quizás de manera un tanto inocente—. Si somos respetuosos con su cultura ellos seguramente serán respetuosos con nosotros.

- Tiradas (1)
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22/01/2020, 12:29
Jeffrey T. Spaulding

Spaulding no parecia en absoluto contento con la respuesta del profesor, así que sin decir nada más se marchó de la cubierta dirigiendose al interior del barco con un rostro que denotaba enfado pero antes de entrar se giró en la puerta - No vuelva a mentirnos profesor - le dijo de forma inquisitiva mientras le señalaba con el dedo indice.

Notas de juego

Yo nada más que aportar a la escena :)

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22/01/2020, 13:01
Director

El profesor Woodstock no dijo nada ante la pregunta de Leonard. Sabía que lo lógico era pedir permiso, pero el mecenas del grupo pensaba que entablar conversación con los Awás era, de momento imposible, y tal vez ello llevara años de espera. El caso es que también miró algo compungido a Jeffrey, el cual estaba dolido por las vanas explicaciones del profesor (y con razón). Finalmente, el capitán Pereira confirmó que quedaban un par de días remontando el Urubi antes de pisar tierra. Durante ese tiempo Leonard estuvo estudiando la lanza entregada por el profesor. Tras revisarla concienzudamente y hacer algunas anotaciones y dibujos, llegó a la conclusión que aquella arma era un arma de caza, no de lucha, pues éstas últimas solían tener, como patrón general en tribus nativas del Amazonas, motivos religiosos en su mango o sus filos. Además, la punta de la lanza tenía un color negruzo especial, alejado del coloar de la piedra natural que formaba su lanza. Leonard comprendió que aquello era algún tipo de veneno (ahora imposible de descifrar, ya que estaba seco y la lanza se había mojado previamente en el río). Y es que eso confirmaba que los Awás "no se andaban con chiquitas"...

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22/01/2020, 13:02
Director

Dos días después.

Juajo Barreiros ya no deliraba. Estaba cansado y apesadumbrado. Entre todos le habíais cuidado lo mejor posible, cambiándole los apósitos y vendajes, y dándole algún que otro antibiótico para evitar infecciones y más fiebre. El muchacho se incorporaba en la cama del camarote, pero no le hacía gracia haber perdido sus dedos...

Es por ello que el Xiringueiro atracó en una pequeña cala donde el río se ensanchaba y el fondo era algo más profundo. Allí pudísteis desembarcar con algunos de vuestros elementos de viaje y algo de equipaje (también las armas). Woodstock pidió a Pereira que se quedara en el barco con Juanjo, pues el muchacho no estaba del todo dispuesto para esta dura expedición (ya que ahora tocaba andar). Por su parte, Henry hizo una pequeña maleta que se llevó al costado, y al igual que el resto se preparó con cantimploras y comida.

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22/01/2020, 13:02
Henry Robins

¿Cuánto tardaremos, profesor? -dijo el joven-. Los mosquitos ya me están picando... -levantó la mano para enseñar cómo un pequeño insecto se posaba en su muñeca-.
 

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22/01/2020, 13:03
Theodore Woodstock

Unos tres días, calculo, si no hay muchos contratiempos -respondió, estando ya en tierra-. Extremad la precaución, amigos míos -señaló Woodstock-, ahora estamos en pleno territorio Awás. ¡Capitán! -gritó Woodstock hacia la cubierta, donde estaba Pereira-, cuide de Juanjo y espérenos aquí. ¡No se adentre en la selva y resguárdese! El capitán asintió, y levantó la mano para despedirse. Era hombre de pocas palabras.

Entonces comenzaba la marcha.

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22/01/2020, 13:03
Henry Robins

Henry, que últimamente parecía más curioso de lo normal, comenzó a hablaros.

¿Alguna vez han hecho una travesía como ésta? -os preguntó en general, intrigado y curioso-. ¿Con todos estos peligros, me refiero? -tal vez la pregunta del joven no era la apropiada, pues el ambiente no estaba como para hablar de peligros tan abiertamente, pero la cuestión ya estaba lanzada-.

Entonces comenzásteis a andar a la selva, en dirección oeste, dejando atrás el río Urubi.

 

Notas de juego

Os recuerdo la posición de las armas (también me lo recuerdo a mí XD):

Drake: revolver (ya tenía rifle)
Daniel: rifle
Jeffrey: revolver (ya tenía rifle)
Luise: cuchillo
Woodstock: cuida el otro rifle.

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22/01/2020, 16:58
John Drake

Drake decidió secundar a Woodstock en la marcha, avanzando el primero tras el profesor. Entre sus manos sostenía el rifle, preparado para disparar contra lo que pudiera aparecer en su camino. Estaba seguro de que Woodstock seguía ocultándoles mucho detalles acerca de la naturaleza de la misión, y que cada vez se le hacía más difícil confiar en él, pero no por ello iba a detenerse ahora, dado que habían realizado un largo camino para llegar allí.

-Tranquilo, muchacho -le dijo el explorador a Henry, al escuchar que se quejaba por las picaduras de mosquitos-. Por lo general, de lo que menos tendrás que preocuparte en un lugar como este es de los mosquitos. Las picaduras siempre tienden a sanar. Si te pica un escorpión, una tarántula o una serpiente... ahí sí que me preocuparía.

Escuchó al joven preguntar si alguno de ellos había realizado alguna vez una travesía como esa, y Drake realizó un gesto de negación.

-Diría que esta es la expedición en la que voy más a ciegas -indicó, dirigiendo una rápida mirada a Robbins. Aunque más bien pretendía decir que era la expedición en la que menos se fiaba de lo que les decía el experto que guiaba, en este caso Woodstock-. Pero quizá no encontremos tantos peligros como suponemos...

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28/01/2020, 09:42
Luise Hayes

Todo ese tiempo estuvo al lado de Juanjo, no sólo para cuidar mejor de sus heridas y el avance de su estado, sino también para usar esos momentos de tranquilidad para su descanso. Ya se había cambiado las ropas y acomodado a unas zapatillas más duras para que el agua no entrara en sus dedos en caso de volver a hacer una incursión marina (porque se conocía demasiado para saber que esa experiencia no iba a frenarla en su propósito), además de algo plano para la dura caminata que técnicamente les esperaba.

Mientras Henry se quejaba sobre los mosquitos, la herpetóloga permaneció atenta a qué especie se trataba aunque no supiera demasiado de animales voladores al no ser su campo, pero siendo consciente de que una hormiga podía matarte.

No me preocuparía por los mosquitos, sino por los animales más pequeños y peligrosos.- Pasó por encima de una gran raíz, apoyándose con cuidado en el tronco para no caerse mientras miraba al suelo, buscando cualquier cosa desconocida que poder documentar.- Nunca he estado en una expedición de este calibre, pero creo que estoy preparada para lo que pueda venir. ¡Cuidado con eso! – Gritó a uno de los presentes al ver que se acercaba sin preocupación a una zona con maleza.- Es mejor caminar por lugares sin demasiada vegetación para ver qué tenemos a nuestro alrededor. ¿Alguna vez habéis oído hablar de la Phyllobates terribilis? Son anfíbios dendrobátidos, uno de los más peligrosos del mundo que se han documentado, y que viven expresamente en esta zona del mundo. Si veis una ranita pequeña huid, ni se os ocurra tocarla. Puede ser más letal que un ejército de Awas.- A pesar de que hablaba de peligros y precaución, Luise era la primera que tenía un brillo de curiosidad e ilusión en su mirada, intentando buscar alguna rana de esa especie para poder verla con sus propios ojos.

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28/01/2020, 23:50
Leonard Colleman

Los días que restaron de viaje por el río Leonard los pasó muy entretenido estudiando la lanza de los Awás. Los bocetos y anotaciones empezaron a llenar uno de los cuadernos que llevaba y, a excepción de no haber podido verificar rotundamente si untaban sus puntas con veneno y, de ser así, saber de qué tipo, quedó muy contento con lo que había descubierto.

A parte de sus estudios el resto del tiempo lo dedicó a cuidar de Juanjo y a charlar con su esposa, en especial sobre el comportamiento que estaba teniendo el señor Woodstock del cual seguían sin fiarse demasiado. Y así pasó el tiempo hasta que llegaron a tierra y con ello la verdadera aventura.

Con ropas cómodas y llevando lo que Leonard consideraba imprescindible, repartido en un cómodo macuto que pudiera llevar sin dificultades, el hombre comenzó a caminar junto a sus compañeros, yendo detrás de su esposa como buen caballero aunque dudaba mucho que pudiera llegar a defenderla si se metían de lleno en un serio problema. Eso sin contar con lo impulsiva que era su mujer.

Esta es mi primera aventura importante y, por supuesto, ninguna ha entrañado más peligros que un tropezón con una piedra o tener que cruzar un río —comentó en respuesta a Henry mientras intentaba poner atención al camino por donde pisaba, tal y como su esposa recomendaba, aunque le resultaba difícil ya que había demasiadas cosas para observar y que le llamaban la atención.

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03/02/2020, 22:05
Director

Las suposiciones algo traquilizadoras de John Drake para el joven Henry se tornaron en pensamientos oscuros cuando éste oyó sobre los datos de la rana, se detuvo un instante, pensando con un rostro de severa preocupación cómo diantres podía un ser tan pequeño ser tan mortífero. Leonard, por su parte, confesaba que no se había adentrado en demasiadas aventuras y al menos el secretario de Woodstock se identificaba con él. El muchacho esperó un rato a que Spaulding y Daniel comentaran algo de sus hazañas (sobre todo el segundo, un tipo experto sin duda). Sin embargo, durante unas horas se dedicaron a andar y estar pendientes de la presencia de vegetación, mosquitos, Awás y ranas de dudosa inocencia que bien podrían hacer las delicias de unos y de otros.

Tras unas horas decidísteis parar para descansar, pues la luz diurna poco a poco se agotaba, y en aquella selva frondosa tardaba más en penetrar (y daba la sensación de una mayor nocturnidad). En una pequeño claro junto a un arroyo (no junto a él, pero sí muy próximo) echásteis algunas de vuestras pertenencias y vuestros cuerpos, y os preparásteis para tomar algo de cena.

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03/02/2020, 22:06
Theodore Woodstock

A este ritmo no serán tres días, sino dos, a lo sumo -dijo sonriente Woodstock mientras se descolgaba sus aparatos y provisiones-. Espero que encontremos esta ciudad, amigos, y esta historia tenga un lugar especial en vuestros recuerdos. Desde luego sería increíble. Henry, no te olvides del diario, apúntalo todo ¿de acuerdo? -el profesor os explicó que él llevaba, por supuesto, su diario de campo, pero le hacía llevar al joven Henry un diario de campo propio. Así, ante algún tipo de evento parecido a este (un viaje o una visita especial), tendría otro punto de referencia al documentar aquello que les ocupara la atención-. Y no te olvides de apuntar las raciones y las distancias aproximadas de trayectos entres descanso y desc ... ¿Henry? -El profesor elevó su cuello a un lado y a otro, girándolo para buscarle. Estuvo escudriñando como pudo la selva en derredor, pero ya estaba oscuro, muy oscuro. El muchacho había ido a hacer sus necesidades cerca, pero no había vuelto. Todos os percatásteis de eso enseguida. Sin embargo, parecía tardar mucho.

Tras esperar unos minutos... no ocurrió nada. Henry no apareció en el improvisado campamento.

Woodstock comenzó a preocuparse.

Notas de juego

Haced una tirada referente a Percepción. Añadid un dado por profesión y otro si hay algo que os ayude. Como siempre, con un mínimo de razonamiento. Dificultad 4.

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05/02/2020, 00:15
Luise Hayes

Tras la larga caminata llegó, por fin, el tiempo de descansar los pies, algo que agradeció severamente Luise. Aprovechó la proximidad del arroyo para llenar su cantimplora de agua potable al haberse terminado su reserva, además de asearse un mínimo pasando un pañuelo húmedo con su cuello, muñecas y cara, quitando así todo rastro de sudor. Era la mejor sustitución a un baño, tendría que acostumbrarse a esos aseos siempre que pudiera.

Reconozco que estoy muerta de hambre.- Le gustaría poder volver a degustar los exquisitos platos del hotel, pero a no ser que los Awas tuvieran en su poder un complejo hotelero en mitad del amazona lo veía complicado.- Este viaje también reduce mis picoteos diarios, aunque echo de menos un poco de comida caliente.- Sonrió mientras rebuscaba en su equipaje cualquier alimento, cogiendo una pieza de fruta para llevársela a la boca y así saciar su apetito unos minutos.

Cuando mencionaron a Henry la herpetóloga le buscó con la mirada, también sorprendida que no hubiera vuelto. Hasta donde sabía, el hombre se había aislado del grupo para tener su “momento sagrado de intimidad”, algo que todos respetaban y preferían no comentar, pero a medida que avanzaba el tiempo la espera se tornaba a preocupación.

Tal vez… ¿tal vez algo no le sentó bien? – No quería molestar a Henry si estaba en mitad del asunto ya que tanto la aventura, la calor, los mosquitos o comer algo que no sentara bien podría haberle revuelto el estómago lo suficiente como para atorarse en su intestino. En cualquier caso Luise creía que ella no era la adecuada para buscarle, aunque oteaba el lugar buscando cualquier rastro de Henry sin moverse del sitio.

- Tiradas (1)
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06/02/2020, 22:00
Director

Rastro no, pero no muy lejos del campamento improvisado, detrás de unos grandes matorrales, oíste algo. Era como si alguien estuviera allí y echara a correr, perdiéndose en la selva... o tal vez algún animal (la selva era ahora para vosotros un vasto terreno por descubrir).

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06/02/2020, 22:33
Leonard Colleman

A pesar de no estar acostumbrado a aquel calor, a estar rodeado de toda una jauría hambrienta de terribles mosquitos a cada cual más grande, de todos los peligros que los rodeaban en su camino, a Leonard aquel primer día de viaje por la selva no le pareció tan terrible y, aunque cansado y sudoroso, no pudo evitar sentirse bien con él mismo. Había sido capaz de soportar todo un día en la salvaje selva y para él ya consistía en toda una aventura.

¿Me pasarías otra pieza de fruta? Por favor querida —comentó cuando, una vez establecido el campamento para pasar la primera noche, se sentó al lado de su esposa.

Mordisqueando la fruta Leonard se quedó en silencio, escuchando los ruidos nocturnos aunque alguno de ellos conseguía erizarle la piel y preguntándose si esa relativa tranquilidad del primer día sería una constante el resto del viaje o, por el contrario, los problemas no tardarían en llegar.

Sintiéndose un poco agorero, más aún cuando el señor Woodstock preguntó por su secretario, Leonard se puso en pie para mirar a su alrededor a pesar de la oscuridad que los rodeaba. En principio no se preocupó demasiado, algunos necesitaban más tiempo que otros para aliviar sus estómagos pero, cuando los minutos comenzaron a pasar y Henry no daba señales de vida, la preocupación se extendió no sólo en él sino en el resto de compañeros.

No parecía dar muestras de encontrarse indispuesto —contestó con cierta inseguridad a Luise—. Será mejor que alguno de nosotros vaya a buscarlo. Quizás ha tenido un tropiezo en la osuridad y se ha caído o... —Prefería no pensar en la cantidad de posibilidades que se le estaban ocurriendo.

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