Partida Rol por web

Insomnem Nox

I. Rara Avis in Terris

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09/09/2013, 22:42
Director

                                           ¡Y acabáramos!

                   ¿Seríase tal que posible?

                                      ¡Y tanto que sí! Pero... ¿¡qué burla es ésta!? ¿¡y qué ofensa!?

                                                       ¡Habrase visto!

Cuántas veces y con cuan graves lamentos e impurezas vuecencias podrían vislumbrar, percatarse y degustar el oído (aun fuérades vos sordos como las tapias) con tan claridad las lindezas procedentes de las bocas de taberneros, sucios jugadores, ladrones de poca monta amparados en la oscuridad de una posada o incluso del alguacil más pronunciado, mejor vestido, más ducho y el más tremendamente esforzado...

No es que las aljamas fueran ahora a convertirse en los nuevos palacios de Nuestro Señor, líbrenos su Palabra Preclara, aunque bien podría equipararse un judio, herrero de profesión o cambiante con cualquer maestro artesano cristiano, lleno de verdadera fe todo él. Mientras a uno le oprime Su Majestad, al otro lo agasaja, y no crean las sus mercedes que el alfarero que comulga el pan de Cristo está menos agobiados por las deudas que los advocados a la Torá...

Y créanme que son esos cristianos de buen hacer quien, además, son llamados a levas llevados a formar con lanzas, escudos, espadas y algunos arcos, cuando lo más cerca de usarlos han sido verlos en señores nobiliaros montados a caballo...

No con tanta precisión el populacho se quejaba de las prescripciones de su gran Corona Castellana, pero así que lo pensaba, y tales pensamientos corrían de mente en mente de unos y otros, pues los sus ojos veían cada día tales impurezas y barbaries... ¡así no hay quien viva!

______________________________________________________________________________________________________
Por algunas razones u otras, llegásteis a la ciudad de Toledo, hermosa toda ella, tan llena de callejuelas y oscuridad en la noche que su hermosura es comparable a su peligrosidad... A tres tipos de aparente desconocimiento entre ellos (vosotros), casualmente, se les prestan a sus ojos una calleja que atravesar. En medio de la misma, hay un local con un escudo verde. Parece una taberna, cuyo nombre toma el del objeto "Escudo Verde".

Son algo más de las seis de la tarde, pero en pleno tiempo de Cuaresma (semana Santa) que acabará en unos dias, la noche se agazapa antes, sin duda, y para colmo, comienza a llover con una fuerza capaz de calaros hasta los huesos. Será mejor refugiarse.

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09/09/2013, 22:56
Roldán "el aragonés"

Mis pasos me habían traído a Toledo, mi primera visita era aquella a tan importante capital. Impresionado quedé al divisar a varias leguas de distancia el alcázar y la catedral dominando el horizonte, ambas obras maestras del hombre cuyas manos sin duda debían haber sido guiadas por el Altísimo. Allí me encontraba en busca de un viejo amigo, un comerciante al que tiempo a tras había conocido en el camino y me debía digamos que.. un favor..

La noche se me echó encima casi con tanta rapidez como los fuertes goterones que caian del cielo. La lluvia crecía en intensidad, y decidí entrar en una taberna adornada por un escudo verde. - Que mejor sitio había para calentar los huesos y empezar la búsqueda de mi viejo amigo.- Pensé. - Tabernero! tráigame buen vino para calentar barriga et espíritu. - Exclamé al llegar a la barra. A mi lado había un muchacho pensativo cuya cara era adornada por perilla y bigote. Aunque su aspecto era en cierto modo inquietante, decidí entablar conversación con él. - Maese, traiga también vino para aqueste joven, pues parece tener alguna pena que ahogar. - Después de dar una palmada amistosa en el hombro del joven le acerqué la jarra que acababa de traer el tabernero.

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09/09/2013, 23:43
Tristán Peñaranda

Allí me encontraba, en aquella vieja taberna toledana, guareciéndome de la lluvia, dilucidando cuál sería mi próximo movimiento en esta perra vida. Los caminos de Toledo eran cada vez más seguros y por tanto había cada vez menos sitio para un alma descarriada de tan baja calaña como la mía.

Y así, esperando a que el maese tabernero se percatara de mi presencia y me echara por no tener apenas un maravedí, me sorprendí cuando un forastero cuyas ropas estaban bastante húmedas (por lo cual deduje que acababa de entrar a la taberna, pues absorto en mis propios problemas ni me percaté de su presencia hasta que no alzó la voz). 

Una palmada en el hombro y una jarra de vino caliente. ¿Es que acaso el Todopoderoso había escuchado mis plegarias? Era todo lo que podía pedir para una noche como aquella. 

Aunque no estaba seguro de las intenciones de aquel hombre, de buena gana le di un sorbo a la bebida que me acababan de servir y me limpié la boca con la manga de la camisa. 

-¡Que Dios le bendiga! ¡Gratitud! -un nuevo y ansioso sorbo interrumpió mis palabras, seguido de un sonoro eructo y otro pase de la manga por mi chorreante barbilla - ¿Y puede saberse a qué se debe esta amable invitación, señor...? 

Dejé la frase inacabada, esperando que mi nuevo compañero me revelase su nombre.

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10/09/2013, 17:59
Roldán "el aragonés"

- Roldán, el aragonés me dicen. - Contesté al joven después de vaciar casi por completo la jarra de un trago. - Intención alguna no albergo en aqueste convite para con vos, solo fablar e beber buenos vinachos en grata compaña. - El aragonés hablaba tranquilo pues estaba siendo sincero con aquel muchacho. Las arrugas de su cara castigada por el sol y las numerosas cicatrices que podían verse en las partes de su cuerpo que no estaban cubiertas por su extraña indumentaria, dejaban claro que aquel era un hombre de combate, rudo y directo, no uno diestro en palabrería vacía y artimañas mezquinas.

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11/09/2013, 00:21
Tristán Peñaranda

-Tristán Peñaranda bautizóme mi padre -me santiguo al mencionar al viejo Enrique el cabrero- Requiscat In Pace.

Tras un silencio algo incómodo, al menos para mí, decidí darle algo de conversación en agradecimiento por el vino.

-Poco he que fablar más que mis penurias, aragonés, mas de buen grado aceptaré beber en compañía de vuesa merced si vuestro bolsillo continúa sonando tan alegre combidándome. 

Observé su rostro mientras terminaba mi copa, y vi que su piel estaba curtida en mil batallas, por lo que me intrigó qué asuntos podían traer a tan aguerrido hombre a Toledo en tiempo de Cuaresma.

-Y, si no lo consideráis una ofensa, ¿Qué motivos os traen por estos lares, mi buen señor Roldán?

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11/09/2013, 16:21
Jorge "el Tuerto"

El tabernero, al ver a los dos tipos y sobre todo a uno que de ellos que invitaba con tan diestra mañana como facilidad uno tiene al respirar, pensó que seria a bien preparar una mesa, que sentado uno y con buen descanso los tragos se "echan" antes al gaznate.

¡Venga, vengan!, señores -dijo el tabernero saliendo de la barra-. Siéntense aquí, está vacía, ¡véan! -y os mostró una mesa con tres sillas vacías-. Una vez sentados continuó hablando.

Vuesas mercedes no son de por aquí, ¡lo intuyo! -el tipo parecía dicharachero y alegre-. Les serviré con gusto otra jarra después, si lo desean. ¿Han cenado ya? Mi mujer Ana está en la cocina... Avísenme si quieren algo de comer... -y rápidamente se fue de nuevo tras la barra para poner más vino a los clientes-.

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11/09/2013, 17:45
Tristán Peñaranda

-Pues en realidad provengo de por aquí cerca, maese tabernero -dije, tomando asiento-. Me crié en el campo y en la cercana aldea de Sonseca, acá en los montes de Toledo.

Mi compañero Roldán también tomó asiento, quedando un tercero libre.

-Gracias por todo -dije al tabernero mientras este se retiraba-. No le queda duda que estoy deseando probar uno de esos manjares de su esposa que tan bien huelen.

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11/09/2013, 18:00
Roldán "el aragonés"

- ¡Traiga entonces algo para abrir boca maese tabernero! pues no debemos llenar tripa et barriga solo con vinos. - Me acomodé en la mesa dejando el zurrón y el escudo en la silla vacía que tenía al lado, y aunque no tenían mucho valor, de vez en cuando le echaba un ojo por si acaso alguna mano que no supiera bien lo que hacía se acercaba demasiado. - Aquí hallome en busca de viejo et buen amigo que debeme importante favor. - Le dije a Tristán continuando la conversación que teníamos antes de que el tabernero nos condujera a la mesa. - Et a vos zagal, ¿que os trae por aquesta ciudad?, mas no se os ve omne de villa, sino mas bien omne de malvivir en campo y camino. - Hice un gesto al tabernero para que llenara de nuevo nuestras jarras. - Conozco bien los caminos et a quien vive dellos, pues yo también hice de mi oficio aquello. -

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11/09/2013, 19:44
Jorge "el Tuerto"

¡Marchando, mis señores! -os gritó casi de júbilo desde la barra el Tuerto-.

¡Estos "pollos" son oro, "Tuerto"! -decíase en el pensamiento a sí mismo mientras hacía un gesto de "ok"* con sus manos, sonreía a los dos buenos clientes y vociferaba a Ana, su esposa, para que el mejor de los platos les fuera traído, para luego frotarse las manos antes de servirosotra nueva jarra para comer...

Notas de juego

Voy a dar un poco de margen a Severo antes de continuar (vosotros podéis charlar todo lo que queráis) :D

*: el gesto son el índice y el pulgar haciendo un círculo entre sí y el resto de dedos hacia arriba.

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12/09/2013, 00:46
Tristán Peñaranda

-Omne de malvivir y de campo soy. El hambre trájome aquesta villa. Todo mi ganado enfermó y desfalleció tiempo ha, y desde entonces he rondado los caminos que rodean la bella Toledo en busca de algo que echarme a la boca. Mas en tiempos de Cuaresma los caminos no son los de siempre, gente va y gente viene, y no es lugar para un despojo de mi calaña. Ingenuamente pensé que la capital tendría labor para un omne joven e trabajador, mas sólo portones cerrados he hallado hasta ahora en las dos jornadas que llevo pernoctando acá.

El vino me soltaba la lengua, pero, ¿qué demonios? Era agradable tener al fin alguien con quien conversar tras dos días de decepciones y desatinos.

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12/09/2013, 17:49
Roldán "el aragonés"

- Paréceme pues que compartimos destino zagal. - El efecto del vino cada vez era más evidente. - El amigo del que os fable antes es comerciante importante en aquesta ciudad. Quizás consiganos trabajo más digno que bandidear en los caminos. - Sin duda las últimas experiencias vividas por Roldán habían hecho un enorme cambio en su persona. Años a tras no hubiera hecho tamaño ofrecimiento a un desconocido.
 

Las tripas del aragonés sonaban impacientes por el guiso de esa tal Ana.

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13/09/2013, 10:47
Tristán Peñaranda

-Las vuestras palabras me alegran. Avedes la mi confianza, Roldán -levanté la jarra como en un brindis invisible, a pesar de que ya estaba vacía- ¡Por vuestro amigo el comerciante, que bien empléenos y sáquenos de la miseria! 

El hombre me había dado mala impresión al principio con aquella extraña invitación, pero tras conversar con él me di cuenta de que sus intenciones eran nobles y sus palabras sinceras. Quizá el Señor había decidido enmendar mi vida, poniéndome a un buen hombre delante que me ofreciese un trabajo digno y me alejara del robo y el bandidaje.

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14/09/2013, 23:13
Severo del Monte

La lluvia golpeaba sin piedad la calle desierta. Únicamente alguna rata se atrevía a corretear rápidamente entre la basura acumulada en el suelo. Entonces, desde una esquina se escuchó el eco del chapoteo de unos pasos apresurados para, instantes después, ser seguidos de una prominente figura cubierta con una capa y capucha. Parándose en un portal para protegerse del diluvio, la capucha levantó la vista buscando refugio, pudiendo la luz de la taberna que auguraba comida caliente, bebida y, sobretodo, un techo y cama seca. La figura tomó una decisión rápidamente, corriendo hacia el interior del local.

Abriendo la puerta apresuradamente, a la vez que se quitaba la mojada capucha, con el rostro adusto y la mirada fría, observó el resto de comensales. De grandes dimensiones y con la mano apoyada en el pomo de una maza muy usada, la prominente figura transmitía toda la autoridad y grandeza que puede transmitir la presencia de un veterano de mil batallas.

Bueno... eso es lo que realmente hubiese transmitido si no hubiera pisado el barro de la entrada. A veces la realidad le da una dolorosa patada a la entrepierna del trasfondo narrativo.

Cuando Severo pisó el suelo embarrado, su pierna derecha se deslizó velozmente hacia adelante, a la par que su pierna izquierda se mantenía tozudamente en su sitio provocando una dolorosa apertura de piernas que hizo que todos los varones se solidarizaran con un "ugh" generalizado. No contento con eso, el cuerpo de Severo decidió socorrer sus partes íntimas lanzándose hacia un lado, buscando sujeción. La encontró. Una mesa. El problema fue que la mesa también decidió sujetarse a su vez al cuerpo de Severo, añadiendo más peso a la ya de por sí dolorosa situación. Preso del tormento, finalmente Severo rindió la batalla cayendo de bruces sobre el suelo, a la par que la mesa salía rebotando hacia los parroquianos, aterrizando contra una silla que, gracias al cielo, únicamente contenía un viejo escudo.

Notas de juego

ESTO es lo que yo llamo una entrada "triunfal" :-)

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15/09/2013, 01:11
Tristán Peñaranda

Me encontraba absorto del ajetreado ambiente de la taberna en mi charla con el aragonés cuando, de pronto, una mesa vino hacia nosotros, golpeando la tercera silla que teníamos alrededor de la nuestra en un aparatoso accidente.

Sólo la visión del terrible accidente hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo. Menudo dolor de huevos, ¡Señor!. Sin más, coloqué de nuevo la silla en su lugar, y me dirigí al accidentado para ofrecérsela.

-¿Os hayáis bien? Tomad asiento y recuperaos, mi accidentado amigo.

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15/09/2013, 11:24
Roldán "el aragonés"

Aunque las partes pudientes de todo hombre no son cosa de risa, no pude evitar soltar una sonora carcajada al ver la aparatosa puesta en escena de aquel soldado. - Compañero, si entráis de esa guisa, ¿como saldréis después de haber tomado unos cuantos vinos? - Pregunté a modo de broma al hombre que mientras se recomponía, parecía pensarse el ofrecimiento que Tristrán acababa de hacerle.

Recogí mi viejo escudo y el zurrón dejandolos a un lado, en el suelo junto a mis pies.

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15/09/2013, 12:36
Severo del Monte

- Bien. Gracias.- Fue cuanto pudo susurrar Severo mientras una lagrimilla de dolor se insinuaba en sus ojos. Levantándose con mucho apuro a la vez que se agarraba la entrepierna, aceptó de buena gana la silla que le ofrecían. Sin pedir permiso alguno, cogió la primera jarra que encontró en la mesa y la apuró de un solo trago. Apoyando la cabeza en la mesa, respiró varias veces hasta recuperar el color de la mejillas, serenándose del accidente.

-Amables sois, pues pocos siervos de Dios ofrecen ayuda a un desconocido en estos oscuros días.- Dijo levantando la mirada. Entonces, viendo que se había adueñado de una jarra que no era suya, abrió los ojos como platos.- ¡Mil disculpas, señores! Además de lanzaros una mesa, bebiome vuestro néctar. Esto merece una justa compensación. Dispongo de pocos dinares, pero aceptad al menos para ambos otra ronda como disculpa.-

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15/09/2013, 16:31
Roldán "el aragonés"

- Bienvenida sea esa ronda pues. -
- ¡Tabernero! ¡Más vino!. - Inquirí al tuerto posadero de manera impaciente, pues aquella comida que debía estar apaciguando mi tripa, todavía no había llegado ni a olerla. - ¿Con quien tenemos el gusto de compartir mesa si puede saberse? - Pregunté a nuestro nuevo acompañante, quien por su aspecto e indumentaria parecía experimentado y diestro combatiente.

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15/09/2013, 18:41
Tristán Peñaranda

-De buena gana que acepto ese vinacho.

Sin más, esperé a que el vizco tabernero trajese la nueva remesa de jarras, mientras escuchaba a Roldán preguntar el nombre del recién llegado.

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18/09/2013, 22:55
Jorge "el Tuerto"

"¡Me cago en san Zenón! -dijo el tabernero pitorreándose de risa por el abrir de piernas del nuevo cliente- ¡pito roto y muerto el cojón!", -decía riéndose apelando al estado en el que debían estar las partes íntimas de Severo mientras algunos comensales le oían la gracia-. Entonces se escuchó el nombre de Jorge gritado, procedente de la parte trasera.

¡¡¡Voy querida!!! -grito "el Tuerto" mientras acaba de servir otra jarra. Al parecer le llamaba su esposa, para que recogiera algo de la cocina. Y fue hacia dentro, y tras ello salió con una hermosa bandeja, todo ello precedido por un olor a carne, a lechón... lechon asado, que creerán vuesas mercedes que lo invento, ¡pero podría llegar el olor a carne en todo el vecindario! Enseguida llegó hasta vuestras mesa, vio a Severo, el "nuevo", aunque no se le cambió la cara risueña y bonachona e hizo hueco  para poneros el lechón delante de las vuestras narices.

¡Ni cuaresma ni Cristo Padre e hijo! -debió pensar el tabernero cuando decidió poneros dicha bandeja-:

Efectivamente era Cuaresma. Y el resto de personal de la taberna, que bien lo sabía, os miraba con recelo, pues estábais atrayendo las atenciones y miradas de todos ellos por el simple hecho de tener dicho manjar en época santa. Al menos el Tuerto había tenido la decencia de despiezar la mole asada y despojarla de sus pezuñas y cabezas...

¡Degústense vuecencias! -aumentando vuestro tratamiento-, ¡y vos también! -a Severa-: ¡Coman! ¡Coman! Que afuera llueve y hace frío, y esto está más caliente y delicioso que... -y se guardó para sí la obscenidad que en su mente estaba deambulando...-.

A vuestro lado inmediatamente había un grupo de hombres de armas, cuatro, que os miraron durante unos segundos, pues incluso el hecho de comer carne denotaba el pasarse los preceptos del Altísimo y la Iglesia por el mismo sitio que en el que aún Severo se llevaba la mano, fruto del persistente dolor... Tras ello, continuaron hablando entre sí.

Jorge "el Tuerto" fue inmediatamente a por más vino como fue ordenado, con más reverencias que las que hacían, no hacía mucho tiempo de ello, los pobladores de Cipango y Catay al gran Marco Polo en el Oriente.

Podéis hacer una tirada voluntaria de Escuchar (PER).

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18/09/2013, 23:33
Severo del Monte

-Perdón por la incorrección.- Dijo todavía apurado Severo.- Mi nombre es Severo del Monte. Soldado y guardaespaldas. Estoy buscando fortuna por estos lares, pues he oído...- pero su frase quedó cortada por el intenso olor que despedía el manjar que les puso ante sus mismísimas narices "El Tuerto".- ¡Virgen Santa! Que nuestro Señor Todopoderoso bendiga el vientre de tu esposa, sus manos y su cocina. ¡Esto es un manjar de ángeles!-

Sacándose el cuchillo para despiezar la carne, pudo intuir el malestar del resto de parroquianos. Aún con la boca agua, prefería no tener que dar explicaciones al clero sobre el porqué se había saltado tan alegremente la cuaresma. Indeciso y con la boca babeando, retiró lentamente el cuchillo del plato, quedándose a la expectativa y visiblemente incómodo ante la situación.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro en oculto esuchar (siempre es más divertido asín, porque no sé si he podido escuchar lo correcto o han sido imaginaciones mías.)

También he tirado Templanza, para ver si aguantaba el tipo ante el manjar. Evidentemente con una pequeña excusa le dará mordisco a tan suculenta vianda, pero por ahora se contiene... por ahora ;-)