Partida Rol por web

El Las primeras maniobras que había ejecutado en el simulador, habían salido a pedir de boca.....excepto por el daño ocasionado al caza enemigo. Parecía que todo lo que fuese disparar a algo estático o en movimiento, no acababa de ser uno de sus puntos fuertes, así que cuando la pantalla del simulador se reinició, mostrando de nuevo el mismo ejercicio, o por lo menos creyendo que era el mismo, pues no parecía haber cambios en la configuración, se propuso derribar a aquella nave y demostrarse a si mismo que era capaz de ello. 

Nuevamente fijó el caza en su mente. Vio como se bamboleaba hacia un lado y hacia otro en un intento de esquivar a Erasmus, así que el joven contrabandista optó esta vez por la aproximación por la parte superior del caza enemigo, alejándose asi de los chorros de energía que despedía el ala-x. Desde la parte superior, podía contemplar como el ala-x se iba ocultando bajo su propia nave, así que en un rápido movimiento, Erasmus consiguió poner su nave en picado, y de esta forma volver a tener a su enemigo encuadrado en su mira. 

El resto fue historia. La nave enemiga no tenía ninguna posibilidad de escapar de su ángulo de tiro, y mediante su maniobra, tenía prácticamente toda la nave en su ángulo de disparo. Erasmus solo apretó el botón de disparo y espero la explosión del caza enemigo......o eso creía él......

Resultó que al final su disparo impactó en el ultimo momento, dañando seriamente la nave rebelde. Pero antes de concentrarse en seguir acosandola el simulador se fundió en negro y se reinició un nuevo ejercicio. Parecía que Pinaza no tenía ganas de que los reclutas saboreasen demasiado tiempo la miel de la victoria. De nuevo apareció el caza enemigo a distancia intermedia, completamente intacto. Esta vez el ex-senador decidió acercarse al Ala-X desde abajo, simplemente por el hecho de probar diferentes tacticas. Esta vez su viraje fue bastante torpe, y quedó algo escorado a la izquierda, con lo que el disparo de los cañones bajo la redonda cabina no fue muy brillante. Sin perder un instante en ver si había causado daño, trató de maniobrar en sentido contrario y situarse bajo el caza rebelde, con la sana intencion de permanecer lo mas fuera de angulo de tiro posible. Pero el Ala-X era mas rapido y agil, y si el programa era "habilidoso", no le costaría mucho virar en cerrado y tener a Talram en medio de sus cuatro cañones para hacerlo chatarra espacial...

Los reclutas volvieron a la carga sin pensárselo un instante y se lanzaron contra los Ala-X. Esta vez los contrincantes no trataron de huir sino que permanecieron a la espera del siguiente paso.

Los disparos no se hicieron esperar y la reacción de los Ala-X no se hizo esperar... Con una sorprendente maniobra evasiva los Ala-X de cada uno de los reclutas consiguieron evitar ser impactados. Además, fruto del movimiento elusivo, se colocaron en la retaguardia. La iniciativa era de ellos...

¡EL EJÉRCITO IMPERIAL NO PUEDE ADMITIR TANTA BASURA EN SUS FILAS! ¡ATAJO DE INÚTILES! ¡ATENTOS, SI ALGUNO CAE FREGARÁ LAS LETRINAS MÁS ASQUEROSAS DE TODA LA BASE!!!

El oficial Pinaza, tan simpático como siempre, azuzaba a los reclutas.

Aquellas naves rebeldes estaban dispuestas a plantar cara...

¡¡Está bien!! Ahora veréis con quien os estáis jugando los créditos imperiales... ¡¡Perros!!

Casi como si de un gesto innato se tratara, movió la palanca de su mano izquierda y pisó un pedal con su pie derecho. El bombardero ganó velocidad y el joven Tin puso distancia de por medio. Si se alejaba lo suficiente, el piloto rebelde tendría que afinar mucho la puntería. Pero además, la cosa no acababa ahí. Casi como si de un piloto suicida se tratara, el joven recluta accionó la palanca de su mano derecha con pulsos rítmicos pero seguros, la nave comenzó a girar sobre su eje longitudinal haciendo una serie de piruetas propias de un gran piloto.

- ¡¡Vamos Asqueroso!!... ¡¿Eso es lo único que sabes hacer?!-  Exclamó en el interior de la cabina. Para Tin aquello no era una prueba, ni una simulación. Era una verdadera guerra. Algo personal.

¡Vaya!, ..., o sea que esta era la sorpresa, pensó Kadlo cuando se descubrió el pastel. Estaba claro que Pinaza no se lo iba a poner fácil a ninguno de ellos, y en el ejercicio ahora tocaba contraatacar una posición desfavorable.

Kadlo necesitaba poner tierra de por medio, si era posible, ante la dificil situación, pero tenía que concentrarse, sobre todo, en evitar los disparos de su perseguidor y contraatacar de una forma efectiva. Ladeó hacia la derecha, en una finta, que intercambió rápido de dirección hacia la izquierda para conseguir el efecto deseado. El Ala-X siguió, y pasó de largo, a su derecha, el tiempo suficiente para disponer de una distancia de unos metros preciosos, para que Kadlo, en una nueva maniobra subiera su posición para poder dar la vuelta y encarar a su Ala-X como objetivo.

Kadlo procedió a disparar, y rápidamente viró abajo para evadir el disparo que su contrincante había efectuado, ..., en esos instantes, sólo esperaba haber disparado certeramente y que el contrincante no pudiese reaccionar a tiempo, y haber tenido él suficiente tiempo para esquivar su mortífero disparo ....

De repente las tornas habían cambiado, y ahora el Ala-X estaba a su cola, a distania de bocajarro, lo que significaba que con sus cuatro cañones lo haría puré de bantha en un abrir y cerrar de ojos. Talram se puso nervioso, pese a que sabía que "solo" era un ejercicio simulado. Le dio a la palanca de gases con toda su alma y el motor subluminico silbó gravemente mientras el TIE aumentaba la distancia. Mientras el bombardero cruzaba el espacio como un cometa furioso, el noble trató de hacer unos trompos que dificultasen el diparo del rebelde, pero a aquella velocidad solo consiguió parecer un piloto ewok borracho. Sabedor de que estaba listo de papeles, Talram se jugó el todo por el todo y giró 180º para ponerse frente al caza enemigo y abrió fuego a locas mientras giraba como una peonza sin control. Y realmente sin control iba, pues las rafagas de blaster salían como granizo furioso...pero desperdigadas a los cuatro vientos. Su temeridad le iba a costar muy muy cara...

La maniobra del Ala-X había tomado por sorpresa a Erasmus. Creía haber tomado por sorpresa a su enemigo con aquella treta, pero parecía que el piloto enemigo era mas astuto de lo que había creido. 

Donde debía de haber una explosión y trozos de caza enemigo esparcidos por el espacio, solo había vacío. Una frenada del Ala-X le había puesto en una situación comprometida, ya que ahora lo llevaba en su cola. Pero Erasmus no era un piloto cualquiera. Cuando trabajas como contrabandista, tienes que adelantarte varias jugadas al enemigo, pues la situación puede cambiar en un santiamén y tienes que estar preparado. Y Erasmus lo estaba. 

Con un gesto intuitivo, aceleró su Tie a máxima velocidad mientras giraba los mandos de control para intentar ponerse en la parte baja de su enemigo con un looping a la inversa, ya que sabia que las naves enemigas tenían angulos muertos en su panza y su parte alta.

-Porque no sigues esto maldito cabrón?.-murmuró mientras fijaba su vista en los datos que surgían en su pantalla.- Quizá quieras probar un poco de tu propia medicina....

Solo esperaba no haberse equivocado, ya que hasta aquel día su instinto no le había fallado.....

Y la práctica acabó igual que la primera, con un fundido a negro y vuelta empezar. Los reclutas pudieron repetir los ejercicios una y otra vez, y en cada nueva situación el resultado variaba entre el éxito absoluto y el completo fracaso. Pinaza les soltaba pullas cuando lo hacían rematadamente mal y se olvidaba de arengarles cuando derribaban el caza Ala-X de manera brillante….

Bueno, ya está bien de aporrear los simuladores, que cuestan mucho dinero… Seguidme, que os enseñaré otra joya.

Los reclutas llegaron a una sala en la que quedaron absolutamente maravillados. Ante ellos, se extendían diez paneles con otras tantas recreaciones del puente de mando de un AT-AT, una de las maravillas de la maquinaria de guerra imperial.

Contemplad la magnífica obra de arte que nos han regalado nuestros ingenieros jefes… Pero no toquéis nada con esas manos de paletos. He de salir un momento, esperad aquí.

Kadlo se comenzó a "divertir" (aunque obviamente, para los cánones inexpresivos de su raza, no se notaba) en las diferentes situaciones, cada vez más inverosímiles en las que les situaba el oficial Pinaza. Con más o menos suerte conseguía salirse, casi siempre, airoso. Era una cualidad de su raza, ..., es como si viviesen para "estar en el espacio", no disfrutaban en llegar de un sitio a otro de la galaxia, sino en el mismo viaje espacial en sí.

Pero cuando mejor se lo estaba pasando, volvió a fundirse en negro la situación, y no volvieron a situarse en una nueva. El ejercicio había acabado, y con su particular sutileza, que siempre caracterizaba al oficial Pinaza, les indicó sus sospechas.

Pasaron a un nuevo ejercicio, ..., esta vez en tierra, pero con maquinaria, ..., parecía que iban a manejar un AT-AT, ..., era diferente del AT-ST que había manejado unos días antes, pero compartía parte de los controles de este, con lo no le fue del todo desconocidos, aunque obviamente eran mucho más sofisticados.

Pinaza se marchó, dejando claro que no tocasen nada, y se quedaron sólos ante aquellos simuladores:
- ¿Qué creéis que tendremos que hacer? ¿Asaltar una base rebelde? ¿Batalla en campo abierto entre dos facciones?, ..., ¿O estaremos rodeados y juzgará qué hacemos en esa situación? - Kadlo comenzaba a esperarse cualquier cosa de Pinaza - O a lo mejor nos tiene esperando aquí hasta que se harte, ..., no sería la primera vez ....

Tin expuso con maestría la gran variedad de recursos de combate que tenía en la cabina de un bombardero, pero para su gusto, esas máquinas eran planas, sin aptitud y muy poco acomodadas a los pilotos que la habían usado. Si fuera su propia nave, la hubiera personalizado a su gusto, habían detalles nimios que al ser pulidos y acondicionados al piloto, podían ser la diferencia entre una maniobra evasiva exitosa o un verdadero fracaso. Cuando ya se había convertido en una verdadera némesis dentro de ese simulador, Pinaza optó por acabar con la diversión.

Abstinius bajó de la cabina no muy contento a pesar de todo. Sabía que tenía mucho que mejorar para llegar a convertirse en el mejor piloto de la flota imperial, con lo que tenía claro que todos los días pasaría sus ratos libres en el simulador... Tenía claro que lo iba a conseguir.

El teniente los condujo hasta su nueva prueba, y su corazón se sobrecogió al ver la magnificiencia y tamaño de un AT-AT. Hasta ese momento, sólo había contemplado AT-AT en maquetas de juguete. Maquetas con las que había jugado con sus hermanos, e incluso su padre... La tristeza invadió el alma de Abstinius, pero rápidamente, desechó la idea de autocompadecimiento. Estaba allí y cumpliría la misión o prueba que a Pinaza se le pasara por su cabezota más similar a un droide.

- No tengo ni idea Kadlo... pero tampoco me importa ¡¡Triunfaremos!!- Contestó a su compañero de cuadrilla.
 

Poco a poco, Erasmus había conseguido hacerse con los controles del simulador, alcanzando mediante maniobras a sus enemigos, pero el hecho de derribarlos se le resistía una de cada tres. Parecía que no tenía pillado el sistema de disparo del Tie y aquello le exasperaba. Debería dedicarle mas tiempo en aquel trasto si quería tener alguna oportunidad en la vida real contra los Ala-X rebeldes. 

De golpe y porrazo, el simulador se fundió de nuevo a negro y Pinaza les hizo ver con sus chanzas y pitorreos, que la práctica había terminado. Una espina se había clavado en su orgullo en aquel simulador. Necesitaba conseguir unas prácticas cien por cien efectivas, pero lo último que quería era que Pinaza se le echase encima con puyas y amenazas, así que en cuanto se apagó, se levantó, salió del simulador y siguió a sus compañeros hasta su nuevo destino. 

Lo cierto es que no esperaba pilotar más vehículos aquel día, pero cuando vio el AT-AT, se quedó sin habla. Estaba acostumbrado a los cargueros ligeros, pero esto era algo nuevo. 

Escuchó como Kadlo hablaba y exponía sus preocupaciones, pero no le preocupaban. El solo estaba pensando en montar en aquella bestia y domarla con sus manos:

-No lo se Kadlo. La verdad es que no lo se. Pero sea lo que sea, necesitará algo muy gordo para bajarnos de ese trasto!!!!!

Despues de una serie de explosiones en la pantalla del simulador, casi todas acreedoras del buen hacer del simulador, quedó más que patente que el pilotaje, como la gran mayoría de lances propios del soldado Imperial, quedaban fuera de sus competencias. No sin cierto abatimiento, se preguntó que demonios pintaba él allí después de todo. En su bisoñez marcial, Talram creía que sus aptitudes serían más que beneficiosas en un papel de mando y responsabilidad, donde su carisma innegable y su buen hacer con la sin hueso darían no pocos frutos. Sin embargo, parecía que alli se medraba a base de exito en trabajos, y para lucir las insignias de mariscal o general, había que estar bien rebozado en lodo y estiercol planetario y despachado un buen numero de almas Rebeldes. Cosa que no dejaba de tener su merito y aun logica, mas mal podían seguir los hombres a alguien que no conociese de primera mano los rigores de la guerra.

Andaba pues en tan lugubres pensamientos cuando descubrió una nueva sala a donde Pinaza los había conducido mientras el barruntaba todo aquello. "Por todos los Antiguos de la galaxia, más maquinitas", pensó con pesadumbre. Cierta era que la vision de las replicas de los imponentes AT-AT era gallardo espectaculo, y hasta él, que ya empezaba a cogerle manía a tanta botonera y lucecita, tuvo que reconocer lo grandioso de la ingenieria militar. Sus compadres disfrutaban sobremanera del festín visual, y ya soñaban por dentro, viendose al mando de aquellos titanes de acero machacando Rebeldes con alegre fanfarria y dulce crepitar de blasters pesados.

- Imagino habrá que batirse de nuevo con la enlatada lógica de los ordenadores... - dijo un poco demasiado brusco para su gusto, y agradeciendo de inmediato la ausencia del oficial instructor.  - ... de todas formas será divertido y edificante, amigos.

Dijo aquello ultimo con una sonrisa en los labios que él llamaba de pastel, ya que sus labios sonreian tan encantadoramente como solo el sabia hacer, pero sus ojos, destilaban no poca angustia y menos alegria.

Pronto adivinaron que el ejercicio pretendía simular la toma de una base rebelde en la que se enfrentarían a los ya conocidos T-47 de la Alianza. Apareció el oficial Pinaza y les señaló los distintos simuladores. Instantes más tarde, cada uno de los reclutas se encontraba en el asiento del simulador a manos de un AT-AT.

Incluso siendo un mero simulador, los reclutes pudieron comprobar la monstruosa arma de guerra que era un AT-AT. Tan pronto como terminaron de activar los botones de la simulación, comenzó la marcha entre las filas enemigas. El planeta estaba lleno de praderas plagadas de imperiales y rebeldes en intensa lucha.

Debéis alcanzar la posición del generador de escudo que protege la base. Los rebeldes suelen ser así de cobardes. Se esconden tras los generadores para evitar bombardeos.
Por el camino os toparéis con T-47. Os recomiendo atacar primero a los que usan arpón, para luego acabar con los que disparan son sus cañones làser...

Tin se sentó a los mando de aquella tremenda mole acorazada. Sin duda era una máquina de guerra impactante y magnífica, capaz de hacer palidecer a un planeta lleno de wookies. El joven recluta tardó en acomodarse a los nuevos mecanismos. Jamás pensó que que tendría que manejar semejante destructor andante, pero pasado el tiempo  prudencial, comenzó a desenvolverse con total naturalidad.

- ¡¡Bueno!! ¡¿Hay que avanzar?! ¡¡Pues avanzaremos!!- se animaba a si mismo hablando en voz alta. Necesitaba hacer en ocasiones para centrarse y saber en qué punto se hallaba.

- Objetivo fijado. Adelante.- añadió - Esos rebeldes no lo tendrán fácil conmigo...- sonrió desafiante mientra el AT-AT daba sus pesados pasos con gran fiabilidad. El realismo nuevamente era de matrícula de honor.

Kadlo se acomodó en los mandos del AT-AT, sin mucha parafernalia, y aún menos palabras, ..., y la simulación comenzó. Empezó a mirar de reojo el radar para localizar a los escurridizos T-47 rebeldes, y sobretodo localizar a aquellos que disponían del arpón y que podían provocar que uno de los AT-AT tropezase y se precipitase al suelo. Tenían que eliminarlos enseguida si querían salir victoriosos de aquel ejercicio ....

Erasmus sintió en seguida el poder que subyacía bajo aquellos controles que reposaban bajo sus manos. Estaba acostumbrado a utilizar maquinaria pesada, puesto que las naves que había pilotado siempre eran mas pesadas y grandes que aquello. Pero el AT-AT había sido concebido para una sola cosa: aniquilar. 

Los cargueros ligeros servían en un momento dado para atacar a posibles piratas y otros contrabandistas, pero nada mas. Aquello eran nimiedades al lado del monstruo de metal que tenía ahora bajo su poder.

Rápidamente se hizo con los mandos del mastodonte, y con una pericia innata, comenzó la nueva práctica. Quizá fuese la velocidad, quizá la maniobravilidad, sintió como un pequeño pinchazo de decepción a la hora de mover aquella maquina. El estaba acostumbrado a la velocidad de sus naves, y aquello precisamente rápido, no es que fuese.

Pero no se desanimó. Si aquello no era veloz, supliría con creces sus carencias a la hora de destruir. Y aquello no tardaría en ponerse a prueba.

Un escuadrón de T-47 volaba en dirección a el, con la intención de derribarle. Aquella idea no le atraía demasiado, sobretodo por el hecho de que Pinaza estuviese esperando la más mínima derrota para abuchearles e insultarles, así que prácticamente sin mediar palabra, Erasmus abrió fuego contra el primer vehículo que tuvo a tiro. 

Siempre había escuchado entre sus compañeros de galería:

-Quien golpea primero, golpea dos veces....pues demostrémoslo!!!!